viernes, 23 de marzo de 2018

Compulsión (La presidenta IV y último).





Después de aquel fin de semana de pasión , Carol volvió a su estado natural, el de fantasma. Que se aparece y vuelve a desaparecer. Me dijo, que el tema de ayudarme, lo dejaba y aunque durante algunos días, estuvimos mensajeándonos, ante cada proposición de vernos, me ponía alguna excusa. Que estaba cansada, que tenía cosas que hacer, hasta que dejo de contestar a mis mensajes y volvimos al punto cero.

 Otra vez sobresaltándome cada vez que escuchaba unos pasos de mujer subir la escalera o cada vez que al asomarme a la terraza brillaba luz en su casa. La situación me descentraba absolutamente, aquella chica conseguía volverme inseguro como nadie en la vida. No me molestaba que fuera capaz de llevar la iniciativa como y cuando quería, eso era algo que incluso me hacia sentir cómodo, más de lo que esperaba. Lo que me descentraba, era que no acertaba a entender, como alguien tan caliente, tan pasional, tan entregada tuviera como un botón de desconexión, como si tocando ese resorte activara toda esa pasión descontrolada y despues a su antojo desconectase y se volviera de hielo,distante, indiferente. Además ejercia en mi una asombrosa capacidad de dominio, conociéndome, lo normal hubiera sido que bajara los 14 escalones y llamara a su puerta a preguntarle o exigir una explicación, en cambio aunque lo pensaba, incluso arrancaba hacia la puerta, luego no se porque, alló me quedaba en blanco y sin hacerlo.

Era una especie de atracción fatal, fuerte y magnética, pero a la vez me hacia sentir terriblemente inseguro y con dudas. Aquel último encuentro, es cierto que por momentos, estando juntos parecía haber ganado la iniciativa. Pero lo cierto, es que solo unos pocos días después, la había perdido del todo otra vez y lo peor, es que simplemente su olor, aun presente en mi casa o el recuerdo de su voz, me hacian temblar las piernas, me costaba dormir y cuando dormía, soñaba con ella, con sus miradas, sus suspiros, hasta que me despertaba intentando abrazar el vacío, de la derecha de mi cama. Cuando por fin conseguía dormir, era tarde, con lo cual me levantaba tarde, y me pasaba todo el día malhumorado. Escribir tampoco se me daba mejor, solo conceptos desordenados, para terminar escribiendo de ella y siguieron pasando los días, con la única referencia de su existencia, de la luz que de vez en cuando salía de su piso.

Decidi irme unos dias, despejarme y alejarme aunque también, con la segunda intención, que no me viera a ver si eso provocaba algun tipo de reacción, aunque por otra parte, pensaba que lo más seguro que ni se percatase de mi ausencia. Me vendrían bien, unos dias de paseos por el mar, de volver a ver a mi gente y de dejar de pensar en alguien, que a veces dudaba si era real o un fantasma. Con ese pensamiento me fui. Un dia a media mañana, quedé para comer con una amiga en Barcelona, estuvimos dando un paseo por la ciudad despues de comer. Me notó raro, me preguntó, le puse la excusa de la presión del escritor, no suelo mentir y menos a esa persona, pero tampoco sabía como contárselo. Nos despedimos y volvió a preguntar, le dije que no se preocupase, era ya de noche, cuando dejé a mi amiga en su casa y salí de la ciudad, en busca de esos aires de mis raices, para desconectar.

 Debían ser las 9 de la noche, cuando entraba en el frío y abandonado apartamento a orillas del Mediterráneo, lo primero que hice fue poner la calefacción y darme una larga ducha, para despejarme. En cambio conseguí todo lo contrario, cierto que el agua caliente casi quemando, me relajó, me quedó debajo del chorro con los ojos cerrados, que sensación más buena, hasta que mi inconsciente empezo a ir por libre, a verla, a sentirla, era ella abría la mampara, metía primero una de sus piernas desnudas, despues la otra, desnuda se quedaba lejos de mi aun, me miraba fijamente, algo le decía yo, pero ella llevaba su dedo índice al centro de sus labios, gesto de silencio, se acercaba el agua la salpicaba, sus manos en mi espalda, siempre mirándome a los ojos, intentaba besarla, pero no me dejaba, se apartaba y otra vez su dedo en sus labios, como diciendo cállate, después lentamente se arrodillaba a mis pies, siempre mirándome, el agua me caía en la cabeza y en los hombros y salpicaba en su cara mirando hacía arriba, cerraba los ojos mientras el agua la salpicaba y con su mano empezaba a acariciarse todo el cuerpo arrodillada, yo la miraba hiponotizado, de repente los vuelve a abrir, me mira, lleva su mano a mi entrepierna, me acaricia toda la zona, mi erección es total ya, entonces si dejar de mirarme agarra mi polla con toda la mano y acerca su cabeza, sus labios a ella, hasta tragársela entera, siento su respiración dificultada, por mi sexo en su boca y por el agua salpicando, pero eso no la detiene, sigue con su juego, yo no tengo ni voz ni voto, sigue masturbándome con sus labios y su lengua, me tengo que apoyar como puedo en la pared, ella sigue no para, noto como me estremezco cierro los ojos., el rayo del orgasmo cruza mi columna vertebral, lo siento lo noto y ella no para sigue saboreando hasta la última gota mientras me relajo. Entonces abro los ojos y no hay nadie, solo vapor, el agua salpicando y mi mano agarrando mi polla termino de ducharme, con un extraño sentimiento de frustración, me he masturbado en la ducha pensando en ella, la he sentido, la he visto, pero no está!!!!!!!! ¿Que me está pasando me pregunto?. Me seco me pongo el pijama, me tiro en el sofá, no hay nada de cenar, asi que decido llamar para que me traigan una pizza, cojo el movil, tengo varios mensaje de whatsapp, al abrirlo el corazón me da un vuelco uno es suyo.

- ¿Donde te has metido, hice mucha cena, te subí un plato, pero no estás?

Maldigo mi suerte, hoy justo hoy, llevo dias esperando, deseando justo algo eso y el día que decido no estar; maldito Murphy, maldita ley. Empiezo a escribir respuesta, pero de repente pienso: ¿Javi que haces? me quedo empanado a media respuesta, decido no contestar, decido hacer, eso que las mujeres hacen como Dios, pero que los hombres no saben hacer: ignorar. No respondo, aunque a los 10 minutos me arrepiento y asi me tiro media noche, viene el pizzero, apenas ceno, un triángulo solo , el telefono en la mano y el dilema en la mente. Finalmente decido no contestar, incluso me tranquilizo, me tumbo a ver la tele, sin ver nada, cuando me vence el sueño, me voy a la cama, al pasar junto al telefono, parpadea la luz, lo habia puesto en silencio, pero esa maldita luz parpadeante roja, me hace mirar...mensaje de Carol.

-Sigues sin venir. Lástima esta noche necesitaba compañia.

Al leerlo, la primera tentacion contestar, la segunda coger el coche y lanzarme a la carretera, aunque finalmente la voz de mi conciencia, que me dice, que estoy haciendo. Lleva dias sin tan siquiera preguntarme como estoy y hoy la señorita tenia capricho y no estaba, eso pienso, no es más que una niña caprichosa y malcriada en el cuerpo de una mujer y me voy a la cama, sin contestar. Aquella noche tuve una pesadilla. Estoy en un semáforo, de un paso de peatones, para cruzar una avenida. La conozco, se como se llama, donde esta, es una calle muy transitada, con varios carriles por sentido, además ahora tambien circula el tranvía. El semáforo se pone verde para los peatones y empiezo a cruzar, estoy en mitad de la avenida, cuando la veo, ella esta al otro lado, me mira me sonríe, yo también , entonces el semáforo empieza a parpadear, me inquieto, no llego a la otra acera, no llego a ella, los coches empiezan a acelerar nerviosos, se va a poner rojo, corro, pero cada vez parece más lejos la otra acera, no avanzo, la miro, ella sigue sonriendo, corro se pone rojo, me pitan los coches, los miro, les hago un gesto obsceno, por fin pongo mi pie en la acera, estoy a salvo, la busco y no está, miro entre la gente y tampoco me despierto empapado en sudor. Está amaneciendo, no vuelvo a dormir, me levanto, voy a la cocina y me preparo un café, me enciendo un cigarrillo cojo el teléfono miro la hora, recuerdo que me dijo que a esa hora ya esta despierta, le contesto el mensaje.

-Perdona, estoy fuera, me vine unos dias a hacer unas gestiones, estás bien?, porque no me dijiste nada?.
Su respuesta tarda, pero sobre la media hora despues, con el segundo café y cigarrilo la recibo.

-Estoy genial gracias de todos modos.
-De nada, me alegro, solo que tu mensaje de ayer me preocupó.
-Jajajaajaa, pues me pareció más bien todo lo contrario, ya que me has contestado al día siguiente, así que no creo hayas pasado la noche en vela, bueno tal vez si, pero por mi seguro que no .
- Carol, no seas injusta, estás haciendo demagogia....
-Uyyyyyyyy demagogia?? señor escritor, yo no se tanto vocabulario como usted, solo se que no me has contestado hasta el día siguiente, así que no me vengas de protector, fin de la conversación, buenos dias.

Su reacción me picó el orgullo; "encima, que se ha pensado, la niñata esta", me subía por las paredes, incluso por momentos me dio la risa nerviosa, hasta que de nuevo empezó a "castigarme" el sentimiento de culpa, irracional y desesperante. Fue ese sentimiento el que me hizo tomar un impulso, al mediodía volví a cargar la maleta en el coche y deshice el camino, es como si su voz fuera la musica de la flauta del flautista de Hammelin y mi conciencia las ratas que la siguen sin remisión sumisas camino del abismo.  No tenia idea de que hacer al llegar, si ir a buscarla, si esperar que ella viniera, que se manifestara. Pero un accidente del destino quiso, que ni pudiera planificarlo, porque el encuentro se produjo de repente. Nada más llegar, tuve que parar a poner gasolina, en la gasolinera que hay a la entrada, no me di cuenta que ella estaba haciendo lo mismo, no vi su coche, pero al entrar a pagar, ella salía de hacer lo mismo, metiéndose el monedero en la mochila despistada chocamos.
- Perdón.....
-Carol, como estás???...

Se hizo el silencio incómodo, me miró seria, me apartó.
-¿No ibas a estar unos días fuera? perdona tengo prisa.

Iba con ropa del gimnasio, deportivas,usa sudadera y unas mallas.

-Vas al gimnasio?, no te da tiempo de tomar un café? tenemos que hablar.
-No, Javi no hay nada de que hablar y tengo prisa, en otro momento.

Entonces la cogi, de las muñecas.

-Suéltame.(se soltó de forma brusca y agresiva)

Me quedé en banco mirando como se montaba en su coche y salía disparada, haciendo patinar las ruedas del coche, me quede allí mirando al llegar al cruce, no tomó la direccion hacia la ciudad, si no que tomó dirección contraria hacía su casa, reaccioné, me monté en el coche si repostar y salí tras de ella. Al llegar al parking aun no se había cerrado la puerta automática, entré bajé la rampa en el momento que ella salía del coche, aparqué y me bajé, ella se quedó en medio, me bajé rápido. Ella empezaba a caminar hacia la puerta, yo detrás la alcancé, la cogí del brazo, haciendo que se girase hacia mi, nos miramos y sin más, sin decir nada nos besamos, con pasión, casi mordiéndonos, con tanta energía que fui a apoyarme en unas de las columnas, mientras nuestras lenguas establecían un combate, un duelo como si de espadas se tratara, mis manos agarraron con fuerza su culo y su rodilla, apretaba mi entrepierna. de repente paró, los dos nos quedamos jadeantes mirandonos y entonces soltó la mano, para darme una bofetada, solo que estuve ágil, la pare al vuelo y le agarré con fuerza la muñeca.

-Suéltame!!!!!!!!!!!!!!!!!!...olvídame!!!!!!!!, me oyes??? quien te has creído que eres?
-Yo???? osea que te he obligado a besarme?? y tu no has puesto de parte verdad?
-No he dicho eso tio listo, olvídame y punto
-Como quieras, tal vez algún dia sepa de que cojones te escondes.
-De tíos como tú, que se creen mas listos que nadie, yo no soy de nadie, espabila tío, haz tu vida.

Entonces se dio media vuelta y empezo a andar, hacía la puerta, yo detrás, entonces ella aumentaba la rapidez de sus pasos, me cerró la cortafuegos en los morros, seguí detrás , me cerró la siguiente también y se metió en el ascensor, error, llegaría yo antes por la escalera y así fue al abrirse la puerta del ascensor, allí estaba yo con los brazos cruzados esperando, salió, me miró, ni me dirigió la palabra, solo me apartó con indiferencia, la seguí, me puse detrás de ella mientras abría la puerta, no atinaba con la llave, también ella estaba nerviosa, abrió y se metió dentro, yo permanecí en el umbral sin traspasar, me volvió a mirar, entonces quiso cerrar, pero paré la puerta con la mano.

-Que haces?.....es mi casa ni se te ocurra.
-Vale de acuerdo, cierra si quieres, pero de aqui, no me muevo hasta que no hables conmigo.
-Te he dicho que no hay nada que hablar.
-Ya y ayer noche?....que te pasaba??
-A ver señor escritor, ayer noche es pasado, pasó tuve un mal día, necesitaba compañía y no estabas, punto, se escapó tu oportunidad, hoy estoy genial y libre, así que si me permites, voy a darme una ducha, que he sudado mucho en el gimnasio, buenas tardes señor vecino, muy amable por preocuparse por mi, ya coincideremos otro rato.

Esta última parte, con esa ironía y a la vez adornada con una sonrisa aun mas irónica, me cruzaron los cables, traspase el umbral y la empotré contra la pared de enfrente cerrando la puerta con un coz con el talón. se me quedó mirando desafiante a 10 cm, yo con los brazos apoyados en la pared, y con mis pies plantados firmemente en el suelo, hacía de jaula humana, de la que no podía escapar, entonces se le dibujó una sonrisa pícara, mirándome.

-Mmmmmmmm, he picado en el orgullo al señor premio Nobel?.

La miré seriamente, bajó la mirada por un instante, pero volvió a mirarme, aun marcando más la sonrisa de picardía.

-Mmmmm parece que el señor escritor de novelas guarras, se ha picado de verdad y que va a hacer el señor escritor, me va a castigar?????....pues  sepa el señor que igual me gusta y todo.

Mientras me decia eso, empezo a meterme mano, entonces la cogí por debajo de la barbilla con la mano apretando su cara y la besé aprentándola con mi cara contra la pared, me siguió, nos besamos, nos mordimos, como poseídos, mis manos se colaron dentro de la sudadera, le cogieron los pechos, por encima del sujetodor, los apretaron, ella hacía lo mismo con mi entrepierna, los dos pro momentos agresivos, fuera de nosotros, saqué mis manos de dentro de la sudadera, las deslicé entre la pared y su culo, agarré sus nalgas con fuerza contra mi, la levanté del suelo como pude, Carol es una chica grande, pero la levanté, ella entralazó sus piernas en las mias, fuimos hasta el salón así, sin dejar de besarnos y mordernos, por el intentaba afanosamente, bajarle las mallas, al llegar al salón apartando entre tropicones las sillas y haciendo un esfuerzo la senté encima de le mesa de cristal, había conseguido bajarle las mallas lo justo, para que su piel caliente, tocara el frío cristal, ni se inmutó, siguió besándome, sola paramos para quitarnos mutuamente los jerseys y las camisetas, entonces,empujándala del hombro, hice que se tumbara del todo encima de la mesa, le bajé las mallas hasta los tobillos y metí mi mano por el lado de su ingle, por dentro del tanga, su sexo estaba empapado,yo de pie empecé a masturbarla, ella me miraba, se mordía el labio, mientras mi dedos entraban y salían, entonces me dijo medio suspirando:

-Mmmmmmm es así, como me vas a castigar.

No le contesté, seguí metiendo y sacando tres dedos, de su sexo, ella cerraba los ojos por momentos.

- Javi fóllame de un puta vez a que esperas...

Si más, pare me quité toda la ropa, ella misma se bajo el tanga, levantó sus piernas, me colé entre ellas, llevé mi sexo al suyo y se lo metí, agarrándola de la parte de delante de sus muslos, ella sostenía las piernas en el aire doblas hacía dentro, empecé a embestirla, mirándonos los dos, ella me miraba, me sonría, jadeaba , se mordía el labio, resoplaba a cada embestida,intentaba agarrarme, de la cintura pero no llegaba, me pedía más, más rápido, más fuerte, más todo más, me volvía a mirar, con la boca entreabierta, mientras con sus músculos apretaba mi polla mis dedos se clavaban en sus muslos con fuerza, sus jadeos cada vez mas intensos, su respiración más agitada, se tensó, gritó un orgasmo....yo seguia sin parar.....mirandonos otras vez, entonces pare....la saque, sali de entre sus piernas, la cogi del brazo levantadola, hice sitio, en medio del salon, la puse en el suelo a 4 patas yo de rodillas detrás, pasé mi sexo varias veces entre sus nalgas, hasta el suyo, intentándolo lubricar, con su propios jugos, me ensalivé los dedos, para ayudar, y al final escupí directamente en su ano,ella separó un poco mas sus piernas y entonces, empecé a hacer fuerza con mi polla despacio, pero firme, suspiros y ms suspiros, estaba muy excitada y relajada, sabía que en ese estado no le sería molesto y empezó a entrar despacio ella se tocaba a la vez y yo a moverme, a notar sus dedos dentro de ella, casi tocando por dentro mi sexo, yo cada vez mas excitado y ella también, ella relajando su resistencia a mi sexo invasor dejándonos ir los dos, llegando casi a la vez al orgasmo, corriédome en su culo.

Luego nos relajamos un rato el el sofá, en silencio, con los cuerpos sensibilizados, solo hablando con caricias hasta que empezó a hablar.
-Mmmmmm desde luego ayer, cuando fui a verte no buscaba esto, bueno no como primera opción
-Entonces???....
-Llámame loca, pero ayer fui a buscarte con la idea de provocarte, de que me castigaras, sin miramientos quería que me azotaras, lo deseaba.
-Ya......y tu no sabes, que a veces las cosas no son cuando uno quiere???
-Jajaajajaja, eso no va conmigo Javi, cuando quiero algo, lo quiero ya o se me pasan las ganas
-Tu crees?.
-Y tanto si creo, soy asi, caprichosa, impaciente, egoista llámalo como quieras
-Pues conmigo, eso cambiará, a veces si otras no.
-Jajajaajaj pues no nos vamos a llevar bien.
-Pues yo creo que si nos vamos a llevar bien....espera.

Me levanté, fui a su habitación abrí el armario y cogí dos pañuelos del cuello, al volver ella estaba sentada, desnuda en el sofá, me senté a su lado.
-Date la vuelta.

Lo hizo, con un de los pañuelos vendé sus ojos,sonrió y se dejo hacer.

-Entrelázate las manos y extiéndelas hacía delante.
-Mmmmmmmmm

Lo hizo, con el otro pañuelo, le até las muñecas dejando un trozo largo salir del nudo, entonces estiré del sobrante haciendo que se levantase y tirando de el para que me siguiera, salimos del comedor, ella me seguía, yo la guiaba a ciegas, por el otro extremo del pañuelo, entramos en una de las habitaciones vacias, en ella hay un armario empotrado, y de las portezuelas de la parte alta, los pomos tienen un saliente, cuando llegamos allí la puse mirando al armario, le hice que levantara los brazos, atando el sobrante del pañuelo al saliente del pomo, quedando desnuda de espaldas a mi y con los brazos levantados atados al armario. Allí la dejé, volví al comedor, a buscar mi pantalón, para sacarle el cinturón, con el en la mano, entré de nuevo en la habitación, me acerqué a ella, por detrás suyo, cerca muy cerca, besándole el cuello desde atrás y pasándole el cuero del cinturón por la piel desnuda le susurré.

-Te voy a dar lo que querías ayer, pero esta vez va a ser cuando quiero yo, no siempre te vas a salir con la tuya.

No dijo nada, di dos pasos atrás, armé el cinturón, calculando y rompió el aire impactando con la piel desnuda de sus nalgas, dejando al instante la marca del impacto en su piel. Carol gimió y aflojó los brazos, pero no podía escapar a este le siguió otro y otro, fui espaciando entre azote y azote, dejándole su tiempo, se podían contar el número, por las huellas en su piel, poco a poco fui notando como se rendía, como bajaba las brazos, que se sujetaban por el nudo, porque ella no hacía fuerza. No se quejó apenas, solo algún pequeño gemido y suspiro después de cada azote y el castigo estaba siendo especialmente duro. Cuando creí suficiente, dejé el cinturón me acerqué a ella, otra vez por detrás, otra vez le besé el cuello, gimió  mientras mis dedos paseaban rozando la piel de sus nalgas caliente y enrojecida, le levanté la venda de los ojos, nos miramos, tenía los ojos vidriosos, pero sonrió, entonces mis dedos, fueron a rozar por dentro de sus muslos, entre sus piernas y la reacción de su cuerpo, fue darme las gracias erizando todos y cada uno de los poros de su piel.

Aquella noche la pasamos juntos follando hasta caer rendidos. Los siguientes tres meses pasé más noches en su casa que en la mia y las poca que pasé en la mía fueron en su compañía. Terminé la novela, novela que le leía cada día mi avance. Pero de repente un día me reclamó un asunto ineludible y debía marcharme por unos meses, aun recuerdo el miedo a su reacción en el momento de contárselo, fue absolutamente comprensiva, me quedé tranquilo incluso maquinamos como podíamos hacerlo para seguir viéndonos a pesar la distancia, ella sentenció.

-Para algo están los fines de semana y las vacaciones.

El día que me fui antes de irse a trabajar hizo algo distinto, no solo me dio el beso típico con prisas, sino que se sentó un instante en la cama, me dio el beso y me acarició la cabeza mientras me deseaba buen viaje.

Los primeros días de separación fueron normales, hablábamos cada noche incluso hicimos plan de vernos pronto, pero una de aquellas noches me llamó, su tono era serio y distante y me dijo algo así.

-Un día me preguntaste de que tenía miedo, pues tengo miedo de esto que siento, te echo de menos y no quiro echar de menos a nadie. Ha sido un placer escritor, pero no puedo seguir lo siento. Cuídate mucho, te leeré....

Fin.

1 comentario:

  1. Supongo que los finales de cuento color rosa solo son eso... Meros cuentos...
    Se que muchas de las cosas que cuentas son experiencia propias y siendo sincera te agradezco por ello, no nos cuentas lo que deseamos leer tal cual, si no, nos dices la realidad tal cual es, nos hablas de personas reales...
    Gracias por todo... Lo uníco que si te digo es que me gustaría que tuvieras quizá un final como a ti te gustaría (quizá has tenido algunos...) pero eso igual es solo un deseo...
    Bueno, ya ni se que escribí... Linda noche

    ResponderEliminar

"

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...>