sábado, 1 de abril de 2017

Tratamiento para el estrés (Diario de unos jugadores XXXII).



Todos hemos leído muchas veces, esa idea del spanking como vía de escape al estrés o a situaciones estresantes. Yo soy bastante escéptico, vamos creo que es evidente que su funcionamiento sólo será posible en alguien que de antemano le guste "jugar". Por lo tanto, esa afirmación del spanking anti-estrés es tramposa. Ahora bien la experiencia me dice que en situaciones así se busca con especial ahínco "jugar" y que realmente suele funcionar, como imagino que a habrá a quien le funcione, darse un palizón en el gimnasio o liarse a dar puñetazos a un sparring. El caso es que si funciona y encima divierte, no tiene nada de malo hacer uso de ello ¿no?. Así que os voy a narrar una historia, que cuenta un caso de liberación de estrés a través del juego.

Estas situaciones las ves venir a poco observador que seas, pero suele ser un proceso lento. Es como poner a calentar agua fría, primero tienes que esperar a que se caliente, después tapar y sellar el recipiente y si sigues calentando, llegará un momento que la presión hará que el recipiente explote, lo que pasa es que cuando estás en el mismo lugar que el recipiente al explotar seguro que te salpica y te quemas tu de rebote. El truco está en enfriar antes que sea demasiado tarde y evitar que explote, pero a la vez sin cortar ese hervor para que así se exprese el malestar.

Yo sabía perfectamente que estaba siendo una semana con mucha presión en el trabajo y durante toda la semana, intente en la medida de lo posible, aflojar el fuego que calentaba el agua. Por las tardes/noches intentaba conseguir que desconectara, usando todo mi arsenal de posibilidades, además teníamos un trato; las cosas del trabajo se quedaban en el trabajo y no venían a casa. Cosa por cierto harto complicada, así que le permitía un cierto desahogo al llegar y después enseguida intentaba desviar su atención. Unas risas, le enseñaba algo que abriera debate, un masaje....en fin todo lo que se me ocurría para intentar por todo los medios rebajar la presión.

Afortunadamente, hasta las semanas más duras llegan a su fin y el viernes de camino a casa, pensaba que ahora habían dos días por delante para descansar. Al llegar mi sorpresa fue encontrarmela, totalmente dormida en el sofá, intenté no hacer demasiado ruido, para no despertarla, pero enseguida notó mi presencia y abrió los ojos.

-Uffff me he quedado frita..., ya estás aquí?
-Estas agotada es normal....
-Que hora es?
-La de siempre las 7
-Que dices!!!!!!!!!!
-Pues claro
-Joder....
-Llevas mucho rato o que?
-Desde las 4 y media
-Y que prisa tienes?
-Pues joder que había quedado con María para ir a tomar un café a las 5 y media.
-Pues creo que vas a llegar tarde jajajajaja
-Pues a mi no me hace ninguna gracia la verdad, que asco de vida joder!!!!

Cogió el teléfono y llamó a su amiga, yo mientras fui a ponerme cómodo. De vuelta acababa de colgar el teléfono y se encendió un cigarrito seria. Me senté a su lado y comenté.

-Bueno ya ha pasado la semana y seguimos vivos.

No me contestó ausente en sus pensamientos y entonces se me ocurrió comentar.

-Nena, estabas cansada, ya hay confianza con María no te lo tomes así

Tampoco me contestó solo tomo aire profundamente y ahí me di cuenta que o hacía algo o la explosión era inminente. Llegados a este extremo solo queda una opción, provocar una fisura por donde salga algo de vapor y disminuya la presión, aunque tiene sus riesgos....me puse manos a la obra con muchas precauciones.

-Y porque no quedáis mañana?
-Déjalo da igual
-Ok, pero bueno tampoco era nada importante ¿no?.
-Pufffff vale ya. Para!!!!!
-Joder solo intento quitarle hierro al asunto, tampoco me apetece verte toda la tarde con la cara hasta el suelo.
-Y que quieres que de saltos de alegría, ha sido una semana de mierda, me apetecía desconectar un poco y encima me va a venir la regla.
-Pues desconecta conmigo, que te apetece hacer?
-Que me dejes en paz y que no me hables eso me apetece.
-Y que vamos a hacer pasarnos toda la noche en voto de silencio?
Entonces se levantó.
-Donde vas?
-Donde me sale del chichi.
-Vuelve aquí ahora mismo
-Paso
-Te tengo que ir a buscar yo?

En ese momento se cerraba la puerta del baño y era el momento de coger el toro  por los cuernos y adoptar medidas de descompresión urgentes y drásticas. Me levanté con toda la calma del mundo y al llegar a la puerta del baño, la abrí con mala hostia, me miró sorprendida sentada en la taza del wc..

-Que haces???? estoy meando
-Muy bien, has terminado?
-NO!!!!!
-Pues termina
-Y piensas estar ahí
-Termina

Se cruzó de brazo desafiándome con la mirada.

-Entiendo que has terminado.

Sin decir nada mas me acerqué con paso firme sin decir nada, al llegar a su lado, mi mano se fue directamente a su oreja, cogiéndola y haciendo que se levantase a la vez que le decía:

-Por hoy has agotado ya el cupo de tontería...

Hizo la atención de subirse el pantalón del pijama y las braguitas, pero un par de azotes hicieron que desistiese.

-Si no te va a hacer falta...

Sin soltarla de la oreja y con el pantalón y las braguitas en los tobillos, fuimos saliendo del baño, eso si antes cogí el cepillo de madera que colgaba con un lazo negro del colgador que había tras la puerta, con el cepillo en una mano y la otra si soltarla de la oreja, la llevé hasta el salón directos al sofá. Allí la solté, para sentarme, me remangué la camiseta y la miré para decirle que se colocase en mis rodillas , como parecía que habían dudas, la "ayude" a colocarse cogiéndola de las muñecas y tirando hacia mi, una vez tumbada, la agarré de cintura para ponerla en la posición exacta, con brusquedad.

-Estoy segurísimo que cuando termine contigo, suave no, lo siguiente...

Puse mi mano izquierda en su espalda, metí la derecha entre sus muslos para obligarle a separarlo un poco y empecé a azotarla primero con la mano, el ritual de calentamiento, aunque aquella vez contundente desde el principio, en mi cadencia preferida, osea alternando nalga y nalga y repartiendo bien, para que toda la zona coja un color uniforme, tres o cuatro minutos de zurra ininterrumpida es suficiente para poner un culo muy rojo y caliente. Entonces objetivo del calentamiento cumplido y sin apenas pausa cogí el cepillo que había cogido en el baño, metí la mano por dentro de la cinta para empuñarlo y empecé a pasarlo suavemente por la piel enrojecida a mano.

-A que ya empiezas a desconectar un poco?...Pues veras cuando el culo te queme, como desconectas del  todo.

Mentalmente dividí sus nalgas en cuartos, para centrarme en los dos cuartos inferiores que eran el objetivo del cepillo. Empecé suave, y como con la mano alternando nalga y nalga, pero mi idea era aquel día llevarla hasta el límite. Poco a poco fui aumentando el ritmo y la dureza de los golpes, atento también a su respiración y sus quejas, una larga tanda in crescendo, hasta que empecé a notarla apurada, y me detuve. Esos dos cuartos inferiores de culo, estaban de un rojo mucho mas vivo que el resto. Pasé mis dedos por los muslos suavemente en especial por la cara interna, pero sin rozar ni un momento la piel de su culo, quería que sintiera el efecto del cepillo sin ninguna distorsión le estuve acariciando los muslos en silencio, hasta que noté de nuevo su respiración relajada. Entonces volví a empuñar el cepillo, con el le di unos toquecitos en la cara interna de los muslos para que separara más las piernas y empecé de nuevo a azotarla con el cepillo, esta vez al ritmo de tres seguidos en una nalga y después tres en la otra, hasta sumar unas tres docenas, momento en el que vi otra vez que llegaba el límite y volví a parar y a acariciarle de nuevo los muslos, sin tocas para nada su culo. Fui concentrando las caricias en la parte más alta, pero sin llegar a su sexo, dejando de nuevo que fuera recuperando el aliento, así estuvimos unos cinco minutos y sin dejar de acariciarla le dije.

-Ahora te vas a levantar y te vas a ir al rincón  un rato, a ver si pasado un rato tienes ganas de hablar.

Un toque en el muslo suficiente para que se levantara y se fuera hacia el rincón. Yo me quedé sentado mirando el recorrido y como se quedaba allí quieta. Viendo su precioso culo rojo, excepto los dos cuartos inferiores que eran de un púrpura brillante, por lo que me imaginaba como debían estar especialmente sensibles. Me levanté y me acerqué por detrás, le cogí las dos manos y yo mismo se las puse encima de la cabeza.

-Esto no debería hacerlo yo...

Sin decir nada más me fui hasta el sofá cogí el cepillo y lo deje en su sitio colgado tras la puerta del baño y allí me vino a la cabeza algo, me acerqué hasta el espejo y busqué entre los peines hasta encontrar lo que buscaba dos gomas del pelo que me puse en el  bolsillo y de vuelta al comedor. Ella seguía allí en el rincón, me senté a observar un par de minutos la escena, me resultaba muy excitante, de hecho estaba muy excitado. Me levanté y me volví a acercar por la espalda, hasta quedar a un palmo de ella. Entonces la agarré con fuerza de la cara interna de su muslo izquierdo.

-Separa las piernas (le susurré)

Lo hizo y entonces le bajé las manos de la cabeza, dejándolas caer y empecé a acariciarle el pelo con la mano derecha mientras con la izquierda buscaba en mi bolsillo y sacaba  una de las gomas del pelo, entonces le cogí todo el pelo de un lado con la mano y con la goma le cogí una coleta alta, para a continuación hacer lo mismo con el otro lado del pelo.

-Apoya las manos contra la pared.

Lo hizo y empecé a pasar mis dedos por su culo suavemente, al apoyar las manos en la pared había inclinado ligeramente la espalda, así estuve un rato acariciándole la piel roja del culo y en especial las marcas del cepillo, hasta que de repente y sin avisar, llevé toda mi mano a su entrepierna desde atrás, estaba tan húmeda me mojo toda la mano, y agarrándole con fuerza los labios y estirando de todo su coño hacia fuera le susurré:

-Lo ves como ibas a desconectar o no te he terminado dejar de mear?...

Solté la pinza de carne de mis manos que le agarraba el coño y desde atrás le di como una docena de palmadas seguidas en el coño...y al terminar empecé a frotarlo, ella gemía y se me ofrecía más, arqueando más la espalda... Sonreí y decidí acabar con la tortura por la vía rápida, con el índice y el corazón le pincé el clítoris a la vez que los movía ligeramente arriba y abajo y el pulgar entro en su coño que chorreada, solo metiendo la mitad del pulgar haciendo fuerza hacia dentro y friccionado esa zona rugosita tan sensible de eso primeros cuatros centímetros. Sabía perfectamente que no duraría mucho de seguir con esa tortura y así fue, al poco de empezar en serio, se corrió , pero no me detuve seguí con el "castigo" hasta conseguir un segundo orgasmo, y tampoco tuve suficiente, hasta que no noté que le temblaban las piernas y le costaba mantenerse de pie..fueron 4 o tal vez 5 no se...en no mas de 10 minutos de tortura en el rincón. Cuando creí que había sido suficiente, la abracé por detrás, haciendo que se incorporase sacando las manos de la pared, metí mis manos dentro de la camiseta buscando sus pechos y sobándoselos mientras escuchaba aún sus gemidos le dije.

-Ahora te toca a ti, date la vuelta y de rodillas..

Lo hizo, se dio la vuelta, se arrodilló y sin decirle nada más, empezó a desobracharme el cinturón primeros después uno a uno los botones del pantalón, para continuar bajándolo, después pasó su mano por encima de mis bóxer agarrando mi polla erecta, frotarla varias veces, para finalmente liberarla y agarrarla con la mano guiándola a su boca, pasando la punta de su lengua por la punta, siguiendo el contorno de glande y finalmente metérsela en la boca, entonces es cuando tomó lógica las dos coletas que le había cogido en el rincón, me agarré de ellas con la mano, guiándola en el ritmo adecuado con la ayuda de esos dos agarraderos que había improvisado, hasta correrme.

Cuando terminamos, ese culo necesitaba de atenciones, cremita y masaje y se las di. Lo que es seguro es que se acabó el estrés en todo el fin de semana.

Continuará....

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