sábado, 25 de febrero de 2017

El rincón del olvido.




Voy a hacer un pequeño paréntesis en la serie de relatos subtitulada: "Diario de unos jugadores", para compartir esté relato fruto de los recuerdos de otros tiempos. La serie continuará la semana que viene.

Estaba a punto saliendo del despacho para ir a comer cuando me sonó el teléfono, al ver la pantalla vi su nombre y a la vez que descolgaba me encendí un cigarrillo.

-Hola!!!!!!!
-Hola que tal?
-Bien y tú?
-Justo salía ahora para ir a comer y tú vas para casa ya?
-Siii!!!!!!, pero antes quiero pararme a comprar algo, para esta noche
-Mmmm es verdad, que tenemos cita, me vas a hacer algo especial o que?
-Ya lo verás sorpresa
-Muy bien, me fio de ti
-No te queda más remedio jejejej.
-Vas conduciendo.
-Si, pero llevo el manos libres..
-Así me gusta...
Seguimos charlando tontamente un par de minutos cuando de repente me dice.
-Upssss, la poli...

Y colgó. Nada más colgar algo no cuadraba, ¿si iba con el manos libres para que colgar?.Esperé un par de minutos por si volvía a llamar pero al no recibir llamada me fui para el restaurante donde me esperaban dos compañeros, me senté y justo cuando terminaba de pedir me volvió a sonar el teléfono, era ella otra vez.

-Hola
-Hola que ha pasado?....
-Mejor te lo cuento luego...
-No, cuenta....
-......que me  han parado
-Vaya y eso
-Pues.....que me han visto hablando por el móvil....
-Que?
En ese momento pedí disculpas a mis compañeros de mesa, para salir fuera...
-Pues eso....si es que están siempre para molestar luego cuando no los necesitas..
-Espera, espera. Osea que no ibas con el manos libres no?.
-.......no
-Vamos que lo pregunté y me has engañado
-Jooo es que me hacia ilusión llamarte y contarte..
-No me hagas chantaje emocional. Una cosa no tiene nada que ver con la otra, ahora esta conduciendo.
-No estoy parada....
-Vale me esperan para comer, pero ya te aviso que de esto vamos a hablar largo y tendido esta tarde y que ya puedes ir preparándote para la que te espera.
-Joder si llevaba buena intención.
-Ya hablaremos y punto. Me voy a comer.

Colgué el teléfono en  plan borde, pero es que en realidad si estaba algo enfadado, ya que era algo que habíamos hablado muchas veces y no había manera. Seguía haciendo lo que le daba la gana y peor aún me tomaba el pelo había llegado el momento de ponerme estricto y "corregir" de verdad. Me pasé la tarde pensando en ello aunque sin sacar conclusiones sobre la marcha. Al salir de trabajar me fui directamente para su casa, como habiamos acordado. Al llegar me recibió con la sonrisa típica de niña que ha hecho una travesura y sabe que la han  pillado, pero yo me hice el loco al principio como si no hubiera pasado nada, ella seguía vestida de calle, con un vestido por encima de las rodillas, medias negras y unas botas altas. Nos sentamos en el sofá empezamos a hablar de como nos había ido el día y demás,estaba la chimenea encendida, que le daba un toque de intimidad especial al momento, ella estaba sentada de medio lado mirando hacia a mi y mientras hablaba jugueteaba con su pelo, síntoma de inquietud expectante, así que decidí alargar un rato la situación y obviar el tema, hasta que se presentó el momento ideal, cuando se levantó y me dijo.

-Te apetece un vinito?
-Si, pero antes tenemos que resolver un tema pendiente no crees?
Se puso roja al instante, yo expectante a ver por donde me salia y optó por la opción que menos le convenía.
-Bahhh no dramatices, que sabes que eso lo he hecho muchas veces...
-Cierto, pero también se que esta será la última de esas veces. ¿Que te ha dicho la policía?

Se puso aún mas roja..

-Pues....me han puesto un multa.
-Ok, donde esta? la multa?...
-En el bolso
-Bien enseñamela.

Se fue hasta el bolso, sacó el papel medio arrugado de una multa y me le dio. Yo empecé a leerlo, sosteniendo el papel con una mano, mientras me acariciaba la barba con la otra, al terminar de leerla, levanté la mirada.

-200 pavos y tres puntitos menos, bien no? día completo...
Silencio
-No dices nada?
-Que quieres que diga?
-No se, por ejemplo que la próxima vez, te vas a poner el manos libres y que puestos a gastar 200 pavos nos vamos de mariscada por ejemplo?
-Jejejejej no estaría mal
-Ya pero sabes que pasa? que a mi no me hace ninguna gracia, la pasta es lo de menos la vas a pagar tu no yo, me mosquean mas dos cosas. La primera es que esto es algo de lo que hemos hablado "muuuuchas" veces, por activa y por pasiva y sigues pasándotelo por el forro y eso no puede ser, como no puede ser que te pregunte si llevas el manos libre y me digas que si, cuando es que no.....¿Sabes que significa esto verdad?.
-Puedo imaginarmelo si, pero podemos hablarlo no?.
-Ok, pues empieza soy todo oídos
-Vamos tienes razón, osea que no te conté que iba sin manos libre, pero si te lo cuento me hubieras echado la bronca y colgado y me apetecía hablar contigo.
-Entonces crees que no mereces un castigo?
-No es eso, pero si que podríamos hablarlo no? Yo acepto que si, que merezco un castigo, pero...
-No hay nada que hablar señorita, mereces un castigo si, un castigo severo y lo vas a tener. Así que antes de ir a por el vino, ve a buscar el cepillo que te regalé y traelo.

 Empezó de nuevo con la cantinela de la negociación, pero sin alterarme lo más mínimo me mantuve firme y cedió. Un instante después me entregaba el cepillo de madera en la mano, lo cogía y lo dejaba a mi alcance encima del respaldo del sofá. La miré y le dije que empezara a levantarse el vestido, mientas yo ponía un cojín en mi regazo, cuando la volví a mirar sostenía el vestido levantado, le indiqué que su tumbara encima de mis rodillas. Cuando estuvo situada le empece a acariciar el culo por encima de las medias, mientras le soltaba un discursito sobre los peligros de conducir hablando por teléfono sin el manos libres. Cuando terminé empecé a azotarla con la mano, azotes no muy fuertes pero si con ritmo, un ratito largo sin pausa. Cuando paré fue para buscar de inmediato la cintura de las medias y despacio ir bajándolas hasta el principio de las botas. Debajo llevaba  unas braguitas negras normales, que hacia que destacará el ligero sonrosado de la piel de sus nalgas de aquella primera tanda, enseguida empecé de nuevo con la azotaina, subiendo ligeramente la intensidad de los azotes, y un poco también la velocidad. Tres minutos de azotaina seguida y un nuevo alto, este para bajarle  las braguitas hasta medio muslo suficiente de momento. Su culo desnudo presentaba ya un color rosado que destacaba con el tono del resto de la piel y empecé otra vez con los azotes, el objetivo inicial no era otro que el de calentar la zona, no subí la intensidad continué un rato mas sin pausa, enrojeciendo despació nalga y nalga, hasta que hacia el final, si subí la intensidad de la azotaina con la intención que empezará a sentir el picor de los azotes.

Al terminar ni  una sola caricia, simplemente cogí el cepillo, lo dejé un instante encima de su culo, para remangarme bien, lo volví a tomar y empecé a azotarla con el cepillo, a ritmo constante, ni un rincón de su culo sin la "caricia" del cepillo y eso incluyó la cara interna de las nalgas y la parte mas alta de los muslos. Cuando vi que empezaba a moverse inquieta y quejarse paré. Dejé el cepillo en su sitio y por primera vez pasé despacio los dedos de mi mano derecha por la piel encendida de sus nalgas, en silencio durante un par de minutos hasta que le dije.

-Con esto hemos cubierto la parte de tu castigo correspondiente a haberme mentido, ahora falta la parte que corresponde a tu irresponsabilidad y tu reincidencia en ella. Así que vete levantando de camino al rincón a pensar, mientras yo decido, el castigo adecuado para que no se vuelva a repetir.
Aún estuvo un rato en mis rodillas, mientras seguía acariciándola cuando paré las caricias entendió el mensaje, se levantó e hizo el camino hasta el rincón al lado de la chimenea, tal y como debía hacerlo. Osea aguantando el vestido levantado, tanto de camino como durante la estancia en el rincón. Yo me quede sentando con la mirada a medias entre el fuego de la chimenea y el fuego de su culo. Tenia que tomar una decisión no quería que se repitiera la situación y esta vez en serio y decidí que era el  momento de usar la vara. Me levanté dejándola en el rincón y fui a por la vara.
De  vuelta me quedé de pie frente a la chimenea, le dije que se diera la vuelta. Lo hizo y su cara cambio al ver la vara en mi mano. Empezó a intentar negociar de nuevo y le contesté.

-Se puede saber, porque no sostienes el vestido levantado?

En acto reflejo se lo volvió a subir, solo que ahora estábamos frente a frente....lo que suponía aun mayor pudor. Entonces le dije.

-Hoy no hay negociación posible. Ahora te irás a la mesa, te doblarás completamente sobre ella y recibirás 12 azotes con la vara, que contarás claro.

Esperé un momento que asumiera, me puso caritas, pero ni me inmuté....entonces se dio por vencida, paso por delante de mi y se puso en la posición del castigo. Yo me acerqué despacio haciendo silbar  la vara en el aire un par de veces, busqué la posición ideal, pase varias veces la vara rozando sus nalgas, calculando bien el recorrido y la fuerza con mi brazo. Entonces le pregunté:

-Estas lista?

Escuché un tímido si, armé el brazo y un golpe seco impactó en su culo, seguido de un soplido y un : uno...Casi instantáneamente una linea rojo oscura marcaba en su piel, el impacto de la vara. El ritual se repitió las 12 veces, sin prisa, espaciando tiempo entre azote y azote, que sintiera bien cada impacto, como la picadura que va subiendo de intensidad, esperado escuchar de su voz el número de azote. Al terminar se podían  contar perfectamente las 12 lineas de los doce azotes en su culo. La dejé en la posición recuperando el aliento, mientras fui a guardar la vara y buscar el bote de crema. De vuelta la ayudé a levantarse, despacio cogiéndola de la cintura la acompañé hasta el sofá de nuevo, me senté la coloqué de nuevo en mis rodillas. Lo primero que hice, fue quitarle las botas, después terminé de bajarle las medias y las braguitas hasta los tobillos, le levanté el vestido y empecé a ponerle crema en el culo. Extendiéndola suavemente con mis dedos, notando como esas rayas de los azotes con la vara, cogen relieve en la piel, contándolos yo mentalmente  mientras los acariciaba y como el contorno de las lineas, empezaba a coger color morado, despues de un largo rato dedicado a su culo, le separé ligeramente las piernas, acariciando la cara interna de sus muslos, ella se ofreció mas levantando ligeramente el culo haciéndome mas accesible su sexo, yo acepté la invitación, a ir mas allá mis dedos fueron a su sexo, metiéndose entre sus labios, impregnándose de su humedad, acariciando suavemente, poco a poco con mas intensidad, frotando, pellizcando suavemente hasta que mi pulgar acabo dentro de su sexo, mientras el dedo corazón daba golpecitos en su clítoris primero y despues lo frotaba, al mismo tiempo el índice de la izquierda, se hacia hueco entre sus nalgas buscando su ano, para masajearlo mientras la derecha la seguía masturbando, y terminar también dentro de ella, a partir de ahí solo quería ese orgasmo, escucharlo, sentirlo, ser el culpable de el y no para hasta que lo conseguí.

Una vez objetivo cumplido vuelta la crema y las caricias, relajando, entonces le dije.

-Espero que no se vuelva a repetir, si vuelve a pasar no habrá premio y aun seré mas duro. Por  cierto mañana, cuando vuelvas, me vas a copiar 200 veces ( no volveré a hablar por el móvil mientras conduzco), en la silla de madera y con el culo al aire. Y cuando llegué la notificación de la multa te acompañaré a pagarla, eso si antes de ir te daré una azotaina de recuerdo, ¿esta todo claro no?...

FIN.



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