Me
había metido en un embolado de aquellos que a los diez minutos de haber
abierto la boca, piensas que si no podía haberte dado un retortijón un
minuto antes. Total que me comprometí a ir el sábado por la tarde a
hacer una gestiones en el trabajo, supongo que aquello tan típico de
ser nuevo y querer agradar influyó en aquel impulso. No era mucho rato,
un par de horas a lo sumo, pero claro me partía el fin de semana.
En
cuanto a lo nuestro, seguía avanzando,todo en orden dias tranquilos, la
única novedad ella había decidido por iniciativa propia ponerse a
régimen aquella semana, y no se porque tenia la sensación que aquella
decisión acabaría por salpicarme de una manera u otra.
El
sábado a sabiendas de mi compromiso nos lo tomamos con calma. Nos
levantamos tarde, desayunamos fuimos a hacer la compra y ya casi era la
hora de comer.Me puse a hacer la comida, comimos y después nos tiramos
un rato en el sofá a hacer la siesta. Sobre las cinco me levanté me di,
una ducha y me preparé para estar a las 6 en el despacho. Antes de salir
me senté en el sofá, ella estaba tumbada viendo la tele.
-Bueno, no tardo nada, en un par de horitas estoy aquí.
-Muy bien....aquí te espero.
-Te apetece hacer algo esta noche o nos quedamos?
-Puffff ya veremos a ver como estoy de energía cuando vuelvas.
-Vale
Le
dí un beso y me fui. Nada mas llegar aprovechando la calma de la
oficina vacía me puse manos a la obra para terminar cuanto antes y
volver. Pero la puñetera ley de Murphy no tardo en aparecer en forma de
ordenador colgado, con lo que tuve que reiniciar perdiendo parte de lo
hecho, no me quedo mas remedio que volver al principio, con el
consiguiente cabreo. Finalmente terminé el trabajo a la hora prevista
con algo de estrés, pero me lo quité de encima y al cerrar la oficina
pensaba que ahora al llegar a casa, podíamos vestirnos, salir a cenar
algo en alguna terracita al fresquito y relajados y después....quien
sabe.
Con
ese pensamiento placentero me presenté en casa, pero nada mas salir del
ascensor en el rellano del piso, algo perturbó esa imagen mental de
paz: el ruido del aspirador en marcha que salia del piso, no podía ser.
Pero al meter la llave y abrir la puerta me di cuenta que si podia ser
si. Allí estaba ella por el pasillo con el aspirador, solo llevaba una
camiseta puesta y medio agachada pasando el aspirador, se asomaba bajo
la camiseta el nacimiento de sus nalgas, no pude resistir la tentación
de darle un cachete.
-Ya estoy aquí!!!!!!
-No
me digas no lo había notado. Pues déjalo todo en su sitio y no pongas
muchos enredos que llevo todo el rato recogiendo el piso, que vaya piso
teníamos...
-Te queda mucho o que?
-Lo que me quede por?...me vas a meter prisa?.
-No, pero venia con otra idea en la cabeza, pero bueno cuando termines te la cuento.
-Muy bien.
Ella
volvió a poner en marcha el aspirador y yo me fui a la habitación a
ponerme cómodo. Al salir ya había cesado el ruido del aspirador....y
ella venia por el pasillo con el cesto de la lavadora en las manos.
-Que haces?
-Voy a planchar
-Ahora?
-Si algún problema
-Pues yo tenia otra idea para un sábado a esta hora.
-Jajajajaj tu siempre tienes ideas, pero las cosas hay que hacerlas o no?
-Si claro, pero no veo la urgencia en hacerlo ahora
-Es que no hay ninguna urgencia, simplemente me pica y punto.
-Buenooooo como estamos....
-Y como estoy?
-Vamos a dejarlo
-Y que quieres joder, no puedo estarme quieta.
-Coño pero si llevas todo el día en el sofá!!!!
-Ya pero eso era antes de merendar
Al oír eso se me iluminó el pensamiento....
-Acabaramos....
-Pufffff te acuerdas del helado de chocolate que quedaba y que te dije que te comieras...y no te has comido?
-Si
-Pues ya me lo he comido yo.
-Me parece muy bien y?
-Pues
eso, que si hubieras estado aquí, no me lo hubiera comido y ahora no
tendría este sentimiento de culpa que hace que tenga que ponerme a
hacer cosas, te lo tengo que explicar mas o lo pillas ya?.
-Si hubiera estado aquí y te comes el helado de chocolate, yo no te hubiera dicho nada.
-Pues mi mal , vaya ayuda
-Es
que esa guerra no es mía, así que deja de hacer el tonto que tienes ya
una edad y vamos a vestirnos y a salir un rato, que mira que atardecer
mas bonito se esta poniendo.
-Paso, voy a planchar
-Haz lo que te salga del....
-Es lo que pensaba hacer igualmente
La miré fijamente, se le escapó una sonrisa burlona...
-No me mires así no...
Esa
contestación, era muy indicativa, podía haberse callado y hacer lo
suyo, pero no, quería seguir y eso solo significa una cosa: queria
guerra.
-Sigue por ahí, que al final vas a poner planchar con el culo, de lo caliente que te lo voy a poner.
Su
reacción a mi respuesta fue meterse en la habitación de la plancha si
contestar. Pero ya era tarde, así que me fui detrás y quedándome en la
puerta le dije.
-Que vas a hacer?
-Planchar o estás ciego.
-De eso nada
-Jajajaja anda vete al salón a ver la tele.
No dije nada simplemente, me acerqué la cogí del brazo y le dije.
-Suelta la ropa
-Suéltame tu a mi.
-No te lo voy a repetir suelta la ropa.
Lo soltó con arrebato. Lo que le sirvió para llevarse los primeros azotes. Mientras íbamos para el salón.
-Ya sabía yo, que lo la de la dieta iba a tener alguna repercusión. Pero vamos nada que no pueda cambiarse en un momento.
Lo
cierto, es que me encontré con poca o ninguna resistencia, lo cual era
un síntoma claro. Así que al llegar a la altura de la mesa, con la mano
libre cogí una silla y la puse en el centro del salón donde me detuve.
-De momento no hay sofá.
Me
senté en la silla sin soltarla, y de un tirón hice que cayera encima de
mi regazo, lo bueno de tener las piernas largas es que al menos los
pies le tocaban en el suelo, apenas tuve que levantarle la camiseta un
poco, para tener vía libre y empezar a ocuparme de su culo con ganas
guerra.
-Espero que por lo menos hayas disfrutado el helado de chocolate.
Me
encanta darle algún que otro azote mental, cuando ya la tengo en mis
rodillas, estos pican a veces mucho mas que los otros. Así que mientras
iba dándole colorcito a su culo con la mano iba pensando como darle
algun azote mas de esos. La silla de alguna manera ya era algo de eso,
es mucho mas incomoda que el sofá, y también mas infantil, pero mi
cabeza no paraba de imaginar futuros ultrajes y todo esto sin dejar de
hacer funcionar mi mano derecha con ritmo en intensidad. Algo mas que un
simple calentamiento.
Tras
uno minutos de zurra continuada, su culo ya tenia el tono rojo intenso
que buscaba y decidí pasar a la siguiente fase. Me detuve para como de
costumbre deleitarme acariciando su piel roja y caliente un instante, en
eso momento me di cuenta, que mi polla estaba aprisionada debajo de su
estomago y era muy tentador, lo que tenia frente a mis ojos. Vamos que
tenia un serio dilema, si seguir con mis ideas o directamente empotrarla
contra el sofá, al final decidí que la segunda opción era posible
llevando a cabo mis ideas, que solo era cuestión de paciencia. Le di un
toque para que se levantara.
Cuando
lo hizo, sin levantarme yo aun, metí las dos manos debajo de la
camiseta, busque el borde de su ropa interior y la deslice hasta sus
rodillas, entonces me levanté.
-Pon las manos encima de la cabeza y espérame aquí.
Salí
del salón, fui a la habitación y cogí una libreta, dos bolígrafos y el
cinturón que colgaba de la silla de la habitación desde aquel primer
día. Cuando entré otra vez en el salón ella estaba al lado de la silla
con las manos encima de la cabeza, me acerqué y colgué el cinturón en la
silla, sin decirle nada abrí la libreta en la mesa, y empecé a escribir
una frase en ella: "El resto del mundo no tiene la culpa de mis enfados
conmigo misma". Cuando termine de escribir la frase, cogí la silla
donde la acababa de azotar y la acerqué a la mesa.
-Sientate.
Bajo las manos de encima de la cabeza dio dos pasos, y se sentó con un toque de chulería.
-Levanta y vuélvete a sentar levantando la camiseta quiero que el culo toque la silla.
Quejándose, pero me hizo caso, se volvió a levantar y al sentarse levanto un poco la camiseta.
Entonces cogí la libreta, arranque la hoja en la que había escrito la frase y otra las puse ambas encima de la mesa.
-Copia 20 veces, 10 en cada hoja la frase que te he escrito. Me voy a sentar, cuando estés me avisas.
Yo
cogí la libreta con el otro bolígrafo y me senté. Esperé a verla
empezar a copiar, tardó un par de minutos y se puso a ello, cuando lo
hizo, yo también empecé a escribir. Al cabo de un rato me dijo.
-Ya estoy
-Muy bien, pues espera a que termine yo una cosa ya te avisaré.
Unos cinco minutos mas tarde, me levanté.
-Ahora vuelvo a terminar contigo.
De vuelta ella seguía expectante en la silla.
-Deja eso en la mesa, levántate y dame el cinturón.
Se levantó y alargó el brazo cogiendo el cinturón, me lo dio, yo cruce los brazos.
-Así no, doblado ya deberías saberlo
Suspiró mientras doblaba el cinturón por la mitad antes de entregármelo.
-Tumbate por encima del reposabrazos del sofá.
Mientras
lo hacía, cogí las dos hojas de la mesa, puse una cruz en cada una de
las copias, al terminar estaba en la posición. Las pies en el suelo, las
piernas rectas, su culo levantado por la elevación del reposabrazos
quedaba perfectamente expuesto, mientras el resto del cuerpo descansaba
en el sofá. Me acerqué por detrás, le levanté la camiseta por encima la
cintura y me fui donde tenia la cabeza y las manos.
-Toma
Le dije dándole las hojas donde había copiado la frase. Y me fui a buscar el cinturón doblado por la mitad mientras le decía.
-Serán 20, los vas a contar y acto seguido leeras la frase en voz alta.
Puse
el cinturón en su culo expuesto, desnudo y rojo, lo levanté y con un
golpe seco de ante brazo lo cruce en su piel desnuda y esperé...a los
pocos segundos escuché.
-Uno....
-Bueno creo que no llevamos la misma cuenta.
El sonido del cuero del cinturón contra su piel, volvió a invadir el piso.
-Dos, el resto del mundo no tiene culpa de mis enfados conmigo misma.
-Dos? creo que seguimos sin llevar la misma cuenta.
Un nuevo azote.
-Dos, el resto del mundo no tiene la culpa de mis enfados conmigo misma.
-Ahora parece que si nos vamos compenetrando.
Y
así fue, los otros 18 azotes, fueron contados y la frase repetida 18
veces después de cada azote. Al terminar dejé el cinturón, le quité las
dos hojas que sostenía con la mano, las rompí en trocitos pequeños y los
deje en el cenicero y acto seguido me senté justo en su costado, para
llegar bien con mis manos a su culo, acariciarlo y darle algún besito y
por supuesto comprobar es semáforo infalible entre sus piernas, que
marcaba puede pasar y eso es lo que hubiera hecho, si no fuera por algo
que aun quedaba pendiente. Le di un beso en el culo y le dije.
-En la nevera hay una hoja escrita por mi, ve a buscarla.
Se
levantó antes de empezar a caminar terminó que quitarse la ropa
interior. Yo me quedé siguiéndola con la mirada, cuando volvía iba
leyendo el papel y sonriendo. Al llegar a mi altura me dijo.
-Y ahora que?
-Sientate -le dije señalando mi regazo- y dime como lo ves.
-Puede ser divertido...
-Leelo
En el papel ponía lo siguiente.
- A partir de ahora, el baño quedará recogido después de cada uso.
- Todos los aparatos eléctricos serón desenchufados y guardados después de su uso (secador, plancha....)
- Si eres la última en salir de casa, deberás dejar la cama hecha.
- Si tengo que tirarte de la lengua para que hables habrá consecuencias
- Las salidas de tono y malas contestaciones también
- Y el ultimo y mas importante. Las pataletas injustificadas y las justificadas depende como sean también tendrán consecuencias.
- De momento eso es todo, pero esta lista puede aumentar si así lo creo conveniente.
-Como lo ves?
-Pfffff que voy a pillar mucho jajajaj.
-Eso depende de ti.
Mi
mano llevaba jugando en su entrepierna desde que había empezado a leer,
así que ya os podéis imaginar como terminó aquel Sábado.Cumpliendo
aquella segunda opción que me había tentado tanto cuando la tenía sobre
mis rodillas en la silla.
Continuará.....
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