sábado, 18 de febrero de 2017

Segundo tiempo (Diario de unos jugadores XXVII).






Hace unas semanas os contaba con los "juegos" pueden alargarse mucho en el tiempo, como  un juego puede durar días, desde que se inicia hasta que se culmina. Pero aun hay más, dentro de ese abanico de posibilidades, existe otra, que no se como llamar. La podría llamar por ejemplo: juego a medias o juego interruptus. Es una curiosa variante, en la que un juego parece que esta concluido, sin embargo es sólo un acto de obra más completa, que teniendo como base, aquello que inició el juego, tras un cambio de decorado se culmina en otro acto. Pero como siempre me vais a entender mejor si os lo cuento.

El tema del pequeño accidente doméstico, que os contaba la semana pasada, puede parecer que quedara zanjado aquel día, pero no fue así, se alargó unos cuantos días más. Para empezar tuve que armarme de paciencia en cada cura posterior, ya que el numerito cada vez era para tener paciencia. En otras circunstancias y si la herida hubiera estado en otro lugar, el porcentaje de posibilidades de que en una de esas hubiera terminado en mis rodillas con el culo rojo, era del 100%. Pero la situación de la herida lo hacia complicado y eso hizo que mi paciencia subiera de enteros hasta límites insospechables.

La noche antes del día en que tenían que retirarle por fin los puntos de sutura, estuvo realmente insoportable, nerviosa, irascible y yo armándome de paciencia de nuevo, intentando restarle importancia al asunto, incluso todo sea dicho me resultaba gracioso, con lo valiente que era para otras cosas, así que tampoco entré al trapo, total al día siguiente si era necesario, ya me "vengaría". Me ofrecí a acompañarla al médico al día siguiente pero se negó, me dijo que sería peor y se pondría más nerviosa si la acompañaba.

A media mañana como siempre le puse un mensaje para ver como había ido. Me respondió con un montón de emoticonos de una cara llorando y me estuvo contando que lo había pasado mal, que se había mareado y que el médico la había regañado, yo me partía de la risa, a la vez que intentaba de alguna manera consolarla. Lo cierto es que una cosa menos, herida curada y normalidad por fin, ella estuvo de acuerdo en eso y en las ganas que tenia de darse después de 10 dias un ducha en condiciones.

Al llegar a casa tarde como siempre, me la encontré en el sofá tirada, con el pijama puesto.
-Como ha ido esa ducha?...
-No me he duchado? (con carita de pena)
-Y eso?
-Es que no me gusta la pinta que hace.....
-A ver déjame ver....
-Noooo que me da cosa...
-Venga va no empecemos.

Tras un rato de tira y afloja me tuve que acabar poniendo serio y accedió se levantó la camiseta del pijama y puede ver la herida, aunque no del todo porque estaba tapada con una especie de esparadrapo.

-A que esta fea? tiene muy mala pinta joder.
-Que va esta perfecta. Lo que no entiendo es porque te la han vuelto a tapar.
-Joooo pues a mi no me gusta, tiene cosas negras.
-Eso es piel muerta, cuando te duches se quitará
-Pues ya me ducho mañana por la mañana...
-Tienes que hacerte cura?
-Si me han dicho que un poco de betadine
-Ok, y porque no te duchas ahora y te lo pongo yo...
-Nooooo, ya no, mañana y ya me lo pondrán en el curro
-Valeeeee como quieras, pero te digo yo que esta bien
-Es que no quiero mirármela y para ducharme me la tendré que ver.
-No mires y ya está,
-Bueno vale pero mañana.
-Ya te he dicho que si.
-Biennnnnn

Mi cesión hizo que la noche transcurriese con normalidad. Al día siguiente yo me fui antes y de nuevo a media mañana le envié mensaje para ver como había ido, la operación ducha. Y resultó que todo había ido genial, que tanto numerito para nada y que se encontrada eufórica, rematando con:

-Por cierto, esta tarde he quedado con María para ir a tomar algo y ponernos al día no vendré muy tarde por eso.
-Ok, te espero en casa.

Todo parecía volver a la normalidad y que se me habían hecho largos aquellos diez días de convalecencia, haciendo de enfermero. Al llegar a casa por la tarde, me relajé, me puse cómodo, mientras la esperaba. Imaginé que llegaría sobre las 9, pero se retrasó un poco más y apareció que debían ser las 10 y media.

-Hola!!!!
-Hola, que tal? como ido con María?
-Genial como siempre...y tu que tal? aburrido?
-No, pero muerto de hambre cenamos algo?
-Puffff yo paso ya he picoteando por ahí
-Joder pues podías haber avisado, que te esperaba
-Jooooo lo siento, pensé que ya habría cenado algo
-Bueno, me voy a preparar algo rápido y suave que es tarde. Seguro que no quieres nada?
-Ya que vas tráeme una cervecita....
-Otra?
-Como que otra
-Vamos que no habrá caído alguna ya....
-Jajajajja pues claro, pero me apetece.

Me preparé algo rápido de cenar, me senté en el sofá con el plato entre las piernas y le di la cerveza. Mientras cenaba me estuvo contando como había ido con María. Al terminar me levanté para llevar el plato a la cocina y aprovecho para pedirme otra cerveza....

-Mañana tendrás sueño
-Mañana será otro día
-Vale, vale...

Estuvimos charlando un rato, mientras nos fumamos un cigarrito, yo estaba cansado y le dije:

-Nos vamos a la cama?
-Ve tirando si quieres, yo me acabo la cervecita y voy.
-Ok, no tardes, que mañana madrugas.
-Que siiii pesado.

Me fui para la cama y lo cierto es que fue uno de aquellos días en los que apagas la luz y te quedas frito al instante, así que no me enteré cuando se vino a la cama.
Como de costumbre salí al día siguiente derrapando y como de costumbre también cuando paraba a media mañana a hacer el café, le puse un mensaje.

-Como llevas la mañana?
-Pufffff....
-Eso que significa
-Mal, muerta de sueño y diría que con un poco de resaca.
-Vaya, te haces mayor. Que te fuiste muy tarde?
-No que va detrás de ti, por cierto frito estabas
-Si joder, ayer estaba cansado...
-Bueno voy a seguir currando, que se me acumula. Eso si hoy a la cama prontito.

No hice excesivo caso a aquella conversación, de hecho la olvidé. Pero casualidades de la vida, aquel día salí antes. Cuando llegué a casa ella no había llegado aún, dejé la chaqueta el correo encima de la mesa del comedor y vi que encima de la mesilla del sofá estaban aún un lata de cerveza y el cenicero. En acto reflejo, cogí la lata y el cenicero y me fui para la cocina. Mi sorpresa fue al abrir el cubo de basura y ver que habían dos latas más. Mi cabeza empezó a rumiar, a hacer memoria. Yo no me había bebido ninguna y ella dos, de hecho la última fue aquella que me dijo:

-Ve tirando, me acabo la cervecita y voy....

Las pistas encajaban, había habido una de propina y eso justifica el sueño y la resaca. Se me agolparon los pensamientos. La semanita/diez días que había pasado, de paciencia y de repente curada, se va con la amiga y lo peor me toma o intenta tomarme el pelo. Aquellas latas, me iban a ser de mucha utilidad. Las saqué del cubo de la basura y las dejé encima de la encimera.
Poco rato después apareció ella.

-Ya estás aquí?
-Si, hoy salí más pronto, que tal tu día?
-Muerta, me voy a dar una ducha y no pienso moverme del sofá en lo que queda de día.
-Muy bien, yo ya me ducharé mas tarde, ¿quieres te prepare algo?, ¿Una cervecita algo de picar?...
-No, no, paso.....eso si un masaje de pies no me iría nada mal.
-Bueno, si quieres luego lo negociamos.
-Bien!!!!!!!!!!!

Se metió en el baño, yo me senté en el sofá a maquinar, aunque no había mucho que pensar, la había pillado. Cuando salió después de todos los preparativos, se sentó tan pancha y puso directamente los pies encima de mi regazo, en circunstancias normales, le hubiera hecho ese masaje, pero mi idea era que fuera otra parte de su cuerpo la que estuviera en mi regazo.  Me miraba como diciendo: "empieza ya" y le dije.

-Como es que estás tan cansada.
-Puffff dia duro
-Si te quejabas ya a las 11 de la mañana de cansancio...
-Bueno, ya te dije un poco de resaca tal vez, me hago mayor.
-Pero si tomaste un par de cervezas solo
-Aquí si, pero con María cayeron unas cuantas...
-No te quedarías empanada con la tele algo y te acostarías tarde ¿verdad?.
-Pues no ya te lo dije y no se a que viene esto.
-Nada me hagas caso. Hazme un favor, mientras yo voy a por la crema para el masaje, en la encimera de la cocina he dejado algo para ti, tráetelo.

Me miró extrañada, pero yo me levanté enseguida y me metí en el baño a por la crema. Mientras buscaba en el armario, escuché.

-Que tengo que traer, porque yo no veo nada
-Como que no ves nada? no ves nada encima de la encimera.
-Pues no, el salero, cacharros.
-Nada más?
-No
-Pues deberías mirarte esa vista, no hay tres cosas idénticas, una al lado de la otra.
-Las tres latas? no entiendo nada?.
-Pues ven que te lo voy a explicar
En ese momento yo ya estaba sentado en el sofá
-Las tengo que traer o que?
-No, no hace falta tíralas a la basura.

Vino refunfuñando por el pasillo. Aunque al entrar en el comedor algo debió sospechar, puesto que yo estaba sentado en pose de incorporado y con las manos entrelazadas, mirándola.

-Ven acércate.

Se que esa frase y el tono, tuvo que ponerla nerviosa ya y más cuando no la dejé sentarse, para que se quedará de pie enfrente de mi.

-Te lo voy a preguntar otra vez ¿Porque estabas hoy a las 11 de la mañana tan cansada ya?.
-Joder, ya te lo he dicho, menuda perra te ha entrado con eso.
-Respuesta equivocada señorita.

Sin decir nada más y de un tirón le bajé el pantalón del pijama hasta las rodillas.Se quedó sin reaccionar.

-Siguiente pregunta ¿Te terminaste la cerveza y viniste a la cama?.

Se puso roja al instante, señal que había atado cabos....

-Jajajajajaj que cabrón....valeeeee lo reconozco, me bebí otra, pero es que no tenia sueño....
-Pues a mi no me hace ninguna gracia, más que nada, porque te lo preguntado varias veces, y solo ahora cuando tienes los pantalones bajados, me contestas  lo que pasó.

La miré haciendo el gesto de negación, estirando el brazo la cogí de la muñeca, la puse transversal a mi lado derecho y terminó encima de mis rodillas.

-Jooo que me duele la herida.
-Ayer no te quejaste en ningún momento.

No le di tiempo a quejarse mucho, empecé a azotarla con la mano, todavía llevaba puestas las braguitas, aunque no duraron mucho en su sitio. Un par de minutos después se las bajaba, hasta medio muslo, para continuar la zurra con su culo totalmente desprotegido. La idea era calentar, para luego seguir con algo más serio, pero me fui animando y zurrándola con más ganas, aunque con la convicción que necesitaba algo más que la mano aquella tarde. Me detuve, cuando el color de su piel era de un rojo intenso. No le dí tiempo a mucho, hice que se levantara y yo mismo la acompañé hasta el rincón de pensar. Al dejarla le dije.

-Ayer jugaste tu, hoy voy a jugar yo, es lo justo ¿no?. Ahora vuelvo.

Fui hasta la cocina primero a por una bolsa de plástico, después me metí en la habitación y la llené. De vuelta al comedor, me senté de nuevo en el sofá y saqué de la bolsa. Cinco objetos, que puse encima de la mesilla. Eran un cubo y un dado y tres plugs idénticos en forma y color pero no en tamaño. Uno pequeño, uno mediano y uno grande. Entonces la llamé.

-Ya puedes venir.

Se dio media vuelta y se acercó, hice que parara enfrente de la mesa. Me la quedé mirando, aunque la camiseta del pijama tapaba casi todo, podía intuir, la forma de los labios de su vulva, ya que pantalón y braguitas estaban a la altura de las rodillas.

-Me acabo de inventar un juego, al que tienes que jugar. Como habían tres latas, vas a tener que tirar el dado tres veces. En esta primera vez, como ves hay tres plugs encima de la mesa. Si sale el uno o el dos, usaremos el pequeños, si sale el tres o el cuatro el mediano y si sale el cinco o el seis, te habrá tocado el grande. Venga coge el dado y tira.

No dijo nada cogió el dado lo metió en el cubo y lo tiro en la mesa, el dado dio varios saltos y se quedó quieto. El numero uno.

-Bueno has tenido suerte...

Recogí los otros dos plugs dejando solo el pequeño encima de la mesa. Entonces saqué de la bolsa los siguientes objetos.

-Un cinturon de cuero
-Una cepillo del pelo
-Una regla de madera
-Una paleta grande
-Un bote de crema hidratante.

-Tienes que tirar otra vez. Si sale uno seguiremos con la mano, si sale dos cinturón, si sale tres cepillo, si sale cuatro regla, si sale cinco paleta y si sale seis, aquí hemos terminado y te pongo crema.

 -Venga tira.

Cogió de nuevo el cubo metió el dado, esta vez agitó como con mas ganas, tenia un 16.65% de posibilidades de que su culo se librara de continuar con la zurra. Lanzó el dado encima de la mesa y.....el tres, seguido de un resoplido.

-Mala suerte señorita pero podía haber sido  peor.

Recogí el resto de instrumentos y puse el cepillo al lado el plug. Entonces saque una hoja en blanco y bolígrafo.

-Última tirada señorita. Esta es muy sencilla, multiplicamos por diez el número que salga y ese será el número de azotes con el instrumento apartado. Venga tira el dado.

La última tirada, otra vez el dado rodando por la mesa y cuando se detuvo. No pude evitar una sonrisa malvada.

-Vaya has tenido mala suerte, el cinco, ¿sabes que significa eso no?.

Resopló otra vez. Yo cogí el bolígrafo y escribí en la hoja en blanco: 50 azotes. Al terminar le indiqué la posición en mis rodillas. Resignada se acercó y se colocó. Antes de nada le bajé pantalón y braguitas hasta los tobillos y separé sus piernas un poco. Cogí el cepillo, acaricié un poco sus nalgas con el y empecé la azotaina, alternando nalga y nalga a la vez que contaba mentalmente, con una intensidad media. A los 30 me detuve, dejé el cepillo en su espalda, acaricié suavemente su culo y buscando la parte más alta de la cara interna de sus muslos, hasta llegar a su sexo,  quería confirmar lo que imaginaba que estaba mojada, confirmado cogí el plug de la mesa y lo lleve entre sus piernas, lo pase varias veces mojándolo con su propia humedad, entonces lo metí primero en su coño, lo metí y saqué varias veces, hasta que con mi mano izquierda, separé su nalga izquierda, para ver bien donde iba a ir  insertado el plug. Lo llevé a su ubicación y empecé a apretar dando pequeños giros, para que se fuera abriendo paso hasta que al pasar la parte mas ancha de golpe y acompañado de  un gemido desapareció en su cuerpo, quedando fuera el tope solo. Entonces solté la nalga que sostenía con mi mano izquierda, con la derecha cogí,  de nuevo el cepillo y empecé a aplicarle los últimos 20 que había querido el azar. Estos últimos con la intención que picaran de verdad. Diez un pequeña pausa, para observar bien el terreno y donde queria incidir más en los últimos, ahí donde nos apoyamos al sentarnos para que durante un par de días se acordara de que pasa, cuando te pillan mintiendo. Eso diez últimos los recibió ya sollozando.

Al terminar deje el cepillo encima de la mesa, le estuve acariciando el culo que le debía arder un par de minutos, tras los cuales, la hice levantarse y le dije.

-Coge el boli, firma la hoja y al rincón hasta que te diga.

Se levantó , se inclinó para coger el bolígrafo y firmar la hoja, justo debajo de donde ponía 50 azotes y se fue  hasta el rincón. No la tuve demasiado rato, un par o tres de minutos cuando la llamé de nuevo a mis rodillas. Esta vez para ponerle crema. Mi intención no era darle placer aún, pero mientras le ponía la crema, no pude evitar hacer alguna incursión entre sus piernas y estaba tan mojada, que no me pude reprimir a masturbarla un par de veces, una directamente frotándole el clítoris y la otra jugando con mi pulgar dentro de su coño, eso si con el plug en su sitio en todo momento, solo después de una última aplicación de crema se lo quité.

Continuara....

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