miércoles, 4 de julio de 2018

La memoria en el juego.




Memoria y futuro parecen en principio algo incompatible, la memoria nos invoca el recuerdo y recuerdo es siempre pasado. Pero hagámonos la pregunta ¿Para que nos sirve la memoria?, ¿Cual es la utilidad evolutiva de esta carecterística de nuestra mente?. Y si lo pensamos bien, en seguida nos daremos cuenta que la memoria nos sirve sobre todo para predecir el futuro, no para recordar el pasado. La memoria nos puede advertir de un peligro superado y así evitarlo, nos puede advertir de un sufrimiento y así predecirlo y esquivarlo o todo lo contrario nos puede servir para saber que hay algo que nos conduce a un desenlace placentero y así buscarlo. Parece un oximoron pero la memoria es ante todo una cualidad evolutiva que nos permite anticipar el futuro en base a recordar el pasado.

Una vez leí a alguien que escribió: "es tan importante la memoria del juego, como el juego" y tiene razón, eso explica entre otras cosas, porque mientras el juego es solo una fantasía su falta no suele suponernos ninguna frustración, una vez se ha probado y ha gustado su falta si supone un problema, ya existe una memoria real de algo ya realizado y de todas sus sensaciones. Es por eso también que después de ese primer juego, la perspectiva de un futuro juego siempre va acompañada de una sobreestimulación, hay un recuerdo real y como todos los recuerdos se pueden recordar imágenes y sensaciones sin perder por ello la excitación de estar entrando de nuevo en terreno desconocido, predecible si, pero nunca con exactitud y la memoria juega un papel crucial en esa confusión, a medida que suceden los juegos, los recuerdos se mezclan y eso hace que la incertidumbre aumente. Otro factor importante es que durante los juegos se hace un esfuerzo emocional y físico importante, las sensaciones flirtean con los límites y eso provoca descargas de neuroquímicos que pueden y de hecho consiguen adulterar la memoria, estoy seguro que todos recordamo aquellos juegos especialmente intensos no como una sucesión de imágenes ordenadas como en un guión sino, como destellos o flashes de momentos concretos que por algún motivo nos fueron más impactantes, lo mismo pasa con las sensaciones vividas, no siguen un orden aparecen de forma aleatoria en la memoria.

Una de las capacidades de la memoria es la de predecir el dolor y el placer, todos sabemos que hay cosas que si las hacemos nos van a provocar dolor o placer. Por la lógica del principio del placer nos tendrían que provocar la evasión y las otras la atracción, sin embargo esa lógica se puede transformar a través de un ritual en el cual la memoria juega un papel trascendental, al igual que un oso sabe que para saborear la miel tiene que arriesgarse a sufrir algún picotazo de abeja en el morro, los humanos podemos saber que cierto displacer anuncia o predice un placer futuro, eso se experimenta a muy tierna edad en aquello que Freud denominó fase anal y que no es más que el placer del alivio, pero para que exista alivio antes tiene que existir molestia. Por lo tanto es gracias a la memoria que podemos predecir que para llegar al placer hay que hacer un sacrificio previo y eso puede llegar a confundir esa delgada linea que separa placer de dolor.

Como ya hemos visto no solo la memoria reciente influye, también la remota, incluso aquella de la que no tenemos conciencia, osea recuerdo consciente que se mezcla con la consciente, todos tenemos el recuerdo de habernos metido alguna vez en lios en la época de crianza y asociado a ese recuerdo el temor a la consecuencia, a ese recuerdo seguro que se le han mezclado otros tantos recuerdos, desde historias que nos han contado, hasta como gestionamos esa ansiedad y a eso se le añaden otros recuerdos que puede parecer que no tienen nada que ver, pero que acaban por tener un nexo de unión, atención, protección, perdón. Tener memoria por lo tanto predecir significa también que un excelente mecanismo de defensa es ponerse en lo peor y como casi nunca suele ser así, la final lo que es en principio malo puede ser un alivio.

La memoria no es que sea tan importante como el juego, es que la memoria crea la fantasía primero y alimenta el juego después, tenemos esa capacidad, la capacidad de rememorar no solo imágenes o escenas, también sonidos. El sonido de la carne golpeando la carne, el de la hebilla de un cinturón al desabrocharse, el sonido agudo de una vara que corta el aire. También olores, el olor del cuero, el de la ropa de un persona y tambien sensaciones, el dolor y el placer. Todo eso puede ser recordado, rememorado y ser un estímulo para predicir lo que va a pasar.

La memoria es el juego y jugamos a estimularla, como cuando esa persona se mira al espejo las marcas del último juego y lo revive. Haced la prueba un día grabad un audio durante el juego y unos días despues lo escucháis, solo el sonido nada más, sin frases ni palabras, a ver que sensaciones os provoca ese pequeño empuje a la memoria.

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