miércoles, 9 de enero de 2019

El follador feminista.




Este no es un blog de política, vamos ni es su intención serlo, pero alguna vez no he podido evitar escribir una entrada sobre política eso si siempre relacionada con el erotismo y hoy es uno de esos días, la culpa la tiene el Lenin de "Vallekas", reconvertido en el "Stalinito" de Galapagar: Pablo Iglesias y una declaraciones que ha hecho que me descojone o escoñe como prefiráis:

"Los hombres feministas follamos (en primera persona del plural, osea se incluye) mejor".

Dicha afirmación me lleva a plantearme que para ser tan rotundo solo hay dos posibilidades. La primera es que el mirlo rojo tenga una "dilatada" trayectoria en ser follado por hombres feministas y hable desde la voz de la experiencia. Pero sinceramente no creo que lo tiros vayan por ahí, creo que a Lenin "vallekano" le tiran las mujeres tanto como a mi. Solo hay que ver su trayectoria como macho alfa de la "confluencias" de ciudadanos y ciudadanas. Por cierto algo tan caduco como su ideología, Lenin sin ir más lejos murió sifilítico y su sucesor el georgiano, padrecito Stalin al parecer como era del Caúcaso moreno y de tez oscura, tenía una corte de amantes con especial preferencia a jovencitas del area de San Petersburgo (rubias de piel blanca y ojos claros), además cualquiera se negaba a una velada en el Kremlin con el gran líder. Afortunadamente hasta los comunistas evolucionan y ahora, dejar de ser pareja del gran líder solo te lleva al ostracismo ¿verdad Tania Sánchez? y en cambio ser la nueva pareja, te convierte en portavoz, viejas ideas 2.0.

Total que desde su "dacha" de Galapagar el Stalinito podemita, lo único que pretende es venderno su libro y en su libro las mujeres pintan lo mismo que pintaban en el Politburó de la URSS, osea nada. Si le importasen las mujeres algo, si realmente fuera tan feminista como dice ser, se hubiera leído algún libro sobre la sexualidad femenina, desde "mi jardín secreto" hasta incluso "el segundo sexo" de Madame de Sartre y tal vez descubriría que esa idea del hombre sensible, afeminado y cursi, sirve y mucho, pero no vale para follar con la inmensa mayoría de las mujeres. Porque en la vida todo no es sexo y hay tiempo para todo, y uno puede ser sensible, comprensivo, empático, incluso mostrar su lado femenino en el día a día, pero para lo que es follar, la inmensa mayoría de  mujeres heterosexuales, prefieren un hombre viril, sentir la masculinidad, como dice la gran Mayte: un empotreitor (un empotrador). Que viene a ser un hombre que "impoga" (consesuadamente) su masculinidad. Lo cual no está reñido con el diálogo, con conocerse y con saber que gusta y que no gusta, no tiene nada que ver una cosa con la otra.

En el libro "mi jardín secreto" se explica una paradoja muy interesante y es que teniendo en cuenta que un altísimo porcentaje de mujeres no llegan al orgasmo via penetración exclusivamente, son frecuentísimas las fantasías femeninas, en las que son "poseidas" (sic) por un tio con una gran polla. Y esto tiene mucho que ver con esa sexualidad mental, tan femenina, que le interesa tan poco al Stalinito de Galapagar, la idea de sentirse llena, como fantasía femenina es muy frecuente. La propia Simone de Beauvoir en "el segundo sexo" habla de otra fantasía muy frecuenta, la fantasía de la fierecilla que es domada y así podría poner cientos de ejemplos de fantasías eróticas muy frecuentes en la mente femenina, que no tienen nada de feministas, más bien todo lo contrario, son fantasías muy heteropatriarcales y claro eso no vende el libro de "Gorki" Iglesias y afortunadamente esto no es la URSS y su lectura no es obligatoria.

Pero lo más gracioso de todo, es que haciéndose el gracioso pro feminista, lo hace a través del machismo más rancio "lo hombres feministas follamos mejor", no se, se lo  podía haber currado un poco más y haber dicho: "los hombres feministas comemos mejor el coño o sabemos situar el clítoris en el mapa de la vulva", pero no, la mente siempre tiene fugas y al macho "alfa" de la "no" casta, le ha traicionado y ha sacado su cara real. Que no pasaría nada, sino fuera porque desde su poltrona se dedica a sancionar lo que el después hace, distinguiendo entre malos y buenos hombres, según sus propios evangelios, es como aquellos obispos que mientran sometían al pueblo bajo amenanaza a hambruna para respetar la cuaresma, se ponían hasta el culo de manjares prohibidos.

Yo creo que ahí está el quid de la cuestión, las quiere todas para el, inocula el virus del sentimiento de culpa en la pobre gente que le cree, mientras el hace todo lo contrario. Volvemos a las viejas ideas, disfrazadas de nueva, en el fondo sigue aquella máxima del comunismo: "lo tuyo es mio, y lo mio también".

Pero vamos importarle las mujeres, me temo que poco, importarle la sexualidad de las mujeres menos aún, al final es lo que tanto crítica el típico tio que solo piensa con la polla, y que cree que su polla es la polla definitiva, aunque para ello se tenga que anudar un lazo violeta. A fin de cuentas es de lo que viven de gestos y símbolos que en realidad no cambian nada, solo despistan del verdadero problema y el verdadero problema y es así de triste, es que la sexualidad femenina heterosexual es un estorbo y un engorro para la obra de ingenieria social que nos quieren vender. A las tías que le gustan los tios, les gusta la masculinidad con todos sus aditivos, no una masculinidad desnatada, con 0% de azúcar y claro eso cercena de raiz toda la teoría feminista actual.

El sexo será la tumba del neofascismo puritano disfrazado de progresía y feminismo. Al tiempo.

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