domingo, 2 de abril de 2017

La regla




Tal vez la foto, que adorna esta entrada os lleve a un equivoco, bueno tomadlo como una pequeña broma, truco de editor para haceros picar en la entrada. No, no voy a hablar de la regla entendida como objeto que sirve para medir y que también puede servir para otras cosas. Os voy a hablar de otra regla, la que también se conoce como menstruación.

El motivo para escribir sobre ciclo natural, propio de las mujeres, es una pancarta que vi el pasado 8 de Marzo, festividad de la mujer trabajadora (cada vez hay mas conmemoraciones estúpidas), que rezaba: "Si os dieran tanto asco los violadores, como la regla..." no recuerdo el final, pero me juego una de mis fábricas de testosterona a que iría una imbecilidad, tan gorda como la parte que recuerdo.
Para empezar, a mi personalmente no me producen asco los violadores, de hecho ninguna persona me produce asco, asistiría encantado a una conferencia de Franco, Hitler, Stalin, Mao, el barbas este de estado islámico o de Andrei Chitakilo, por más horror que me puedan provocar sus actos, me gustaría conocer sus razones, y no por morbo, sino para en futuro evitar que se repitan, para ver que ocurre en esas cabezas para actuar así. Eso si una vez terminada la conferencia, pediría que el estado de derecho les pusiera una esposas o una careta de Hanibal Lecter si es necesario y los encerrase de por vida. Tal vez la mejor manera de prevenir y evitar violaciones, sea conocer como funciona la mente de un violador y con ascos "señoritas del pañuelo violeta" no habría cirujano que hiciese una cirugía digestiva y estaríamos como el XIX palmando de apendicitis, porque creedme un apéndiz necrosado da bastante asquete.

Pero bueno vamos a centrarnos, en la regla, menstruación, periodo.... o como me decía una de mis personitas favoritas, "tengo pintores en casa". Pues siento decirles señoritas "del pañuelo violeta", que quien aquí escribe, un perverso "machirulo", no le tiene ningún asco a la regla. Lo considero un proceso natural, a fin de cuentas no es más que un sangrado por vía vaginal, que todos sabemos a que se debe y que pasados unos días desaparece. No tenerlo asco, no significa tenerle agrado o encontrar en ese proceso un placer especial de la gama perversión. Simplemente es algo que lo considero natural y que no va a hacer llegado el caso, que renuncie por ejemplo a tener un relación sexual si a los dos interesados nos apetece.

Es cierto que hay mucho misticismo al respecto, muchas leyendas urbanas, fruto de la incultura en ocasiones y de la represión en otras. Pero todas esas leyendas, no son una conspiración maníaca de  los hombres, para putear a las mujeres, suelen tener un trasfondo cultural y antropológico que las sustenta. La capacidad de engendrar vida de la mujer ha fascinado a todas las culturas y esa capacidad de engendrar vida esta íntimamente ligada a la regla, ya que tiempos a, la principal sospecha de que una mujer estaba engendrando vida, era la ausencia de la regla en edad fértil, bueno era y es. También hay que entender que ese sangrado periódico, guarda cierta similitud con otro sangrado, el de la rotura del himen, la pérdida de la virginidad y todo eso ocurre y discurre por el mismo canal, que sangra cuando no engendra y sangra la primera vez que puede engendrar, sangra durante el parto y es por ahí donde se alumbra una nueva vida. Hay que contextualizar las cosas, y ponermos en la piel de nuestros antepasados de hace tres mil o dos mil años, para entender la fascinación y la multitud de leyendas que pudieron surgir ante ese hecho tan inexplicable entonces.
Si a todo eso le sumamos, que ademas de ese sangrado, la menstruación se produce al disminuir de forma brusca los niveles hormonales sanguíneos de estrógenos u progestágenos y que ello redunda por ejemplo en cambios de humor, que pueden ir desde una líbido en pleno apogeo los días previos a la más profunda melancolía durante el proceso, no es muy difícil deducir que aun provocara una mayor fascinación. Imaginad el ignorante hombre del siglo XII, que un día tiene a una gatita en celo y al dia siguiente a un tigresa con mala hostia, parece bastante lógico que el pobre hombre pensara, en el influjo de la luna o algo peor.

Igual el tono jocoso de la entrada molesta o hiere alguna sensibilidad, si es así dos problemas tenéis, es mi manera de demostrar, la importancia que le doy y que en esa leyenda negra de la regla tanta o más culpa tienen las propias mujeres que los hombres. Recuerdo mis tiempos de instituto y como en la clase de educación física, tener la regla era motivo suficiente para que las chicas se librasen por ejemplo de hacer el mítico test de Cooper, además aprobándolo, cosa que no ocurrió con los aprendices de machirulos, que si no aguantabas más de diez minutos te suspendían la asignatura y no era precisamente algo menor, puesto que podía arruinar mas de una media. Y os juro por mi camiseta de Drazen Petrovic ( que en el cielo esté), que en mi caso particular quienes han puesto la regla como excusa siempre han sido ellas:

-"No vengas este fin de semana que tengo la regla"
-"No me hagas caso que tengo la regla"
-"No me apetece salir que tengo la regla"

Etc, etc...ante lo cual, y como haría siempre he acatado la decisión empáticamente, como debe ser. Como también alguna vez ha pasado a la inversa y las hormonas se han revolucionado en forma inversa y hoy en día ¿quien no tiene una ducha mano?.

Antes o decía que no me daba asco nada, pero si hay algo que me da cierta repulsión. Y es la negación de los procesos naturales, o mas bien su dulcificación, con lo que después criticamos a Disney, para que luego un spot para mujeres adultas, se refiera a todo esto con el slogan: ¿A que huelen las nubes?, pues ni puta idea tenemos los hombres la verdad, otra cosa sería si nos preguntasen: ¿ a que huele un coño?, entonces creo que la mayoría tenemos una ligera idea. Huele a natural y vamos asco lo que se dice asco, parece que mucho no nos da.

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