Hace unos meses pedía "voluntarias" que quisieran hablar y responder preguntas sobre sus fantasías, con el objeto de documentarme, para hacer un trabajo más extenso y documentado. Sigo interesado en ello aquí el enlace por si alguien más se anima.
He de decir, que de momento más de 20 personas, han querido darme su testimonio y lo agradezco profundamente, asi que me parece justo compartir alguna de esas primeras impresiones coincidentes con todos, a ver que os parecen.
-Algo que creo muy destacable, y es el mayoritario rechazo a la definición de sumisa o sumisión asociadas a los juegos. Todas las entrevistadas hasta ahora si se han definido ha sido como spankees. Ante la pregunta ¿Según para ti cual es la diferencia? me quedo con una respuesta que os comparto literlamente:
"Para mi la diferencia está en la diferencia entre obediencia ( sumisión reactiva) y rendición ( actitud proactiva). La sumisión se explica por si misma, es todo los "si señor" "no señor" acatar ordenes, normas y protocolos. En definitiva es aceptar todo lo que el hace/dice/quiere. La rendición es otra cosa, tiene muchos más matices, te puedes resistir más o menos, puedes provocar, saltarte las normas, burlarte de ellas, eres parte tan activa del juego como el spanker, tanto que de alguna forma lo retas a que consiga que te rindas".
Otro aspecto que me parece destacable, es el hecho de que la inmensa mayoría, ahora mismo sólo recuerdo un caso de descubrimiento adulto, el resto manifiestan la existencia de la fantasía en modo perturbación incluso antes de la pubertad y que con la llegada de la sexualidad adulta se le da forma y se introduce la vertiente erótica. Es más suele existir una fantasía primigenía muy repetitiva. En las que ellas son las protagonistas que son disciplinadas por una figura de autoridad (profesor, hombre más maduro....).
También es coincidente mayoritariamente una vergüenza inicial incluso una negación de la propia fantasía, que tiene un punto de inflexión, al descubrir, muchas veces accidentalmente que no se trata de algo tan "raro" y que hay más gente con los mismos gustos. Eso contribuye a normalizar la fantasía y asentarla.
Otro punto coincidente es que superado esto, la fantasía queda instalada y no se puede reprimir, llegando al punto de aun teniendo o habiendo tenido parejas vainilla, la ausencia del juego crea sensación de insatisfacción.
Preguntadas sobre la sexualidad "vainilla" se coincide que nunca se descarta, que es satisfactoria, pero también se reconoce que en los juegos la gratificación orgásmica queda en segundo plano y se describe la satisfacción a través del juego como superior a lo normativo y muchas veces asociados a una gran intensidad emocional, de intimidad e incluso espiritual. Aunque a la vez también se definen los orgasmos tras un juego o durante como mucho más intensos, que los obtenidos mediante sexo normativo, así cómo una mayor receptividad y las sensaciones
También mayoritariamente se expresa, que aunque los azotes siguen siendo el centro de los juegos, con el tiempo se tiende a explorar e introducir otros juegos físicos y o emocionales complementarios que dan mayor gama de experiencias y mas intensidad de las mismas.
Y para terminar este primer esbozo, se recalca mucho los juegos como algo que trasciende más allá del sexo, como una experiencia de intimidad muy intensa y emocionalmente también, incluso relajante, desestresante y liberadora.
Muy interesante e ilustrativo; me ha encantado la objetividad y claridad de la descripción (salvo eso del 'sexo normativo'). ¿Qué otros juegos podrían ser los que se mencionan como adicionales? ¡Gran trabajo!
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