jueves, 15 de agosto de 2019

Más allá del dolor




Os comparto un artículo que publiqué  en una página llamada Seminario de Metaformación. En el hago una disertación de sadomasoquismo sexual desde mi experiencia y un poco como réplica a un artículo aparecido en el periódido inglés The Guardian.

La cara b del sexo: El sadomasoquismo.
A raíz de un artículo de The Guardian que compartí aquí Paco y diversas personas me pidieron que escribiera un post sobre el sadamasoquismo sexual, sus "beneficios", perfiles de los practicantes, etc. Aviso es un post largo y que no está escrito ni por un terapeuta, ni por un médico, ahora bien yo tengo una ventaja, terapeutas y médicos psiquiatras habréis visto multitud de sadomasoquistas en vuestra carrera, pero los que habéis visto son del rango patológico, yo no, yo he visto y he hablado horas y horas con gente sana, normal, gente con hijos, trabajo que lleva una vida absolutamente normal y que no tienen ningún problema mental.
Voy a empezar a referirme al artículo de marras. Es uno más de los muchos que empezaron a surgir en prensa generalista a partir del fenómeno de ventas de 50 sombras de Grey. fenómeno que provocó también que muchas universidades y publicaciones científicas se interesaran por el tema. Yo creo que principalmente por un motivo, ese libro fue un éxito de ventas en uno de los momentos de máximo apogeo del femenismo radical, al cual trastocó los más de 100 millones de libros vendidos y comprados mayoritariamente por mujeres. Del libro no tengo mucho que hablar es novela barata romántica con unas gotas de sexo duro donde los dos protagonistas si tienen rasgos patológicos. El una sociapatía, ella dependencia emocional, la clave de su éxito es ser una novela romántica políticamente incorrecta sin más. A la psiquiatría y la psicología siempre le ha interesado el sadomasoquismo, a fin de cuentas es una anomalía va contra el principio del placer, el problema quizás como ocurre en el artículo es que siempre se ha intentado explicar (ignoro porqué) desde la biología, a través de los neuroquímicos por ejemplo y cayendo en un sesgo de base: el dolor como algo placentero, explicar eso parece ser la obsesión de la ciencia en este tema.
Pues bien yo desde mi experiencia puedo afirmar que reducir la explicación a eso es un inmenso error, para la mayoría de practicantes el dolor no es placentero, les duele, que eso provoque alguna respuesta neuroquímica que podamos considerar placentera seguro, que llegue a provocar alteraciones de consciencia transitorias doy fe, pero en la mayoría de casos el dolor es simplemente un catalizador, algo necesario para un objetivo, hablando en plata el dolor es como una prueba por la que hay que pasar para conseguir algo superior, un ingrediente imprescindible del cóctel.
Para intentar entender desde la razón el gusto por el sadomasoquismo sexual, hay que remontarse si o si a la infancia y esto asusta mucho. Es probable que mucha gente imagine infancias de maltratos, nada más lejos de la realidad como dijo la psicoanalista Joyce McDougall: "En mi vida profesional he visto muchos masoquistas sexuales, rara vez vi en ellos un niño maltratado, lo que si vi en todos es a niños que en algún momento desearon ser castigados y no lo fueron". Yo habré hablado largo y tendido de este tema con unas 200 mujeres y una treintena de hombres y solo conozco un caso, en el que si podríamos decir que hubo cierto grado de maltrato, un caso de 200.
Una de las preguntas clave para entender esto, es ¿Cuando empezó a gustarte? ahí la mayoría te van a responder con una pregunta ¿Cuando empezó a excitarme o cuando empezó a llamarme la atención? es una pregunta trampa, ya que todos sitúan como es lógico el momento de excitación en la pubertad sin embargo, todos o la gran mayoría al menos también sitúan con un precisión alucinante alguna experiencia prepúber en época latente que definen como perturbadora o de mucha vergüenza. Generalmente esta experiencia suele ser alguna escena en la que el niño es simplemente observador y en algún caso también es protagonista en forma de amenaza no cumplida, una amenaza genera ansiedad, pero al no cumplirse también curiosidad.
Volvamos a la mente de un niño, para un niño la atención no es que sea una necesidad es que es un cuestión de supervivencia, por lo tanto es lo que más valora. Curiosamente en la inmensa mayoría de los casos conocidos por mi, han sido niños digamos que poco o nada problemáticos, responsables, estudiosos y poco de meterse en lios de forma innata eso suele provocar un fenómeno de reacción en los padres especialmente si hay más hermanos y es que en el momento que hay un hermano más descarriado los padres centran la atención en ese hermano, están más encima y aunque ese estar más pendiente sea en forma de regaños o castigos, el hermano que hace las cosas bien lo interpreta como un déficit de atención: "yo hago lo que se supone debo hacer y pasan de mi", debemos verlo que desde una mente infantil a veces un castigo es atención. La reacción del niño a veces es buscar esa atención rompiendo normas, pero como en el computo global es un niño "bueno" muchas veces esas travesuras caen en saco roto, con lo cual generan más frustración, "si lo hago bien no tengo atención y si de vez en cuando lo hago mal tampoco". ¿Que sucede cuando no logramos nuestros objetivos? que mecanismo de defensa psíquico aparece: la fantasía.
Voy a atreverme a dar un perfil del masoquista sexual, en este caso de la mujer masoquista sexual porque es lo que más a fondo conozco yo.
En su mayoría fueron lo que se dice una niña buena, responsable, estudiosas, con poca tendencia a meterse en lios, si tenían hermanos la que menos problemas dio a sus padres, si eran hijas únicas de padres distantes y muy ocupados. Sexualmente muy precoces en el aspecto autosexualidad, que aparece mucho antes de la pubertad y generalmente como forma de alivio de la ansiedad. Adolescentes poco problemáticas, responsables, perfeccionistas, asertivas y sostén de la unidad familiar muchas veces. La inmensa mayoría describen su relación con la madre como problemática "no nos entendemos" y profesan adoración por el padre. En cambio desde fuera se ve una clara identificación con la madre y la maternidad aunque no sean madres y resentimiento inconsciente contra el padre a quien ven como alguien supeditado a la madre, vamos un calzonazos, por eso buscan hombres que se parezcan al padre, pero capaces de imponerse a ellas, que en el fondo es un simbolismo del padre imponiéndose a la madre. Muchas de ellas eligen trabajos vocacional que implican mucha responsabilidad y que se basan en cuidar de terceros o trabajos con altos niveles de estrés tradicionalmente masculinos, tremendamente competitivos, de los que se deriva una necesidad de demostración. (En mi experiencia personal mas íntima, han habido médicos, enfermeras, maestras, publicistas, brokers o economistas, ya sea a través de experiencia real de juegos o de confesiones íntimas) y en mi experiencia comunicativa más de la mitad se dedican a la sanidad o la educación. Son perfeccionistas en lo laboral, social y familiar sin embargo, tienden a la procrastinación en los personal, lo cual les genera mucho sentimiento de culpa y frustración. Es gente acostumbrada a tener que tomar decisiones constantemente y a una alta carga de responsabilidad, de ahí que de alguna manera busquen en la esfera íntima principalmente esto.
-No tener que decidir
-No tener responsabilidad.
-Poder mostrar vulnerabilidad y rendirse
.Poder recuperar o regresionar a la infancia (como dice Paco en su libro, un masoquista quiere ser tratado como un niño, pero sobre todo un niño malo)
-Estructura que evite la procrastinación y el sentimiento de culpa asociado.
-Y sobre todo atención, cuidados y la cesión del control, que no del poder.
Todo eso que sale en artículo de alteraciones de estado de conciencia, que estados de flujo intenso, de sobrecarga de neuroquímicos es real, de hecho por ejemplo es muy habitual lagunas de memoria tras una escena, un click mental que hace que la persona se ponga a obedecer órdenes sin resistencia, vamos que es cierto, pero eso no es la explicación, quizás actúa como refuerzo que incita a la repetición, pero no es el objetivo vamos estoy convencido. De hecho ni tan siquiera el sexo lo es, dentro de una escena sadomasoquista el sexo pasa siempre a segundo plano y tiene un significación distinta. Cuando durante la escena, forma parte del "castigo" y así se interpreta, cuando es inmediatamente posterior suele ser un sexo muy posesivo donde la persona sumisa es totalmente pasiva y muchas veces vamos en un alto porcentaje no hay sexo durante la escena y este es posterior y desde un plano de igualdad.
Y para terminar que ya no quiero extenderme más y eso que he intentado resumir, una par de cosas.
La primera es que en toda relación sexual hay un grado de dolor que no solo es tolerable sino que además es excitante, creo que a todo el mundo le puede excitar en un momento dado un azote , un mordisco, un arañazo, pero aquí no estamos hablando de eso, estamos hablando que es fácil que tras una escena intensita queden marcas una semana y estamos hablando que no se trata de recrear una escena de sexo duro sino que la otra persona crea que se trata de un castigo real. El sadomasoquismo no es una orientación sexual, todos los practicantes tenemos la nuestra, somos heteros, homos o bi, pero tampoco es una simple fantasía, es algo más profundo una tendencia que sin ser totalizadora si es parte imprescindible para sentir nuestra sexualidad plena.
 Tal vez mucha gente lo pueda ver como algo estrambótico pero sin embargo, guarda muchísimas similitudes con otras actividades consideradas muy normales y sanas como el deporte. Si quieres competir aunque sea a nivel amateur se necesita de sacrificio, sufrimiento, privaciones, disciplina, de ceder el control a entes externos (entrenadores), de obediencia a estos entes, de normas de juego, aceptación de límites, concentración y capacidad de superación. Todo por un objetivo que hace que todos esos sacrificios valgan la pena llámese ganar un partido o perder peso. 

Por eso creo un error analizar esto desde la justificación de la dicotomía dolor vs placer, como decía al principio el dolor actúa como catalizador necesario para conseguir un objetivo superior y explicarlo al detalle da par varios ensayos, en un post con limitaciones de espacio es complicado. 

En definitiva ver cualquier tipo de juego sadomasoquista como algo centrado en el dolor, es verlo solo a través de un diminuto agujero. Justificarlo en base a solo unas reacciones biológicas que no niego, también. El ser humano es biopsicosocial en su conjunto y todas sus acciones también, la complejidad y la variedad de la sexualidad humana así como la constante variabilidad entre pervertir y sublimar esa sexualidad en la cual no solo se refleja la sexualidad genital adulta sino todo un recorrido vital que comprende todo el desarrollo desde que venimos al mundo, hasta que nos convertimos en objetos sexualmente maduros a través del análisis de una única sensación me parece erróneo y sobre todo injusto. Al ser humano no solo le mueven los estímulos físicos. 


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