sábado, 1 de enero de 2022

Año nuevo, vida vieja.

 



- Estás segura? - le dije sorprendido con la confesión-

- Si, lo llevo tiempo pensando y me parece ideal hacerlo ahora, para empezar el año.


Me quedé un rato en silencio pensativo, no me esperaba una petición así y menos el día 1 de Enero por la tarde. Pero si me lo pedía es porqué lo necesitaba. 

- De acuerdo, pero si lo hacemos, lo hacemos bien e igual está no es la mejor semana para empezar.

- Cuanto antes mejor, así me acostumbro.

- Quieres empezar ya esta semana?

- Para que retrasarlo 

- Vale, pero lo tienes claro no? No pienses que esto va a ser una jueguecito que vas a dirigir tú.

- Lo dejo en tus manos, por algo te lo pido.

- De acuerdo, cuando quieres empezar?

- Mañana 

Me sorprendía esa seguridad y de algún modo la urgencia.

- Bien, déjame pensar y te digo.

- Gracias.

- De nada 

El resto de la tarde estuve pensando en la sorprendente petición. Me había pedido volver al cuaderno semanal. De alguna manera habíamos empezado así, es un juego sencillo para empezar. En un cuaderno se anotan las "faltas" durante un periodo de tiempo, tras el cual se repasa el cuaderno y se toman las medidas necesarias para corregi, si hay un exceso. Es una buena forma de asignar un día fijo a la disciplina y de alguna manera crea una sensación de involucración mutua. 

Con el tiempo cayó en el olvido, pero que me lo pudiera ella, me hizo pensar que necesitaba volver a sentir esa estructura. 

Aquel día cuando nos sentamos después de cenar, le dije.

- He estado pensando en lo de antes y va a ser diferente.

- Dime 

- Lo vamos a hacer por un sistema de puntos. Te daré 10 puntos de margen, durante la semana, que pueden reducirse o aumentarse según progresos. Hasta los 10 puntos, no pasará nada, pero si los superas, tendrás un castigo. 

- Me parece bien y cómo irá el tema de los puntos?

- En el cuaderno no se incluirán las faltas graves, estas ya sabes que son "corregidas" al instante. Así que en el apuntarán, las más habituales, ya sabes malas contestaciones, procrastinar, ataques de genio... bueno todo eso tan tuyo. Por cada falta que anotes, sumaremos 2 puntos, si en la semana hay reicidencia, cada reincidencia sumará un punto más a la falta. Te parece bien?

- Sé que me voy a arrepentir, pero sí.

- Nena piénsalo bien, aún estás a tiempo, pero si decides seguir, voy a ser muy exigente y estricto.

- No hay mucho que pensar, te lo he pedido yo.

- Ya, pero aún así consúltalo con la almohada.

Acordamos un par de flecos más y nos fuimos a la cama. Al día siguiente desayunado me dió el ok. Incluso fue a comprar un cuaderno. 

Le volví a preguntar si quería iniciar ya aquella semana. Era una semana de bastante estrés y nervios para ella, pero me dijo que sí.  Que cuanto antes mejor, para acostumbrarse.

Una semana pasa rápido y llegó el día, de revisar el cuaderno. La mejor hora ese rato que hay entre que se pone el sol y la cena. Decidí hacerlo con un toque de ritual. Así que cuando llegó el momento, la mandé a ponerse el pijama. Una vez puesto, la hice ir a buscar el cuaderno y leerlo en voz alta frente a mí.

Empezó a leer con voz tímida.

Domingo 2. Mala contestación en la cocina 2 puntos.

Lunes 3. Procrastinar con las tareas de casa y mala respuesta cuando me hiciste apuntar. 2+3 por reincidencia.

Martes 4. Mala contestación por WhatsApp 4 puntos por reincidencia.

Miércoles 5 . Pataleta y dos salidas de tono 2+6

Jueves 6. Nada

Viernes 7. Dejarme la cama sin hacer y mala contestación al avisarme 2+7.

- Cuanto hace la suma?

- 26.…

- Vamos que pasas 16 puntos de límite.

- Sí.

- Te pregunté varias veces si querías empezar esta semana, me dijiste que sí, por lo que para mí es semana normal y visto lo visto, hay mucho trabajo por delante. Has excedido el límite en más del doble. 

- Ya...

- Y eso va a tener una consecuencia. Entre los diez y los veinte puntos, el castigo será a un minuto por punto con la mano. Lo que pase de 20 será corregido con un instrumento. Así que ya sabes la que te espera.

- Bueno...es la primera semana...

- No cuela, fuiste tú quien me lo pediste. Ve a por la silla. 

- Pfffff 

- No quiero ni un soplido más. 

Se dió la vuelta y toda digna salió del salón, de vuelta trajo la silla roja del despacho.

- Ponla en medio, mirando a la cristalera.

Lo hizo, me levanté, me senté en la silla y le dije.

- Esto es algo que me has pedido tú, así que espero tu actitud sea colaboradora y sin niñerías. Bájate el pantalón. 

Cogió aire profundamente y lo dejó caer hasta los tobillos. Me sorprendió que debajo llevase un tanga de encaje rojo. La miré y le dije.

- Mala elección con tanto punto, bájatelo también.

Cuando lo hizo, estaba tan roja cómo su tanga, es curioso cómo cambia la percepción según detalles, no es lo mismo que yo la desnudé, que hacérselo hacer a ella frente a mí y a sabiendas.

- Manos sobre la cabeza y escucha con atención. Si tú me pides algo, me lo voy a tomar muy en serio, no cómo un juego y de alguna manera lo que me estabas pidiendo es mano dura. La semana que viene estarás más tranquila así que espero una clara mejora de los resultados. Esta claro?

- Si....

- Esperemos de todas formas, te voy a dejar muy claro que lo más sensato es que así sea. Ahora quiero ver ese culo travieso, en mis rodillas bien levantado. 

Despacio y suavemente adoptó la posición en mi regazo, yo también la ayudé a ponerse en la posición perfecta. Al terminar me subí las mangas de la camiseta y le subí un poco el tanga hasta medio muslo. Con mi mano apoyada en su nalga le dije.

- Ahora pondré la alarma del teléfono para dentro de diez minutos, que será el rato de azotaina con la mano, que te voy a dar, no habrán pausas, ni caricias, 10 minutos de castigo, y espero no tener que parar porque te muevas o pongas las manos, te recuerdo que luego falta el instrumento y siempre puede alargarse.

Cogí el teléfono, puse la alarma para dentro de diez minutos y nada más terminar empecé a azotarla, le concedí un calentamiento y el primer par de minutos me dediqué a ello, despacio y cubriendo bien todas sus nalgas, cuando estuvieron bien rosaditas, empecé la azotaina de verdad, aguantando un buen ritmo, alternando nalga y nalga, sin acelerones, ni pausas, constante durante unos eternos 8 minutos, que se hicieron largos hasta para mí mano, que recibió con alivio el sonido de la alarma. 

Cuando paré, miré la diferencia entre el rojo pasión del tanga a medio muslo y el rojo mano dura de su culo. Lo cierto es que aguantó estoica la eterna azotaina a mano. 

- Ahora levanta y vete a mirar el árbol de navidad por última vez este año. 

Se levantó en silencio y se puso frente al árbol, con las manos en la cabeza. Su culo iluminaba más que los adornos del árbol. Yo recogí la silla, la guardé y me senté un rato tranquilamente en el sofá, esperando que entre otras cosas el ardor del culo, le bajara un poco. 

- Ven aquí

Se acercó despacio.

- Ahora vamos a por la segunda parte. Te vas a ir a la habitación, te vas a desnudar completamente de cintura para abajo, escoge el instrumento para que te castigue, déjalo en la mesita de noche y luego coges el cojín en forma de rulo, lo pones en el centro de la cama y te tumbas boca abajo sobre él.

Lo bueno de haberlo pedido ella, es que le tocaba otra cosa más que resignarse. Así que al terminar agachó la cabeza y se fue a la habitación. Esperé unos cinco minutos, me levanté y fui al baño, cogí el aceite de coco y me fui a la habitación. 

Allí estaba ella tumbada boca abajo desnuda de cintura para abajo, con el cojín de rulo elevándole el culo rojo cereza. En la mesita de noche había doblado uno de mis cinturones. Lo cogí y le dije.

- Será cinco azotes por punto de más, en este caso han sido 6 por 5= a 30 azotes con el cinturón que vas a contar y vas a repetir en cada azote "gracias por corregirme".

Hubo un amago de soplido, sabía que contar ya la perturbaba, encima añadir una frase dando las gracias más. Pose el cinturón en su piel, jugando con el, hasta que dije.

- Preparada?

No contestó, el único sonido fue el del impacto seco del cuero cruzando su piel, esperé un instante.

- Uno...gracias por corregirme.

Así hasta escuchar el "cinco (pausa) gracias por corregirme"

Me pasé al otro lado de la cama y repetí con cinco más, lentamente dando tiempo a sentir cada azote. Continué con 5 y 5 más desde cada lado, hasta sumar 20. Momento en el que cogí el aceite, para engrasar bien sus nalgas, una vez bien distribuido el aceite cogí de nuevo el cinturón, me levanté y me dispuse para los diez últimos, sobre la piel engrasada, el sonido es diferente, más contundente y el picor más agudo. En los dos últimos desde cada lado, tensó los glúteos. 

Al terminar, dejé el cinturón en el respaldo de la silla de la ropa. Me senté en la cama, con el aceite y le volví a poner aceite por todas las nalgas cubiertas de franjas rojas solapadas del cinturón. Me incorporé un momento, cogí del cajón de la mesilla de noche, un plug de acero liso, dejé caer un chorro de aceite por el canal entre sus nalgas, use el plug frío para extenderlo jugando alrededor de su culo, hasta que lo hice entrar despacio, cuando la parte más ancha del plug hizo ceder sus resistencia y entró hasta el tope, gimió levemente. 

Fui a buscar mi teléfono y le hice un par de fotos como constancia del castigo. Al terminar se las enseñé mientras seguía acariciándole el culo.

- Así me quema...

- Y esto también te quema 

Le dije llevando mis dedos a su coño caliente y mojado.

- Lástima que estás castigada, además hay que cenar. Acompañame.

Se levantó, la cogí de la mano y la puse a mirar el árbol de Navidad, otra vez mientras yo preparaba la cena. Cenó sentada con el culo desnudo y el plug. 

Y el único alivio que tuvo aquella noche, fue un masaje de nalgas y que le quitara el plug para dormir. Pero era lo que había pedido: Disciplina. 









5 comentarios:

  1. ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!! Mil gracias por compartir un año más publicaciones y relatos.

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  2. ¡Feliz Año Nuevo para ti y excelente salud! ¡Gracias por tus historias y pensamientos sobre nalgadas y disciplina!
    Una vez más, esta historia/historia problemática te hace vergonzoso y emocionado.
    ¡Él también me da ideas

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  3. Un gran relato como siempre. Lo primero que hice al despertar fue buscar el relato de hoy, para que todo el año no falte al ritual de encontrarlo y leerlo.
    MUY FELIZ AÑO NUEVO
    Gracias por compartir!!! Y nuevamente como petición No dejes de escribir.

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  4. Feliz año, esperemos que el block siga con buen ritmo como siempre

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