domingo, 7 de enero de 2018

Regalo de Reyes.





Por fin llegaban a su final las fiestas y con ese final de nuevo el recuentro, aunque no iba yo de muy buen humor, el motivo, como de costumbre los días previos o más bien ciertas actitudes los días previos, al final el que siempre acababa recibiendo era yo. Así que las instrucciones eran claras y precisas, pero también era la noche de Reyes y alguna sorpresa tenía que tener.

Cuando llegué ella me esperaba, con la mejor de sus sonrisas como si no hubiera pasado nada, además más cálida y porque no decirlo pelota de lo habitual, yo le seguí el rollo, lo justo para dejar mis cosas y ponerme cómodo sin pedirlo ya tenía una cervecita fresca en la mesilla del comedor, cuando me senté en el sofá. Ella me miraba como esperando algún tipo de reacción por mi parte, me limité a abrir la cerveza, darle  un trago y entonces decirle.

-No te había dicho que quería que me esperases con la ropa de castigo puesta?

Al decirle eso, la cogí por sorpresa, se ruborizó y me dijo...

-Bueno ya habrá tiempo.
-Si claro que lo habrá para aumenar el castigo, por no hacerme caso, si te digo una cosa, es para que se cumpla, quieres jugar? pues jugaremos a ver que te parece.

Se quedó como paralizada, si saber bien, bien que hacer.

-Que; te tengo que llevar de la oreja a ponerte la ropa de castigo?

No dijo nada, salió del comedor y se metió en la habitación. El efecto sorpresa es siempre muy eficaz. Le di un par de tragos más a la cerveza, entonces entró en de nuevo en el comedor. Ahora si vestida con la ropa de castigo, que no era mas que una faldita de cuadros y un polo blanco. Se quedó de pie esperando que hablara, la miré, mientras pensaba como se puede ser tan sensual con tan poco, pero de momento me tocaba el papel de poli malo.

-Sabes le llevo dando vueltas a que parte de "esperame con la ropa de castigo" no habías entendido, me lo quieres contar?
-Bueno pensaba que seria como otras veces, que primero...
-Ese es el problema que piensas demasiado, pero vamos si te gusta pensar, no hay problema, ahí tienes un rincón precioso para pensar....
-Joder...
-Te llevo yo?

No hizo falta, ella solita se fue hasta el rincon resoplando. Me levanté y me acerqué solo para levantarle la falda y enrollarsela sobre su propia cintura.

-Así mucho mejor.

La ropa interior tambien era parte de la ropa de castigo y aquel gesto además de para comprabar que llevara el "uniforme" completo, era también porque mostrara aquellas braguitas que nunca usaba y que le daban un aspecto más infantil, por lo tanto más vergüenza. Yo simplemente me volví a sentar y a terminarme con toda la calma del mundo sin ninguna prisa la  cerveza alargando aquel momento de lenta agonía prevía al ineludible castigo. Cuando me terminé la cerveza me levanté me fui hasta la cocina la tiré a la basura y después a la habitación de entre los juguetes de castigo elegí el peor, la paleta grande de madera con agujeros y con ella me fui a de vuelta al salón, ella seguía en el rincón, cogí una de las sillas y el centro del espacio entre el sofá y la tele con el respaldo mirando hacia la puerta y el asiento hacia el balcón y dejé la gran pala en el asiento.

-Ven aquí

Salio del rincón estaba muy graciosa con aquel uniforme, le indiqué la silla, me puso morritos, hice el gesto de ir y obedecíó sabía perfectamente cual era la posición manos apoyadas en el asiento, espalda doblada y culo bien expuesto. Cuando estuvo en la posición me acerqué le bajé las braguitas de un tirón y le dije.

-No se la de veces que te avisé la semana pasada, que me estaba cansando de malas contestaciones y borderías, al final siempre pillas por lo mismo si te das cuentas: por bocazas. Pues nada sigue, aunque creo que después de hoy por un tiempo te vas a morder la lengua.

Al terminar le di  un par de azotes fuertes con la mano en cada nalga, ese era el único calentamiento que iba a tener, ya que acto seguido cogí la paleta y le dije.

-Van a ser 20

La pesada paleta de madera es dolorosa siempre, pero más aun si apenas calentamiento además a sabiendas que su relación con la madera no es especialmente buena. Cogí la paleta, apunté bien en que zona concreta de su culo quería darle y cayó el primero de los 20, que ya la hizo moverse y quejarse.

-Pues aun te quedan unos cuantos.

Los 19 restantes, fueron cayendo sin prisa, a cada azote, le dejaba moverse, incluso perder la posición hasta que le volvía a indicar la posición, intentó el truco de la pena a partir de los 10, pero no coló, se llevó los 20 en frio, mas que suficiente, como para dejarle un recuerdo en forma de moratones para toda la semana. Sin embargo, al terminar, fui a dejar la paleta en su sitio y de vuelta ella seguía en la posición de castigo, sin decir nada, la incorporé, la cogí de la mano y hice que me acompañase hasta el sofá, alli la dejé de pie me senté y la coloqué en mis rodillas le volví a levantar la falda, le acaricié un poco el culo, tenia dos grandes circulos rojos en los bordes y casi morados en el centro de la paleta, pero mis caricias durarón poco, enseguida empecé a azotarla con la mano, invirtiendo la lógica, lo normal hubiera sido empezar con la mano y terminar con la paleta, pero al hacerlo asi conseguía que para su culo ya dolorido cada azote con la mano, fuera mucho más doloroso, además empecé a hacerlo al revés todo, osea de inicio fuerte y rápido en  una primera tanda, para ir bajando intesidad y velocidad en las siguientes, hasta una ultima que prácticamente eran caricias, pero que la hacían retorcerse encima de mis piernas. Al terminar esta última le acaricie los muslos, las caderas y la parte baja de espalda, pero no toqué para nada su culo, quería que sintiera el castigo, con todos sus matices, el dolor, el quemazón, el escozor que pide a gritos ser calmado, mientras investigaba si la parte alta de sus muslos estaban mojados.

Así la tuve un rato sin caricias, hasta que la hice levantarse, la cogí otra vez de la mano y la llevé a la  habitación, seguí con mi interpretación de spanker rigido y estricto.

-Subete a la cama y te pones de rodillas mirando al cabezal, con las brazos encima de la cabeza.

Imagino que no quería jugarse la posibilidad de volver a mis rodillas o algo peor, lo hizo a la primera. Yo fui en busca de una segunda mochila que había venido conmigo la abrí y saqué de ella una venda negra me subí a la cama detrás de ella le quité las manos de encima de la cabeza, las puse contra la pared y le vendé los ojos y le dije.

-Después del castigo la sorpresa.

Sin decir nada más llevé mi mano derecha entre sus piernas a su coño, estaba tan mojado como sospechaba nada de caricias suaves, lo apreté, lo froté y dos dedos acabaron dentro de el entrando y saliendo, ella gemía y entonces cambié usé el pulgar como invasor y el indice y el corazón para frotar entre sus labios, por su respiración sabía que si aumentaba un poco la velocidad se correría en aquella posición y lo hice provoqué su orgasmo sin remisión.

-Ya veo ya, el efecto de los castigos.

Entonces la ayudé a separarse del cabezal de la cama, puse las almohadas en el centro de la cama y la ayudé a tumbarse boca abajo, las almohadas, levantaban su culo marcado de los azotes y desde atrás me daban acceso a su coño, más cuando separé sus piernas cogiéndola por los tobillos.

-Hora de refrescar

Descargúe todo el contenido de la mochila encima de la cama, habian diversos juguetes un par de vibradores de distinto tamaño, unos plugs de distinto tamaño y materiales, crema hidratante, lubricante....

Lo primero que hice fue lo prometido refrescarle el culo, que lo necesitaba crema y largo rato de caricias y masaje, hasta tres veces le puse crema. Una vez refrescado deje caer un chorro de lubricante entre sus nalgas, a la vez que las separaba y lo extendia bien por toda la zona interna de sus nalgas entreteniendome especialmente en su ano, hasta meter un dedo, entonces cogí uno de lo vibradores el más pequeño y fue directamente ocupar su coño, y cogí uno de los plugs de silicona negra, lo lubriqué y despacio lo metí en su culo, entonces empecé a meter y sacar el vibrador de su coño, usandolo mas bien de consolador, llevandola al borde del orgasmo pero parando en el último instante a pesar de sus quejas, ahí decidi cambiar de juguetes. Le saqué el vibrador del coño y el plug del culo, el plug lo susituí enseguida por otro este más grande metálico y con ondas en el dibujo, el cambio al frio metal la hizó suspirar, y en su coño meti mi polla, cogiendola con fuerza de la cintura empecé a bombear con todas mis ganas, el objetivo era que se corriera ella no yo, no me costó mucho debido a su excitación y al notar su orgasmo paré, la dejé reponerse antes de hacer que se incorporase en la cama de nuevo de rodillas, solo que esta vez en medio de la cama. Yo me levanté y me desnudé quité todo lo que había encima de la cama, me tumbé rodeandola con mis piernas ella permanecia inmovil, y yo sostenia el otro vibrador en mi mano entonces le dije.

-Tu ya te has corrido dos veces ahora me toca a mi.

Lo entendió a la primera, a ciegas siguiendo mis piernas buscó mi polla, y cuando la encontró se la llevó a la boca, primero jugando con la lengua solo en la punta después se la trago entera y empezó a succionarla subiendoy bajando su cabeza, entonces la paré y a la vez que le daba el vibrador le dije.

-Metételo y ponlo en marcha, después sigue

Se volvió a incorporar cogiendo el vibrador, hizo sitio entre sus labios y con un gemido se lo metió, volvió a mi buscar mi polla y volvió a repetir el juego en la punta  hasta engullir otra vez, entonces alargo la mano libre entre su piernas y puso en marcha el vibrador, mientras seguía trabajando en mi polla, volvió a correrse, entonces le dije.

-Ya van tres, apagalo anda.

Lo apago pero no los sacó de su coño, y siguió con mi polla y su boca, estaba a punto de correrme cuando la paré otra vez.

La hice volver a incorporarse y volver a tumbarse boca abajo encima de las almohadas, yo me bajé de la cama, me situé entre sus piernas, saqué el plug metálico de su culo para meterle mi polla, sin mucho esfuerzo ya dilatado, la situación no podía ser más excitante, cada embestida de mi polla en su culo hacía chocar mi pubis contra su culo rojo y palpitante de los azotes, como pude volví a poner en marcha el vibrador y no paré de moverme hasta correrme en su culo....

Ya tumbados el uno al lado del otro recuperando fuerzas mientras le acariciaba el culo me miró y me dijo.

-Donde están mis regalos?
-Ya te has portado bien este año?
-Yo siempre me porto bien
-Pues mañana cuando te despiertes te los habrán dejado debajo de árbol...

Continuará.



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