miércoles, 5 de abril de 2017

Jugar.



Cuando hace ya casi 6 años empecé a escribir, hubo un determinado sector de eso que podríamos llamar la "vieja guardia" o los "sadosaurios" que se indignaron mucho por mi forma de referirme a esto como: "juego". Consideraban que la palabra "juego" conllevaba un aroma peyorativo, para algo que ellos consideraban muy serio. Ya sabéis el "modo de vida",  "los protocolos" y todo ese halo de misticismo religioso, con el que algunos todavía quieren envolver todo esto que llamamos sadomasoquismo.

Todavía a día de hoy no entiendo que puede tener de peyorativo la palabra  juego, y aun menos de poco serio. Vamos que para mi es mucho menos serio, por ejemplo, tener una vida de cara a la galería y una subvida "oscura" (algo muy habitual por estos lares), o tener que disfrazarse de darth vader para llevar a acabo una fantasía y no por eso voy a criticar a a quien lo hace. Allá cada cual con su vida y sus fantasías.

Para mi juego es la mejor definición que se le puede dar, por lo menos a la parte que mi me concierne que es el spanking. Cada vez que lo practico, mi sensación es la misma que tenía de niño cuando jugaba o previa jugar a algo muy divertido: una mezcla de nervios, excitación y euforia difícil de explicar, porque al final es eso; diversión. Hace unos días encontré un texto que haciendo referencia a juego, como es el ajedrez, me hizo pensar mucho en otro juego, que tiene en común con el ajedrez que exige concentración, por lo tanto que es un juego muy  mental, me hizo pensar en nuestro juego.

" Cuando el oponente te acorrala, somete y obliga a realizar los movimientos que él desea, te devanas los sesos intentando revertir la situación, pero a veces, no encuentras un hueco, una salida.
Hay oponentes que siempre dejan una salida. Otros más expertos, fríos, despiadados y calculadores, se han asegurado bien, antes de dar el primer jaque, de que no puedas escapar."

Tal vez esa sea la diferencia y de ahí que algunos se molestaran cuando empecé a denominar "juego" al spanking. Que para mi un juego de spanking es como una partida, mientras que imagino que para muchos de esos "sadosaurios" es un capricho que se merecen. Verlo como una partida significa, que hay que ganarla y que existe un riesgo (mínimo porque en principio el presunto oponente desea perder, pero existe). El texto que os comparto está escrito como os decía en relación al ajedrez y por extensión a la vida. Y para mi personalmente también es totalmente valido para definir como es una partida de spanking.

Igual eso tampoco se entiende, en las partidas que a mi me gustan tú no siempre tienes la iniciativa y tal y como define el texto, una de las partes más divertidas para mi del juego es revertir la situación osea pasar de no tener la iniciativa a tenerla completamente. Como os decía antes hay cierta trampa en ello, ya que es innegable que aunque las blancas empiecen llevando la iniciativa suelen dejar una salida, encontrarla para mi es de lo mas divertido del juego. La parte interesante es que cuando eso pasa, debes asegurarte la forma de como dice el texto, no dejar tu ninguna salida, volverte frío, despiadado y calculador y asegurarte que las blancas se conviertan en rojas y no puedan escapar de ese destino. Es cierto que no siempre se desarrollan así los juegos y que a veces, ya de buen principio puede interesar hacer un jaque definitivo, vamos que no de pie a un intercambio de golpes, pero ahí también esta la gracia, en saber como mover las piezas en cada momento y crear las sensaciones precisas en cada juego.

"Como sucede en la vida misma, hay derrotas que ves venir y que hay que asumir, saber aceptar, pero siempre con la mayor hidalguía posible."

Este segundo fragmento de texto, que seguía al primero, es también muy descriptivo del "juego". Creada la sensación de no tener escapatoria, el verdadero triunfo del spanker es tal cual ese. La anticipación clara de que sólo queda asumir y aceptar las "consecuencias" de esa dulce y deseada derrota. Pero vamos creo que todos estaréis de acuerdo, que no sería lo mismo conseguir ese jaque sin jugar ¿verdad?.

Yo no quiero a alguien que ceda ante mis caprichos, quiero a alguien que juegue conmigo y que en un momento dado, me ponga en jaque, incluso porque no perder alguna vez, aunque no sea ese el final deseado por los dos al principio del juego. Jugar es siempre divertido y muy serio, juegos si, pero juegos de mayores. En este juego las palabras victoria y derrota están muy pervertidas, como no podía ser de otra forma.

1 comentario:

  1. No creo que tenga caso entrar en cuestiones semánticas. Juego o no juego. A quién le importa?

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