martes, 13 de agosto de 2019
Mi gran secreto (Por A)
Hoy os voy a confesar mi gran secreto, el mas profundo sin duda. Algo que sabe y conoce muy poca gente, algo que no enseño nunca, ni tan siquiera a veces en la mas estricta intimidad.
Desde muy niña ya, aunque no creáis, envidiaba a quien conseguía atenciones haciéndose la víctima, quejándose, pataleando. Y envidiaba a esos otros niños, porque a pesar de intentarlo yo no lo conseguía, lo único que conseguía era frustrarme aun mas, porque a lo sumo, obtenía alguna frase del tipo "va no te quejes que tu puedes", "si a ti no cuesta ningún esfuerzo" y en el peor de los casos, solo obtenía la indiferencia. Así que deje de intentarlo, primero echándome la culpa de no saber hacerlo y así poco a poco fui tejiendo una capa de superwoman, capaz de volar, de detener un tren en marcha, vamos de hacer cualquier cosa que se esperara de mi, sin un atisbo de mala cara o queja. Era lo que me tocaba y te aguantas. No os imagináis cuantas veces, desee que la respuesta a mis quejas hubiera sido un bofetón y un "espabila", seguido de un mínimo consuelo. Pero no, ya se daba por hecho que podía, para que perder en tiempo.
No culpo a quienes me rodeaban y me rodean de eso, yo también he sido cómplice, tal vez debí haberme plantado alguna vez y haberles defraudado, pero llego un momento que me importaba mas defraudarles a ellos que defraudarme a mi. Si de niña mis travesuras no tenían importancia, de adolescente ni tan siquiera las hacia ya, nunca tuve hora de llegada a casa, no hizo falta,siempre llegaba a una hora prudente y de adulta me cargué de responsabilidades, cuando la mayoría el único problema que tienen es saber que se ponen el sábado por la noche. No os penséis que me estoy poniendo méritos al revés, estoy haciendo auto crítica.
Era demasiado joven y por momentos y con todo el respeto parecía una vieja. Me había perdido muchas cosas, cosas normales que todo el mundo tiene que vivir. Pero nunca es tarde y cuando menos lo esperaba apareció alguien en mi vida, a quien no impresione con mi "responsabilidad", quien la primera vez que le vine con quejas y lamentos soltó "a mi no me cuentes rollos, que tu tienes la culpa de lo que te pasa" y me hizo parar, pensar y aceptar, alguien que me dejó ser por primera en mi vida débil, que me escucho, que me aconsejó y que hasta alguna vez me llego a decir "si no puedes déjalo". Y me sentí genial, rebobiné en el tiempo y aquella niña insolente tuvo su bofetón, aquella adolescente llegó tarde y perjudicada y tuvo su correspondiente reprimenda y aquella mujer pudo decir "hoy no puedo mas, mañana sera otro día".
Ese es mi gran secreto. Yo también a veces soy débil y ahora al menos alguien se da cuenta y no pasa nada.
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Cuando lo leí la primera vez me impactó porque perfectamente lo podía haberlo escrito yo solo que no hubiera sabido expresarlo así de bien.
ResponderEliminarAsí que solo agradecer que nos revelaras este secreto a los lectores del blog porque para mí al menos ha sido un alivio ver que alguien más sintió o siente igual