jueves, 17 de febrero de 2022

¿Cuándo se debe parar?

 



 Esta es una pregunta que se suele plantear siempre pensando en el exceso. En esta entrada vamos a tocar también la otra cara de la pregunta, la del deceso. Y es que os aseguro que se peca más por deceso, lo cual es lógico salvo que seas un psicópata, pero eso no quita, que eso pueda generar una sensación de insatisfacción, en la spankee.

 Vamos a meternos en materia. Si hemos llegado al punto de tener un juego real con alguien, se supone que hay cosas que están o deberían estar más que habladas. Llega el momento M y la hora H y ahí quien tiene el control sobre parar o alargar un juego es el spanker, ya que si llegamos al punto que quien lo tiene que parar es la spankee, ese juego ha sido un fracaso. Para hacerlo tiene que leer diferentes señales. Para así evitar pasar la línea sin quedarse corto. 


Vamos a dividirlo en dos grupos, lo físico y lo mental.

Físico: Los primeros azotes duelen, por más progresivo que seas, siempre hay en ellos un factor sorpresa, precedido de anticipación y la piel está fría, pero lo bueno es que dura poco, enseguida os daréis cuenta que esa persona que se queja, patalea o no está quieta en vuestro regazo, de repente se calma, afloja todos los músculos y no mueve ni un dedo del pie, es el milagro de las endorfinas y os puede sorprender lo que puede durar ese estado, incluso llegando a engañarse a sí misma y sus capacidades. Vamos a intentar dar unas pistas, que nos permitan anticiparnos, desde la parte física.

El color de la piel, siento decirlo pero no es un indicativo físico muy fiable. Hay culos que solo mirarlos se ponen morados y otros que puedes lesionarte la muñeca y apenas han cogido un tono, así que sólo sirve si conoces bien cómo reacciona el culo en cuestión. Luego está la parte de que para muchas spankees las marcas no son algo a evitar, más bien lo contrario.

Para mí las dos mejores pistas en lo físico, son la tensión muscular y la respiración. Cuando ya el dolor vuelve a ser la sensación dominante y estamos llegando al límite, la primera pista será tensionar los glúteos, y la respiración se acelerará, incluyendo alguna queja. El siguiente paso es la incomodidad claramente visible, pero llegados a este punto igual nos hemos pasado ya.  Entonces para mí las dos únicas pistas fiables físicas son esas dos: tensión muscular y variación en el ritmo respiratorio. Nunca os fiéis de la excitación sexual, puede haber pasado, pero nadie se seca al momento. 

Mental: Aquí entran en juego muchos factores, previos al juego, del propio juego o incluso externos al juego, que pueden variar mucho el umbral del dolor, aún en la misma personas. Y esa información es importante. No es lo mismo un juego, en el que hay un sentimiento de culpa añadido o en el que en toda la parte previa se ha bajado mucho el ego ya, que un juego que se inicia cuando aún hay una resistencia a la rendición. Cómo spanker es fundamental saber cosas del tipo, si tu pareja de juegos ha tenido un mal día, si tiene alguna preocupación externa, familiar, social...en un estado de cierta ansiedad, jugar a veces es un buen escape, pero se suele ir muy fuerte y luego caer muy pronto. Cómo tampoco es lo mismo introducir un instrumento que sabemos que se respeta o uno nuevo y desconocido. No es tanto la capacidad del instrumento cómo su efecto mental.

Pistas mentales importantes, la negativa a rendirse o el seguir luchando, es una pista que indica ganas, la provocación y la rebeldía cuando ya se ha recibido también, y un cambio brusco de actitud, puede significar lo contrario.

Luego está la spankee estoica u orgullosa, que haberlas haylas y que no da pista alguna, aguanta y aguanta porque lo que está en juego es su orgullo. Es el tipo más difícil, quebrar el orgullo a azotes, no siempre es posible, así que usar lo contrario al orgullo, la humildad puede conseguir lo que no los azotes.


Al final se trata de seguir aquella regla de oro de "mantener el culo despierto". Al final lo excitante para ellas es sentir ese calor hormigueante vivo durante el máximo tiempo posible. Si nos pasamos, sólo sentirá dolor molesto, si no llegamos se enfriará demasiado pronto. Por eso las pausas son tan importantes, lo primero ante señales de estar llegando es hacer una pausa, cambiar el estímulo y dejar descansar y refrescar un poco, nunca del todo. Ya que sería cómo empezar de nuevo, pero sobre un fondo dolorido y no duraría nada. El mejor aliado ante la duda es la pausa, si en la vuelta vuelve a haber señales de estar llegando al límite enseguida, es momento de dar por concluido el juego, si volvemos a ese estado de relajamiento y rendición, podemos seguir adelante por el camino.

Al final es tomárselo cómo una carrera de fondo, no de velocidad. Si son 10 kilómetros y en el primero os desfondáis, no llegaréis ni a la mitad y el spanker debe controlar sus impulsos y también evitar dejarse llevar por los de la spankee, el objetivo es llegar a la meta, terminar la carrera.








4 comentarios:

  1. ¡Hola! Su publicación del día sobre los límites físicos y psicológicos en las nalgadas y, más particularmente, las nalgadas, es muy interesante, bien explicada y con ejemplos concretos.
    Eso es todo, puede cambiar en la misma persona dependiendo del tiempo y las circunstancias fuera o parte del "juego". Así que tener en cuenta lo físico y la mente me parece esencial…
    Para completar mi mente, imagino un post que detalla los posibles y posibles límites de la persona que da nalgadas (él o ella) porque incluso si son menos perceptibles y dañinos, están presentes e importantes, por lo que debes conocer bien a tu pareja, sus reacciones no verbales (especialmente) y observar cuidadosamente durante estos momentos mágicos y punzantes.

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  2. Très troublante et charmante photo 😳😋

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