Un debate abierto sobre una escena de la película León el Profesional en una red social, me ha inspirado esta entrada. La escena que os comparto al final del texto, la protagonizan el personaje de León (Jean Reno) y Mathilda (entonces una adolescente tenía 12 años Nathalie Portman), en ella se ve una claro intento de seducción o proposición por parte de la lolita Mathilda y como León un tipo duro hace un esfuerzo de constricción o autocontrol para no caer ante la tentación, la escena da entender que lo desea, pero pesa más la moral, de un personaje que ha asesinado.
El debate sobre esa escena y la escena en si me ha hecho pensar, por un momento pensé en opinar que todo el mundo debería probar alguna vez en la vida por lo menos el sexo sadomasoquista, después me arrepentí y no parece un buen consejo, no todo el mundo vale para esto, precisamente por lo que trasnmite la escena el autocontrol, no todo el mundo es capaz de retenerse, de mantenerse frio cuando tiene la polla o el coño caliente y además en un juego hay una parte que se lo puede permitir, la que ofrece su cuerpo y su alma diría yo, en confianza de que puede descontrolar, porque el otro tendrá el control y no se puede tener ningún control sin autocontrol.
En estos mundos del sexo sadomasoquistas, todos conocemos aquellas famosas siglas SSC (Sane, Safe and Consesual) mal traducidas muchas veces veces como Sano, Seguro y Consensuado en realidad es Sensato, Seguro y Consensuado. De esas palabras la que más me chirría a mi es esa del consenso. En primer lugar porque el consenso se da por hecho, lo contrario no sería una relación y en segundo lugar porque todas las narraciones de malas experiencias que me han contado se han debido al maldito consenso, osea a que en un momento dado había un acuerdo tácito de hacer algo y que durante el transcurso del juego una de las partes no estaba preparada o no tenía el día para ello, pero como estaba consensuado todos callados. El consenso como decía antes se da por hecho y eso que mucha gente entiende como consenso, no debe ser más que una especie de marco, de cosas que atraen, por las que se siente curiosidad, para mi el consenso es ese proceso de conocimiento previo al momento de pasar a tener un juego real. Y es que la diferencia entre fantasía y realidad es demasiado importante como para fiarlo todo a la carta del consenso, cuando tienes un cuerpo real que respira y siente y una mente que puedes estimular pero también dañar, no te puedes permitir ceñirte a un "contrato".
Por eso para tener el control, es básico el autocontrol, tu no puedes dejarte ir, ese es el único consenso en un juego, tu te pones el límite a ti y ese límite pasa por tener en cuenta todo, desde si la otra persona está nerviosa, ha tenido un mal día etc etc, hasta si al día siguiente tiene piscina, todo eso lo debes tener en cuenta, la seguridad 0 no existe, pero si tu obligación de minimizar los riesgos lo más posible. Un juego nunca debe dañar ni física ni psíquicamente, pero tampoco puede alterar el desarrollo de la vida normal, ya sea laboral, familiar o social de la otra persona, esa persona después de un juego debe poder seguir con absoluta normalidad su vida y la única alteración tolerable es aquella que provoca excitación y morbo. Por ejemplo el tener que dar una explicación no deseada ya es una alteración que no puede suceder y para que esto sea así lo primero es tener el autocontrol, tener muy claro que habrá momentos en los que la excitación te pida ir más allá y saber renunciar a eso, incluso también en determinado momento si así lo crees ponerle freno a quien en un momento dado se deja llevar.
Al igual que en la escena hay que saber controlar el deseo propio y hay que hacerlo pensando que en tu regazo o donde sea tienes a una persona que confía en ti, que confía en que tienes el control y así el o ella puede descontrolar.
No es ningún sacrificio es solo otra forma de expresión del placer masoquista, y si retenerse puede ser muy placentero sobre todo cuando ves el resultado final, en forma de juego satisfactorio y objetivos cumplidos.
Por eso sigo pensando en que sádicos y masoquistas no son compatibles, un sádico no se controlaría nunca. Y eso no significa deprivación al revés es con autocontrol como consigues más control y metas mas intensas, tu eres quien guía, tu conoces el camino, sus atajos y sus zonas de descanso, además tu has elegido estar en ese lado, si sabes hacerlo tendrás una gratificación que no se puede explicar, estoy seguro que muchos sabéis de que hablo.
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