domingo, 24 de febrero de 2019

La caida.





La llamé a mediodía, llevaba un par de días pachucha con una  gastroenteritis, había pasado mala noche pero la cabezona se había ido a currar y eso que no había comido nada en todo el día anterior.

Tampoco es que le diera mucha importancia a que no me lo cogiera y más a esa hora, pero bueno algo de preocupación tenía. Sobre las tres me llamó ella.

-Hola
-Hola como estás? como te encuentras?
-Fatal, me acaban de dejar en casa.
-Si es que tenía que haber quedado ya está mañana.
-Pufff no empieces que no estoy para charlitas ahora, estoy mareada
-Quieres que vaya?
-No, gracias, no hace falta, es una gastro, ya sabes...
-Ok, pero bueno en cuanto pueda me escapo.
-Tu mismo, pero vamos, yo de ti no me acercaría mucho
-Anda descansa y en cuanto pueda voy. Un beso
-Un beso.

Terminé un par de cosas urgentes que tenía y me fui, al cabo de una hora más o menos para casa.

Al llegar la encontré en el sofá con la manta y con cara de cansadísima.

-Como estás?
-Ya lo ves, no me muevo porque me mareo
-Has comido algo?
-Imposible lo hecho, solo tolero el suero
-Joder pues como estamos y tú a currar, ya te vale.
-No lo sabes bien
-Como que te has vuelto?
-Bueno realmente me han hecho volverme.
-Menos mal alguien con cabeza
-No te creas, si no me llego a caer redonda ni se enteran
-Que?

Entonces se movió un poco apartádonse el pelo y tenía una marca en la zona del pómulo y claro yo me levanté y cual león enjaulado me puse a dar vueltas y hablar.

-Si es que ya te vale, ayer no comiste nada en todo el puto día, además sin parar de echar, si es que eres un irresponsable y se te da conduciendo de camino o en unas escaleras?
-Santi!!!!!!! vale....dame cancha no me encuentro bien por favor no estoy para broncas ahora.

Fue decir eso, curioso el efecto de las palabras y serernarme de golpe, tenía razón ahora no era el momento, me senté, le acaricié la cara, la zona del golpe.

-Menudo golpe
-Si ya pobres se han asustado, pero bueno ya está
-Te preparo algo?
-No gracias, de momento solo suero y mañana si estoy mejor probamos
-Ok...

Me quedé toda la tarde haciendo de enfermero o bueno intentándolo, aquella noche pasó mejor noche y me fui a trabajar más tranquilo, hablamos un poco por la mañana y se encontraba algo mejor. A mediodía me dijo que había comido algo de arroz blanco y lo había tolerado, buena señal pensé.

A la tarde de nuevo en casa seguía en el sofá tapada con la manta aunque hacía algo de mejor cara.

-Hola como está la enferma.
-Mejor, he podido comer algo, que ya es mucho
-Genial no?
-Si, pero vamos tengo el cuerpo dolorido no, lo siguiente.
-Bueno ya te pondrás bien, ya...

Aquella frase la dije con un tono especial, vamos que incluía un mensaje sublimal, una carga de profundidad que creo que pilló a la primera, porqué no contestó. La noche fue totalmente plácida y el día siguiente era Viernes, así que tenía todo el fin de semana por delante para recuperarse. El fin de semana lo dedicamos a hacer el vago y que reponiera fuerzas y ya el lunes vuelta a la normalidad totalmente recuperada aunque aun con un ligera secuela visible de la caida. Fue entonces cuando empecé a pensar que alguna tarde de aquellas tenía que tener una conversación seria con ella. Dejé pasar unos días más. Hasta que el día que hacía justo una semana de la caida, le puse un mensaje que sonaba inquietante.

-Hoy voy a salir antes ¿tienes planes?
-No ¿por?
-Porque tu y yo tenemos una conversación pendiente, con tiempo y hoy es buen día. Así que espérame en casa que en una hora estoy allí.

Me contestó con un escueto.

-Ok.

No es tonta y sabía perfectamente a que me refería seguro, pero bueno eso era en parte lo que quería.

Llegué puntual una hora después de haberle puesto el mensaje. Entré ella estaba sentada normal en el sofá algo significativo, que me decía que había tensión, le di un beso, me quité la chaqueta la colgué en el respaldo de la silla y sin sentarme le dije.

-Ya se que te ha quitado el moratón del golpe.
-Bueno si te fijas aun se ve un poco pero si.
-Voy a ponerme cómodo ahora vengo.

Me fui a la habitación, lo de ponerme cómodo era en pare una excusa para alargar más la tensión, me quité la ropa de trabajar y me puse un pantalón de chandal, una sudadera vieja y las zapatillas de estar por casa entonces la llamé.

-Nena ven

La escuché levantarse y entró a la habitación cuando yo estaba terminando de recoger la ropa.

-Dime
-Crees necesario que diga mucho? Porque ya sabes de que quiero hablar contigo no?
-Si, lo imagino
-Conoces la palabra: baja
-Jajajajaja baja? es una persona de pequeño tamaño no?
-Ahhhh encima te hace gracia?
-Joooo solo era destensar un poco. Lo se, pero si la cojo puteo al resto y ya me conoces
-Bueno puedo entenderlo, de hecho me parece muy noble, pero todo tiene sus límites y te aseguro que puedes "putear" muchoo mas al resto si estando mal como estabas vas a trabajar, a que eso no lo has pensado?. Solo has pensado que te tienen que cubrir y es cierto, pero imagina que te caes redonda en otras circunstancias, ¿lo has pensado eso?
-Pues no la verdad es que no
-Deberías si tanto aprecio les tienes y luego aparte está pensar en ti misma. Osea resumiendo la irresponsabilidad de ir a trabajar en esas condiciones es doble. Por ti y por el resto. Heroes en la pelis nena.

Ahí ya no sabía que decir, y cuando se queda sin palabras, empieza al rendición. Momento que hay que aprovechar y eso hice en tono serio pero calmado le dije.

-Ve a por el termómetro.

Hubo ahí imagino en su cabeza un instante de confusión, hasta que reaccionó.

-El termómetro? para que?
-Para medir la temperatura ambiente si te parece. Mira tienes dos opciones o vas tú que es la que te aconsejo o voy yo, pero si tengo que ir yo la temperatura de una zona de tu cuerpo va a subir tanto, que no se va a poder medir. Tu elijes...

Debí sonar convincente, porque aunque con cierta actitud de desacuerdo, se fue al baño y volvió con la cajita del termómetro. Lo más curioso de todo es que aquel termómetro lo había conseguido ella, era  uno de aquellos antiguos de cristal y mercurio. Me dio la cajita, yo estaba sentado en la cama, la dejé a un lado de mis piernas y sin decir nada, cogí con las dos manos el pantalon del pijama y de  un tirón se lo bajé, en casa nunca llevaba ropa interior debajo del pijama lo sabía perfectamente. Protestó algo más cuando la cogí de la mano para hacer que se colocara en mis rodillas, pero solo tuve que usar un poco más de fuerza para hacerla ponerse. Una vez en mis rodillas con el culo al aire, abrí la caja cogí el termómetro lo agité para que el mercurio bajase del todo y sin decir nada con la mano izquierda le separé las nalgas y despació le metí el termómetro más o menos hasta la mitad. Entonces si dijo algo.

-Esto es humillante lo sabes?
-Seguro?
-Si

Meti mi mano entre sus piernas buscando su sexo...mojado

-Curiosa reacción ante una humillación -le dije-

Ya no abrió la boca. Pasados el par de minutos de rigor, se lo quité y le dije.

-No tienes fiebre
-Para saber eso no era necesario esto y lo sabes.
-Bueno dentro de un rato volveremos a comprobar.

Dejé el termómetro en la cajita y mientras le acariciaba el culo desnudo en mis rodillas le dije.

-La marca de la caida te ha durado una semana, igual para aprender la lección una semana más de marcas es lo que necesitas.

Al terminar empecé a azotarla a mano, directamente sobre el culo desnudo, pero como quería que fuera una azotaina larga, hice el calentamiento adecuado y progresivo, empezando despacio y suave y fui aumentando el ritmo despacio, el sonido de los azotes a mano me resulta especialmente excitante y como la piel va cambiando de color por el efecto de ellos también y eso provocó un reacción en mi cuerpo que seguro que ella notó, porque en determinado momento empezó a moverse y entonces paré.

-Señorita, si estás intentando algo lo llevas claro.

Entonces la cogí de la cintura, la levanté un poco dejando aun el culo más alto y seguí con los azotes, pero ahora ya si con ganas que picaran y rápido. Hasta dejarle el culo bien rojo, cuando volví a parar ya había dejado de moverse.

-Levántate.

Se levantó y yo también.

-Pon las almohadas en el centro de la cama y tumbáte encima de ellas con el culo bien levantado.

Las quitó a mala gana y las puso en el centro, mientras yo sacaba el cinturón del pantalón que me acababa de quitar, ella se subió a la cama y se dejó caer encima de las almohadas.

-No me termina de gustar. Ahora vengo.

Fui un momento al salón y traje conmigo dos cojines del sofá. Se los dí.

-Pon esto también

Resopló pero los puso.

-Así mucho mejor, bien levantado.

Doblé el cinturón, por la mitad, lo dejé encima del culo bien levantado.

-¿Cuantos crees que necesitamos para dejarte una semana con marcas?...

No contestó

-Bueno iremos probando a tandas de 20 desde cada lado y sobre la marcha.

Ahí cojí el cinturón y desde el lado izquierdo de la cama le di los primeros 20. En esa posición no es necesario dar mucha fuerza, ya que azotas de arriba a abajo y solo con la inercia y la gravedad ya es efectivo. Le di la vuelta a la cama y desde el lado derecho, le cayeron 20 azotes más. 40 en total, volvi a dejar el cinturón en la espalda esta vez, para pasarle los dedos por la piel del culo, caliente de color rojo oscuro y con algun puntito rojo intenso, así estuve un rato, hasta que volví a coger el cinturón.

-Creo que con esto no es suficiente aún, así que vamos a repetir serie a ver.

Empecé en orden inverso, desde el lado donde había terminado, haciéndolo así consigues uniformidad en las nalgas, si siempre azotas del mismo lado siempre hay una que recibe más que la otra, Cuando el instrumento que usas como era el caso cubre las dos. En esos segundos 20 desde el lado derecho si se quejó algo. Al terminarlos me cambie de lado y empecé a darles los segundo 20 desde el izquierdo, uno a uno despacio pero fuertes, ahí si que se agarró con fuerzas a las sábanas y movió las piernas en cada uno de los azotes. Cuando termine de darle  los segundos 20, dejé el cinturón colgando de la silla. Y volví a pasarle los dedos despacio por todo el culo el color desde lejos lo podriamos definir como granate, pero desde cerca era mezcla de diversos tonos, las zonas mas externas rojo intenso, y conforme mas al centro de las nalgas se oscurecia, incluso en las zonas en las que más golpes habían caido y donde los bordes del cinturón habían puntos  morados. Estuve un rato acariciándola y se relajó, ya no apretaba las sabanas, solo la escuchaba respirar.

-No se si una semana, pero unos cuantos días seguro.

Entonces me levanté y fui de nuevo a por el termómetro, esta vez no protestó, ni cuando se lo volvía a meter, con el puesto llevé otra vez mi mano a su sexo...el resultado después de una larga azotaina con la mano y 80 azotes con el cinturón era más mojada aun, estuve un rato jugueteando ahí en su sexo, pero sin terminar, sin acelerar solo excitándola, al menos 5 minutos y claro recordé el termómetro se lo quité.

-Definitivamente no tienes fiebre y eso que la piel calentita la tienes. Pero como no tienes ¿sabes que vas a hacer ahora? te vas a ir al escritorio y me vas a hacer una redacción de las consecuencias de ir a trabajar estando enfermo, una hoja por las dos caras. Yo te espero aquí. Cuando estés te levantas me la lees y pondremos cremita en ese culo que la necesita.

Le di  un azote en el culo, para que se levantase. Lo hizo se sentó en el escritorio sobre la dura silla con el culo desnudo y recién azotado y con alguna o bastante incomodidad se puso a escribir. Tardó poco en terminar, supongo que la incomodidad la inspiró. Al terminar la hice leerme la redacción delante de mi y cuando la terminó le dije.

-Bueno espero, que lo que has escrito, lo tengas en cuenta la próxima vez.

Saqué la crema hidratante y tumabada boca abajo en la cama estuve un buen rato aplicándosela.

Continuará.....







2 comentarios:

  1. Muy acertado..Parece que en parte me hayas leído la memoria...Mrd

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  2. Me parece un justo castigo . Te lo pensaras la próxima vez?? Umm quizás no verdad ? Saludos mafaldavk

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