" Cómo he hecho el recorrido a la inversa, creo que mi opinión es con conocimiento de causa. Yo empecé en el mundo del BDSM, cruces de San Andrés, muñequeras y tobilleras, fustas, látigos...No reniego de ello, al revés estoy agradecida, fue precisamente probarlo lo que hizo darme cuenta, que aunque se parecía aquello no era lo que yo buscaba.
En cambio mi primer OTK lo tengo grabado a fuego, nunca me había sentido tan entregada y tan rendida la primera vez que me puse en las rodillas de alguien a sabiendas que iba a recibir. Allí no tenía ningun tipo de sujeción, más que mi propia mente entregada y luchando entre la rendición que deseaba con locura y vergüenza, incluso ridículo de verme allí y así. De eso ha pasado ya tiempo, pero cada vez me gusta más y siento las misma sensaciones. A veces sencillamente me dejo llevar, otras me gusta resistirme, hacerme de rogar, que me fuercen, sentir unas manos firmes que sujetan las mías, absolutamente indefensa, vulnerable y expuesta. Ninguna otra posición me hace sentir más pequeña, en otras incluso me vengo arriba, mi orgullo no muestra emoción alguna, por dura que sea la azotaina aprieto los puños y aguanto.
En las rodillas es diferente, me hago pequeña a la vez que siento no tengo ningún control, mi culo, mi sexo, toda mi intimidad está bajo sus ojos. La mayoría de las veces, estoy absolutamente libre y aun así nunca he sentido tan profunda, la sensación de control y dominio como estando en unas rodillas, con el culo al aire. A veces incluso sin darme cuenta estoy tan cachonda que busco frotarme en su regazo, encontrar algún punto donde presionar. Otras permanezco absolutamente inmóvil, siento la fuerza de su palma o de lo que use. Los primeros siempre son duros, los más difíciles, pero llega ese punto cuando sólo notas calor, cada vez un poco más y pierdo la cabeza.
Cuando todo se calma, más calor, tengo un segundo corazón que palpita en mi culo, no lo describiría como dolor, como mucho un quemor algo molesto, que hace que incluso pueda sentir el roce del aire, es tan impactante que necesito un momento, coger aire y asumir, volver al mundo, para darme cuenta avergonzada, que tengo el culo rojo y el coño empapado...."
Interesante descripción en primera persona de sensaciones, sentimientos... Ayuda a comprender lo especial que tiene esa postura.
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