Los otros castigos III parte. (Por A.)

No me gusta nada el título de la entrada, de hecho seria mas adecuado, haberlo titulado: los otros azotes. Al menos eso son para mi los gestos y acciones de las que os voy a hablar, un impacto seco, que de repente te pone en tu sitio, cuando lo que deseas es precisamente eso, que te pongan en tu sitio y además que no te mucho tiempo a pensar. Lo que pasa es que por seguir con la serie, lo he titulado como otros castigos tercera parte, aunque no se ajusta del todo a la realidad.

La entrada del lunes, se me adelanta un poco en el concepto, en esa idea de demostración de la masculinidad, aunque claro yo estoy influenciada por mis gustos y entiendo que es un gusto muy personal, pero para mi esos gestos y acciones que os voy a comentar, son en parte eso, una demostración de esa masculinidad irresistible que me funde literalmente. Como ya os he dicho, para mi son un impacto, un azote mental, ante el que generalmente me rindo, eso si se ha de saber hacer y gestos parecidos en el momento inadecuado o por la persona lo único que me provocarían seria un cabreo importante y ni rastro de excitación mas allá de la propia del enfado. No me enrollo más y voy al grano a comentar esos impactos, en forma de gestos o acciones. Aunque antes que nada quiero dejar una cosa muy clara, siempre se producen en un ambiente de juego, vamos que hay una sospecha por mi parte aunque sea muy mínima que se gestando tormenta, algunas veces lo  he tenido muy claro y lo he provocado yo, otras sin embargo me pilla más de sorpresa, que son por otro lado las más efectivas, pero siempre hay un mínimo de sospecha,vamos que escucho tronar aunque sea a lo lejos.

Una mirada: Parece mentira, lo que puede provocar una simple mirada, sobre todo cuando es una mirada de cambio de registro. Os voy a poner un ejemplo y me entenderéis. Intercambio de opiniones, en plan tenso, pero sin perder la compostura, hasta que pasa y sueltas una mala contestación, una bordería o una broma cuando no toca, y de repente ves esa mirada penetrante....hasta la piel de gallina se me ha puesto alguna vez con una de esas miradas.

Un "tenemos que hablar": es solo una frase, que puede significar muchas cosas, pero ya sabéis a que me refiero, es cuando ese "tenemos que hablar" no se refiere a que vamos a hacer el fin de semana, es un "tenemos que hablar" de algo que tu ya sospechas de que es y que tiene que ver con algo que has hecho y tal vez no deberías haber hecho.....o si..

Cuando estando sentado y tu de pie se levanta de golpe: la situación se parece a la de la mirada, pero aun más contudente. El está sentado y tu de pie, debatiendo y de repente se levanta...puede ser que tenga ganas de ir al baño jejejeje, pero si ves que va en dirección a ti, ya puedes estar segura de que tienes todos los números.

Que te coja de la muñeca o del brazo: Para mi es de las más excitantes, hay contacto físico y la forma de cogerte, notas la fuerza de su mano, como tira de ti y ya sabes cual va a ser el final de ese camino. Aunque mi reacción muchas veces es cierta resistencia física y o mental, en el fondo creo que es por sentir aun más esa autoridad y fuerza, saber que no puedo resistirme, sentirme vulnerable y pequeña, si además de camino me llevo ya un adelanto...no hace falta entrar en detalles ¿verdad?. Este gesto tiene alguna variante, e imagino que depende de gustos. A mi hay una que me resulta muy excitante, en momentos muy concretos, que en vez de cogerme de la mano o el brazo, lo haga de la oreja, no me digáis porque, es más si fuera muy  habitual no me gustaría, pero alguna vez que ha pasado cuando no me lo esperaba, he creído que me faltaba el aire. La otra opción no la soporto y es un limite para mi, osea algo que no toleraría y es que me cojan del pelo, imagino que habrá quien si le resulte muy excitante esa opción, en mi caso es un límite.

Que se remangue la camisa o el jersey: Este gesto es ya muy definitivo y generalmente antes de ese ha habido alguno de los que os he descrito antes, pero me parece irresistible y sexy, estar esperando y viendo como hace el ritual despacio y recreándose para ponerme mas nerviosa...

Que se desabroche el cinturón: Este es para mi paralizante, puedo estar en plan insoportable, provocadora, desafiante.....que es verlo levantarse y desabrocharse el cinturón y me hago de repente pequeña, de repente se me encoge toda la soberbia y el orgullo.

Podría seguir poniendo ejemplo varios de gestos parecidos, estos son los que a mi más nerviosa me ponen y los que más he disfrutado, ya sabéis que si queréis podéis  poner los vuestros en los comentarios. Pero antes de terminar me gustaría destacar algo. Como veis casi todos ellos tienen algo en común, el uso de cierta fuerza física y o que son gestos de autoridad, como decía de los que te ponen en tu sitio. Hay uno que no he puesto, porque para mi seria otro límite y porque creo que en caso de pasar en mi caso rompería la magia del momento y que me revolvería: una bofetada. Pero también entiendo que puede haber mucha gente para la que ese gesto pueda provocarle esa sensación de impacto y de poner en su sitio, que a mi me provocan los gestos que os comentado.