Una
de las cosas buenas que tiene este juego, es que no se limita solo al
momento físico, sino que puedes hacer de la vida casi un juego
permanente, incluso aun cuando no hay la posibilidad de tener ese
contacto físico, el juego puede continuar.
Me
había tocado quedarme trabajando mientras ella se iba de vacaciones, y
era un buen momento para probar esa virtud del juego. La dejé en la
estación aquel día antes de irme a trabajar, en el tren que la conducía
hacia el aeropuerto donde había quedado con su amiga y me fui a
trabajar, con cierta porque no decirlo envidia y melancolía, mas o menos
imaginaba como se iban a dar las cosas los siguientes días. El primer
día, diría que incluso respiraría aliviado, disfrutando de esa paz al
llegar a casa y sin tener por ahí un bicho imprevisible que igual estaba
de buenas que de malas, que igual estaba atenta y cariñosa, como borde y
distante, luego la meterme en la cama inconscientemente en aquel
momento en que estas a punto de quedarte dormido, mi brazo buscaría la
curva de unas caderas donde reposar y solo encontraría colchón, aunque
por otra parte no escucharía aquello de.
-Pffff que pesado eres, hace calor
El
segundo día, al llegar volvería a respirar aquella paz, pero mezclada
con cierto vacío, acabaría cenando cualquier cosa por vagancia y porque
nadie diría aquello de.
-Yo empiezo a tener hambre se te ocurre algo?
Como
quien no quiere la cosa y al meterme en la cama anhelaría encontrar ese
culo helado al que pegarme a pesar de que eso pudiera provocar algún
que otro gruñido. Al tercer día estaría deseando que pasara ya la semana
y tener de vuelta ya a ese bicho capaz de hacerme partirme de la risa y
sacarme de quicio en menos de 5 segundos.
Como
dije antes, una de las formas de hacerlo mas llevadero, era mantener
el juego. Así que ya la primera noche después de hablar un rato, me
despedí con una sentencia.
-Pasátelo bien y pórtate bien, que aunque no esté contigo, puedo pedirte cuentas al volver no te olvides.
Su
respuesta fue una foto provocativa, con muy poca ropa y en la mano una
de esas copas al estilo tropical, con un pie de foto que ponía.
-Por si tienes alguna duda que me lo voy a pasar bien....jajajajaja.
Sin
insistir mucho, porque el objetivo era desconectar y pasarlo bien, los
siguientes días, seguimos pricándonos mutuamente. La casualidad hizo que
uno de los dias, tuviera que pasar por una papelería a buscar material
para el trabajo y allí vi algo que no pude resistirme a comprar, era una
preciosa regla de madera de 60 cm de largo y 5 cm de ancho. Aquella
noche estuve tentado de enviarle una foto de mi compra, pero pensé que
seria mejor guardarla y sacarla el día que fuera necesario.
Por
fin pasaron aquellos largos 8 dias y aquella tarde al salir de trabajar
fui a recogerla a la estación. Cuando llegué ella me esperaba con la
maleta a los pies. Llevaba un vestido blanco muy veraniego y playero y
muy corto. Nos dimos un abrazo
-Que guapa estas? y que morena...
-Gracias y tu que tal?
-Bien
-Me has echado de menos?
-No sabes que tranquilidad al llegar a casa jajajajaj
-Pues nada yo por mi me vuelvo a la playita
-Sabes que si...que estoy de broma...
De
vuelta a casa por el camino ya me estuvo contando como había ido, muy
graciosa sin parar de hablar. Cuando llegamos a casa, lo primero que
hizo fue dejarse caer en el sofá...
-Estas cansada?
-No agotada, ademas me duele la garganta y el oído...
-Claro,claro tan poquita ropa y pasa lo que pasa...
-Pufffff no voy a entrar hoy no....
-Y con la maleta que hago?
-Dejala en la habitación de los trastos ya mañana la desharé
-Muy bien, te apetece una cervecita?
-Pues no gracias, aunque si me traes un vaso de agua de lo agradeceré eternamente.
Dejé
la maleta en la habitación de los trastos, me fui a la cocina a por un
cervecita y el agua y de vuelta al comedor me senté a su lado en el
sofá, le di el vaso de agua, le dio un trago poniendo de inmediato cara
de dolor.
-Joder que fría, menos mal que te he dicho que me dolía la garganta.
-Es verdad perdona, dame ya voy a por uno natural.
Le
cogí el vaso y fui a buscar uno natural, se le di, abrí la cerveza le
di un trago y dejando el paquete de tabaco encima de la mesilla, me
encendí un cigarrito. Al momento ella alargó la mano cogiendo el
paquete. Me la quedé mirando.
-Que pasa no puedo fumar?
-Hombre dices que te duele la garganta.
-Valeeee uno y ya esta, me apetece.
-Uno
-Jajajajaa no te pongas serio que no te pega.
Se encendió el cigarrito y empezamos a hablar y no se porque salio el tema del trabajo.
-Pffff el lunes ya a trabajar que pereza y encima esta semana empiezo el curso.
-Es verdad!!!, pero el curso ese esta muy interesante.
-Si, si, pero hay que estudiar y trabajos.
-Bueno no te preocupes yo te ayudo, he estado pensando en eso esta semana
-A si??? ....pues yo lo tengo muy pensado, yo voy a clase y tu me haces los trabajos
-Como?
-Jjajjaa pues eso, si a ti te gusta, yo paso de hacer trabajos
-Jjajjaja de eso nada, yo ayudarte te ayudo pero los trabajos los haces tú.
-Puffff pero que te cuesta, si tienes mucho tiempo, con la de cosas que tengo que yo que hacer.
-Que cosas tienes que hacer?
-Pues tirarme en el sofá, ver la tele, no hacer nada, eso requiere mucha dedicación...
-Tu misma, pero vamos si tengo que hacer como los niños y de 6 a 7 a estudiar, lo haré
-Si, si, si.....lo que tú digas jajajajaja
En ese momento vi como alargaba la mano en busca de otro piti, y retiré la cajetilla.
-Uno, hemos quedado que uno....
-Quien dice uno dice dos....no?
-No.
-Valeeeeee si estoy muy cansada para guerra hoy.
-Mejor. Pues yo creo que me voy a dar una duchita.
-Muy bien, puedes abrir un poco la cristalera que ventile.
-Voy
Me
levanté y abrí, me fui a la habitación a por ropa, y allí no se porque
algo pasó por mi cabeza. Dejé la ropa un momento y sin hacer ruido me
acerque hasta la puerta del comedor a echar un vistazo, ella acababa de
poner la tele. Entonces abrí la puerta del baño y encendí la luz desde
fuera sin entrar, para acto seguido cerrar la puerta, haciendo que se
notara que la había cerrado, sin hacer ruido, casi sin respirar me pegué
a un lado del marco sigiloso mirando de reojo hacia el salón, de
repente ella se giró hacia la puerta reaccioné rápido no me vio, esperé
unos diez segundos y despacio volví a intentar ver que sucedía, y tal y
como había imaginado, su mano se llevaba un piti encendido a los
labios para darle una calada. La estuve observando de reojo mientras
fumaba un par de minutos, entonces sin hacer apenas ruido me puse con
los brazos cruzados en el umbral de la puerta. Nada más ponerme en una
de esas miradas perdidas debió ver algo y gritó.
-Ahhhhh que haces hay joder que susto!!!!!!!
-Y tu que haces?
-Yo nada, no estabas en la ducha?
-No y eso que tienes en los dedos?
Al decirlo apagó el cigarro de inmediato.
-Son imagiciones tuyas en mi mano no hay nada.
Avancé despacio comedor a dentro, con paso firme y serio.....Ella empezó a ponerse roja..
-Vale
me has pillado, pero solo es uno te lo prometo y además dices que me
has echado mucho de menos, no es plan el primer día....
Pensé no sigas, que me va a dar la risa...Por suerte el camino es corto y llegué a su altura, para decir un claro y tajante.
-Levanta!!!!
Se
levantó mientras yo me sentaba, dándome una serie de explicaciones y
excusas, yo la miré mientras me frotaba los muslos y cuando terminó le
dije.
-Ya sabes donde y como te quiero ahora ¿no?.
-Acabo de llegar estoy cansada, me duele la garganta....
-Para fumar no te duele, ¿tengo que ponerte yo?.
Silencio
tenso, empiezo a contar mentalmente, uno, dos, tres....no había
llegado a cinco cuando ya estaba poniéndose encima de mi regazo,
quejándose si, pero obediente. La posición hacia que el cortito vestido
de vuelo se levantara y quedaran a la vista, el nacimiento de sus
nalgas, lo primero que hice fue acariciarle las nalgas por encima del
vestido y dándole algún azotito le dije.
-La verdad es que he echado mucho de menos este culo esta semana, aunque nunca pensé tener que ponertelo rojo el primer día.
Entonces
empecé a azotarla por encima del vestido. Para azotar con la mano
progresivamente el truco esta en empezar con la mano rígida con el
antebrazo, el impacto es seco, calienta pero no pica, para después
seguir haciendo juego con la muñeca como si la mano fuera la punta de
una fusta, que entonces es cuando pica. Y así lo hice empece calentando
con el brazo rígido y por encima del vestido. Hasta que creí suficiente
calentamiento, entonces paré le levante el vestido y continué soltando
la mano, en plan picadura de avispa. Me encanta el sonido de una buena
azotaina con la mano, el sonido de piel con piel cada vez mas intenso, a
la vez que la piel va cogiendo cada vez un color mas bonito. Lástima
que la mano se cansa y pica o haces muchas pausas o buscas ayuda y a mas
de provocar un cambio de sensaciones físicas y mentales. Cuando le di
el último azote tenia el culo del color inconfundible de una buena
azotaina con la mano, rojo calentito y picando, que mejor que darle un
tiempo de rincón para disfrutar de esa sensación y eso hice.
-Levanta y de cabeza al rincón, que llevas muchos días sin estar y te ira bien.
Para
darle mayor credibilidad a la orden nada mejor que un buen azote. Se
levantó y frotándose se fue hasta el rincón obediente, una vez allí le
dije desde el sofá sentado.
-Quiero ver el tanga en las rodillas y las manos detrás de la espalda aguantando el vestido levantado.
Algo
dijo que no entendí mientras metía sus manos debajo del vestido para
bajarse el tanga y después se levantaba el vestido juntando ambas manos
detrás de su espalda para mantenerlo levantado, cuando estuvo todo
correcto empece a hablar.
-Tu
travesura de hoy, me va a venir genial, para empezar a introducir la
disciplina de cara al curso, así te iras haciendo una idea, de que puede
pasar, cuando algún día de aquellos me mandes un mensaje diciéndome
"hoy paso de curso que hace mucho frío". No te muevas que ahora mismo
vuelvo.
Me
levanté y me fui a la habitación en busca de la regla que había
comprado hacia unos días y que iba a estrenar antes de lo previsto. Con
ella en la mano volví al salón esta vez sin sentarme, le dije.
-Date la vuelta. ¿Has visto lo que he comprado? llevaba tu nombre escrito, será tu motivación y la vamos a probar.
La dejé encima de la mesa, para apartar hacia la punta contraria todo lo que había encima de la mesa.
-Ahora te vas a inclinar encima de la mesa, con el pecho tocando a la mesa.
Cogió
aire y lo hizo. Yo avance hasta ponerme detrás suyo, deje un momento la
regla encima de la mesa, para levantarle el vestido dejándolo bien
enrollado. Cogí de nuevo la regla, me coloqué en la posición ideal, para
poder usar la regla con comodidad, le di unos golpecitos primero
calculando bien el recorrido y entonces empecé, fueron solo una docena
de azotes, mas que suficientes para catar el nuevo juguete y ademas ya
me había empleado a fondo con la mano antes. Cuando terminé la ayudé a
levantarse dejándola otra vez en el rincón con las manos detras de la
espalda aguantando el vestido levantado. Dos o tres minutos en completo
silencio, disfrutando de la escena hasta que le dije.
-Te sigue doliendo la garganta?
-Un poco, puedo bajar ya los brazos?
-No aun no? tienes fiebre?
-No creo
-Bueno no estará de mas comprobarlo, ve a buscar el termómetro
Volvió a decir algo entre dientes.
-Tengo que ir yo?
-Pffff puedo quitarme el tanga por lo menos, así no se puede andar
-Si, no creo que te haga falta
Terminó de quitarse el tanga y se fue a buscar el termómetro frotándose el culo con una mano...yo me quedé esperando.
-Nena es para hoy..
-Voyyyyy
Al
instante estaba al lado de mis piernas entregándome el termómetro
ruborizada. Lo cogí y le hice el gesto que a mis rodillas, nada mas
ponerse de nuevo le levanté el vestido y antes que nada me pase un buen
rato acariciándole las nalgas disfrutando de ese tacto tan especial de
un culo recién azotado, pero eso no era el objetivo así principal, asi
que pasado un momento cogi el termometro comprobé que estuviera bien,
con la mano izquierda separe sus nalgas y llevé la punta del termometro a
su culo di un par de vueltecitas apenas rozando la piel sensible de la
zona y despacio el pequeño instrumento de cristal fue desapareciendo
dentro de su cuerpo, hasta mas o menos la mitad de recorrido. Entonces
deje que las nalgas volvieran a su lugar natural y volví con las
caricias mientras esperábamos veredicto. Un par de minutos después lo
sacaba con la mano izquierda y comprobaba lo que marcaba mientras mi
mano derecha jugueteaba ya en su entrepierna.
-No tienes, aunque el termómetro de mi dedo me dice que aquí si tienes bastante fiebre.
En ese momento uno de mis dedos, penetraba su sexo muy mojado y muy caliente.
-Yo creo que algo se podría hacer para esa fiebre, pero antes me decías que estabas cansada...
En
ese momento su mano cogió la mía por debajo de su cuerpo para evitar
que saliera. Y acabamos por solucionar ese problemilla de fiebre en la
entrepierna.
Aquella
noche después de ocho días, en aquel momento en que estaba apunto de
dormirme y busqué un culo para pegarme a el, lo encontré y no
precisamente helado....
Continuará...
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