No ha sido el mejor año de nuestra vida seguro, pero bueno aquí estamos, así que Feliz Navidad a todos, aquí me pequeño regalo de Navidad en forma de relato.
Era mi último día laborable de antes de las vacaciones de Navidad, un día antes de Nochebuena o, sea el 23 de Diciembre. Suele ser un día de aquellos tontos, que más valdría saltarse, ya que cero productividad, más que aguantar las mismas bromas de cada año y esa hipocresía de buenos propósitos y felicidad, que dos semanas después anda toda en la papelera. Encima hacía un día de perros, ventoso, con ese viento seco y helado que te taladra las meninges. Lo bueno es que cumplido el trámite, discretamente me despedí y me fui para casa mucho antes de lo previsto. Al meterme en el coche, le puse un mensaje, ella llevaba ya un par de días de vacaciones.
-Ya me he podido librar voy para casa nena
-Que bien!!!! por cierto tengo que pedirte un favor.
-Dime
-Pasa por el super y haz la compra
-No me habías dicho que irías tu esta mañana
-Yaa, pero es que se está tan calentita en casa y además es por una buena causa cuando vengas te lo explico...
-Puffff al final siempre me lías, no se cómo te lo haces
-Jajajaja...porque me tienes cariño aunque lo niegas
-Si será por eso...en fin ¿que compro? ¿Que falta?
-De todo, tu mismo
Así que nada enfilé el coche a destino y claro pasé por el super antes, por suerte al ser una hora tonta aun no había mucha gente para lo que son esos días y pude comprar tranquilo y más o menos rápido. A media compra recibí un mensaje, que decía.
-No te olvides de comprar turrón de chocolate, lo demás me da igual (seguido de emoticonos de besos y corazones en plan peloteo, pero me hizo reír, esa habilidad la tiene).
Al salir del super atardecía ya, el viento pintaba un atardecer espectacular, el cielo parecía inflamado, en distintos tontos de anarajandos y rojos, hasta el punto que tiré varias fotos al espectáculo, hasta que empecé a sentir el viento helador que se metía por cualquier mínima rendija de mi ropa, cargué la compra y al coche.
Subí cargado con toda la compra, así que por no dejar las bolsas y buscar la llave en el abrigo, toqué el timbre. Me abrió ella...estaba en pijama y zapatillas, me miró y sonrió.
-Yo diría que hace frio por la cara que traes.
-No te lo puedes imaginar, el viento corta, vaya noche.
-Para que lo digas que tú, que nunca te quejas
Entré y dejé las bolsas en la cocina, dentro el ambiente era cálido y agradable.
-Me voy a quitar el abrigo y ponerme cómodo
-Vale pero antes espera
Se delante mio, me hizo seguirla hasta la puerta del salón y allí se puso detrás, me tapó los ojos con las manos y abrió la puerta entonces me los destapó. Al destapármelos lo primero que vi fue en el rincón un árbol de Navidad y todo el salón decorado con motivos navideños.
-Joder nena, no habíamos quedado que este año, no había mucho que celebrar...
-Bueno, pero no he podido evitarlo, es Navidad, por eso no fui a comprar.
-Ya veo ya, parece que se haya estrellado un avión en el salón.
Toda la parte a los pies del sofá y sobre una manta estaba llena de cartulinas, tijeras, guirnaldas y demás, yo sabía que le encantaba hacer manualidades y que cuando las hacía simplemente se sentaba en el suelo con todo lo necesario. Lo cierto es que me hizo ilusión, no me lo esperaba y el pequeño enfado que llevaba por el tema de la compra se me pasó al momento.
-Gracias!!!!!
-¿De verdad?
-Pues claro, me has alegrado el día. Pero necesito entrar en calor ya, me voy a dar una ducha hirviendo, ¿colocas la compra mientras?
-Si, termino una cosa y voy ¿Has comprado turrón de chocolate?
- Siiii golosa, por cierto en el bolsillo de mi chaqueta hay una postal de Navidad de Alemania para ti
-Ya se quien es
-Pues ahí está.
Fui a la habitación me quité la ropa y me di una larga, vaporosa y muy caliente ducha. Al salir ya había entrado en calor del todo, cómodo con el pijama me fui al salón, ella seguía allí estaba haciendo otra cosa.
-¿Has colocado la compra?
-No perdona, que quiero contestar la postal y voy a hacer una, así mañana paso por correos y para Año Nuevo llega
-Pero el turrón si lo has visto
-Jajajjajaa, tenía antojo
Justo al lado tenía abierta la tabla de turrón de chocolate que acababa de comprar, con un par de mordiscos marcados. Me fui a colocar la compra. De vuelta me senté en el sofá por fin con una cerveza, por fin un rato de paz. Mientras ella seguía a lo suyo y así estuvimos un rato charlando tranquilamente, hasta que acabó, me enseñó la postal, que me gustó, la dejó sobre la mesa y entonces le dije.
-Bueno yo tengo hambre, habría que ir pensando en cenar algo ¿no?
-Puffff, yo tengo que recoger todo esto y ducharme aún podrías...hacerla tu ¿no?
-Menuda cara tienes, ni compra, ni cena....
-¿Y como he dejado la casa que?
-Ya, ya....venga va tira y recoge, ya voy yo.
Me fui a la cocina a hacer algo de cena, cuando fui a poner la mesa aun estaba en la ducha. Entonces la escuché salir, se acercó a mi, me abrazó por detrás, con ese olor a recién duchada, me besó el cuello y se puso frente a la tele.
-Faltaba la última sorpresa de hoy
La miré y sonreí, llevaba puesto un pijama rojo, de tela tipo toalla, en dos piezas, un jersey y un pantalón corto, algo que recordaba a una especie de Mama Noel algo descarada.
-¿Te gusta?
-Si claro ¿pero no vas a pasar frío?
-No...seguro que no
-Vale, vale ¿cenamos?
Nos sentamos a cenar tranquilamente, algo suave, nos esperaban días de comilonas varias, cuando terminamos, me volvió a seducir, para que recogiera, eso si me pidió otra vez el chocolate, ya cuando terminé de recoger y iba de vuelta al salón, hice una parada en el baño y me encontré toda su ropa tirada, la toalla usada, en fin eso que sabe que me da tanta rabia. Y me fui al salón.
-Nena, levanta y recoge el baño que da vergüenza
-Pufff que más da, mañana no tenemos nada que hacer.
-Venga va recoge y deja el chocolate de una vez, que luego te entra el sentimiento de culpa y lo pago yo
-Que no, que paso, mañana será otro día, ven aquí anda, que tengo un poco de frio.
-Los créditos de seducción se te han acabado hoy, levanta y recoge el baño y no lo voy a repetir.
-Al final siempre tú y tus manías tienen que acabar jodiendo el día, si lo sé no hago nada.
-¿Que has dicho?
Ahí se dio cuenta, que había pasado la raya que venía bordeando desde toda la tarde.
-No nada, da igual
Me fui directo para ella, la cogí de la oreja y la levanté del sofá.
-Vale lo de no hacer la compra cuando te habías comprometido a hacerla, vale lo de hacer lo que te ha dado la gana y además creo que te lo he agradecido, incluso podría pasar lo del baño, pero que me hables así no, porqué ir a recoger la ropa del baño y dejarla en el canasto de la ropa sucia te lleva un minuto máximo, en cambio ahora por tu puñetero orgullo te va a costar dormir boca abajo y mañana en la cena de Nochebuena a ver como te sientas.
Me senté en el sofá y directa a mis rodillas, protestó un poco y se movió, así que pierna encima de las suyas, manos sujetas en la espalda y empezó a sonar el villancico de las niñas traviesas, en forma de azotes continuos, un rato intensito encima del pijama y se acabó la resistencia, entonces paré, le acaricié los muslos desnudos y como el pantalón era ancho metí la mano por dentro a ciegas fui a parar a su sexo y estaba húmedo y caliente, sin pensar mucho empecé a jugar con mi dedo en el, entonces ella empezó a mover las caderas.
-Ni hablar señorita, esto no es juego a ponerse cachonda, esto es un castigo por bocazas.
Le di un cachete en el muslo
-Levanta el culo
Lo hizo en acto reflejo y cogi el pantalón del pijama y de un tirón a los tobillos.
-Y encima sin braguitas? te parece bien eso en una señorita?
Con el culo desnudo empecé de nuevo con el villancico de palmadas continuas, cada vez más rápidas e intensas, ya había soltado sus manos, pero ahora la sujetaba de la cintura levantando un poco su cuerpo haciendo que arqueara más la espalda, fui porgresivamente aumentando el ritmo, hasta terminar con una última tanda frenética cuando ya tenía el culo bien rojo, casi del color rojo Papa Noel del pijama.
Entonces pasé un instante la mano por su piel caliente y roja, ella volvió a suspirar y por decirlo de alguna manera a ofrecerse a más caricias, hasta que un par de palmadas la devolvieron a la realidad y le dije.
-Ya puedes ir a recoger el baño. Y como te lo tenga que repetir, vas a ir después de una ración más larga que esta de cepillo.
Suspiró, cogió aire y se levantó, con el pantalón del pijama en los tobillos, fue hasta el baño. Un minuto después apareció en el comedor de nuevo, roja y se quedó frente a mi cruzada de brazos.
-¿Has visto? un minuto te ha llevado hacerlo, sólo que tu has elegido hacerlo con el culo rojo, yo me he limitado a complacerte, ahora te toca a ti. Al árbol le falta un poco de rojo, así que te vas a poner al ladito del árbol un rato a que se te bajen los humos, seguro que tu culo rojo queda muy bien ahí al lado.
Se quedó quieta y la miré serio, suficiente para hacerla reaccionar. Y que emprendiera el camino del rincón al lado del árbol. Me quedé un rato mirando aquella escena hogareña y navideña de otros tiempos, la niña grande traviesa junto al árbol con el culo bien rojo por pasarse de lista. Me apeteció fumarme un cigarrito, pero no tenia tabaco, así que me levanté a por tabaco a la habitación que usaba de despacho, mi sorpresa fue encontrarme allí la manta, donde había hecho las manualidades, echa un ovillo con todo dentro, vamos que tampoco había recogido. La cogí y fui hasta el salón con la manta, la solté en medio del salón y le dije.
-¿Esta es tu forma de recoger?
No dijo nada, siguió inmóvil junto al árbol de espaldas.
-Date la vuelta
Se giró y vio la manta con todo dentro de cualquier manera.
-Es que...ponerme a ordenar ahora...
-Mañana vas a tener una cena muy divertida, más te vale que busques una silla cómoda. Ya puedes ponerte en el brazo del sofá.
Cogí de nuevo la manta con todo dentro y la dejé donde la había encontrado, después pasé por la habitación y cogí uno de mis cinturones. Cuando llegué de nuevo al salón, ya estaba en posición sobre el brazo del sofá, las manos bajo el cojín y el culo bien expuesto. Puse el cinturón doblado sobre su piel desnuda y roja, me remangué las mangas del jersey, cogí de nuevo el cinturón y le dije.
-Van a ser dos docenas, una por el baño y la otra por no recoger adecuadamente el lio que tenías aquí, cuéntalas.
Comprobé que la largada del cinturón fuera la correcta, me venía a mano cambiada así que use el truco de sujetar la punta del cinturón con la otra mano antes de soltarlo contra sus nalgas, para ser totalmente preciso. La primera docena la aguantó bien, aunque fue intensa, pero la segunda, tuve que rectificarle la posición verbalmente varias veces, esperando cada vez a que volviera a colocar el culo en la posición ideal.
Al terminar las dos docenas, fui a guardar el cinturón y a por la crema hidratante. Pero antes de ponerle, dejé un rato que sintiera bien el escozor del castigo. 5 minutos después empecé a ponerle crema por todo el culo rojo, caliente y con esas marquitas tan especiales del cuero en los bordes del impacto.
Poco a poco, la crema fue extendiéndose por otros límites como la cara interna de los muslos y ya para el coño no hizo falta crema alguna, mojado como estaba, empecé a juguetear con mis dedos en el, en esa posición estaba ideal para poseerla, la visión de su culo rojo, el tacto del coño caliente y húmedo, y sus movimientos, me hicieron desnudarme, buscar con mi polla el calor húmedo de su coño, hundir la polla en el, para juntar ese calor húmedo de su coño, con el calor de la piel de su culo pegada a mi pubis y componer otro villancico de gemidos y jadeos.
Feliz Navidad a todos, aunque haya sido un año para olvidar, el que viene seguro será mejor. Os dedico el que para mi es el más bonito y más triste villancico.
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Feliz Navidad!
ResponderEliminar¡Gracias por la ardiente historia de Navidad!
Hay que ver lo que inspiran algunos pijamas😉😍😘
ResponderEliminarDe hecho o también la joven traviesa dentro dijo pijama ^^
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