Masturbación vicaria.

Hace ya algunos meses que decidí no publicar entradas salvo relatos sin embargo, hoy voy a hacer una excepción. La culpa la tiene una discusión generada en un red social, que resultó muy interesante a propósito de la masturbación y sobre la cual quiera aclarar algún concepto. Todos nosotros cuando pensamos en la masturbación lo hacemos desde una perspectiva adulta, por lo tanto genital , creemos y sentimos que nos masturbamos por placer, pero esto no es del todo cierto y a veces lo hacemos por otros motivos.

Para entender esto, hemos de remontarnos a la sexualidad infantil, que existe y es muy prolífica pero que esta libre de la atadura genital de la sexualidad adulta, los niños se tocan por placer cierto, pero no por placer genital, su sexualidad no está fijada, es perversa y polimorfa. Asi que tenemos que los niños se procuran placer por tres motivos. Para tranquilizarse y relajarse, para obtener un efecto catártico como canalizar la rabia o vencer algún miedo o para ver quien llega más lejos, más al límite.

Al primero tipo de masturbación descrita se le llama masturbación oral y por hacer una compartiva se parece mucho al efecto de beberse un vaso de leche antes de irse a dormir. En el segundo tipo estamos ante una masturbación anal. este segundo tipo va muy ligado a la ganancia de autonomia del niño, lo cual le obliga a integrarse en las normas sociales, que el niño intenta transgredir, así que va muy ligada al concepto de dominación/sumisión y la angustia que genera en el niño el tener que someterse a los dictados culturales. Y el tercer tipo es una masturbación fálica, de marcado carácter competitivo y retador.

Pues bien el paso por las sucesivas etapas del desarrollo, nos pueden fijar (de hecho nos fijan sin excepción) en momentos de ese desarrollo, con lo cual aunque de adultos al masturbarnos, lo interpretemos como placer genital, su raiz muchas veces tiene como origen una fijación. Y si no preguntaros si nunca os habéis masturbado para relajaros, para exorcisizar la rabia de un mal día o simplemente para ver si puedo conseguir un orgasmo más.

Pues bien curiosamente, en el mundo del sadomasoquismo, la gente que habla de "sesionar" ( que palabra más horrible) habla de tres tipos de sesiones, que seguro habéis oido alguna vez.

-Sesión "terapéutica" o catártica
-Sesión disciplinaria o de castigo
-Sesión erótica.

A poco que seamos avispados enseguida encontraremos en esas descripciones de "sesión" una asociación con esos tres tipos de masturbación antes descritos. Una sesión catártica podría parecerse en el fin mucho a una masturbación oral, una disciplinaria mucho a una anal y una erótica mucho a una masturbación fálica, por lo que supone de ir más allá del erotismo genital. De hecho la genitalidad es una especie de "guest star" en el juego sadomasoquista, imprescindible para la narrativa del juego, pero no protagonista.

La RAE define la palabra: vicario en una de sus acepciones como: persona que sustituye a otro en determinados asuntos o funciones.

La masturbación puede ser muy divertida, sobre todo cuando su función es meramente el placer genital, y no solo digamos que es un sucedáneo para cuando no se tiene pareja sexual, como hemos visto cumple otras funciones y es lo que me lleva a plantearme si en los juegos, lo que se pretende muchas veces es algo más divertido aun que una masturbación; una masturbación vicaria. Osea que sea otra persona quien nos sustituya en el asunto de masturbarnos y en especial cuando se trata de colmar un deseo oculto que va más allá del placer genital. Cuando se trata de colmar un deseo oral, anal o fálico, que sin duda puede ser mucho más divertido cuando se delega esa función a una tercera persona en confianza de que va a saber, conseguir aquello que se pretende.

Y todo esto, me reafirma en la idea que la sexualidad sadomasoquista, es una especie de rebelión contra la atadura de la genitalidad de la sexualidad adulta y que en ella se retorna a esa sexualidad perversa y polimorfa de la infancia.