Si de algo estoy convencido, es que tanto spankers cómo spankees somos fetichistas del culo. Por culo entendemos el conjunto de ambas nalgas y todo lo que hay entre ellas. Nosotros somos fetichistas de sus culos y ellas del propio, ese gran segundo clítoris que dice Jillian Keenan.
Es obvio que el objeto de deseo y fin de nuestro juego es esa zona tan especial del cuerpo. Tal vez por eso las "atenciones" hacia esa parte en muchos casos no se limitan a los azotes, si no que van mucho más allá.
Quizá de entre esas atenciones hay una en especial que es muy gozada por ambas partes y que yo voy a llamar el "momento crema". Para ponernos en situación, la parte físicamente más intensa ya ha pasado, pero aún estamos lidiando con sensaciones y emociones, que a veces requieren de tiempo para asentarse. Entonces llega ese momento, de "volver" y precisamente es a través de la sensación y de nuevo el foco está en ese culo que acabamos de enrojecer y que seguro duele, quema o escuece.
Podríamos decir que el primer objetivo del "momento crema" es aliviar esa sensación o al menos el más visible. Pero hay mucho más, sigue siendo un momento de absoluta rendición, y en el hay o se da una especial intimidad. Suele ser un momento largo, y por ejemplo ese contacto físico suave y delicado ayuda mucho a generar oxitocina y minimizar el temido bajón tras juegos. No pocas veces es también el inicio de un camino que va a llevar al placer, al sexo de un modo especialmente receptivo.
No se trata de poner crema para refrescar y ya, es algo más elaborado, que se inicia con esa parte refrescante, pero que nos puede conducir a otros calores. Ahora ya hablando de mi personalmente, me podría pasar horas sobando un culo que acabo de azotar.
No soy muy de dar consejos cada cual sabe lo que le funciona. En mi caso el "momento crema" es algo progresivo, que empieza delicado, extendiendo la crema despacio y con ternura y poco a poco se puede convertir más bien en un masaje de nalgas, más intenso y que traspase la fronteras de las mismas.
No existen cremas milagrosas que "curen" marcas, si se han producido, seguirán su curso, así que a la hora de elegir una crema no os dejéis llevar por esa idea, además tampoco es el objetivo.
Dentro del universo de las cremas hay mil opciones, yo os voy a hablar de mis favoritas. Para empezar hay cremas y aceites. Yo personalmente prefiero los aceites, eso sí son más escandalosos. Y en especial el aceite de coco o de cacao, huelen genial, hidratan y la piel con el tacto aceitoso es más sensible. Del universo cremas, diría que una de las mejores es una fácil de encontrar en la sección de perfumería de una conocida cadena de supermercados, cuya composición es mitad vaselina y mitad aloe vera natural, que además también sirve de lubricante. Si la duda es entre aceite y crema, pensad que el aceite tarda mucho más en absorberse y es más líquido por lo tanto más propenso a manchar, pero esa es también su ventaja. Y finalmente si alguien se atreve con emociones más fuertes, están las velas de masaje, que son unas velas que al fundirse producen un aceite esencial, pero claro a temperatura alta, no dañan la piel, pero se siente.
Para mí dentro del juego, este es un momento de los más especiales, por lo que supone a todos los niveles, de conexión física y emocional entre las dos personas y porque no pocas veces, es el inicio de otro camino, que por una parte rompe con lo previo, para llevarnos a otro "final".

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