sábado, 19 de noviembre de 2016

50 horas (Diario de unos jugadores XIV).






Una de la maravillas de estos juegos, que además descubres una vez estás dentro, es que siempre está latente. Es evidente que no puedes estar todo el día pensando en los juegos, pero incluso en esos momentos de aparente calma, basta una chispa, para inflamarlo todo. Esa tensión erótica sostenida se toma descansos, pero su sueño es leve y superficial y se despierta a la más mínima insinuación. Pero es que además de esa característica tan especial hay otra si cabe más excitante aún. La posibilidad de alargar un juego mucho más allá de del rato de acción, horas o incluso días de una dulce agonía tensa. En los cuales las sensaciones físicas pasan a un segundo plano, y donde lo importante es masturbar la mente y dejarla en ese punto de excitación máxima donde el orgasmo es inminente, pero no acaba de llegar nunca. Despertar recuerdos, jugar con la incertidumbre y la anticipación, dejar que la cabeza vaya un paso por delante, para después desconcertarla y volver a empezar.

Para eso necesitas sobre todo tiempo y aunque parezca mentira, cuando el tiempo que hay disponible es poco, se tiende a aprovechar más , sabes que tienes un fin de semana a lo sumo algún día más por obra y gracia de algun puente y planeas. Cuando llega un día a día, el tiempo parece infinito y que apalancas. En aquellos ya meses de convivencia el juego había estado siempre ahí con nosotros, en cambio esa perspectiva de tiempo indefinido, y cierta comodidad todo sea dicho,había hecho que en todo aquel tiempo, no hubiéramos tenido un juego de esos largos, muy largos.

Pero como os decía antes, solo tiene que saltar la chispa para que se inflame y eso pasó aquella noche después de cenar a través de una inocente pregunta que le hice.

-¿Es el viernes el examen verdad?
-Si
-¿Y como lo llevas?
-Muy bien...superado.
-Mejor no tienes ninguna duda ni nada? porque si quieres mañana salgo antes y te ayudo.
-Nada de nada, tu sistema  me ha ido genial jejeje.
-Me alegro.

Sin saberlo, aquella mención inocente al examen del cursillo, fue el pistoletazo de salida de un juego que se alargó unas cuantas horas. Ya aquella noche mientras ella dormía plácidamente yo con los ojos abiertos en la oscuridad mirando al techo, le fui dando forma a una idea.

Al sonar el despertador al día siguiente, desde la cama la observé como se vestía apresuradamente, como siempre se acercó a darme  un beso antes de irse y fue cuando decidí hacerle participe de mi perversa idea.

-Que tengas un buen día
-Gracias guapa tu también. Sabes estoy pensando cogerme la tarde libre.
-Y eso?
-Me deben horas y quiero asegurarme de que el examen va a salir bien.

Con esa frase tan sencilla la estaba haciendo cómplice de mi fantasía, esa frase fue el primer azote: la incertidumbre. Ahora su cabeza, ya estaría pensando o intentando averiguar que maquinaba la mía.

-Ya te dije que todo perfecto.
-Pues entonces no tienes nada que temer, ya te contaré que vas a llegar tarde.

Eso era lo que quería, encender el fuego y de inmediato distancia, que ella fuera trabajando por su cuenta. Me dio el beso, yo me di media vuelta en la cama y unos pocos segundos después escuché cerrarse la puerta. Ahora ya jugabamos los dos.

Poco rato después quien salía para ir a trabajar era yo. El trabajo era lo único que podía arruinar mi plan, pero antes de elaborar un plan B, quería asegurarme. Tuve suerte y puede permitirme cogerme la tarde libre, una vez confirmado, era el momento de seguir avanzando en el juego, le puse un mensaje utilizando un medio mas distante: el mail.

" Voy a entrar a una reunión y tengo que apagar el teléfono, cuando termine me voy para casa. No hagas planes, ni te entretengas. Te espero. Un beso".

No tenia reunión, pero así no le daba posibilidad de réplica, ni preguntas, el mail era escueto y sobre todo con instrucciones muy precisas y claras. Una vuelta de tuerca mas a la tensión de la incertidumbre.

Paré a comer algo de camino a casa. Cuando llegué eran las 3 de la tarde, aún tenía dos horas hasta que ella llegara. Tiempo suficiente, pero no podía dormirme en los laureles. Me puse manos a la obra.

 Cogí los dossieres del cursillo, un bolígrafo y una libreta y empecé a leer a la vez que hacía anotaciones. Miré el reloj las 4. Conecté el portátil a la impresora y me puse a trabajar, media mas tarde la impresora imprimía dos hojas, las dejé encima de la mesa del comedor, juntos a un bolígrafo , lápiz y una goma de borrar, las 4 y media marcaba el reloj. El siguiente paso fue la habitación, mas en concreto el armario, busqué entre la ropa colgada en las perchas, hasta que encontré lo que buscaba. Una camisa blanca, dentro de la cual cogida con las pinzas de la percha había una falda de cuadros escoceses rojos, corta demasiado corta para ser parte de un uniforme. Deje la percha con ambas prendas encima de la cama. Eran las 4:50 de la tarde. Ahora solo quedaba esperar y a veces diez minutos pueden ser muy largos.

Finalmente escuche la llave girando en la cerradura, se abrió la puerta ya estaba aquí, tenía la tele puesta así que se acercó a saludarme, como siempre dejó el bolso encima de la mesa, y miro extrañada aquellos dos papeles y el resto de preparativos que había en la mesa,  una pista más.

-Al final has salido pronto

Se acercó y me dio un beso.

-Si y tu que tal?
-Pues intrigada
-Y eso?
-No se, con ese mail que me has enviado, llevo pensando que he hecho mal, vamos que me pica el culo jejejejeje
-De momento nada, no te preocupes.
-Vale, vale, pues ya me explicarás.
-Si claro ahora te explico.
-Muy bien pues me voy a poner cómoda.
-Perfecto, en la habitación te he preparado ropa

Otro azote mental, aunque este haría aun mas efecto cuando viera la ropa. No dijo nada se metió en la habitación, imagino el cosquilleo al ver el uniforme preparado encima de la cama, ya que esté era exclusivo para jugar. Quizás por eso tardó algo más de la cuenta y cuando apareció vestida con el uniforme en el comedor de nuevo me dijo.

-Se puede saber de que va esto?.
-No te lo imaginas?
-NO.
-Yo te lo explico, ayer me dijiste que lo del examen de mañana estaba superado, asi que he pensado, que porque no hacemos un simulacro y lo comprobamos, ya que aun estamos a tiempo de repasar.  Así que te preparado un simulacro de examen. Si quieres te doy una hora para repasar y lo haces y si no, lo hacemos ya. ¿Que dices?.
-Supongo que no se puede negociar, porque la verdad es que no me apetece mucho.
-No. No se puede negociar.
-Vale, pues cuanto antes mejor.
-Seguro?
-Segurisimo.
-Muy bien. Pues no perdamos mas tiempo. Te cuento como va. En la  primera hay 20 preguntas tipo test y en la segunda diez preguntas a desarrollar un poco. Empezarás  por la primera hoja tendrás 20 minutos de tiempo para hacerla. Pasados los 20 minutos me entregarás la hoja y te pondrás con la otra en la que tendras 40 minutos ¿de acuerdo?. Yo te avisaré cuando te falten 5 minutos en la primera y cuando te falten 10 en la segunda.

Se quedó un instante, pensativa. Mi idea era que el juego le hiciera revivir esos recuerdos de aquellos nervios de antes de enfrentarse a un examen, la miré, esperando una respuesta. Sin decir nada se sentó y cogió una de las hojas.

-No empieces a leer aun o empiezo a contar el tiempo.
-Puffffffffffff, valeeeeeee
-Empezamos?
-Siiiii

Puse el cronómetro de mi móvil a 0 y en el momento que le daba al botón de ponerlo en marcha le dije.

-Ya.

Empezó a leer y yo apagué la tele, para que reinará el silencio. Podía escuchar su respiración, incluso los trazos del lápiz o el bolígrafo en el papel. Pasados unos minutos me levanté e hice una ronda por el comedor, pasos lentos, me paré para mirarla desde la distancia, me volví a sentar. El tiempo fue pasando y cuando quedaban 5 minutos la avise.

-Ya estoy?
-Seguro no quieres repasar
-No
-Muy bien, me levanté y le cogí la hoja, le acerqué la otra  y le dije.
-Tienes 40 minutos.

Con la hoja del test en la mano me fui a buscar un bolígrafo rojo y de vuelta me senté tranquilamente a corregir el test con la ayuda de las anotaciones. Cuando lo tuve corregido miré el cronómetro del móvil. Aun quedaban 20 minutos me levanté, me acerqué a ella por detrás me quede justo detrás del respaldo de la silla le puse una mano en el hombro y le dije.

-Si tienes alguna duda en alguna pregunta, dímelo.

Me puse a imaginar que se encontraría aquella mano, si en vez de su hombro se colara, por debajo de la faldita y apartando la ropa interior pasara un dedo entre sus labios. Me separé caminé un par de minutos dando vueltas al comedor mientras ella escribía y me senté para decirle que le quedaban diez minutos esta vez no dijo nada pasaron los diez minutos, me levanté y puse la mano encima del folio.

-Ha terminado el tiempo.

Ella dejó el bolígrafo encima de la mesa,  yo cogí el papel a la vez que ella se estiraba  los brazos por encima de la cabeza. Me senté de nuevo en el sofá, deje el folio en la mesilla y cogí mis anotaciones. Ella se levantó y se acercó vio el otro papel, que tenia alguna que otra marca en rojo, hizo intención de sentarse y le dije.

-Ya te sentarás espera que termine. De pie.

Rechistó algo, pero se quedó de pie unos cinco minutos que fue lo que tardé en corregir, entonces puse el segundo folio al lado del otro  y la miré.

-Que pasa?
-Ya lo ves no? en el test hay 6 fallos y en el otro 3.
-Bueno eso es aprobada no?
-En teoria si, pero los fallos son todos de preguntas relacionadas con los temas 4 y 5....y no sabemos cómo es el examen y si tocan esos temas solo que?.
-No creo, tocaran todos repartidos es lo lógico.
-No te fíes nunca de la lógica. Además ayer y hace un rato estabas muy segura, superado me decías.
-Joder y no lo está
-No para mi gusto y punto. Así que ahora merienda algo si tienes hambre, date un ducha si quieres, vamos que estés cómoda y después te pones a repasar esos dos temas
-Lo estas diciendo en serio.
-Tu que crees?.
-Vale, pues me puedo sentar ya?
-Vas a estudiar?
-Si.
-Pues coge los apuntes y en la silla te pones a estudiar.
-No puede ser en el sofá?
-No.

A regañadientes cogió los apuntes y se puso a estudiar en la silla

-Cuanto tiempo?
-Hasta que yo te diga.

Lo cierto, es que lo llevaba muy bien y no tendría problema alguno para aprobar el examen, pero el objetivo era otro. Además sabía de sus dificultades para estar quieta mas de media hora sin estimulo alguno, así que tampoco alargué el rato de estudio. Imagino que esperaba algo más, pero lo dejé ahí en standby, cuando pasó el rato me transformé a modo normal y olvidé al tutor estricto como si no hubiera pasado nada. Desconcertando que es gerundio. Eso si esquivé sus continuas juegecitos traviesos de después de cenar.

Viernes día del examen.

Un día del todo  normal, nos fuimos los dos a trabajar y apenas nos cruzamos un par de mensajes en todo el dia. Aquel dia también me las ingenié para salir antes y llegar a la hora que llegaba ella. Se sorprendió de verme tan pronto, pero estuvimos un rato descansando y relajando, hasta que me dijo.

-Bueno habrá que ir preparándose para el examen.
-No es a las 7
-Si, pero quiero darme un ducha antes.
-Estas nerviosa?
-No pero así me relajo.
-Muy bien.

Yo sabía perfectamente que estaba con un flan, la conozco y se que cualquier reto por pequeño que sea se lo toma muy a pecho, así que prefería que estuviera nerviosa pero de otra manera. Así que era el momento de empezar a actuar. Mientras se duchaba me fui al armario y preparé la ropa que se iba a poner para el examen: Un vestido cuatro dedos por encima de las rodillas, unas medias tupidas, de esas adhesivas que se pegan al muslo y unos botines. Me senté en la cama a esperar, apareció envuelta en la toalla y la ver la ropa preparada soltó una risa burlona.

-Ni lo sueñes, me pongo unos vaqueros y un jersey.
-No. Te pones esto.
-Joder que no voy sola, voy a dar el cantazo.
-Pues les dices que luego has quedado conmigo, que por otra parte es verdad.
-Hemos quedado? para que?
-Eso ya lo sabrás en su momento.
-No me apetece salir.
-Y quien dice que vayamos a salir. Ponte esto y punto, no voy a darte mas explicaciones ¿estamos?.

Comenzó a renegar, que si no se porque te hago caso, que si tanto misterio etc, etc...pero se vistió conmigo de testigo sentado en la cama.

-Contento? Parece que me vaya de fiesta.
-Uffff esa ironía, estás nerviosa?
-Joder si lo repites cada 5 minutos al final si me pondrías nerviosa.
-Pues nada habrá que calmarte, túmbate en mis rodillas.
-Que dices? ademas porque?.

No la di tiempo a reaccionar la cogí del brazo tirón y a mis rodillas, como se resistió algo tuve que usar mis piernas para inmovilizar las suyas y empecé a levantar despacio el vestido, ella no paraba de quejarse, si no había hecho nada etc, etc. Entonces empece a acariciarle esos dos globos carnosos de piel fina, despacio y muy suave...

-Si solo me preocupo por ti y quiero que esa cabecita no te juegue una mala pasada. De vez en cuando dejaba de acariciarla para crearle la sensación que en cualquier momento iba a empezar la azotaina, pero después volvía a las caricias suaves, hasta que me confeso.
-Joder tio me estás poniendo cachonda.
-Mmmmm si? pues habrá que comprobar.

Aparte con los dedos la pequeña tela del tanga para comprobar su humedad...

-Lástima que te tienes que ir, pero se me ha ocurrido una idea.

Entonces meti la mano debajo de uno de los cojines de la cama donde había escondido estratégicamente un precioso plug metálico tipo joya y un tubo de lubricante, con el que lubriqué el coqueto juguete a la vez que con la mano izquierda, separaba sus nalgas y la tira del tanga. Con el mismo lubricante que pringaba el plug, empece a pasarlo por su ano, en el momento que dejo de resistirse y empecé a apretar para meterlo despacio hasta hacerlo desaparecer en su culo, y seguir acariciándole las nalgas.

-Entre vais y haces el examen mas o menos hora y media, cuando termines te estaré esperando, que hay de algo que tenemos que hablar. Venga va termina de arreglarte que te van a venir a buscar.

Se levantó sin decir nada, se fue al baño, terminó de arreglarse, cuando sonó el timbre, le di un beso le desee suerte y se fue.

Yo salí detrás de ella tenía unas cosas que preparar y no mas de una hora. Antes de que terminará el examen le dejé un mensaje con una dirección cerca del lugar donde se hacia el examen. Unos diez minutos después la vi aparecer, yo estaba tomando un cerveza en la terraza.

-Como ha ido?
-Juzga tu mismo.

Me entrego el diploma del cursillo aprobado.

-Ha costado por eso...
-Hombre un enhorabuena no estaría mal no?
-Todo a su momento, tu y yo tenemos cuentas  pendientes antes no crees?. Vamos.
-Donde vamos?
-Ya lo veras.

Caminamos escasos metros hasta que me metí en la recepción de un hotel. Ella me miró extrañada, pero tiré de ella para dentro. Ni pasamos por recepción, yo ya tenia la llave de la habitación, nos metimos en el ascensor, había otra pareja en el, que se bajaron en el segundo piso, nosotros íbamos al cuarto, y entre el tercero y el cuarto. Le di al botón de stop.

-Que haces?
-Quitate el tanga.
-Como?
-Ya me has oído.

Dejo caer el bolso en el suelo, metió las manos por debajo del vestido y se quito el tanga que sostenía con una mano a la vez que me miraba con cara de traviesa, le cogí la muñeca con la que sujetaba el tanga y la pegue contra la pared del ascensor y mirándola fijamente a los ojos cara con cara, metí la mano por debajo del vestido, buscando su entrepierna que apreté con toda mi fuerza, mientras le decía.

-Para todo tienes un pero?, creo que soy muy blando contigo y que tienes que aprender que cuando te digo una cosa, la  haces y punto.

En ese momento un dedo entraba y salia de su sexo empapado a toda velocidad, ella me susurraba algo, pero yo seguía, entonces paré de repente. Y le di al botón para que volviera a ponerse en marcha el ascensor.  Se detuvo en el piso numero 4. Se abrieron las puertas caminamos por el pasillo hasta la habitación 412. Metí la tarjeta se abrió la puerta, y la coloqué en el interruptor de encender la luz, se iluminó la habitación. Ella se quedó mirando y enrojeciéndose por momentos.

Estaba todo perfectamente dispuesto. En la gran cama de matrimonio, había dispuesto dos almohadones en el centro, encima de los cuales habia un tawse de cuero. Al lado izquierdo de la cama habia un espacio, en el cual habia situado un silla mirando a la pared, y encima del escritorio  habia una paleta de madera y mi cinturón de cuero marrón doblado. Yo me senté tranquilamente en los pies de la cama, me encendí un cigarro, le di una calada profunda y mientras expulsaba el humo le dije.

-Te dije que teníamos cuentas pendientes y las vamos a resolver, ya veras después porque he elegido la habitación de un hotel, pero antes voy a explicarte en que consiste el  juego. Ayer toda chula me dijiste que estaba superado el tema del examen, pero en mi examen fallaste 6 preguntas del test y 3 del examen. Yo no me conformo con un aprobado y menos cuando me quieren vacilar. Así que eso fallos van a tener su castigo. Por los seis fallos del test el castigo será un calentamiento de 60 azotes con la mano en mis rodillas y por cada fallo del examen serán 12 azotes mas, que en total suman?.
Con la voz entrecortada dijo.
-36.
-Bien 36, de esos 36 te voy a dejar elegir, posición e instrumento. Tenemos tawse, paleta y cinturón y puede elegir boca abajo en la cama o doblada sobre la silla. Posición solo puedes elegir una, instrumento si quieres puedes elegir, uno, dos o los tres, no hace falta que me respondas ahora, ahora lo que quiero es que te levantes el vestido y te tumbes en mis rodillas.

Un pequeño titubeo, pero obediente se acercó , se levantó el vestido y se colocó en mis rodillas. Empecé a acariciarle otra vez las nalgas y antes de empezar a azotarla le quité el plug.

-Cuando termine el castigo, volveré a llenarte, que ahora será fácil.

Entonces empecé a azotarla con la mano, contando mentalmente un ritual es un ritual, dije 60 azotes y 60 fueron , suficientes para calentar bien la zona y prepararla para el siguiente paso, mucho mas intenso.  Cuando terminé la hice levantarse y le pregunte.

-¿Has elegido?.
-Si
-Bien, pues ve a buscar el o los instrumentos me los entregas te desnudas entera menos las medias y te pones en la posición que elijas. Se levantó y se fue directa al escritorio, cogió el cinturón doblado y me lo entregó.
-Este solo?
-Si.
-Ok desnudate y ponte en la posición.

Se desabrochó el vestido y se lo quitó por encima de la cabeza, después el sujetador, se sentó para quitarse los zapatos y entonces se subió en la cama y se tumbó boca abajo por encima de lo almohadones que levantaban su culo. Yo ademas le separé ligeramente las piernas, y dejé el cinturón momentáneamente encima de sus nalgas. Me fui hasta el armario abrí la puerta y saqué algo, eran dos cámaras de video. Una la situé con el trípode justo a la mitad de su cuerpo mirando hacia mi, la otra la puse en la mesilla de un lado de cama enfocando su cara.

-Por esto he elegido un hotel, me apetece que hagamos nuestro propio video de un juego. Le di al play a ambas cámaras, me fui hacia mi sitio, cogí el cinturón.
-Lo voy a hacer en tres tandas de 12, los contarás del uno al doce en cada tanda, de acuerdo?.

Silencio, mientras pasaba el cinturón por su piel ya con cierto color del calentamiento. Y empecé la primera tanda de 12 azotes con el cinturón. Al azotar en esa posición los azotes caen de arriba a abajo lo que  hace que la mordida y la intensidad se vean favorecidas por la fuerza de la gravedad, así que si los di despacio de uno en uno. Al terminar esa primera tanda de 12 deje el cinturón de nuevo encima de su culo. Y di la vuelta a la cama para coger la primera cámara y ponerla en el lado desde donde la había azotado, para disponerme a azotarla desde el otro lado, así no castigaba mas una nalga que la otra. Y desde el otro lado le di la segunda tanda de doce azotes contados por ella claro. Sin cambiarme de lado le dije.

-Esta ultima tanda sera en dos partes de 6 pero por ser la ultima serán seguidos, estás preparada?.

Ella se agarró con fuerza a las sabanas y empecé los seis azotes cayeron en  una única ráfaga seguida.  Tras la cual respiraba agitadamente. Terminada esta vez con el cinturón en la mano di la vuelta de nuevo a la cama, moví la cámara ligeramente, sin cambiarla de lado.

-Ultimos 6, lista?

Y una ultima ráfaga de 6 azotes, cruzaron su piel. Dejé el cinturón y apagué la cámara que enfocaba su culo, antes de subirme encima de la cama entre sus piernas y empezar a acariciarle el culo, siguiendo con mis dedos los bordes de las marcas que había dejado el cinturón en su piel, despacio sin prisa dejándola recuperar el aliento, mientras sentía el ardor de los azotes en todo el culo, empece a rozarle, la arruga que hace de frontera entre sus muslos y sus nalgas, a pasar rozando con la yema del dedo por la hendidura que separa ambas nalgas, buscando todas esas zonas sensibles que hay alrededor de su sexo, cada pliegue, los labios por fuera, hinchados y enrojecidos, la humedad le mojaba las ingles y mis dedos no tardaron en palpar la hendidura entre sus labios, rozando suavemente los labios internos, el clítoris, buscando ese choque de sensaciones entre el dolor de los azotes y el placer de mis estímulos. Mi mano estaban también completamente mojada de su humedad cuando empece a penetrarla con dos dedos, a la vez que notaba como se agitaba de nuevo su respiración, entonces le dije.

-Mira fijamente a la cámara, quiero  grabar tu cara de placer al correrte.

Levantó la cabeza y miró la cámara, mientras mi mano iniciaba un movimiento frenético haciendo que aquellos dos dedos entraran y salieran de su sexo a toda velocidad, los suspiros se transformaron en gemidos y me regaló un orgasmo brutal, para acabar con la cara contra las sábanas jadeando, mientras mis dedos ralentizaban la penetración hasta parar y mientras ella recuperaba el aliento mis dos manos le frotaban las nalgas marcadas de la azotaina.

-Ahora me toca a mi.

Me levanté un momento para desnudarme, ella permaneció inmóvil, con las piernas separadas, el culo expuesto y marcado y la cara enterrada en las sabanas, desnudo me coloque entre sus piernas, le pasé mi polla erecta por toda la zona lubricándola con toda esa humedad, para llevarla finalmente a su culo, tras una hora larga de plug, no me costó mucho meterla por su agujero más estrecho, una vez acomodada y acostumbrada al nuevo huésped,empecé a moverme y le dije otra vez.

-Mira a la cámara...

Levantó la cabeza y no dejó de mirar, hasta que me corrí en su culo.
Recuperados los dos apagué las cámaras y saqué las tarjetas, le dije que cuando tuviera el video editado, se lo enseñaría. Ya sin cámaras jugamos media noches más, y así fue como fue aquel juego de 50 horas.








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