Entrevista a V. I parte.

 

Hacía mucho tiempo que no tenía el placer de compartir una entrevista y mucho menos tan interesante cómo esta. Así que vamos a ello, entrevista a V.

- Para abrir boca ¿Qué te parece si nos cuentas algo de ti?

- Esta es la pregunta más difícil creo...pues cómo diría aquella política. Soy V. Madre, mujer y spankee. No voy a decir mi edad, lo dejamos en mediana edad y vivo en una ciudad mediana, todo en mi es mediano...

- ¿Spankee se nace o se hace?

En mi caso se nace sin duda. Esto es algo que venía en mi, desde que tengo recuerdos claros, todos mis recuerdos "incómodos" tienen alguna relación con todo esto. Recuerdo buscar en el diccionario palabras cómo "azote" "azotaina" "castigo" cómo quien busca algo prohibido y emocionante. Castigo me incomodaba especialmente, no sé porqué, fui una niña muy buena, aunque fantaseaba con ser todo lo contrario, traviesa, movida, con meterme en lios y por supuesto que me castigaran.

- ¿Y en qué momento eso, se vuelve algo erótico? 

En la adolescencia, está claro. Mi primer amor platónico fue un profesor del instituto, era un hombre que debía tener 50 años, que no entraría en el prototipo de amor platónico de una niña de 15 años, pero me fascinaba aquel hombre, emanaba autoridad y sabiduría, no era autoritario para nada, pero tenía esa autoridad sutil, mientras mis amigas suspiraban por futbolista o cantantes, yo tenía la carpeta vacía de fotos y la imaginación llena de escenas con aquel profesor. 

- ¿Y esa toma de conciencia de tener una fantasia erótica especial, fue difícil?

En general creo que la adolescencia es difícil por si misma, sin necesidad de nada más. Además añádale que en mi caso fue cómo en dos etapas, una primera adolescencia con una timidez casi enfermiza, de hecho mi primer "novio" fue más por presión grupal, que por convicción. Luego ya más mayor, si que digamos recuperé el tiempo perdido y cometí bastante idioteces, creo que esperando alguna reacción, que nunca llegó, supongo que ya era demasiado "grande" y sólo conseguí condescendencia, algo que por cierto me dolía. 

- Y una vez pasada la tormenta hormonal de la adolescencia, llega la madurez o la edad adulta ¿Cual fue la evolución en esa etapa?

- Pues fue cómo todo muy rápido y sin pensar, terminé los estudios, me enamoré y empecé a llevar una convencionalísima "vida vainilla"

¿Entiendo que aparcaste la fantasía?

Aparcar no es la palabra, seguía estando ahí, pero era algo que no me atrevía ni hablar conmigo misma, cómo para contárselo a mi pareja. El problema es que no sirve de nada, cuanta más tierra le quieres echar encima, más fuerte se vuelve a levantar y entras en una cosa muy absurda, cómo es llevar una doble vida imaginaria. Quiero decir que si al menos tienes un desahogo real, pero ni eso y en cambio si tienes todos los inconvenientes de una doble vida, la culpa, el que no te pillen, yo me recuerdo borrando el historial cada vez que usaba el portátil compartido y visitaba según que páginas. Realmente es triste, estás sufriendo algo que no existe. Así que un día cansada ya, decidí ser un poco más traviesa y al menos conocer gente. 

¿Y cómo fue?

Raro, realmente yo no hubiera sido infiel, pero si que es verdad, que hablar me calmó un poco. No sé si a ti te pasa, creo que nos pasa a todos y es cómo una necesidad imperiosa de poder hablar. Es catártico poder hablar desde el anonimato y sin tabúes con alguien que encima te entiende.

¿Entonces cuál fue el impulso que te llevó a dar el paso?

Pues de la manera que menos esperaba. Me dejó él. Se acabó la relación, fue toda un sorpresa, siempre había pensado que sería yo, la que algún día acabaría y no, fue él. Aquello me dolió, pero sinceramente, por orgullo y por pensar que había estado reteniéndome tontamente. Ahora con el tiempo también entiendo, que una parte de mi no estaba en la relación y eso de alguna manera se debía notar.

¿Entonces fue terminar y lanzarte, fue digamos el detonante?

Más bien fue el tiempo, al romper, hubieron muchos cambios, tuve que volver a casa de mis padres, con una niña pequeña, compaginar la crianza, el trabajo...vamos durante un tiempo, primó la supervivencia , pero todo pasa y una de aquellas noches de aburrimiento, abrí el portátil y conocí a un chico que vivía relativamente cerca y empezamos a charlar, poco a poco las charlas eran más largas y diarias, hasta que un día decidimos que era el momento.

¿Y cómo fue?

Buffff...la primera vez es tan abrumadora que no por momentos no sabes ni dónde tienes la cabeza, pero también al menos en mi caso bastante decepcionante. Es lo que tiene años y años de imaginar, en la imaginación todo es perfecto, pero la realidad es que somos personas y tener soltura y confianza lleva su tiempo. Fue por igual abrumador y decepcionante, pero repetí...

¿Y?

Pues cómo el buen vino, con el tiempo mejora, abruma menos, aunque siempre tiene ese momento o punto abrumador, pero eso te permite saborear más. 

¿Hacer realidad la fantasía te hizo normalizarla?

Mmmm no creo que se llegue a normalizar del todo nunca. Siempre hay una vocecita en tu cabeza que te dice "te gusta que te peguen!!!" Y eso va en contra de todo lo que no se nos enseña que es el amor, te ayuda a quitarte muchas tonterías eso sí y sobre todo a entender que amor y deseo no son lo mismo aunque a veces vayan de la mano. En realidad no es "me gusta que me amen así" en realidad es "me gusta que me deseen así" y el deseo es más libre. Una fantasía muy común en las mujeres (mis amigas p.ej.) es fantasear con que su amante o pareja las "fuerza" . Yo no veo tanta diferencia entre desear que te "empotren" contra la pared, y desear que tu pareja te tire sobre su regazo y te de una azotaina. Es más creo que tienen bastante en común, tal vez lo nuestro sea más simbólico, pero creo que la base de la fantasía se parece. Aunque al final creo que no normalizarla del todo tampoco es malo, le da ese punto de emoción de estar haciendo algo prohibido. 

Cómo la entrevista es extensa e interesante la voy a dividir en dos partes.