lunes, 6 de noviembre de 2017

La fiesta de Halloween.






Había empezado mal aquel 31 de Octubre, para empezar me acaba de chupar un atasco que me había hecho llegar casi media hora tarde a trabajar. Además con el añadido que tenía el día repletito y que no había manera de coger las vacaciones que aún me debían, ya casi no las esperaba hasta el mes de Diciembre. Así que no estaba de mi mejor humor, aquella mañana en el despacho de la nave industrial donde trabajaba. Me miré, lo que me esperaba por delante, todo el santo día en la carretera de visitas, cero ganas. Antes de ponerme salí fuera a furmarme un "piti" y respirar con la cabeza aun nublada entre los nervios y el mal despertar, de repente me sonó el teléfono, un mensaje, lo abrí por inercia, pensando que seria alguien del trabajo, alguna cita cancelada o cambio de horario, vamos lo típico para ir más de culo. Mi sorpresa fue al abrirlo, era un mensaje de ella, más bien una foto, que me hizo sonréir, era ella disfrazada de bruja para la fiesta de Halloween que tenían en su trabajo. Mira por donde un pequeño detalle, más que suficiente para enderezar un día que se presumía torcido, le contesté enseguida:

-Jajajajajaja, que bruja más guapa, aunque a veces muy bruja jajajaja.
-Eso son tus ojos, que ven mal, las dos cosas jajaajajja.
-Da igual me gusta ver así. Muchas gracias, me acabas de alegrar el día.
-Vaya, si que tengo poderes
-Claro las brujas tienen poderes ¿no?.
-Debe ser eso. Llegaré sobre la hora de cenar que nos quedamos un rato después
-Muy bien, yo estaré pronto hoy, me quito de encima unas cosas y a ver si sobre las 4 he acabado ya.
-Genial algún plan?
-Pues como estaré "tranquilo" un rato, me quiero poner a estudiar
-Wow vaya planazo!!!!!!!! empollón!!!!!
-Tengo que aprovechar que no está la bruja en casa jajajajaj
-Idiota
-Yo también te quiero jajajajaj
-Pues nada tu te quedas con tu tranquilidad y yo me voy a tomar algo con las "compis", me parece genial
-A que si, disfruta y cuidado con el coche
-Si papá jajajaj. Un beso
-Un beso.

Aquel pequeño gesto, cambió totalmente el horizonte de mi día. De golpe dejé de ver todo negro, me inspiré, me reorganicé la agenda a los imprescindible y me cambió hasta el humor. Total que aquello hizo que a las tres ya estuviera de vuelta en el despacho, con el dia completo, pasé unas notas hice un par de llamadas, recogí mis cosas y me fuí  para casa. Con la idea de ponerme cómodo, prepararme un café y coger el portátil y ponerme a estudiar esa era la idea y así cuando llegase ella, poder estar un ratito tranquilos que últimamente entre una cosa y otra no podía ser, además ya me había pedido la noche anterior un masaje, porque tenía agujetas del gimnasio y le había prometido que hoy se lo daría.

Llegué a casa contento, con la alegría de quien tiene unos planes muy estructurados. Cuando me metí en la habitación para cambiarme, me llevé la primera sorpresa, estaba hecha un desastre, la cama sin hacer, la silla llena de ropa, que no sabía si era para lavar o para guardar, cosas en el suelo en fin...Pensé que mañana sería otra día, pero al meterme en el baño el panorama era el mismo o peor, las pinturas encima del lavabo, la ropa de haberse duchado en el suelo y eso empezó a mosquearme aunque decidí hacer la vista gorda y pensar otra vez; "mañana será otro día". Me fui para la cocina para preparme el café y la cocina estaba que en el fregadero no cabian más platos y encima la cafetera había que lavarla, así que ya que me ponía fregué los platos y cuando fui a prepararme la cafetera, no había café, respire profundo intentando encontrarle un justificación a todo aquel desastre. Yo llevaba días saliendo muy pronto y volviendo muy tarde, ella a las 4 ya estaba en casa, vale que luego iba al gimnasio, pero al menos un cierto orden, total que empezó a comerme algo por dentro y me puse a ordenar, toda la ropa que no estaba en su sitio a la lavadora y si algo no era  para lavar, se siente. Hice la habitación, el baño y la cocina, total mas de una hora larga perdida. Al terminar, fui a echarle un vistazo a la nevera y confirmé había que hacer algo de compra, apenás había nada, eso si empezaba a mosquearme y a pensar que había que poner orden y normas, que esto no podía seguir así que no podía ser tan cumplidora para todos y tan dejada para si misma, eso se tenía que acabar.

Total que no me quedó más remedio que volver a vestirme de calle y bajar al súper al menos a comprar lo básico para acaba de pasar la semana, de camino me crucé con varios grupos de niños disfrazados y no puede evitar acordarme de ella, mientras pensaba en el fondo es una niña grande, eso me volvió a hacer sonréir aunque seguía con la idea de cambiar aquel caos. A la salida del super, justo al lado de las cajas, habían  unas agendas que me llamarón la atención y compré una, me iba a ser de gran utilidad.

Ya de vuelta a casa coloqué la compra y me preparé el anhelado café por fin y también por fin me senté en el comedor con el portátil intentando ponerme al día con los estudios, pero cuando por fin empecé a concentrarme, escuché la  llave en la cerradura, era ella, miré el reloj y claro eran ya las 8 y media.

-Hola!!!!!!!!!!! empollón!!!!.

La miré y le sonreí.

-Hola brujita, que tal fiesta?
-Genial, pero tengo ganas de quitarme toda esta pintura.
-Tampoco llevas tanta
-Ya pero todo el día

En ese momento se quitaba el sombrero de bruja y lo dejaba en la mesa y eso me hizo reaccionar.

-Eso estaba ahí?
-Como?
-El sombrero si lo has cogido de la mesa esta mañana?
-No...
-Pues no te cuesta nada dejarlo en su sitio

Me miro extrañada pero cogió el sombrero y se fue para la habitación, desde alli me dijo

-¿Donde está la ropa del gimnasio que había en la silla?
-Pues con la ropa sucia para lavar
-Pero si la he sacado esta mañana estaba limpia, solo que luego me acordé que hoy no iba
-Pues no haberla dejado ahí
-Joder tio y tu no puedes preguntar.
-Ven un momento que quiero hablar contigo
-Espera que me cambio
-No, ven, ahora

El tono debió sonar muy serio porque apareció en el comedor sin haberse cambiado aún. Cerré el portátil y la miré, algo sospechaba seguro, porque no se acercó mucho a mi, se quedó cerca de la mesa.

-Has visto como está la habitación ¿no?.
-Si ya lo sé, pero iba con prisa esta mañana.....
-Ve a mirar el baño

Se dio media vuelta y salió hacia el baño, no dijo nada.

-Lo has mirado?
-Si
-Muy bien pues ahora ve a la cocina.

Se fue para la cocina.

-Que vista?
-Si
-Abre la nevera
-Has ido a comprar?
-Tu que crees? que yo sepa lo yogures aun no se reproducen solos

No me contestó y eso significaba algo.

-Cuando cierres la nevera verás que hay un papel colgado que he escrito yo cógelo y ven.

Apareció enseguida con el papel, disfrazada aun y leyendo por el camino.

-Espera, espera que lo vas a leer para mi tambien, que pone?.

Me miró como diciéndome si iba en serio.

-Venga lee.
-Puffff norma numero uno: El último que se vaya de casa deja la  habitación recogida, la cama hecha y la ropa que sea para lavar con la ropa sucia, nada de ropa por el suelo y si hay algo que esta limpio y se va a usar despues bien puesto en la silla.
-Bueno creo que está claro, además en esto ya sabes que algún dia me voy yo antes y alguno tu, así que más o menos iguales. Sigue.
-Norma número dos: Cuando se usa el baño salvo por causa de fuerza mayor justificada el baño tiene que quedar tal y como se encontró.....joder hoy iba con prisa.
-Pues te levantas antes o te pones antes, no cuela. Sigue.
-Norma número tres: A partir de hoy cada noche fregará uno los platos o si prefieres a la mañana siguiente, quien le toque decide.
-Alguna duda?
-NO
-Pues sigue
-Norma número cuatro: Los sábados haremos la compra para la semana, pero si durante la semana falta algo hay que decirlo y ya decidiremos quien va a hacer esa compra suplementaria.
-Bien yo creo que son cuatro normas básicas muy fáciles y adsequibles, que bien llevadas apenas llevan unos minutos y así no acumulamos y pasa lo que pasa. Sabes que entre  una cosa y otra me acabo de poner a estudiar ahora?. He llegado y me he encontrado la habitación hecha un caos, el baño peor y la cocina que he tenido que buscar la cafetera entre un montón de platos y encima después no había café y abro la nevera y vacia. Así que en vez de estudiar me he tenido que poner a recoger, a fregar platos y luego me he tenido que vestir a hacer la compra, cuando ya me había cambiado.
-Pero que no tenías que hacer nada, ya lo hubiera recogido yo ahora,
-Ya, como siempre, ahora voy, ahora lo hago o como es lo otro, "bah ya mañana por la mañana me pongo en un plis" ¿no?. A lo mejor en si en vez de plis fuera plas, otro gallo cantaría.

Yo sabía que podían darse dos respuestas, una en plan orgullo y chulería u otra en plan niña buena y para mis sorpresa que esperaba la primera sucedió la segunda, en forma de un montón de excusas y justificaciones que creo que me hubieran encendido menos que una bordería que se hubiera llevado una zurra inmediata en caliente y con lo otro solo conseguía que fuera pensando en dársela igual, pero más fria y más que de castigo que no de arrebato. Escuché impasible el montón de excusas, hasta que tuve suficiente.

-Nena ya vale, estoy cansado de excusas. En la bandeja de la mesa hay una cosa, para ti. Es una agenda a partir de hoy, vas a apuntar en ella los incumplimientos de esas normas o nuevas que surjan más adelante y un día a la semana, repaseremos la agenda si hay algo que merezca un castigo, lo tendrás y eso es independiente a otros que puedan surgir. La agenda será solo para las normas, ábrela busca el 31 de Octubre y apunta.

Empezó a hojear la agenda roja como un tomate.

-Has encontrado la página?
-Sip
-Pues apunta: Hoy Martes dia 31 de Octubre la casa estaba hecha un caos. Yo fui la última en irme y no recogí la habitación y despues usé el baño y tampoco lo recogí. Lo de la cocina lo vamos a dejar estar, es culpa de los dos, ¿estás?.
-Si
-Enseñámela

Me acercó la libreta, le pedí el boli y sin decir nada más firmé abajo en la página en el lado derecho. La cerré y la dejé junto al boli en el reposabrazos del sofá. Entonces la miré y le dije:

-Esto te servirá para que te quede bien claro, que los incumplimientos tendrán consecuencias. Ponte en mis rodillas
-Joder quiero cambiarme de ropa y quitarme el maquillaje
-A mis rodillas!!!!!!!!!!!!

No hizo falta repetirlo, ni tirar de ella, despacio y resoplando se colocó en mi regazo, mientras yo me remangaba.

-No tiene quedarte ninguna duda, que la cosa va muy en serio.

Dicho esto empecé a azotarla por encima del pantalón negro del disfraz de bruja, con la idea de usar despues el duo diabólico que conforman la madera y el cuero, así que me tomé esa primera zurra con la mano como mero calentamiento encima de la ropa, hoy no habría mano piel con piel. Tras unos minutos de azotaina continuada, creí que era mas que suficiente calentamiento y paré.

-Levántate

Se levantó, de pie entre mis piernas, directamente me fui a buscar el botón del pantalón los desabroché, le bajé la cremallera y con mis manos ayudé al pantalón a pasa la frontera de sus caderas pasada la cual ya cayó solo, la miré mientras empecé a bajarle también el tanga, haciendo que se volviese a poner roja, cuando lo dejé a la altura de sus rodillas, la visión de frente era muy excitante su vulva suave y desnuda a la vista, la tentación era muy grande, pero teníamos algo pendiente que resolver.

-Ve a la cocina y traeme la cuchara de madera sin estrenar, ya sabes cual.

Ante sus reticencias iniciales, le dije un

-Lo tengo que repetir?

Y se dio media vuelta para caminar como buenamente podía con los pantalones y las tanguita a medio recorrido. Pero si algo tiene que tener muy claro a estas alturas, es que una vez bajada la ropa interior en un castigo, ya no vuelve a su sitio, hasta que se ha terminado y aún nos quedaba rato. De vuelta seguía roja cuando me dio la cuchara de madera, aquella un poco más pesada que las normales. Nada más dármela, le dije que volviera a la posición en mis rodillas, le levanté la camiseta, cuatro dedos por encima del final del culo y con la cuchara empecé la primera de las tres tandas que tenía pensado aplicarle. La primera podriamos decir que era de segundo calentamiento, la más larga también y aplicando cuchara por todo el culo,  hasta dejarlo bien rojo y caliente. Tras esa primera una pausa pequeña y una segunda tanda, el doble de corta pero centrada en darle solo en la parte baja de las nalgas y alta de los muslos, procurando que picará especialmente. Al terminar esa segunda tanda otra nueva pausa un poco más larga, para mi deleite visual, viendo esa zona especialmente enrojecida sobre el resto. Y para terminar una ultima tanda más corta pero también especialmente dolorosa centrada en la parte interna de las dos nalgas, separando primero una para azotar bien esa zona y después la otra. Al terminar no debía tener rincon en el culo sin sentir ese quemazón de la madera. Pero tampoco hubieron caricias, la envié de pie al rincón, a que sintiera allí los efectos de los azotes un rato. Pasado el cual la volví a llamar, quité un par de sillas de la mesa y le dije.

-Apoyada en la mesa, con los codos y el culo bien expuesto.

Mientras me desabrochaba el cinturón, se puso en posición, mientras yo doblaba el cinturón, sabía que verme echarle mano al cinturón evitaba cualquier tipo de queja y se volvía un corderito obediente. Un vez puesta, le hice inclinarse aun más, y tambien tenía pensado que fueran tres tandas de 10, osea en total 30 azotes con el cinturón. Los diez de cada tanda iban seguidos sin pausa, solo despues de cada tanda, paraba y por primera vez le toqué el culo, siguiendo las marcas de los bordes del cinturón, el ritual se repitió tres veces, dejándole el culo como un mapa. Cuando terminé me volví a colocar el cinturón en el pantalón y muy friamente sin ningún mimo le dije.

-Ahora si puedes ir a cambiarte y quitarte el maquillaje, eso si, dos cosas, no te pongas nada en la parte de abajo y espero que dejes el baño tal y como está.

Yo volví a sentarme y a coger el portátil a intentar estudiar, una rato despues apareció ella otra vez, solo con la camiseta del pijama y las zapatillas de estar por casa. La miré, se volvió a ruborizar, sin decir nada cogí una de las sillas de la mesa y la puse mirando al rincón.

-Siéntate

Se sentó pude notar su incomodidad, al sentarse con la piel desnuda y recien castigada sobre la dura silla. Le di la agenda, por una de las paginas de anotaciones del principio y un boligrafo y le dije.

-Empieza a copiar las normas, hasta que te avise.

Cerré el portátil y la dejé copiando, preparé algo de cena rápida y cuando tuve la mesa puesta, la  llamé, nos sentamos a cenar, ella aun con el culo desnudo, cenamos, al terminar mientras recogía la envié de nuevo a la silla a copiar un rato. Cuando estuve, me fui hacia ella le cogí la agenda, le dije que me acompañara a la  habitación, una vez allí busqué la página del dia 31 y el dije.

-Apunta el castigo debajo de  la falta, que voy a buscar crema.

De vuelta ella estaba sentada en la cama sosteniendo la libreta, la miré y se la pedí, busqué la página y lei en voz alta.

Castigo de  hoy: Una tanda con la mano, tres tandas con las cuchara de madera, 30 azotes con el cinturón y copiar en el rincón sentada con el culo al aire.

Cuando lo miré volvía a estar roja. Le di la libreta y le dije:

-Firma al lado de mi firma.

Lo hizo, me entregó la agenda, la cerré y la dejé en la mesilla y le dije.

-No querías un masaje ayer? pues quítate la parte de arriba y túmbate boca abajo. Me sonrió y lo hizo, le eché una linea de fria crema a cada lado de la espalda hasta llegar al culo ya menos rojo en su totalidad, pero más marcado en las zonas más castigadas. Pero antes de empezar a extender la crema y aplicarle el masaje, metí mi mano entre sus piernas y sonreí al catar, nunca dejará de sorprenderme seguía empapada o se había vuelto a mojar. Despues del masaje tendría que encargarme de eso....aunque eso si, a partir de aquel día no pensaba dejarle pasar ni una.

Fin.







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