lunes, 4 de noviembre de 2019

Un puente especial II parte.




Al día siguiente nos despertamos con toda la parsimonia, no había prisa, aunque los dos solíamos madrugar, nos tiramos un rato tonteando en la cama, antes de darnos una ducha, vestirnos y bajar a desayunar también sin prisa.

El plan era tranquilo, nada de excursiones una pequeña visita turística a la ciudad en plan relax y disfrutar del tiempo para los dos.

Salimos del hotel en el último turno de desayuno y nos fuimos a la visita obligada al San Juan de Duero y su claustro, algo que por más veces que visites, siempre impacta. Pese a estar casi a mediodía ya mientras visitábamos el lugar y estar el día soleado, hacía fresco, nos hicimos las fotos de rigor y decidimos volver al centro de la pequeña ciudad, con la idea de hacer el vermut y luego comer algo. Acabamos en la pequeña pero coqueta plaza mayor, en una terraza, nos sentamos pedimos un par de cervecitas, charlando tranquilamente, hasta que de repente a la señorita le dio por tontear, que si un soplido a la espuma de la cerveza, que si te cojo el cigarro cuando te lo enciendes, en fin que se puso juguetona y entonces le solté un....

-Que pasa, no tuviste bastante ayer?
-Idiota, solo estoy jugando....
-Ya, ya.....pero un porcentaje  muy elevado de tus juegos ya sabes como acaban.
-Jajajaajjaja, porque eres un viejo cascarrabias
-Bueno, yo aviso por si acaso.
-Valeeeee ya me porto bien....

Obviamente yo sabía que aquella frase no solo no significaba que iba a a digamos que calmarse sino que por el contrario iría a más en el tonteo. Nos pedimos una segunda caña, y claro siguió, solo que cada vez elevando el tono un poco más, hasta que un determinado momento le dio por jugar a hacer puntería con los huesos de las olivas en mi copa.

-Para.....
-Jooooo si es divertido

La miré en plan...."me estoy empezando a cansar"....pero siguió sin hacer diana por eso.

-¿Quieras parar?

Ella se partía de la risa, ponía cara de buena en plan "vale ya paro" que duraba un par de minutos y vuelta a empezar, en una de estas acertó y me miró con cara de traviesa.

-Contenta?
-Siiii era como un reto.
-Pues se acabó, reto conseguido y hablo en serio.
-Uyyyy que miedo
-Bueno ya no voy a repetirlo más.

Durante un par de minutos todo volvió a la calma, hasta que empezó otra vez y el segundo acierto me levanté de golpe, para agarrarla con fuerza de la muñeca, pero con la mala suerte de golpear la mesa y tirarme media cerveza por encima, mas en concreto en el pantalón, entonces la solté y supongo que la mirada debió de ser de aquellas de "te vas a enterar", porque la solté y ella misma se levantó a buscar algo para limpiarme, incluso ella misma al volver con un trapo empezó a intentar secarme, al hacerlo  la cogí con fuerza de uno de los cachetes del culo y le dije...

-Deje de montar el numerito y siéntate.
-Joooo lo siento de verdad
-He dicho que te sientes
-Valeeeee

Se sentó

-¿Quieres otra?
-No.....
-Va Santi no te pongas así, ha sido un accidente
-No me pongo de ninguna manera, vamos a comer va

Nos levantamos y nos fuimos a un restaurante a comer, yo con el pantalón mojado y con olor a cerveza, comimos ya sin jueguecitos ni tonteos, al revés con una tensión que se podía cortar, aunque yo le quité hierro al asunto. Salimos de comer y como nos caía cerca nos fuimos a dar un paseo por la Alameda Cervantes, en ese tiempo con algunos árboles en pleno cambio de hoja, que le daban ese aspecto tan otoñal, me paré en un banco, bajo uno de ellos, la cogí de la cintura y con mucha calma le dije.

-¿Has visto que bonito está este árbol?
-Si
-Coge una hoja

Las hojas tenían  un tono rojizo muy intenso, estiro el brazo y cogió una de las hojas, se la pedí,me la dio y le dije.

-Ves el color de la hoja? pues es el mismo color que te voy a poner el culo en cuanto lleguemos al hotel...

Se ruborizó al instante.

-Pero si hace un rato comiendo...

No le dejé terminar, la cogí de la mano y cogimos rumbo al coche, por el camino se iba excusando, riendo, como sin saber que hacer, me gusta generar anticipación y lo había conseguido, yo iba  pensando, en la maleta había puesto alguna cosa, el kit de supervivencia del spanker...pero aquel fin de semana pensaba en algo más sexual y la señorita se había encargado de variar mi planes así que tocaría improvisar.

Todo el camino fue un toma y daca, excusas, intentos de seducción, vamos todas las armas para evitar un castigo o más bien ablandarlo.

Llegamos al hotel, ya anochecía y directos a la habitación, cuando el ascensor paró en nuestra planta y se abrió la puerta salí, vi que por el pasillo no había nadie, la distancia hasta nuestra habitación era larga, por un largo pasillo y sin pensármelo la cogí del brazo, la puse a tiro y fui todo el pasillo, soltándole azotes  con la mano en el culo, como a una niña pequeña traviesa, solo paré para meter la llave de la habitación y eso que aquel pasillo hacía eco. Cuando cerré la puerta, la volví a coger del brazo y la llevé a palmadas de nuevo hasta uno de los rincones.

Cuando estuvo, le puse la manos sobre la cabeza, metí los dedos en la cintura de los leggins y los bajé a medio muslo, el tanga también, la miré un momento, tenía mis cuatro dedos marcados en algunas zonas del culo y le dije.

-Me voy a duchar que quiero quitarme este olor a cerveza, que me tiene mareado ya, pobre de ti que te muevas y ve pensando en la que te espera.....ah por cierto me da igual si tienes alguna marca aun de ayer.

La dejé allí en el rincón, con la ropa a medio bajar, pero el culo desnudo. Me di una ducha sin prisa, un cuarto de hora, cuando salí, aun estaba allí, pasé de ella, me fumé un cigarrito tranquilo, cuando terminé me senté en el borde de la cama y la llamé.

Se acercó caminando torpemente, con los leggins por encima de las rodillas, el jersey largo, le cubría las zonas más pudorosas, cuando estuvo frente a mi le hice ponerse las manos sobre la cabeza otra vez, así al levantar los brazos el jersey también subía y aumentaba la sensación de pudor. Entonces así le solté el discurso, calmado, pero serio.

-Soy al primero que le gusta jugar y lo sabes, pero todo tiene un límite, si te digo para y te lo digo no una sino tropecientas veces es por algo y aun te he dado muchas oportunidades y hasta que no las has liado no has parado.
-Puffff pero es que tampoco ha sido culpa mía...
-¿No? ¿de quien entonces?
-Bueno vale....pero mi intención no era que te tiraras la cerveza
-No es una cuestión de intención, es que te he dicho mil veces vale y al final siempre te pasa igual, no sabes parar a tiempo, pues muy bien, ya puedes ir poniendo el culo en mi rodillas, que vamos a darle colorcito a ver si así ya que el mensaje no se te graba en la cabeza igual grabado en el culo es más efectivo.

Resopló y se quejó, en cuanto bajó las manos, movimiento rápido y a mis rodillas, aunque estaba en el borde de la cama, no dejé que se pusiera "cómoda" es decir tumbada, pies y manos en el suelo. Cogí la hoja roja de aquel árbol y empecé a rozar su piel con ella hasta que se le erizó la piel, entonces la dejé sobre su espalda y empecé a azotarla con la mano, aun tenía alguna pequeña marca del día anterior pero eso no fue ningún motivo para amilanarme, al revés desde el principio empecé a darle de forma pesada y seca, sin ir muy rápido pero constante....plas, plas, plas, plas,plas....toda la habitación de aquel hotel retumbaba, menos mal que las gruesas paredes de piedra debían aislar bastante el sonido, las campanas de San Juan de Duero daban la hora y el sonido de las campanas paracía acompasado con el de mis azotes. Fue una azotaina a mano larga, muy larga y sin pausas, me pareció escuchar alguna pequeña queja por su parte. Unos diez minutos de palmadas constantes y sin descanso, hicieron que su culo se pusiera de un rojo intenso, entonces paré, cogí la hoja y la puse junto a su piel caliente y palpitante.

-Creo que a mano no voy a conseguir el color. ¿Supongo que cogiste el cepillo?
-Puffff Santi....
-Te he hecho un pregunta.
-Si, está en el baño.
-Pues levanta y ve a por el.

Se levantó despacio, no me miró estaba casi tan roja como su culo, fue al baño y de vuelta me entrego el cepillo, yo me había sentado más hacía dentro y había puesto al final de la cama en casi los pies una de las almohadas.

-Ponte y agarra bien la almohada, así no te tengo las manitas controladas.

Ahora si la dejé ponerse cómoda, es decir estirada encima de la cama pero sobre mis rodillas, la cogí de la cintura y la puse en la posición correcta, empecé a pasarle sobre la piel sensible, el cepillo por la parte de la púas solo rozando, dejé de nuevo la hoja sobre su espalda, le di la vuelta al cepillo y empecé a azotarla con el, era el que le había regalado el primer día, de forma cuadrada, no muy pesado pero si muy manejable, lo que me permitía afinar cada azote en el sitio exacto, alternando mejilla y mejillas buscando siempre la uniformidad del color, calor y picor,  no dije número, ni conté, pero aquella noche dormiría boca abajo, cuando ya el color de su piel era calcado al de la hoja, aún me recreé un poco más, y con la mano izquierda estiraba la piel de su culo hacia arriba, para darle tres o cuatro azotes, en la zona de pliegues que pican, primero en una nalga y después en la otra, en esos pocos si se quejo, ya que esta zona es muy sensible, entonces paré, cogí la hoja, la puse sobre la piel, me gustó el resultado, casi idéntico y empecé de nuevo a pasarle la hoja por toda la piel rozándola.

-Esto, es la primera parte...la dolorosa, ahora te falta, la solidaria, osea pasar la misma incomodidad que he pasado yo, en el restaurante, así que levántate, al rincón y de rodillas, mientras yo preparo la segunda parte.

Se levantó obediente, se fue al rincón se arrodilló, espalda recta, manos sobre la cabeza.

Yo me levanté, en el kit de viaje siempre llevaba un bolsa tipo neceser, con juguetitos, el plug metálico, también un especie de dildo de cristal con dos cabezas, una vaginal y la otra anal, además de  un cristal que reaccionaba al agua caliente o fría, enfriándose o calentándose y un poco de jengibre,lubricante.... durante el viaje el jengibre habría dado algún golpe porque estaba roto y no servía para fabricar un plug, pero entonces se me ocurrió algo. Lo cogí y unté bien el mango del cepillo, redondeado y romo, cuando estuvo bien untado del jugo del jengibre la llamé.

Yo me había sentado otra vez en la cama, ahora había puesto una almohada en mis piernas, le indiqué que se tumbara de nuevo, lo hizo, con calma le quité las botas, los leggins y el tanga. Le di un azote con la mano.

-Piernas abiertas.

Lo hizo.

-Las manos al culo, agarrátelo y sepárate bien los cachetes.
-Pufffff eso no....

Cogí el cepillo y le di un tanda de 10 azotes.

-¿Tengo que repetirlo?

No fue necesario a regañadientes, llevó las manos a sus nalgas calientes y rojas, las separó, cogí el lubricante le eché directamente unas gotas en el ano, con el dedo lo extendí bien haciendo circulitos suaves, entonces cogí el cepillo por la parte inversa y dirigí el mando untando en zumo de jengibre hasta su culo, suave haciendo pequeños movimiento a lado y lado se lo fui metiendo, despacio hasta el fondo, cuando estuvo todo el mango dentro, le pasé suavemente los dedos por la piel, hasta que el jengibre empezó a hacer efecto.

-¿Escuece?
-Pfffffffffff
-Pues vete al rincón un rato más

Cachete en el muslo y se levantó, se fue al rincón, allí le dije que de pie, que quería hacerle un foto, se la hice en el rincón manos en la cabeza, el culo como un tomate y el cepillo entre sus nalgas. Cuando le hice la foto cogí el dildo de cristal, fui al baño y lo puse bajo agua fría, le iría bien refrescar, de vuelta esperé un poco, estaba inquieta.

-Ven

Se acercó había vuelto a poner la almohada al final de la cama, se tumbó cómoda, le separé las nalgas y despacio le quité el cepillo, entonces cogí el dildo de cristal por el centro cilíndrico, empecé a pasarle el cabezal anal por la zona, estaba frío al sentirlo suspiro y despacio se lo empecé a meter, como haciendo varios intentos, cuando ya iba a entrar la zona más ancha, lo volvía a sacar y empezaba de nuevo, la tercer intento lo metí y despacio fue entrando hasta mitad del cilindro y ahí lo dejé pasé a las caricias, primero por las nalgas castigadas, pasando por los muslos y después centrándome en la cara interna de los mismos, hasta llegar al coño que chorreaba, empecé a jugar con mis dedos allí, entre los labios, pero pensé que sería mejor cambiar de posición para culminar. Azote y un:

-Levanta...-imperativo-

Lo hizo, le dije que se tumbase boca arriba, en la cama, con cuidado, lo hizo, piernas semi dobladas y separadas y yo a su lado, mi mano directamente a su sexo, frotando con fuerza...

-Que castigo más duro....chorreas...

No dijo nada, se ruborizó un poco y cerró los ojos, empecé a darle palmadas suaves y cada vez más rápidas en el sexo, de repente paraba, lo acariciaba y frotaba y otra ráfaga de palmadas, por los sonidos que emitía esas palmaditas en el sexo si una sensación no le daban era dolor...hasta que de golpe le metí dos dedos, índice y corazón, con la palma de la mano hacía arriba y las yemas presionado hacía fuera por dentro mientras entraban y salían, puse dos dedos de la mano izquierda justo encima del clítoris e hice presión hacia dentro a la vez que los dos dedos cada vez entraban y salían más rápido, ahí ya no pudo más empezó a moverse y a gemir...hasta correrse como pocas veces, saque los dedos mientras aun gemía, cogí el dildo de cristal y empecé a moverlo también, entrando y saliendo despacio, mientras ella tenía las ultimas contracciones del orgasmo.

Más tarde habría que aprovechar el culito dilatado y cremitas y masajes, pero eso ya es otra historia.

Fin.

2 comentarios:

  1. Uffff espectacular, y nunca mejor dicho lo de cular.

    Muy bien mantenidas las conversaciones, pero sobre todo sobre todo, la esmerada descripción en los detalles de la aplicación de los azotes y demás implementos por parte de él, y las muchas reacciones de ella ante los mismos.

    Me ha gustado mucho.

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno
    Me gusto muxo leer
    Bjs
    Kique

    Hoje em Caminhos Percorridos - Eu avisei... Ou não avisei!!!!

    ResponderEliminar

"

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...>