viernes, 27 de noviembre de 2020

El plug (relatos por Silvia)

 



  Me sorprendió hoy cuando llegue a casa él ya estaba, había salido antes. Estaba en el sofá y con una cerveza. Me abalancé sobre el y comencé a besarlo con ganas.

_Hola reina,  cómo vienes!

_ Pues con hambre de ti

_Jajaja jajaja me encanta pero aún estás castigada sin premios

_ Pues como siempre me pasó la vida castigada...


– Dime, bicho, ¿has cumplido con tus deberes? – Tranquilidad en mi voz, daba por hecho muchas cosas, pregunté por preguntar daba por supuesto que si, el juego había sido duro, en estos casos la obediencia duraba unos cuantos días más... Además le estaba encima y lo sabía.

Levantó la cabeza y sin mirarme asintió con un gesto. Como sorprendida. ahí se me activo el sexto sentido y volví a preguntar...

- Joderrrrrr !! que si pesado, ya te lo he dicho...!

- No me gusta nada ese tono... ( Entre otras cosas es raro que me conteste mal, tenía que picarla mucho o sentirse acorralada que creo que era el caso)






Hay castigos que dan lugar a juegos que duran varios días, con restricciones y obligaciones en esos días. Era este caso; quería que fuera diferente porque no es que se hubiera saltado una norma, se había saltado un castigo y eso era más grave aún. Aparte de la azotaina en sí que le había dado a mano y con una regla durante una semana estaría sin compras, sin placer, haciendo copias, con revisión de marcas, y por las mañanas debía ir a trabajar con un plug puesto y sin ropa interior.... Esto último era con diferencia lo que más la perturbaba lo del plug y lo de ir sin bragas. Había protestado bastante pero me mantuve firme.


– Bueno, veámoslo…

Y protestando y resoplando se marchó...

Al poco rato entró con la agenda en la mano

_Toma

_ Gracias

La hojeé sin mucho afán y la tiré sobre el sofá...



 _Ponte en posición de inspección... 

Lo que se puso fue con la cara tan roja como un tomate

_ Vaaa rey  esto todo no es necesario

_ Y tanto que lo es, quiero comprobar que has seguido mis órdenes

Cómo se quedó quieta le solté un azote fuerte en el muslo

_ No me gusta repetir las cosas

_ Auhh!!! ya voy no hace falta ponerse así


Levantó el vestido gris de punto que llevaba y bajo un poco las medias para dejar ver su sexo desnudo sin braga ni tanga.



Mis ojos empezaron a recorrerla con sumo cuidado...  Adoraba su cuerpo y su piel  me gustaban sus curvas, me encantaban sus pechos, super sensibles.



Acerque mi mano hasta su sexo. Rasurado por los lados y con una pequeña línea de pelo en el medio. Lo acaricié por fuera pasándole la palma de mi mano, luego separé sus labios, calientes, carnosos. Noté como ya estaban mojados. Estaba excitada de tener que estar allí de pie rindiéndome cuentas, le perturbaba y mucho este tipo de cosas y que la tratase así....



Seguí tocando  su coño húmedo, presionando un poco más fuerte y ahí noté pequeño movimientos de su pelvis. Intentando buscar más rocé con mi mano, para intentar recibir la satisfacción que tanto ansiaba sin la que estaba castigada.

_ ¿Que haces? Ya has empapado la palma de mi mano, si sigues rozándote así, vas a empapar el suelo... Quizás deba castigarte por la insolencia de querer satisfacerte con mi mano sabiendo que tienes prohibido cualquier tipo de placer.... ¿Es lo que quieres?


– Gírate y muéstrame tu culo quiero supervisarlo


Vi como se ponía más roja aún y bajaba la mirada, inmediatamente me imaginé qué era lo que pasaba.... Había cumplido a medias, no llevaba la ropa interior pero seguro que no se había puesto el plug como le había ordenado


_ Joo es que...

_ Te he dicho que te gires y no quiero repetirlo. Le dije alzando un poco el tono de voz y creo que resultó convincente porque aunque a cámara lenta me obedeció. Se giró y se colocó sobre mis rodillas.

_ Dos días de castigo y te lo saltas, creo que no fui convincente la última vez. Y eso que justo aquí aún debería dolerte y molestarte al sentarte . ( Dije presionando fuerte en una de las marcas que le había dejado la regla).

 Realmente estaba muy mojada, lo cual hacía que yo me excitase muchísimo y la deseará aún más si cabe.

 Le había comprado un plug que llevaría siempre en el culo durante la mañana, hasta que yo llegara. Era metálico y terminaba en un brillante verde. Y hoy no lo llevaba.


– Lo siento.....

 Mi mano fue a golpearle con un par de azotes bien fuertes en el muslo

_ Quiero una explicación. Dije con cierto enfado.


 _ Me lo quité, a media mañana y luego me olvidé colocármelo de nuevo.- Dijo a modo de súplica

_ Y por que te lo quitastes?

_ Es incómodo y me molestaba mucho

_ De eso se trata señorita es un castigo, de que estas incómoda para que aprendas a ser obediente. Además te dije que si querías quitártelo tenías que llamarme y pedirme permiso.


– Pues eso que se me olvidó pero voy y me lo pongo inmediatamente y ya está.


–Jajajaja no me hagas reír; Por supuesto que lo harás, pero eso no se va a quedar así, como arreglo yo las desobediencias

No dijo nada así que en esa postura sobre mis rodillas le aplique un par de azotes al tiempo que le decía 

_ Te estoy hablando

_ Lo arreglas castigándome

_ Y cómo arreglo yo las cosas cuando te saltas un castigo

_ Castigándome... más aún

_ Y como te castigo?

_ Joder esto no es necesario me vas a azotar, pues azótame y acabamos con esto

_ Las reglas y los tiempos los pongo yo, siempre se te olvida y sí que es necesario que reconozcas las cosas.

_ Vale ya está, (y cogió aire y de carrerilla me soltó) me salté un castigo y ahora me merezco que me azotes el culo ¿ te vale así?

_ Es un resumen de que ni con el culo marcado me obedeces, deberé de aplicarme un poco más...levántate 

Se levantó y permaneció de pie quieta mirándome.

_ Vete al rincón mientras preparo todo, ya sabes cómo te quiero

_ No lo sé

_ ¿Cómo? ¿A estás alturas?!

_ Si la nariz pegada y sin moverme ¿pero las manos en la cabeza o me aguanto el vestido??

Ahí si me vino unas ganas locas de reírme, pero como pude me aguante....

_ Tienes razón, no te he dicho, sujétate el vestido.

Vacíe la mesa baja que estaba en frente del sofá, luego le mandaría colocarse sobre ella, y me fui camino a la habitación. Cogí un plug ( no un plug cualquiera sino un plug hinchable) y el cepillo especial; que por algo tenía ese nombre era más denso y grande. Se lo había regalado yo la primera navidad que pasamos juntos, llevaba una inicial pirograbada era una S . Los puse en el sofá y la llamé.


La vi caminar desde el rincón a mi encuentro. Noté un calambre de excitación por mi cuerpo. Venía a que aplicará mi autoridad sobre ella, esa que ella me había cedido. Me encantaba inspeccionarla, pero más aun ser el que la castigara. Mientras caminaba lento hacia mí yo remangaba la camisa.


– Bien, así que te gusta portarte mal y olvidarte de las cosas…  – No podría jurarlo, pero creo que en su cara se dibujó una leve sonrisa, creo que vi lujuria brillando en sus ojos verdes.


Cogí el cepillo y con la punta del mango lo froté por su coño y vi como dejaba un rastro brillante en el. Se lo di para que lo oliera y lo chupara. 

_Mira cómo lo has puesto, sabes que te voy a marcar el culo cuando aún tienes marcas y mira como estás....  Anda chúpalo!. Vas a repetir cada vez que te de con el cepillo “gracias Santi por enseñarme” y vas a ir contándolos. Te voy a dar 60 en 3 tandas de 20 cada una. Ponte a cuatro patas encima de la mesa baja. Arquea la espalda y el culo bien levantado. Y no sé te ocurra esconderlo.


Ella respondió rápidamente. Sabía perfectamente que no le convenía hacer lo contrario.


Cogí el plug y se lo metí en la boca, diciéndole que por nada del mundo lo dejara salir de ahí. Que lo dejara allí hasta que se hubiera lubricado lo suficiente. Ya lo sacaría yo.


Yo cogí de nuevo el cepillo y de nuevo froté su mango por su sexo, luego penetrándola con él, estaba tan empapada que le entraba muy fácilmente. Lo sacaba y lo metía, lo movía, cuando vi que estaba bien lubricado por su propio jugo, lo lleve a su culo y apreté hacia su interior. Vi como los músculos de su espalda se tensaban y como cerraba los ojos por la presión que recibía. Cuando lo tuve dentro lo giré, ahí protestó pero un azote bien fuerte le dejó claro que no iba a consentirle quejas y se calló. 


Cuando me cansé de darle vueltas al mango, lo sacaba con brusquedad. Y lo volvía a meter así repetí mecánicamente la acción unas cuantas veces más

Entonces cogí el plug de su boca, lo acerqué a su culo y lo introduje en él, llevándolo hasta su tope. Volví a escuchar otro gemido de ella. No me extrañaba, yo estaba igual de excitado. 


Encima estaba en pantalón de deporte y se me notaba muchísimo. Mi excitación iba a reventar la tela. Me la follaria ahí mismo por las ganas que tenía y a la mierda el juego. Pero yo también tenía que disciplinarme, ser consecuente con el castigo que le imponía a ella, mi papel tampoco iba a ser fácil. Implicaba ser igual de estricto y no dejarse llevar por todas las pasiones que mi cabeza pidiera. Tenía que ser duro a la hora de aplicarle el castigo, por más que mi cuerpo pidiera satisfacerse.

 

Pasee el cepillo por su piel como acariciándola con el, hoy no tendría ningún tipo de calentamiento. descargué el primero. Inmediatamente la escuché decir la frase que le había dicho y el número “uno”. Volví a descargar, y escuché la misma frase. Así uno tras otro. Sabía que le aplicaba un castigo doloroso, pero tenía que aprender a no saltarse los castigos. Al llegar a 20 suspiró, tenía que estar incómoda, entre la intensidad de los golpes y la incomodidad del plug, pero no sé quejó. Paré. Ya sus nalgas habían cambiado de tono, tenía que darle un tiempo de descanso si quería que aguantará, así que le solté la charla sobre cumplir con los castigos. Infle el plug un par de veces después de cada una protestó. 

_ Rey porfa...

Mi respuesta fue un buen azote con el cepillo en medio de la nalga....

_ No te escuchó contar

_ Uffffff unooo gracias ...

Y así uno tras otro le fui dando los 20 que fue contando pero está vez ya se quejaba y protestaba en el número 14 quiso cubrirse lo cual le costó que cuando paré entre tanda y tanda descargará el cepillo contra su palma unas cuantas veces. 

_ Que te quedé claro que no voy a consentir la mínima desobediencia.

_ Joder se me escapa

En cualquier otro juego entre tanda y tanda también estaría en el rincón pero hoy no, seguía allí con su culo colocado para mí en la posición de castigo. Tampoco la acaricié nada. Quería que no sintiera que jugábamos sino que se sintiera castigada...

_ Preparada para la última tanda?

No contestó.

_Te voy a preparar el culo para el postre, haber si así aprendes a cumplir con los castigos.

_Jo... no es necesario ya lo tengo ardiendo y ya aprendí la lección, cumpliré con los castigos al cien por cien. 

_ Pues lo mismo que escuche hace 3 días, así que me aseguraré dándote los 20 que faltan.

Cogí la válvula del plug y la apreté una vez, y protestó

_ Muy bien sigue así protestando que yo tengo el control absoluto de tú culo y seguiré educándolo, volví a apretar la válvula.

De su boca está vez no salió ninguna protesta solo un quejido. 

Le di la última tanda, incidí bastante en esa zona delicada frontera de la nalga y el muslo, esa que le recordaría cuando se sentará que no le convenía desobedecerme, le costó contar y tuve que espaciar bastante los azotes para que aguantará se quejaba y se movía, llegaba a su límite. Su respiración iba acelerada y entrecortada...


Así uno a uno, fue recibiendo los 60 azotes . Ni uno más y ni uno menos. Al acabar permaneció en dicha posición y yo pude inspeccionar las marcas dejadas por el cepillo especial en su culo. 



Permanecí un tiempo inmóvil detrás suya, ella igual quieta, la habitación en silencio atrás quedaban los golpes del cepillo y sus gemidos, silencio roto únicamente por sus respiraciones que disminuían, después me acerque le di un beso suavito en cada nalga, me impresionó el calor en mis labios. Y me excitó más aún. Y como un poseso comencé a pasar mi lengua por nalgas de arriba abajo de izquierda a derecha se las lamía incansable y noté el calor que desprendían, a su vez que sabía que aliviaba el dolor que tenía que sentir, junto con la excitación de la calma que viene tras los azotes después de una zurra como la que le había dado.

La ayudé a levantarse cuidadosamente, miraba al suelo avergonzada, la abracé, la abracé por un tiempo inmenso. Luego la mandé al dormitorio que me esperará tumbada en la cama. Me obedeció al momento. Yo fui a la nevera a buscar áloe natural. Lo que viene después cuidados y mimos y más caricias a sus nalgas. Cuando paré me dijo

_ Mmmmmm que alivio me encanta

_ Vale pues seguiré un rato más..

_ Eso malcríame

Así seguí bastante tiempo, luego comencé a besarle la espalda.

_ creo que es hora de retirar esto 

Le saque el plug, yo seguía empalmado desde el castigo y cómo es sabido era imposible que me resistiera a su culito dilatado, dilatado y caliente, así por detrás se lo penetré con ganas. Adoro follarle el culo azotado. 

_ Rey puedo tocarme?....





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