tag:blogger.com,1999:blog-50472707698090749852024-03-28T07:51:01.280+01:00Mariposas de ChocolateMariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.comBlogger906125truetag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-45566756912883425102024-03-28T07:50:00.002+01:002024-03-28T07:50:16.070+01:00Castigada sin salir<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6iz596R5IbffKueoKdMMG32WElYbqaivWamsG5Ona1Z9tjBjmq12foQUAJr4QMOU0hydEFrvL-Gz-x1TUGAtcwZR0i3wGWYZOQyWi1RCnF7-fJpT97wcOsGnAgcgrTi5Am4ybcxwvey0hZYz9EKZkR0A0921i1mTwF2jZO7R7XEyq09-3e3YUF96qP3eb/s1243/IMG_20240320_193542.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1243" data-original-width="802" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6iz596R5IbffKueoKdMMG32WElYbqaivWamsG5Ona1Z9tjBjmq12foQUAJr4QMOU0hydEFrvL-Gz-x1TUGAtcwZR0i3wGWYZOQyWi1RCnF7-fJpT97wcOsGnAgcgrTi5Am4ybcxwvey0hZYz9EKZkR0A0921i1mTwF2jZO7R7XEyq09-3e3YUF96qP3eb/s320/IMG_20240320_193542.jpg" width="206" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p><br /></p><p>Llegué a casa cansado, Jueves de una semana muy agobiante. Al llegar, allí estaba, me extraño verla con ropa de calle aún, ya debía llevar rato en cada, le di un beso, le pregunté que tal el día, ella también y le dije.</p><p>-Nena me voy a dar una ducha, que la necesito.</p><p>Cuando iba camino de la habitación a por la ropa, me dijo del sofá.</p><p>-¿Vas a tardar mucho Santi? es que he quedado para ir a cenar al tailandés con unas compañeras y en un rato voy a empezar arreglarme.</p><p>Me di, media vuelta de inmediato y me fui para el salón.</p><p>-¿Cómo que has quedado para ir al tailandés hoy?</p><p>- Ha sido un plan imprevisto a la hora del almuerzo, además tu querrás ver el baloncesto, no volveremos tarde y además tengo antojo de sopa Tom Kha....</p><p>-Ya y yo de jamón ibérico 5 jotas, pero es Jueves y te recuerdo que estás castigada, hasta mañana, así que ya se te puede quitar la idea de la cabeza, porque no vas a salir.</p><p>-¿ Que?!!!!!!! si ya he quedado Santi, además me parece muy infantil, un castigo sin salir, parece que tenga 15 años, joder!!!</p><p>-Vigila esa boca jovencita y no es que lo parezca, es que te comportas cómo una adolescente de 15 años y ya te dije que si esa era la actitud, te trataría según la actitud. No vas a salir hoy y no hay debate, asi que ponte el pijama y avisa a tus amigas, que no vas a poder ir.</p><p>- No pienso avisar a nadie y claro que voy a ir no soy una cria.</p><p>- Repite eso</p><p>- Que no soy una cria.</p><p>Me fui directo para ella, la levanté del sofá cogiéndola del brazo y le di un par de azotes bien fuertes, sorbre los vaqueros.</p><p>- Vete a poner el pijama ahora mismo</p><p>Se cruzó de brazos poniendo morritos y repitiendo que no era una niña y demás, y se me acabó la paciencia, sin decir nada más la cogí del brazo con la mano derecha, con la izquierda cogí una de las sillas y la saque de la mesa, sin decir nada, la puse sobre mis rodillas, para evitar pataleos puse mi pierna derecha sobre las suyas, con la mano izquierda le agarre la cintura de los vaqueros, la estiré hacia arriba y empeccé a azotarla con la derecha en el culo, fuerte y rápido desde el principio.</p><p>-Te he dicho que no ibas a salir y no vas a salir, además cómo vas reduciendo de edad tu comportamiento, me voy a adaptar a el. </p><p>Durante unos cinco minutos, le estuve zurrando el culo sobre los vaqueros con la mano, hasta que empezó a dolerme y paré.</p><p>-Levanta.</p><p>Se levantó y tal y como lo hizo, la llevé cara a la pared, dándole de camino algún azote extra. Al llegar le pregunté.</p><p>- ¿Y tú móvil?</p><p>- En la mesita del sofá.</p><p>Me fui por el y de lo llevé.</p><p>-Llama y di que no vas.</p><p>Suspiró y al hacerlo se llevó una docena más de azotes de pie cara a la pared. Finalmente marcó un número, puso una excusa, para decir que no podría ir y colgó. Le cogí el teléfono y le dije.</p><p>-Ahora, señorita vete al baño, te desmaquillas, te desnudas, te metes en la ducha y me esperas.</p><p>Salió del rincón obediente y se fue para el baño, yo me fui para la habitación y cogí del armario su pijama de cuadros, después abri el cajón de la ropa interior y cogí una de las braguitas más infantiles que tenía, dejé todo encima de la cama y me fui para el baño.</p><p>Cuando entré, ya se habia metido en la ducha, me asomé por la mampara y le dije, para el agua. Lo hizo, cogí el gel y me eché una buena cantidad en las manos, entonces empecé a enjabonarla, primero, los hombros, los brazos, las manos, el pecho, tenía los pozones duros, seguí por el vientre y entonces volvi a por más gel y empecé desde los pies, subiendo por las piernas, los muslos...al llegar a su sexo, me recreé más jugando con el jabón y mis dedos, con todos los pliegues de su piel, sonreí mientras suspiraba, incluso un par de dedos entraron en su vagina.</p><p>- Date la vuelta, apoya las manos en la pared y separa las piernas.</p><p>Cogí más gel y empecé a enjabonarle la espalda, al llegar a las nalgas, que estaban ya rojitas, bajé hasta los talones y volvi a subir despacio enjabonádole bien las piernas, los mulos por detras y las nalgas, para terminar, con un poco más del gel, le enjaboné la parte interna de las nalgas y con la ayuda del jabón uno de mis dedos, entró en su culo, bien profundo...provocándole un suspiro...jugué a meterlo y sacarlo un par de veces y entonce le dije.</p><p>-Ahora te enjuegas, te secas, vas a la habitación, encima de la cama te he preparado la ropa, te vistes, cuando termines, recoges el baño y te espero en el salón, para una conversación que tenemos pendiente ¿esta claro?</p><p>No dije más, me sequé y sali del baño.</p><p>Un rato después entraba cabizbaja y prudente en el salón, yo la esparaba sentado en el sofá, llegó hasta mi, y ahí se quedó mirando el suelo.</p><p>- Señorita, cuando tu y yo tenemos una conversación seria, sobre tu disciplina ¿como debes presentarte?</p><p>Resopló, pero una mirada seria bastó, para que el pantalon del pijama y las braguitas se deslizaran hasta sus tobillos y de inmediato puso sus manos detrás de la espalda.</p><p>-Mírame</p><p>Lo hizo...</p><p>- Si yo te digo que estás toda la semana hasta el viernes castigada sin salir, es por algo, no lo digo en broma, además sabes perfectamente el motivo ¿verdad?</p><p>-Si...</p><p>-¿ Y cual es?</p><p>-Contestarte mal el lunes y estar de malhumor</p><p>-Exacto y cual fue el motivo de eso</p><p>-Irme a dormir tarde.</p><p>- Es más te dije que a las 11 y media toque de queda y me convenciste para que te concediera media hora más y así me lo pagas, tomándote a risa el castigo, muy bien, pues me voy a encargar, que la proxima vez, no tengas esas tentaciones, ve a buscar la zapatilla de los castigos.</p><p>-No!!!!!!! por favor la zapatilla no, que me hace sentir muy niña, otra cosa por favor.</p><p>- Pues eso precisamente quiero hacerte sentir. Cómo una niña castigada, así que o me traes la zapatilla o voy yo a por ella y si tengo que ir yo, te prometo, que te marco la suela en el culo.</p><p>Volvió a resoplar, pero un instante después me entegaba la zapatilla, que cogí y dejé sorbre el brazo del sofá.</p><p>-Ahora, te vas a colocar en mis rodillas, me vas a presnetar correctamente el culo y nada de poner las manos o esconder el culo ¿está claro?</p><p>Lentamente se tumbó sobre mi regazo, mi brazo izquierdo rodeó su cintura, cogí la temida zapatilla y empecé a "convencerla" de la conveniencia de cumplir los castigos, a base de zapatillazos ritmicos y conitnuos, que no tardaron en enrojecer su culo, hasta que creí que era suficiente, entonces la hice levantarse, la cogí de la mano, la llevé de vuelta cara a la pared, antes paramos en un tarro, que habia en el mueble, de ahi cogí una antigua moneda de 50 pesetas, la puse contra la pared y le dje.</p><p>- La nariz aguantando la moneda, las manos detrás de la espalda y ahí pensando, en la convenencia de cumplir los castigos, mientras preparo la cena.</p><p>Aquella noche cenó sentada son el culo al aire. Al terminar, mientras yo recogía la mesa, la envié de vuelta cara a la pared, hasta que la llamé. Otra vez frente a mi, con las braguitas y el pantalón en los tobillos, le dije.</p><p>- Tu actitud de hoy, ha conseguido, que estes castigada sin salir todo el fin de semana, además hasta el viernes que viene, voy a ser yo el que eleija que ropa te pones todos los días para tranajar y eso incluye lo de fuera y lo dentro ¿ Está claro?</p><p>Asintióo con la cabeza, pero la mirada baja.En ese momento, llevé un dedo a su rajita y lo pasé por ella varias veces.</p><p>-Ahhhh y ya veremos cuando recuperas el derecho al placer adulto, ahora preparate para ir a la cama y me esperaas y nada de tele o movil, como mucho un libro.</p><p>Al darse la vuelta le di un azote cariñoso.</p><p>El día siguiente, mientras se duchaba para ir a trabajar, le preparé la ropa, elegi un vestido por encima de la rodilla, botas de caña, medias negras y unas braguitas grises bastante infantiles, después de desayunar, yo mismo la vestí, y de pasó comprobé que tenia algunas maquitas en el culo, que a buen seguro harían que se acordara de mi y su travesura.</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-88266319530273829392024-03-22T16:08:00.000+01:002024-03-22T16:08:01.438+01:00Penitencia <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ5nb_mkPII5pKZ4XB7zXaLZh7xH8WfQB2QhLpelgfW85ncYMHvNCb7JVQObGYH6WtK_FtlhrutNiQwSIf0gaMwRviTvqTW6_xUfp0xpVBFBNRgFNQgXhRDyDKLqr9ju5r2P4NuIu1IDzheWYo5ejITG7jm75lVTNa686_7FGzzq8qEVKFn5JwY28dZCak/s1738/IMG_20240123_111827.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1738" data-original-width="941" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ5nb_mkPII5pKZ4XB7zXaLZh7xH8WfQB2QhLpelgfW85ncYMHvNCb7JVQObGYH6WtK_FtlhrutNiQwSIf0gaMwRviTvqTW6_xUfp0xpVBFBNRgFNQgXhRDyDKLqr9ju5r2P4NuIu1IDzheWYo5ejITG7jm75lVTNa686_7FGzzq8qEVKFn5JwY28dZCak/s320/IMG_20240123_111827.jpg" width="173" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Suspira profundamente en el momento de coger un carro del supermercado, es un día entresemana a primera hora de la tarde. No hay mucha gente, sólo una caja atiende a pocas personas, empieza a conducir por los pasillos, lleva el carro con la mano izquierda mientras lee algo en el teléfono móvil, de vez en cuando para y añade algo al carro. Poco a poco termina el recorrido, espera si turno en caja, paga y llena un par de bolsas pesadas y con ellas recorre la distancia que el separa de casa.</p><p>Al llegar deja las bolsas en el suelo con alivio, mientras busca las llaves del bolso, abre la puerta deja las bolsas en la cocina encima de la encimera y cierra. Entonces va un momento hasta la habitación, se quita la ropa de calle y se pone un pijama, pantalón a cuadros blancos y azules , camiseta blanca. Pone la calefacción y vuelve a la cocina, comienza a colocar la compra, todo "perfectamente ordenado y en su sitio" esas palabras resuenan en su cabeza a la vez que mira de reojo el reloj y su pulso se acelera. Cuando por fin termina, se dirige al salón, deja su teléfono encima de la mesa, corre las cortinas de la cristalera y se arrodilla en la esquina "las manos sobre la cabeza y me esperas"...ese fue el último mensaje.</p><p>En ese mismo instante, le doy al contacto del coche, pongo la radio, me pongo el cinturón y arranco. Pienso que los días han alargado un poco, aún hay algo de luz cuando salgo, no hay mucho tráfico tengo un cuarto de hora para llegar. De camino, voy pensando en todo lo que ha pasado, se que debo ser recto e intransigente, que es algo que ella me pidió, que hicimos un pacto y que las consecuencias de incumplir ese pacto, las conoce de sobra. </p><p>Absorto en esos pensamientos meto el coche en el garaje, paro el motor y apago las luces, cojo mi carpeta y me monto en el ascensor, se detiene en mi piso, me saco las llaves del bolsillo y abro la puerta. Todo está silencioso al entrar y sólo veo la cálida luz de la lámpara de lectura del sofá, voy hacia la luz cómo una palomilla, dejo la carpeta sobre la mesa y me quito el abrigo, la calefacción está puesta, allí está esperándome de rodillas en el rincón tal y como le dije. Me acerco, me agacho y le doy un beso.</p><p>- Ahora me ocuparé de ti, mientras esperas piensa.</p><p>Le doy una palmdita cariñosa en el culo y me levanto, voy a la habitación me quito la ropa de trabajo y me pongo cómodo. Voy a la cocina, abro los armarios y reviso, todo parece estar en orden, en la nevera también. Me voy a dirigir hacia el salón de nuevo, algo llama mi atención, en un bote en la encimera hay unos utensilios de cocina de madera (espátulas, cucharas...) Pero hay una cuchara en especial, es de madera de olivo, muy bonita con sus vetas de distintos tonos, esa cuchara nunca se ha usado para cocinar, la cojo y con ella en mano entro en el salón, la dejo sobre la mesa, cojo una de las sillas, la coloco en el centro del salón y me siento. </p><p>- Ven aquí. </p><p>Se levanta, despacio lleva un rato ya allí arrodillada y se nota, se da la vuelta, no me mira pero avanza con la mirada baja hasta pararse de pie frente a mis rodillas. </p><p>- ¿Tienes alguna explicación para lo que pasó esta noche?</p><p>- No tenia sueño...</p><p>Me responde con voz aniñada. </p><p>- Creo que estaba bastante claro todo ¿No?</p><p>- Si....</p><p>- ¿Entonces puedo saber por qué me despierto y te pillo con el teléfono en las manos? </p><p>- Es que no podía dormir!!!!</p><p>Se queja, levantando la voz y de inmediato atruena un cachete que impacta en su muslo.</p><p>- No sigas por ese camino...al único lugar que te conduce es a volver al rincón con el culo en llamas. </p><p>Suspira y gira los ojos. </p><p>- Quedamos en que a partir de las 11 se acaban las pantallas, puedes leer, puedes ponerte algo de música relajante con los cascos, hay mil opciones, pero nada de pantallas, ese fue el trato ¿Verdad?</p><p>Baja más la mirada y responde con un casi inaudible "si".</p><p>- Ya ¿ y que pasa cuando incumples un trato?</p><p>Espero pacientemente unos segundos, hasta escuchar una ruborizada respuesta.</p><p>- Que me castigas...</p><p>- Eso es, que te castigo, que te castigo cómo a una niña traviesa. Dame tu teléfono.</p><p>Da un suspiro de desaprobación, la miro y serio le contesto.</p><p>- ¿Te lo tengo que repetir?</p><p>No es necesario, casi arrastrando los pies va a buscar su teléfono y me lo entrega. </p><p>- A partir de hoy, cada día en cuanto llegue a casa me lo darás y después de cenar te lo dejaré 20 minutos pasados, mel vuelves a dar y hasta mañana no hay teléfono ¿Entendido?</p><p>Vuelve a resoplar, y mi paciencia se agota, le suelto un par de azotes fuertes en el culo.</p><p>- ¿Entendido?</p><p>- Si...</p><p>- Más te vale. Y ahora bájate el pantalón del pijama.</p><p>Si rostro se enrojece, mete tímidamente los dedos por la cintura del pantalón, en ese momento clavo mi mirada en ella y veo como desciende lentamente por sus caderas y al pasarlas cae hasta quedar enrollado en sus tobillos. La miro.</p><p>- Las manos sobre la cabeza.</p><p>Las pone y sentado en mi silla alargó los brazos, meto los dedos por la cinturilla de las braguitas y despacio empiezo a bajárselas, hasta dejarlas justo por encima de sus rodillas. </p><p>- Cuando incumples una norma, pierdes tus derechos adultos, cómo por ejemplo, el de la altura de tus braguitas. </p><p>La miró otra vez, estoy un minuto en silencio mirándolo, frente a mí, de pie, con las manos sobre la cabeza, el pantalón del pijama enrollado en sus tobillos, las braguitas a media asta, su rostro rojo y su sexo hinchado y húmedo, pongo media sonrisa y le digo que baje los brazos, nada más hacerlo la cojo de la muñeca y la guío a mis rodillas, se coloca suavemente, le rodeo la cintura con mi brazo izquierdo y tiro de ella hacia arriba. </p><p>Tumbada en mi regazo, sentado en una simple silla, es una posición muy infantil para una adulta, si a ello le sumamos la verguenza de tener los pantalones en los tobillos y las braguitas por las rodillas, además de vergonzoso tiene el plus de la exposición. Lentamente me subo las mangas y al terminar pongo mi mano derecha encima de su nalga desnuda.</p><p>- Debería darte vergüenza, verte así a tu edad, cómo una niña traviesa, pero eso uno que funciona contigo, al menos durante un tiempo, así que lo haré las veces que sea necesario y quiero que te acuerdes. </p><p>Entonces mi mano empieza a golpear abruptamente sus nalgas desnudas, el salón se inunda del sonido rítmico, monótono y constante de las palmadas, es el sonido de la disciplina, que estremece y a la vez excita, con esmero cubro cada centímetro de su piel desde la parte superior de los muslos hasta la curva de las nalgas, y ninguna caricia de momento, vario el ritmo de repente disminuyo para volver a acelerar...el palido blanco de su piel, se vuelve rosado y un rato después de zurra continuada empieza a coger un tono rojo brillante. Entonces paro, le acaricio los muslos, pero siempre sin tocar nada de piel castigada, debe sentir los efectos de su comportamiento en la piel.</p><p>- Levanta y tráeme la cuchara de madera que hay en la mesa.</p><p>Lentamente se levanta, al ponerse de pie sus braguitas han caído ya también en sus tobillos, ya no hay ningún síntoma de reproche, obediente va a buscar la cuchara con la que va a terminar de recibir su castigo, me la da y cuándo se lo indico se coloca de nuevo en mi regazo. Durante un instante me deleito observando el color de su culo, a la vez que acaricio toda la zona con la áspera y fría cuchara. Hasta que la sujeto bien por la cintura y empiezo a castigarla con ella, la cuchara es muy precisa permite dar exactamente en el punto que quieres y yo insisto especialmente en la zona de asiento, en la parte más baja de las nalgas, hasta que empieza a gemir en cada nuevo azote, paro un instante, la dejo respirar y cae una ráfaga rápida en el mismo lugar y nueva pausa. Entonces dejo el apriete de mi mano en su cintura y uso mi mano izquierda para separar una de las nalgas, y le doy media docena de azotes ahí en esa cara interna de piel fina y sensible generalmente oculta, hago lo mismo con la otra nalga y patalea levemente, entonces dejo la cuchara en el suelo y termino el castigo con mi mano de nuevo, una tanda de azotes rápidos y sonoros, que terminan de la misma forma que empezaron. </p><p>Reina de nuevo el silencio, sólo se escuchan dos respiraciones, el aire le refrigera un poco el culo, que está rojo y ardiendo.</p><p>- Ahora cuando te levantes, me darás tus pantalones y tus braguitas, irás a buscar el taburete y la libreta y me copiaras 100 veces: " La prohibición de pantallas antes de dormir, no es una broma, es por tu bienestar" con letra entendible o volverás a copiar con el culo aún más rojo. </p><p>Un instante después de haberlo dicho se levanta, sin decir nada se acaba de quitar el pantalón y las braguitas, me da la ropa y sale del salón, entra un poco después, con el taburete y la libreta y en silencio se sienta con mucho cuidado, al tocar la piel con el duro asiento del taburete suspira y se mueve incómoda, yo la observo ya desde el sofá, abre la libreta y empieza a copiar. </p><p>Un rato después, se levanta y viene hacia mi con la libreta en la mano, me la entrega y reviso las líneas. La cierro y la dejo sobre la mesilla, entonces de pie frente a mí le pongo y le subo las braguitas y el pantalón, al terminar le digo:</p><p>- Tienes ropa para planchar ¿Verdad?</p><p>Asiente...</p><p>- Pues ya sabes, mientras preparo la cena.</p><p>Y así es, la dejo planchando y hago la cena, pongo la mesa, cuando estoy la llamo, antes de sentarnos a cenar, le vuelvo a bajar el pantalón y las braguitas, hoy cenará con el culo al aire y rojo. </p><p>Al terminar de cenar, la envío al rincón mientras recojo. Y ya con todo recogido paso a por la crema hidratante, entonces la llamo, sale del rincón y se acerca, la hago colocarse de nuevo en mis rodillas, entonces le doy el móvil y le digo.</p><p>- Tienes 20 minutos, luego confiscado hasta mañana.</p><p>Estoy los 20 minutos dándole un masaje en el culo, ya no está tan rojo pero en algunas zonas sigue...pasado los 20 minutos le pido el teléfono, me lo da, lo dejó sobre la mesita de noche, y mis dedos se pasean por la rajita, está mojada y sensible, suspira al sentirlos, juego un poco con mis dedos, inspeccionando bien su intimidad, de repente paro, le subo las braguitas y el pantalón, le doy un par de cachetes en el culo y le digo.</p><p>- Ahora prepárate para irte a la cama y si te desvelas, te dejo otra opción hoy...</p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-31768977603737324762024-03-19T17:23:00.001+01:002024-03-19T17:23:11.606+01:00Aquella escala (Por E.)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIxCcEk9C3qVHROZmBMk5NUMEMNU39N2m_ZkwjVWMiUMVcuKVdKRPOSXLhAlYNlyHiutgVX6R-jQPiq_N3g8Q4chrpF_ScLHY0JmALXtJ7fQs3VwrG7HnEgECLbg8cLHOQkBIwcSk2PrsRzt27pWLSGpiQEP_iN34_DuocbztI5nv-x9mRLB5zY7UFUvm1/s1352/IMG_20240318_161640.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1352" data-original-width="768" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIxCcEk9C3qVHROZmBMk5NUMEMNU39N2m_ZkwjVWMiUMVcuKVdKRPOSXLhAlYNlyHiutgVX6R-jQPiq_N3g8Q4chrpF_ScLHY0JmALXtJ7fQs3VwrG7HnEgECLbg8cLHOQkBIwcSk2PrsRzt27pWLSGpiQEP_iN34_DuocbztI5nv-x9mRLB5zY7UFUvm1/s320/IMG_20240318_161640.jpg" width="182" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p>Se había aficionado a cogerle sus camisas. Estaba de moda la ropa "over size" y de vez en cuando le desaparecía ropa sin previo aviso.</p><p>A él no le molestaba, pero lo que sí lo hacía era la manía de usarlas y no cuidar esa ropa después. </p><p><br /></p><p>Ya habían tenido más de una conversación sobre eso, la última apenas una semana antes, y acabó con advertencia.</p><p><br /></p><p>- Última vez que me coges ropa y la dejas así, avisada estás. </p><p><br /></p><p>La cosa quedó ahí, pero unos días después al volver de trabajar fue a la habitación a cambiarse y vió que nada había cambiado. </p><p>A los pies, en su lado de la cama, estaba tirada una falda negra y su camisa azul de traje. Al lado las medias y los zapatos de tacón.</p><p><br /></p><p>- Nena ven aquí.</p><p><br /></p><p>- Qué quieres? </p><p><br /></p><p>Ella estaba sentada en el sofá viendo tonterías en el móvil. Había sido un día muy largo y tenía ganas de desconectar un rato.</p><p><br /></p><p>- Quiero que vengas.</p><p><br /></p><p>Sonaba serio, así que se levantó de mala gana y se fue a buscarlo.</p><p><br /></p><p>- Qué quieres Santi? Me acabo de sentar!</p><p><br /></p><p>Al entrar le vió de pie, con lo brazos cruzados y mirada inquisidora. </p><p><br /></p><p>- A ti qué te parece??</p><p><br /></p><p>- Santi estoy cansada, no empieces con tus manías!</p><p><br /></p><p>Se dió la vuelta con intención de irse al sofá de nuevo </p><p><br /></p><p>- No he terminado. No se te ocurra dejarme con la palabra en la boca.</p><p><br /></p><p>Se dió la vuelta de mala gana y le volvió a mirar. </p><p>Él se agachó y cogió su camisa. Estaba arrugada de estar en el suelo. </p><p><br /></p><p>- Estoy harto de que me cojas la ropa y la trates así. Si quieres destrozar la tuya tú sabrás, pero se acabó usar mis camisas. </p><p><br /></p><p>- Joder Santi, qué más te da!! No está sucia, solo está arrugada, y la iba a echar a lavar igualmente!</p><p><br /></p><p>- Vigila esa boca! Y esa no es la cuestión. Te la pones y al quitártela la echas a lavar. No la dejas aquí hecha un asco con los zapatos, las medias y todo este desastre! </p><p>Te lo avisé hace una semana. Se acabó coger mi ropa. </p><p><br /></p><p>- Pues métetela donde te quepa! </p><p><br /></p><p>- Qué has dicho?</p><p><br /></p><p>- Nada ... - le miraba desde la puerta.</p><p><br /></p><p>- Repite lo que acabas de decir. </p><p><br /></p><p>La miraba fijamente mientras veía cómo se iba haciendo cada vez más pequeña. Ella se debatía aún entre mantener el órdago o rendirse. </p><p><br /></p><p>- No me hace falta tu ropa...- su tono ya nada tenía que ver con el de antes. Sí voz era casi un susurro. </p><p><br /></p><p>- Y parece que la tuya tampoco. Recoge esto ahora mismo y te espero en el salón. </p><p><br /></p><p>No le dió opción a réplica. Salió de la habitación y la dejó ahí pensando. No tardó mucho en aparecer por el salón. Él estaba sentado en el sofá con un libro.</p><p><br /></p><p>- Ponte en el rincón que vas a estar un rato pensando en tu comportamiento. </p><p><br /></p><p>- Santi...- empezaba el intento de ablandarle. </p><p><br /></p><p>- No lo repito. Y no quiero oír ni una queja. </p><p><br /></p><p>Se fue al rincón y se colocó con las manos en la espalda. Esta vez no le había pedido que se bajara la ropa. Estaba más serio que otras veces...</p><p><br /></p><p>La tuvo en esa posición al menos quince minutos, que a ella se le hicieron eternos, pero le dió tiempo a reflexionar. Es verdad que era muy poco cuidadosa con sus cosas y que él se enfadara era lógico. </p><p><br /></p><p>Tras ese rato cerró el libro y decidió ocuparse de ella. La observó un poco desde su sitio. Era muy cabezona y muy impulsiva. Rara vez admitía un error a la primera, siempre tenía que contestar. </p><p><br /></p><p>- Ven aquí. </p><p><br /></p><p>Ella se acercó despacito. No le miraba. </p><p><br /></p><p>- Lo último que imaginaba hoy era tener que estar a las ocho de la tarde enseñándote a cuidar las cosas que usas. </p><p><br /></p><p>De repente se notó la cara caliente. Seguro que estaba roja. Y es que que la regañara así a su edad le daba vergüenza. </p><p><br /></p><p>- Y encima cuando te corrijo te pones farruca? </p><p><br /></p><p>La miraba atentamente, pero ella seguía con los ojos clavados en el suelo. </p><p><br /></p><p>- Muy bien. Ve a la habitación y traeme el cinturón que está en el armario. El marrón de piel. </p><p><br /></p><p>No dijo nada, pero emitió un mohín bajito.</p><p><br /></p><p>- Te gusta usar mis cosas, no? Pues vamos a usarlas a mi manera. Traeme el cinturón ahora mismo. </p><p><br /></p><p>Se fue resignada a por él. Lo guardaba en una balda del armario. No lo solía usar para vestir, tenía otro uso "especial" en casa. </p><p><br /></p><p>Al volver se lo dió y lo dejó de momento sobre el reposabrazos. </p><p><br /></p><p>- Colócate. </p><p><br /></p><p>Sabía perfectamente lo que le estaba pidiendo, así que se echó sobre sus rodillas dejando su culo completamente en sus manos. </p><p><br /></p><p>- No tengo que explicarte por qué te voy a castigar, verdad? Pues empezamos.</p><p><br /></p><p>Y sin más dilación empezaron a escucharse los azotes en la habitación. El pijama amortiguaba un poco el ruido, pero poco. Ella no se movía. </p><p>Cuando ya había " calentado" un poco paró.</p><p><br /></p><p>- Levántate.</p><p><br /></p><p>Obedeció y enseguida le sintió. Le llevó sus manos a su pantalón y se lo bajó hasta los tobillos. </p><p>A continuación hizo lo mismo con sus braguitas.</p><p><br /></p><p>- Te gusta dejar la ropa en el suelo? - la miraba fijamente.</p><p><br /></p><p>- No...</p><p><br /></p><p>- Tus actos no dicen lo mismo. </p><p> Cada día que vengo es la misma historia. Te cambias y dejas todo por recoger. Muy bien, pues vamos a ver si hoy aprender. Vas a estar toda la noche con la ropa en el suelo. </p><p><br /></p><p>Ella permanecía callada delante de él. Estaba roja y avergonzada. Se sentía expuesta. </p><p><br /></p><p>- Colócate.</p><p><br /></p><p>De nuevo se vió en sus rodillas. Esta vez con el culo al aire y la ropa enrollada en sus tobillos. Era peor que estar desnuda y él lo sabía. </p><p><br /></p><p>Le acarició un poco el culo rojo y reanudó el castigo. </p><p>Esta vez los azotes era más intensos y directos sobre la piel. La marca de sus dedos quedaba una vez tras otra grabada en sus nalgas. </p><p>Tras unos minutos se empezó a mover y buscó agarrale su mano. Eso le hacía sentirse más cercana a el y segura. </p><p>Cuando la vió ya un poco al límite paró. </p><p><br /></p><p>- Duele...- lo dijo con voz suave y mimosa. </p><p><br /></p><p>- Sé que duele. Te lo has buscado tú solita por descuidada.</p><p><br /></p><p>- Santi...</p><p><br /></p><p>No dijo más, pero sí le acarició un poco la piel ardiente.</p><p><br /></p><p>A medida que la acariciaba ella se iba relajando, y casi inconscientemente iba abriendo algo más sus piernas, lo que la ropa en sus tobillos le permitía. </p><p>Desde arriba la visión era completa. Su culo desnudo rojo, con la marca de sus dedos, y su sexo hinchado y jugoso. </p><p><br /></p><p>- No hemos acabado. </p><p><br /></p><p>- Santi ... Por favor...</p><p><br /></p><p>- Cómo dijiste? "Métetela donde te quepa"?? Tú crees que esa contestación es aceptable?</p><p><br /></p><p>Mientras recalcaba este punto dos dedos recorrían el interior de sus labios.</p><p><br /></p><p>- Lo siento...</p><p><br /></p><p>- Lo sientes? Ahora te comportas como una niña buena? - seguía jugando con sus dedos en su intimidad. Era casi una tortura.</p><p><br /></p><p>- No quiero niñas insolentes, y en casa ya sabes cómo se corrige eso, así que levántate y ponte sobre el brazo del sofá. El culo bien arriba </p><p><br /></p><p>Tardaba en reaccionar. Estaba excitadísima. </p><p><br /></p><p>- Vamos! - la hizo moverse de un azote. </p><p><br /></p><p>Se levantó y se colocó en su sitio. Él desde atrás le separó las piernas y la subió un poco más para dejar el culo bien ofrecido. </p><p><br /></p><p>- Cuenta en alto.</p><p><br /></p><p>Cogió el cinturón, lo midió y se separó un poco de ella. </p><p><br /></p><p>Él primero cayó sin aviso. </p><p><br /></p><p>- Uno...</p><p><br /></p><p>El segundo no se hizo esperar.</p><p><br /></p><p>- Dos ..</p><p><br /></p><p>Y así, uno tras otro le dió dos docenas. </p><p>Al terminar tenía el culo aún más marcado, pero el estado de excitación actuaba como anestésico. </p><p><br /></p><p>Él la dejó recuperarse. No la tocó, no dijo nada. Solo esperó a que empezara a reaccionar. </p><p><br /></p><p>- No habrá próxima vez. Mi ropa no se toca hasta que me demuestres más madurez. Está claro?</p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>- Y la próxima vez que me contestes así tú misma me pedirás que te castigue. </p><p><br /></p><p>- Levántate. </p><p><br /></p><p>Se incorporó y le buscó. Él la abrazó sintiéndola sentir segura. Cuando la soltó hizo algo que no esperaba. </p><p>Se arrodilló y llevó su mano al pantalón. Buscó su polla y se la metió en la boca. Estuvo jugando con ella un buen rato hasta conseguir ponérsela muy dura. Entonces aumentó el ritmo para llevarle al máximo de excitación y cuando le tuvo así se volvió a tumbar sobre el brazo del sofá boca abajo invitándole a entrar. </p><p>La folló rápido y fuerte hasta acabar en un orgasmo intenso.</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-44256868743030544372024-03-13T12:47:00.001+01:002024-03-13T12:47:42.121+01:00Un castigo, es un castigo<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVWDnDHdN4l7cVFtFbLwksh8yavgTWgUHoalb_8YJs5lqiVEIcQGGqJ6A-kZPfGb2bb_g7GQpmZzwTc_oGazRfZ950nzgQv42Jqb5wDQiQC-oeVT_Aw9pmTQU-Bk4GlwLgba8-k6EdzzZaQPV_PToph9hINQ9xPoe8K7KUy0hqEeBZaI5Tc0WvJ4sf6g/s1162/IMG_20220427_205008.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1162" data-original-width="686" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVWDnDHdN4l7cVFtFbLwksh8yavgTWgUHoalb_8YJs5lqiVEIcQGGqJ6A-kZPfGb2bb_g7GQpmZzwTc_oGazRfZ950nzgQv42Jqb5wDQiQC-oeVT_Aw9pmTQU-Bk4GlwLgba8-k6EdzzZaQPV_PToph9hINQ9xPoe8K7KUy0hqEeBZaI5Tc0WvJ4sf6g/s320/IMG_20220427_205008.jpg" width="189" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Aquel día llegué a casa con ganas de tranquilidad y calma, había sido un día duro y estresante, la situación tampoco ayudaba mucho a tener optimismo. Pero bueno, me apetecía una cervecita, charlar un rato con ella, que seguro que me haría reír, en fin tranquilidad y relax.</p><p>Al llegar a casa, me extrañó todo tan silencioso y ninguna luz, estaba claro que no estaba y me decepcioné un poco, encima la cocina con los platos sin fregar, el baño con la ropa tirada, total que me empezó a picar la nariz y le envié un whatsapp:</p><p>- Nena ¿Dónde estás?</p><p>Me contestó al cabo de unos cinco minutos.</p><p>-Estoy tomando café con María, pero no tardo ¿tu bien?</p><p>-¿Cómo? ¿Tu no estabas castigada?</p><p>-Joder Santi no soy una niña pequeña.</p><p>-Bueno, ya hablaremos...</p><p>Ya no dije nada más, tras la última travesura había sido muy claro, toda la semana castigada sin salir. Una vez terminadas las obligaciones a casa. Y al tercer día ya estábamos así.</p><p><br /></p><p>Una hora más tarde más o menos llegó contenta y feliz, yo en cambio estaba serio y me dijo mientras dejaba la mochila encima de la mesa del comedor.</p><p>-Uyyy que cara ¿mal día?</p><p>- ¿Vas a dejar eso ahí?</p><p>-Si, que pasa</p><p>-Joder, que no te cuesta nada digo yo dejarlo en la habitación</p><p>Lo cogió y comentó con ironía</p><p>-Puff ya veo que tenemos mal día</p><p>Y se fue a la habitación, tardó un poco, de había quitado las botas de la calle y se había puesto las zapatillas de estar por casa, pero aun conservaba la ropa de calle, los vaqueros y una camiseta </p><p>Se sentó en sofá, empezó a hacerme carantoñas y me dijo:</p><p>-Va cuenta ¿has tenido un mal día?</p><p>-Pues si y encima llego a casa y no éstas cuando se supone estás castigada y encima aquí te tengo haciéndote la loca, cómo si no hubiera pasado nada</p><p>-Yaaaa, pero María me dijo de quedar y no le iba a decir que no podía porque estaba castigada.</p><p>- Cuándo quieres encontrar excusas, bien que las buscas</p><p>-Joder Santi, ya no soy una niña, si te vas a quedar más contento, cumplo un día más de castigo y ya</p><p>- Nena, las cosas no van así ¿ Castigos a la cara ahora? Vete a la habitación y llévate la mochila</p><p>-¿Que?!!!</p><p>-Lo que has oído, si no sabes regularte sola, así aprenderás</p><p>- Bueno pues si te vas a poner así, mañana quedó otra vez.</p><p>- ¿ Me estás vacilando? Mañana cómo no estés aquí te voy a buscar y te traigo de la oreja si hace falta.</p><p>- Ya lo veremos</p><p>-¿Que has dicho?</p><p>-Joder Santi!!!!</p><p>Se había levantado a coger el móvil.</p><p>- Tira para la habitación y dame el móvil</p><p>Dejó el móvil y me miró seria.</p><p>-No me mires así, has decidido saltarte el castigo, pues ahora te aguantas las consecuencias</p><p>-YO NO TENGO LA CULPA QUE HAYAS TENIDO UN MAL DIA!!!!!!</p><p>Dio un patadita en el suelo toda digna y se fue a la habitación dando un portazo. Esperé que pasara un poco de tiempo unos minutos y entonces fui a la habitación abrí la puerta, ella estaba tumbada en la cama jugando con el móvil y le dije, con mucha calma</p><p>-Ahora te vas a levantar, te vas a poner el pijama, vas a salir de habitación, me vas a dar el móvil y vas a volver a la habitación cerrando la puerta cómo las personas o tu culo lo va a pagar muy caro ¿Estamos?</p><p>Siguió impasible, como si no estuviera, jugando con el móvil ¿buscaba enfrentamiento? pues paciencia agotada.</p><p>Me fui para ella, le quité el móvil con firmeza y me lo metí en el bolsillo, la cogí del brazo y la levanté de la cama, la llevé hasta el salón, me senté.</p><p>- Ahora te vas a la habitación, sin soplidos, pisotones, ni por supuesto portazos, te pones el pijama y ya puedes ir preparando el culo, que estos ataques infantiles de ira no te los tolero.</p><p> Me la quedé mirando, me sostuvo la mirada un instante, hasta que al final a regañadientes lo hizo, imagino que tenía claro que iba a terminar con el culo rojo si o si y que más le valía no empeorar las cosas.</p><p> Esperé 20 minutos, sabía que cada minuto era un pequeño tormento a sabiendas, que cuando entrara en la habitación iba a terminar con el culo rojo y caliente. Pasados los 20 minutos me levanté y me fui para la habitación, abrí la puerta y allí estaba en la cam, con el pijama de verano. </p><p>- Levanta </p><p>Se levantó y se cruzó de brazos con morritos. </p><p>- El pantalón del pijama en los tobillos, ahora. </p><p>- ¿Qué? </p><p>No le contesté, me desabroché el cinturón. </p><p>- Santi....</p><p>Estiré del cinturón y salió del pantalón.</p><p>- Pffffff...</p><p>Me la quedé mirando, dio un pisotón en el suelo, pero el pantalón del pijama descendió por sus muslos. Doblé el cinturón y empecé a juguetear con el, haciéndolo sonar contra mi mano izquierda. </p><p>- Pon las manos sobre la cabeza.</p><p>- Pffff...</p><p>Sin pensarlo solté el cinturón y sonó contra su piel.</p><p>- He dicho que no más quejas, ni soplidos. </p><p>De inmediato puso las manos sobre la la cabeza a la vez que una franja roja se dibujaba en su piel. </p><p>- Date la vuelta sin bajar las manos, separa las piernas y te inclinas adelante sacando bien el culo. </p><p>Un momento de duda, pero con el cinturón en la mano, le entró la convicción rápido y se puso en posición. </p><p>- Dos docenas, cuenta.</p><p>Me acerqué un momento, le pasé la mano por las dos nalgas un momento, di un par de pasos atrás, apunté bien dándole unos toquecitos con el cinturón doblado, para asegurarme que los azotes caían en su sitio y sin previo aviso, le di media docena seguidos, que la hicieron resoplar y más en frío. Al contar el número seis no pudo evitar incorporarse un poco. </p><p>- Pon el culo...</p><p>Esperé a que se pusiera otra vez y cuando estuvo seguí con media docena más, ahora más lentos. Ya con el calorcito de los primeros y el diferente ritmo, no se movió. </p><p>- Los castigos ni son opcionales, ni son a la carta, si te castigo sin salir, es que te quiero encontrar en casa cuándo llegue y si eso no pasa, estas son las consecuencias. </p><p>Apunté otra vez y despacio le di la segunda docena de azotes. Al terminar me puse el cinturón con calma, la cogí del brazo y la llevé hasta el comedor, directa a la pared.</p><p>- De rodillas, las manos en la espalda y no quiero ni escucharte respirar. </p><p>Me senté un momento, tenía el culo bonito, a franjas que cruzaban las nalgas. </p><p>Cinco minutos después me levanté, fui a buscar el aceite de masajes y la llamé. Se levantó y se acercó hasta estar frente a mí. La hice poner de nuevo las manos sobre la cabeza. </p><p>- Escúchame con atención. Es la última vez que te saltas un castigo, ya puedes estar segura. Olvídate lo que queda de mes, de cafés, charlitas y demás, lo que queda de mes tu rutina va a ser, de casa al trabajo y del trabajo a casa. Y ya me encargaré de darte tareas para aprovechar el tiempo, ideas me sobran, pero para terminar de aclarar la cosas y que no haya la más mínima duda, coge un cojín ponlo en mis rodillas y ya sabes. </p><p>No hubo soplidos, ni quejas. Cuando estuvo en mis rodillas, lo primero que hice fue sujetarla con el brazo izquierdo por la cintura, bien sujeta cogí el bote de aceite lo destapé y eché un chorro en cada cachete, lo extendí rápido y empecé a azotarla con la mano, la piel empapada de aceite hacía que las palmadas sonarán más aún de lo habitual. Y para mí la parte auditiva de los azotes es muy excitante. Empecé alternando nalga y nalga, pero a mitad de azotaina, cambié a cuatro o cinco seguidos en la misma nalga antes de cambiar y ya no paré hasta secarle el culo a azotes. Empecé a pasarle los dedos por la piel roja, caliente y cubierta de una especie de pequeños granitos. Podía ver su sexo hinchado, rojo y brillante, pero aquel día no había motivo para juegos, era un castigo y así quería que lo sintiera. Así, que no me dejé llevar. </p><p>- Ahora, te vas al pasillo te plantas frente a la puerta, las manos en la espalda y ya pensaré cuando te levanto el castigo. </p><p>El pasillo me pareció el mejor lugar, así la tenía bajo control, casi desde cualquier lugar de la casa.</p><p> Y allí la tuve hasta un rato, hasta que le dije.</p><p>- Ahora te vas a sentar y vas a escribir un carta de disculpa sobre tu comportamiento, que me leerás después de cenar.</p><p>Se sentó en la mesa con el culo desnudo y el cuaderno y no se levantó hasta que puse la mesa para cenar. Cuando terminamos de cenar, le dije que repasaraa carta de disculpas, mientras recogía y cuando me senté en el sofá, la llamé, frente a mí con el cuaderno en las manos, el pantalón del pijama en los tobillos y le hice leerme la carta, cuando terminó, pasé mis dedos entre sus piernas, sólo para comprobar si estaba mojada, que lo estaba, pero el único premio aquella noche, fue el masaje en el culo después de leer la carta, en mis rodillas, al terminar, la envié directa a la cama. Aquel día no hubo premio, un castigo es un castigo.</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-4061135563059266132024-03-09T15:44:00.002+01:002024-03-09T15:44:11.203+01:00La mejor herramienta <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNW_9BCJEKXCh8UjXpTd61H03dQiNjqg0EuQ5AOt5HrUxhbdJ_68XScaLLJPmV1fKfiAP1YmXULFDSBui7gPse0QqwA3IJhpybEaNQG_VD6htsCs2Wf4ZvRkNCrhEb-UW0dT99IB3iBPTavyxdc7Td7G4_a8tOjNj2IIDTa87Ly_hRgZj9_Ic27LAwk_Cr/s1314/IMG_20240212_215421.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1314" data-original-width="630" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNW_9BCJEKXCh8UjXpTd61H03dQiNjqg0EuQ5AOt5HrUxhbdJ_68XScaLLJPmV1fKfiAP1YmXULFDSBui7gPse0QqwA3IJhpybEaNQG_VD6htsCs2Wf4ZvRkNCrhEb-UW0dT99IB3iBPTavyxdc7Td7G4_a8tOjNj2IIDTa87Ly_hRgZj9_Ic27LAwk_Cr/s320/IMG_20240212_215421.jpg" width="153" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Hacía mucho tiempo, qué no escribía una entrada tradicional. Hoy voy a hacer una excepción y así dar un respiro a los relatos, para hablar de un fetiche muy personal.</p><p>Cuándo empecé a descubrir primero y practicar después el spanking, cómo creo que nos pasa a muchos, te llega un exceso de información que se une a las ansías propias del momento inicial </p><p>Y entre ese exceso de información, sin duda uno de los más impactantes, es la cantidad de instrumentos que descubres. Eso lleva muchas veces a querer abarcar y probar ( todo tipo de paletas, correas, varas, etc) muchos de ellos difíciles de conseguir y también de manejar y especialmente de modular el impacto. </p><p>En aquel descubrimiento, había un instrumento muy habitual y que culturalmente al menos aquí en España, yo no conocía su uso perverso, cómo instrumentos de azotar: el cepillo de madera.</p><p>De hecho ese desconocimiento, hizo que lo denostase y mi falta de experiencia que lo considerase demasiado inofensivo (realmente su aspecto lo parece)</p><p>Por cosas de la vida, di con alguien que me convenció para usarlo y probarlo y menudo descubrimiento.</p><p>Hoy en días con décadas de experiencia y habiendo probado todo tipo de instrumentos, hay un trío que para mí son imprescindibles y prácticamente los único que uso desde hace mucho tiempo, el trio diabólico: la piel contra piel de la mano, la piel viva contra la piel muerta del cinturón de cuero y el cepillo. </p><p>Pero son duda el cepillo, es mi preferido mano a parte.</p><p>Bajo si aspecto inofensivo, se esconde una herramienta super efectiva, que te permite provocar todas las diversas gamas de sensaciones que puedes pretender en una azotaina, desde unos azotes más lúdicos que calienten la zona, hasta una severa azotaina con un doloroso recuerdo para días y a partir de ahí toda una gama intermedia de sensaciones físicas.</p><p>Después están también las mentales, un cepillo del pelo no es algo que debas guardar escondido en un armario, puede estar sobre la mesita de noche, colgado tras la puerta del baño, se puede llevar en el bolso y pasar cualquier control de aeropuerto, se le puede grabar el nombre, se puede decir aquello de: "ve a buscar el cepillo".</p><p>También digamos que es apto para todos los públicos, manejables, modulable, precisó, dónde apuntas, das. Además esa manejabilidad lo hace perfecto para poder precisar los golpes, en aquellos lugares más sensibles y sobre todo además de la mano, es el instrumento por excelencia para ser usado en posición OTK. </p><p>Lo que son las cosas, de ser algo que en un principio no me llamó la atención a tener actualmente una interesantes colección de cepillos de diferentes formas y maderas, sólo añoro algún día hacerme con alguno vintage de madera de ébano. </p><p>Creo que es interesante tener variedad de instrumentos, más que nada, para también tener variedad de sensaciones, pero si me permitís un consejo, no pueden faltar varios cepillos, eso sí no me seáis cutres, nada de plásticos, madera.</p><p>Y para terminar, me gustaría lanzar dos preguntas al aire, por si alguien quiere responder.</p><p>¿Tenéis algún instrumento que os sea especialmente útil, como a mi me pasa con el cepillo,?</p><p>Y la segunda</p><p>¿Quienes habéis probado el cepillo que opinión tenéis de el ? ¿Os engañó su aspecto?</p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-3093347524659064212024-03-05T17:47:00.003+01:002024-03-05T17:47:32.021+01:00La lengua demasiado larga.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqEk7RCYQPnp9TuvlzPA9il6NQhF_x4w_UJjMG4JKHIP1uvseUR4hLrK3WA-j-LwJYEqctQk-bhz4n5YFEJenW1uLHftD_NOW1M6Pdc18rvCPJDQgWtCuAISFd31yEHyzVfH9Jkp1yFcfM40XteCLfwml0T4GxML_e8Q2jLaCyVoVQHwupMHWIV2WPg6hL/s1024/IMG_20240301_182236.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="1024" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqEk7RCYQPnp9TuvlzPA9il6NQhF_x4w_UJjMG4JKHIP1uvseUR4hLrK3WA-j-LwJYEqctQk-bhz4n5YFEJenW1uLHftD_NOW1M6Pdc18rvCPJDQgWtCuAISFd31yEHyzVfH9Jkp1yFcfM40XteCLfwml0T4GxML_e8Q2jLaCyVoVQHwupMHWIV2WPg6hL/s320/IMG_20240301_182236.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Era ya tarde, hacía un rato que había llegado de su comida familiar. </p><p>- Espero que esto te sirva, para la próxima vez pensar antes de hablar.</p><p>Le dije desde el sofá. Ella estaba de pie en medio del salón, con las manos en la cabeza, el pantalón del pijama y las braguitas en los tobillos, de espaldas a mi, su culo brillaba, cómo las brasas de una chimenea y en la boca aguantaba una pastilla de jabón.</p><p>Todo había empezado aquella mañana, estábamos desayunando, cuando me dijo.</p><p>- Que envidia me das</p><p>- ¿Y eso?</p><p>- Has dormido cómo un tronco</p><p>- ¿Has dormido mal?</p><p>- Fatal a las 5 y media aun daba vueltas...</p><p>- Pues algo habrá que hacer.</p><p>- Si, por favor el domingo mándame pronto a la cama.</p><p>- No te preocupes que te vas a ir pronto a la cama toda la semana.</p><p>- Te he dicho el domingo, no toda la semana!!!</p><p>- Ya te he entendido, pero yo he dicho que toda la semana y punto</p><p>- Eres un mandón</p><p>Me dijo levantándose, yo me levanté tras ella la cogí del brazo y le di un par de cachetes en el culo.</p><p>- Señorita vete a mirar la pared un rato</p><p>- Perdona Santi...además tengo que ducharme que tengo que ir a la comida.</p><p>- Ya me has oído y luego hablaremos de esa manía de contestar.</p><p>Resopló y se fui para el comedor. Yo recogí la cocina y fui para allá.</p><p>- ¿Se puede saber por qué estás vestida?</p><p>La norma de los castigos cara a la pared era muy clara, si llevaba falda o vestido, levantado y las braguitas bajadas, y si llevaba pantalón también bajado. En el rincón debía exponer siempre el culo. </p><p>Esperé a ver cómo se bajaba el pantalón del pijama y las braguitas. </p><p>- Así mucho mejor y vuelve a contar el tiempo desde 0.</p><p>La dejé ahí un ratito, nada diluye más el orgullo, que un rato mirando a la pared con el culo al aire. Cuando creí, que era suficiente, me senté en la cama y la llamé, haciéndola caminar desde el comedor hasta la habitación con el pantalón y las braguitas en los tobillos.</p><p>- ¿Te pasa algo últimamente?</p><p>- Ya te he dicho que llevo unos días durmiendo mal</p><p>- ¿Y por eso estás contestona?</p><p>- No sé....</p><p>-Ya sabes lo que les pasa en esta casa a las niñas contestonas ¿verdad?</p><p>-Si</p><p>- ¿Que les pasa?</p><p>-Las castigas...</p><p>-Correcto y si no te tuvieras que ir, ahora mismo te haría ir a por el cepillo y dejaría que el te explicara que les pasa a las niñas contestonas.</p><p>- Lo siento, no te enfades, se me ha escapado.</p><p>- No me enfado, pero como te portas cómo una niña, así te voy a tratar. Y para empezar te vas a ir a la cama pronto toda la semana desde mañana. Y también vas a estar toda la semana sin placer adulto ¿Está claro? </p><div>- Toda la semana???? es mucho!!!!!!</div><div><br /></div><div>- Bueno te doy la oportunidad de demostrarme que eres una adulta y piensa un castigo alternativo.</div><div><br /></div><div>- Un indulto? por ejemplo?</div><div><br /></div><div>-Veo que no has entendido nada, vete a la ducha, que vas a llegar tarde y ya hablaremos después.</div><div><br /></div><div>Se marchó pero no muy convencida, de hecho, antes de irse vino a hacerme un poco la pelota y preguntarme de nuevo si estaba enfadado. No lo estaba, pero quería zanjar aquella actitud insolente, que llevaba ya demasiados días, además tenía toda la tarde para diseñar un castigo eficaz. Aunque al final, por mucho que anticipes, siempre juega su carta la improvisación.</div><div><br /></div><div>Hacia unos 20 minutos, que me habia enviado un mensaje avisando que ya venía, cuando se abrió la cerradura y entró, caminó por el pasillo y entró en el salón, con una sonrisa mientras se quitaaba el abrigo, llevaba aquel vestido naranja, hacia frio, por lo que cubria sus piernas con unas medias gruesas, yo la miraba desde el sofá. Se acercó medio insinuante, me dio un beso y me susurró</div><div><br /></div><div>- ¿Sabes? Eres muy malo</div><div><br /></div><div>-¿Y eso?</div><div><br /></div><div>- Pfff llevo toda la comida mojadita por tu culpa.....</div><div><br /></div><div>-Mmmmm interesante, habra que compronarlo ¿no crees?</div><div><br /></div><div>Sonrió...</div><div><br /></div><div>-¿Me vas a ayudar?</div><div><br /></div><div>Volvió a sonréir...</div><div><br /></div><div>-Levántate el vestido</div><div><br /></div><div>Lo hizo....mis manos buscaron la cintura de las medias y despacio las bajaron a medio muslo, entonces lleve la mano a su sexo por encima de las braguitas...</div><div><br /></div><div>-Si parecen húmedas, pero habrá que que seguir comprobando.</div><div><br /></div><div>En ese momento le bajé las braguitas y le hice separar un poco las piernas, pasé mis dedos por la parte de las braguitas, que está en contacto con su sexo.</div><div><br /></div><div>-Pues si, parecen mojadas, voy a ver como está la rajita.</div><div><br /></div><div>Mirándola pasé un dedo entre sus labios, ella suspiró</div><div><br /></div><div>-Vaya, vaya, a saber en que pensabas traviesa</div><div><br /></div><div>En ese momento le metí un dedo y soltó un gemido...</div><div><br /></div><div>-¿En que pensabas señorita? ¿En que notabas el culo rojo? ¿o tal vez en que te llevaba a escondidas a una habitación para darte tu merecido?</div><div><br /></div><div>- Pfffff Santi, de pie no puedo seguir.....</div><div><br /></div><div>- Como quieras...</div><div><br /></div><div>Saqué el dedo....y empecé a darle unos azotitos en el sexo...</div><div><br /></div><div>-Y no te da vergúenza, estar mojadita en una reunión familiar, traviesa?</div><div><br /></div><div>- Para por favor.....</div><div><br /></div><div>-Está bien, ve a ponerte el pijama y cambiarte de braguitas.</div><div><br /></div><div>Ahí cambié el tono de voz y lo notó al instante.</div><div><br /></div><div>-Bueno....quería decir que siguieras, de otra manera.</div><div><br /></div><div>-Estás castigada ¿pensabas que ibas a tener placer? Venga y date prisa, quitate el maquillaje también.</div><div><br /></div><div>Toda esta parte fue improvisada, no estaba en plan inicial, pero me lo puso fácil y el efecto sorpresa hizo efecto, se fue a la habitación, y después al baño, a desmaquillarse, cuándo salia , le dije.</div><div><br /></div><div>-No te olvides de coger el cepillo, que lo voy a necesitar.</div><div><br /></div><div>Cuando entró en el comedor de nuevo, ya estaba en pijama, desmaquillada y me entregó el cepillo.</div><div><br /></div><div>-Gracias. Vamos a olvidar lo que ha pasado y a centrarnos en esta mañana ¿Que te dije que te esperaba a la vuelta?</div><div><br /></div><div>- Un castigo</div><div><br /></div><div>- ¿Y ha sido eso lo que te ha mantenido mojadita? ¿Saber que en casa te iba a zurrar el culo ?</div><div><br /></div><div>Su rostro se encendió.....</div><div><br /></div><div>-Bájate el pantalón y las braguitas.</div><div><br /></div><div>Lo hizo...</div><div><br /></div><div>-Ahora señorita vas a presentar bien el culo, para tu castigo, ya sabes nada de moverse, nada de poner las manos y en todo momento bien presentado.</div><div><br /></div><div>Lentamente de colocó en mi regazo, la sujeté de la cintura con mi mano izquierda y empecé a pasarle el cepillo suavemente por la piel.</div><div><br /></div><div>- Antes te di la oportunidad de portarte como una adulta y elegir un castigo alternativo, tu respuesta fue una broma, en mal momento. Vamos una respuesta nada madura, así que tu castigo estará tambien a la altura.</div><div><br /></div><div>Ya no dije nada más, directamente empecé a zurrarle el culo con el cepillo, de forma muy progresiva, primero bastante flojito y repartiendo bien, cuando empezó a coger color, sin dejar de repartir bien, aumenté la intensidad y poco a poco empecé a apuntar solo a la mitad inferior del culo, más rapidos y fuertes, alternando nalga y nalga...sólo paré cuando me aseguré que tenía el culo realmente ardiendo. Le di un respiro de un par de minutos y le dije.</div><div><br /></div><div>-Levanta y te quedas parada en el centro del salón de espaldas al sofá y con las manos sobre la cabeza.</div><div><br /></div><div>Lo hizo y cuando estuvo en posición, me levanté fui al baño y cogí la pastilla de jabón. Me fui para ella y le dije.</div><div><br /></div><div>-Abre la boca. Esto es para que aprendas a pensar antes de abrirla y si se cae, volverás a probar el cepillo.</div><div><br /></div><div>Y así la tuve unos diez minutos, plantada en el centro del comedor, con el culo como un tomate y la pastilla de jabón en la boca. Hasta que me levanté y se la quité.</div><div><br /></div><div>-Ve a enjaguarte.</div><div><br /></div><div>Se fue para el baño y alli estuvo un rato hasta que escuché que paraba el grifo.</div><div><br /></div><div>-¿Estás?</div><div><br /></div><div>-Si....</div><div><br /></div><div>-Bien pues cuando vuelvas trae la crema y el termómetro.</div><div><br /></div><div>Entró de nuevo en el salón. Le hice dejar la crema hidratante y el estuche de termómetro, en el brazo del sofá y colocarse en mis rodillas, cogí la crema y etuve un buen rato frotándole el culete con abundante crema.</div><div><br /></div><div>- Ahora señorita, te voy a tomar la temperatura, no porque sospeche que puedas tener fiebre, que no la tienes, es para hacerte sentir pequeña e inmadura y toda la semana que viene, cada dia antes de irte a la cama, tu me vas a pedir que te la tome como a una niña ¿esta claro?</div><div><br /></div><div>Cogí el termómetro, separé con mi mano izquierda sus nalgas y despacio, le introduje el termometro en el culito, cuando estuvo, tocaba esperar, y mientras con el dedo, comprobaba lo moajadita que volvia a estar.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-86994193947695649682024-02-28T18:52:00.003+01:002024-02-28T18:52:25.009+01:00Castigada de verdad.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz2HbPCYwhr6Jq9i68WF2q8gpoj93G8t5lgQOXWlJWrYdXOOC15_xxpCDsV1gUG61fK-7vEt0l7VDFWTcF_LulJQ92lKPiqbY7Lve2jVIy3eDpg2HSUCHsSMJKQTMKWn3WDBrkQFlqSfVwEkfNY47jg4JeXn63hXGRpLIFp5KuU0O3x0atMcz7CMgAUUl9/s1341/IMG_20240107_201148.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1341" data-original-width="811" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz2HbPCYwhr6Jq9i68WF2q8gpoj93G8t5lgQOXWlJWrYdXOOC15_xxpCDsV1gUG61fK-7vEt0l7VDFWTcF_LulJQ92lKPiqbY7Lve2jVIy3eDpg2HSUCHsSMJKQTMKWn3WDBrkQFlqSfVwEkfNY47jg4JeXn63hXGRpLIFp5KuU0O3x0atMcz7CMgAUUl9/s320/IMG_20240107_201148.jpg" width="194" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p>No había pasado buena noche, no me encontraba bien, tenía frío y me notaba cansado, así que a media mañana me fuí para casa, quería meterme en la cama y echarme un rato a ver si asi se me pasaba.</p><p>Al llegar a casa fuí directo al botiquin, en busca de un parecetamol, el baño estaba hecho un desastre, se habia duchado y estaba todo por el medio, en la habitación igual la cama sin hacer, cajones abiertos. En el momento me enfadé bastante, era algo que habíamos hablado ya y pensé que estaba claro. Enseguida, entendí que no, que todo ese tiempo, me había estado dándo gato por liebre, que cómo ella llegaba antes, le daba tiempo a recoger deprisa. </p><p>Cuaándo terminé de recoger, cogí una manta y me estiré un rato en el sofá, me quedé un rato dormido, había dormido mal por la noche, me despertó el móvil, era ella. </p><p>- Hola ¿qué tal te encuentras?</p><p>- Hola, un poco mejor, pero me volveré antes a casa.</p><p>- Vale, yo también volveré pronto y te cuido.</p><p>Seguimos charlando un rato, sin decirle nada, que estaba en casa, se iba a llevar un buena sorpresa cuando volviera. Y así fue, más o menos a la hora que llega ella, me fui y esperé un rato. Sería toda un sorpresa encontrar la casa recogida.</p><p>Pasado un tiempo prudencial me fui para casa y allí estaba con ropa de calle aún.</p><p>- ¿Hola qué tal? </p><p>- Hola ¿Has estado en casa? </p><p>- Si, me vine antes no me encontraba bien</p><p>- ¿Y ahora de dónde vienes?</p><p>- Me he ido a dar un paseo ¿Cómo sabes que había estado?</p><p>- Porque alguien ha tenido que recoger...</p><p>- He sido yo, si. Y no sabes la gracia que me ha hecho, llegar y tener que ponerme a recoger.</p><p>- Si, sé que vuelves hubiera recogido.</p><p>- Eso debería serte indiferente. El acuerdo que tenemos, es el que es.</p><p>- Pffff ¿Y que más te da?</p><p>- Creo que no entiendes nada, pero no te preocupes que te lo voy a explicar. Ve a ponerte el pijama, ya. </p><p>- Pero es que es una tontería y además por la mañana , voy justa de tiempo. </p><p>- Yo no tengo que darte explicaciones señorita, tú a mí sí . Ponte el pijama, ahora. </p><p>Se dio media vuelta enfadada, pero fue a cambiarse. Yo me fui a esperarla en el sofá. </p><p>Cuándo volvió al salón, allí estaba yo serio esperándola.</p><p>- ¿Y bien me lo explicas?</p><p>- Ya te lo he dicho!!! Iba justa de tiempo, y no pensaba que fueras a volver.</p><p>- Respuesta equivocada. Que yo vuelva o no, no tiene nada que ver con la explicación. Aquí hay unas normas y se cumplen, si quieres cambiarlas, me lo explicas y lo vemos, pero mientras se cumplen y punto, así que espero una explicación. </p><p>Se quedó callada y roja.</p><p>- No la hay ¿Verdad? De hecho dudo mucho que recojas ningún día.</p><p>- Si, recojo.</p><p>- No me mientas.</p><p>Al decir eso bajó la mirada.</p><p>- Te comportas cómo una cría. Tráeme la libreta y bolígrafo. </p><p>Suspiró y fue a buscar lo que la había pedido. </p><p>- Ahora te voy a dictar una frase y la copias tal cual en la libreta: "cuando me salto las normas, me zurran el culo cómo a una niña"</p><p>Se puso roja, pero no escribió. </p><p>- ¿No has escuchado?</p><p>- Es humillante...no voy a escribirlo. </p><p>Me levanté la cogí del brazo y empecé a darle palmadas bien fuertes en el culo, Como una veintena. Y al terminar la llevé hasta la pared.</p><p>- Aquí quieta, y de aquí no te mueves hasta que copies. </p><p>Me di la vuelta y me fui hasta el sofá. Cuando me fui a sentar, vi que se estaba frotando el culo, así que no me llegué a sentar. Me fui para ella otra vez. La cogí del brazo y la llevé hasta el sofá. </p><p>- Veo que hoy tienes las normas olvidadas, habrá que hacerte memoria. Y si no sabes estar cara a la pared, estarás aquí para que pueda vigilarte de cerca. Las manos en la cabeza.</p><p>Las puso, y le bajé el pantalón del pijama hasta los tobillos y después muy despacito las braguitas hasta las rodillas. </p><p>- Ahora quieta, callada y procura que no se te caigan las braguitas, hasta que te diga.</p><p>Cogí el mando de la tele y me puse a ver una serie. A los diez minutos más o menos de estar allí plantada, me dijo:</p><p>- Ya....</p><p>La miré y le pregunté</p><p>- ¿Ya qué?</p><p>- Que vale, que copio.</p><p>- Eso lo tengo muy claro. Pero has tenido la oportunidad antes, ahora ya es tarde.</p><p>La tuve unos 20 minutos más allí plantada, hasta que me levanté y salí un momento del salón, fui a buscar su cepillo. Lo dejé sobre el brazo del sofá, la cogí del brazo me senté y la puse sobre mi pierna izquierda, la derecha la pasé sobre las suyas. En cuanto la tuve en posición, cogí el cepillo y sin más empecé a calentarle el culo, sin miramientos. A los cinco minutos de azotes sin pausa empezó a quejarse e intentar moverse y paré. Dejé el cepillo y empecé a pasarle la mano por el culo, lo tenía caliente y muy rojo. </p><p>- Ahora sí vas a copiar, con el culo calentito. Te vas a levantar, te vas a sentar y vas empezar a copiar, hasta que te diga. </p><p>Se levantó, cogió la libreta se sentó suspirando y empezó a copiar. Yo me puse la tele otra vez y vigilaba cómo pasaba hojas rellenas. Porque estuvo un buen rato copiando. La llamé un buen rato después, se levantó y me trajo la libreta, habían cinco hojas de líneas. La dejé sobre la mesita. </p><p>- Dame el pantalón del pijama, las braguitas las dejas donde están. </p><p>Se agachó y se quitó el pantalón del pijama dejando las braguitas en los tobillos. Le dije que doblara el pantalón y lo dejara sobre la mesita. Entonces me levanté, le pasé la mano por el cachete del culo.</p><p>- Parece que se ha enfriado un poco...Habrá que darle un golpe de calor. Ponte sobre el brazo del sofá.</p><p>Al escucharlo soltó y soplido y tal y como salió de su boca, le solté un cachete. Esperé a que se colocara. Cuando estuvo, la cogí de la cintura, echándola hacia delante.</p><p>- Así, el culito bien presentado. Y ahora separa las piernas, que queden las braguitas bien estiradas. </p><p>Mientras me quitaba el cinturón. Lo doblé y lo dejé sobre su culo. </p><p>- Quiero que estés así en todo momento, las braguitas bien estiradas en los tobillos y el culo bien levantado ¿Tienes que pasar mucho rato sentada en el trabajo? </p><p>En ese momento cogí el cinturón, el sonido del cinturón tiene algo especial y lo hice sonar un ratito. Cuando terminé le hice hincar los codos en el sofá, poner las palmas de la manos hacia arriba y sostenerlo. Me fui a la habitación, cogí el plug y el lubricante. Me fui para el salón. Le puse bastante lubricante al plug, le separé los cachetes y se lo puse despacito, hasta que entró todo. </p><p>- Perfecto, la piedra tiene el mismo color rojo que tú culo. </p><p>Y me senté. Cinco minutos más tarde le dije que se levantara y se sentase en mi regazo, lo hizo y se escondió en mi hombro. Así estuvimos un rato en silencio. Hasta que empecé a acarciarle la cara interna de los muslos y poco a poco subiendo, empecé a pasarle un dedo por la rajita, moviendo suave a abajo a arriba. </p><p>- Estás bien empapadita...</p><p>Entonces cerró las piernas...</p><p>- ¿Que haces?</p><p>- Me haces cosquillas...</p><p>- Abre...</p><p>Separó un poco las piernas.</p><p>- Más </p><p>Las abrió un poco más. </p><p>- Nena... más.</p><p>Y empecé a mover el dedo más rápido. Ella a moverse y suspirar, entonces paré. </p><p>- Abre un poquito más. </p><p>Lo hizo...y empecé a darle palmaditas en el sexo...y después ya no paré hasta hacer que se corriera. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-86068954820145815422024-02-24T12:38:00.002+01:002024-02-24T12:38:25.242+01:00Lo prestado se.cuida (por E.)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOFPz2mZbf4zx11hBAdN6sspPnotvvqSVojHFbCSWYoQ18QgIjhz_88QwC6_JxmXSe32HPtMEXfjASt1AjSUuxq7eELsJN3ewwQCzRtFHFDsqivMt6nNDDk4tOLAMXVH9_4AyLUQm0eN01Z5u3mgye-_xc7-pKZS1s4pkJnctWvQuFinC68s6uRsXYCm39/s1376/IMG_20240202_185606.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1376" data-original-width="824" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOFPz2mZbf4zx11hBAdN6sspPnotvvqSVojHFbCSWYoQ18QgIjhz_88QwC6_JxmXSe32HPtMEXfjASt1AjSUuxq7eELsJN3ewwQCzRtFHFDsqivMt6nNDDk4tOLAMXVH9_4AyLUQm0eN01Z5u3mgye-_xc7-pKZS1s4pkJnctWvQuFinC68s6uRsXYCm39/s320/IMG_20240202_185606.jpg" width="192" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Se había aficionado a cogerle sus camisas. Estaba de moda la ropa "over size" y de vez en cuando le desaparecía ropa sin previo aviso.</p><p>A él no le molestaba, pero lo que sí lo hacía era la manía de usarlas y no cuidar esa ropa después. </p><p><br /></p><p>Ya habían tenido más de una conversación sobre eso, la última apenas una semana antes, y acabó con advertencia.</p><p><br /></p><p>- Última vez que me coges ropa y la dejas así, avisada estás. </p><p><br /></p><p>La cosa quedó ahí, pero unos días después al volver de trabajar fue a la habitación a cambiarse y vió que nada había cambiado. </p><p>A los pies, en su lado de la cama, estaba tirada una falda negra y su camisa azul de traje. Al lado las medias y los zapatos de tacón.</p><p><br /></p><p>- Nena ven aquí.</p><p><br /></p><p>- Qué quieres? </p><p><br /></p><p>Ella estaba sentada en el sofá viendo tonterías en el móvil. Había sido un día muy largo y tenía ganas de desconectar un rato.</p><p><br /></p><p>- Quiero que vengas.</p><p><br /></p><p>Sonaba serio, así que se levantó de mala gana y se fue a buscarlo.</p><p><br /></p><p>- Qué quieres Santi? Me acabo de sentar!</p><p><br /></p><p>Al entrar le vió de pie, con lo brazos cruzados y mirada inquisidora. </p><p><br /></p><p>- A ti qué te parece??</p><p><br /></p><p>- Santi estoy cansada, no empieces con tus manías!</p><p><br /></p><p>Se dió la vuelta con intención de irse al sofá de nuevo </p><p><br /></p><p>- No he terminado. No se te ocurra dejarme con la palabra en la boca.</p><p><br /></p><p>Se dió la vuelta de mala gana y le volvió a mirar. </p><p>Él se agachó y cogió su camisa. Estaba arrugada de estar en el suelo. </p><p><br /></p><p>- Estoy harto de que me cojas la ropa y la trates así. Si quieres destrozar la tuya tú sabrás, pero se acabó usar mis camisas. </p><p><br /></p><p>- Joder Santi, qué más te da!! No está sucia, solo está arrugada, y la iba a echar a lavar igualmente!</p><p><br /></p><p>- Vigila esa boca! Y esa no es la cuestión. Te la pones y al quitártela la echas a lavar. No la dejas aquí hecha un asco con los zapatos, las medias y todo este desastre! </p><p>Te lo avisé hace una semana. Se acabó coger mi ropa. </p><p><br /></p><p>- Pues métetela donde te quepa! </p><p><br /></p><p>- Qué has dicho?</p><p><br /></p><p>- Nada ... - le miraba desde la puerta.</p><p><br /></p><p>- Repite lo que acabas de decir. </p><p><br /></p><p>La miraba fijamente mientras veía cómo se iba haciendo cada vez más pequeña. Ella se debatía aún entre mantener el órdago o rendirse. </p><p><br /></p><p>- No me hace falta tu ropa...- su tono ya nada tenía que ver con el de antes. Sí voz era casi un susurro. </p><p><br /></p><p>- Y parece que la tuya tampoco. Recoge esto ahora mismo y te espero en el salón. </p><p><br /></p><p>No le dió opción a réplica. Salió de la habitación y la dejó ahí pensando. No tardó mucho en aparecer por el salón. Él estaba sentado en el sofá con un libro.</p><p><br /></p><p>- Ponte en el rincón que vas a estar un rato pensando en tu comportamiento. </p><p><br /></p><p>- Santi...- empezaba el intento de ablandarle. </p><p><br /></p><p>- No lo repito. Y no quiero oír ni una queja. </p><p><br /></p><p>Se fue al rincón y se colocó con las manos en la espalda. Esta vez no le había pedido que se bajara la ropa. Estaba más serio que otras veces...</p><p><br /></p><p>La tuvo en esa posición al menos quince minutos, que a ella se le hicieron eternos, pero le dió tiempo a reflexionar. Es verdad que era muy poco cuidadosa con sus cosas y que él se enfadara era lógico. </p><p><br /></p><p>Tras ese rato cerró el libro y decidió ocuparse de ella. La observó un poco desde su sitio. Era muy cabezona y muy impulsiva. Rara vez admitía un error a la primera, siempre tenía que contestar. </p><p><br /></p><p>- Ven aquí. </p><p><br /></p><p>Ella se acercó despacito. No le miraba. </p><p><br /></p><p>- Lo último que imaginaba hoy era tener que estar a las ocho de la tarde enseñándote a cuidar las cosas que usas. </p><p><br /></p><p>De repente se notó la cara caliente. Seguro que estaba roja. Y es que que la regañara así a su edad le daba vergüenza. </p><p><br /></p><p>- Y encima cuando te corrijo te pones farruca? </p><p><br /></p><p>La miraba atentamente, pero ella seguía con los ojos clavados en el suelo. </p><p><br /></p><p>- Muy bien. Ve a la habitación y traeme el cinturón que está en el armario. El marrón de piel. </p><p><br /></p><p>No dijo nada, pero emitió un mohín bajito.</p><p><br /></p><p>- Te gusta usar mis cosas, no? Pues vamos a usarlas a mi manera. Traeme el cinturón ahora mismo. </p><p><br /></p><p>Se fue resignada a por él. Lo guardaba en una balda del armario. No lo solía usar para vestir, tenía otro uso "especial" en casa. </p><p><br /></p><p>Al volver se lo dió y lo dejó de momento sobre el reposabrazos. </p><p><br /></p><p>- Colócate. </p><p><br /></p><p>Sabía perfectamente lo que le estaba pidiendo, así que se echó sobre sus rodillas dejando su culo completamente en sus manos. </p><p><br /></p><p>- No tengo que explicarte por qué te voy a castigar, verdad? Pues empezamos.</p><p><br /></p><p>Y sin más dilación empezaron a escucharse los azotes en la habitación. El pijama amortiguaba un poco el ruido, pero poco. Ella no se movía. </p><p>Cuando ya había " calentado" un poco paró.</p><p><br /></p><p>- Levántate.</p><p><br /></p><p>Obedeció y enseguida le sintió. Le llevó sus manos a su pantalón y se lo bajó hasta los tobillos. </p><p>A continuación hizo lo mismo con sus braguitas.</p><p><br /></p><p>- Te gusta dejar la ropa en el suelo? - la miraba fijamente.</p><p><br /></p><p>- No...</p><p><br /></p><p>- Tus actos no dicen lo mismo. </p><p> Cada día que vengo es la misma historia. Te cambias y dejas todo por recoger. Muy bien, pues vamos a ver si hoy aprender. Vas a estar toda la noche con la ropa en el suelo. </p><p><br /></p><p>Ella permanecía callada delante de él. Estaba roja y avergonzada. Se sentía expuesta. </p><p><br /></p><p>- Colócate.</p><p><br /></p><p>De nuevo se vió en sus rodillas. Esta vez con el culo al aire y la ropa enrollada en sus tobillos. Era peor que estar desnuda y él lo sabía. </p><p><br /></p><p>Le acarició un poco el culo rojo y reanudó el castigo. </p><p>Esta vez los azotes era más intensos y directos sobre la piel. La marca de sus dedos quedaba una vez tras otra grabada en sus nalgas. </p><p>Tras unos minutos se empezó a mover y buscó agarrale su mano. Eso le hacía sentirse más cercana a el y segura. </p><p>Cuando la vió ya un poco al límite paró. </p><p><br /></p><p>- Duele...- lo dijo con voz suave y mimosa. </p><p><br /></p><p>- Sé que duele. Te lo has buscado tú solita por descuidada.</p><p><br /></p><p>- Santi...</p><p><br /></p><p>No dijo más, pero sí le acarició un poco la piel ardiente.</p><p><br /></p><p>A medida que la acariciaba ella se iba relajando, y casi inconscientemente iba abriendo algo más sus piernas, lo que la ropa en sus tobillos le permitía. </p><p>Desde arriba la visión era completa. Su culo desnudo rojo, con la marca de sus dedos, y su sexo hinchado y jugoso. </p><p><br /></p><p>- No hemos acabado. </p><p><br /></p><p>- Santi ... Por favor...</p><p><br /></p><p>- Cómo dijiste? "Métetela donde te quepa"?? Tú crees que esa contestación es aceptable?</p><p><br /></p><p>Mientras recalcaba este punto dos dedos recorrían el interior de sus labios.</p><p><br /></p><p>- Lo siento...</p><p><br /></p><p>- Lo sientes? Ahora te comportas como una niña buena? - seguía jugando con sus dedos en su intimidad. Era casi una tortura.</p><p><br /></p><p>- No quiero niñas insolentes, y en casa ya sabes cómo se corrige eso, así que levántate y ponte sobre el brazo del sofá. El culo bien arriba </p><p><br /></p><p>Tardaba en reaccionar. Estaba excitadísima. </p><p><br /></p><p>- Vamos! - la hizo moverse de un azote. </p><p><br /></p><p>Se levantó y se colocó en su sitio. Él desde atrás le separó las piernas y la subió un poco más para dejar el culo bien ofrecido. </p><p><br /></p><p>- Cuenta en alto.</p><p><br /></p><p>Cogió el cinturón, lo midió y se separó un poco de ella. </p><p><br /></p><p>Él primero cayó sin aviso. </p><p><br /></p><p>- Uno...</p><p><br /></p><p>El segundo no se hizo esperar.</p><p><br /></p><p>- Dos ..</p><p><br /></p><p>Y así, uno tras otro le dió dos docenas. </p><p>Al terminar tenía el culo aún más marcado, pero el estado de excitación actuaba como anestésico. </p><p><br /></p><p>Él la dejó recuperarse. No la tocó, no dijo nada. Solo esperó a que empezara a reaccionar. </p><p><br /></p><p>- No habrá próxima vez. Mi ropa no se toca hasta que me demuestres más madurez. Está claro?</p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>- Y la próxima vez que me contestes así tú misma me pedirás que te castigue. </p><p><br /></p><p>- Levántate. </p><p><br /></p><p>Se incorporó y le buscó. Él la abrazó sintiéndola sentir segura. Cuando la soltó hizo algo que no esperaba. </p><p>Se arrodilló y llevó su mano al pantalón. Buscó su polla y se la metió en la boca. Estuvo jugando con ella un buen rato hasta conseguir ponérsela muy dura. Entonces aumentó el ritmo para llevarle al máximo de excitación y cuando le tuvo así se volvió a tumbar sobre el brazo del sofá boca abajo invitándole a entrar. </p><p>La folló rápido y fuerte hasta acabar en un orgasmo intenso.</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-3355475109023437822024-02-20T18:41:00.001+01:002024-02-20T18:41:50.746+01:00Malhablada<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgVsMQTRdYBCv0f-JkELu0BDgI2jDXVcySZlrki9vZgaj4FZ1nxrnLYdNrpboyj_fmxvttXZt13CUVJGaMCqB6p6pKs6S-2F0SEQwFM_oblGlXii4On9eEuLlSNMy2-3Uo_dUf4sV7OtWpLPu5ogseLUxtvoQtvWdNWAOxxK90I2cDb7XvNC4JbiY9PTw=s1128" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1128" data-original-width="652" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgVsMQTRdYBCv0f-JkELu0BDgI2jDXVcySZlrki9vZgaj4FZ1nxrnLYdNrpboyj_fmxvttXZt13CUVJGaMCqB6p6pKs6S-2F0SEQwFM_oblGlXii4On9eEuLlSNMy2-3Uo_dUf4sV7OtWpLPu5ogseLUxtvoQtvWdNWAOxxK90I2cDb7XvNC4JbiY9PTw=s320" width="185" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Las mañanas entre semana son un poco caóticas, madrugar, prisas...estaba desperezándome, con el café y la escuchaba renegar por la casa...</p><p>- ¿Que te pasa?...</p><p>- Que no encuentro la camiseta rosa del gimnasio joder!!!</p><p>- Está para lavar </p><p>- ¿Cómo?</p><p>- La puse ayer en el canasto de la ropa </p><p>En ese momento levanté la vista y estaba con los brazos en jarra, bajo el umbral de la puerta de la cocina.</p><p>- ¿Y quién cojones te manda a ti a tocar mi ropa?</p><p>- Y yo que sé nena, estaba encima de la cama tirada...por cierto ¿hoy vamos con el pie izquierdo o me lo parece?</p><p>- Es que joder, pregunta hostia, siempre haces lo mismo, por tus cojones.</p><p>- Vale ya de decir tacos...hoy te voy a tener que lavar la boca con jabón.</p><p>Esto lo dije en tono de humor para relajar, el ambiente tenso.</p><p>- Eres idiota, me voy que te den </p><p>Y salió con el orgullo en zona roja y dando un portazo. A esas horas estoy lento de reacciones, pero un rato más tarde ya con todo digerido la escribí.</p><p>- No sé si te parece medio normal el numerito de esta mañana, ya hablaremos en casa y de tu vocabulario también.</p><p>No es que sea especialmente malhablada, pero últimamente llevaba un tiempo que si y ya le había llamado la atención al respecto, pero no sabía si esa llamada de atención había actuado como estímulo, es aquello de la extraña reacción que a veces provoca instaurar una norma y esa extraña atracción a juguetear con los límites a ver qué pasa o era algo más profundo. </p><p>Cómo no me contestó a la hora de comer la llamé.</p><p>- Hola, se te ha pasado ya?</p><p>- Joder Santi, es que necesitaba la camiseta, siempre me haces igual.</p><p>- Nena, no la dejes tirada y ya está...</p><p>- Pero que más te da joder </p><p>- Y dale, habla bien, que yo te estoy hablando muy tranquilo.</p><p>- Si claro tú estás muy tranquilo, pero por tu puta cabezonería yo no tengo camiseta para ir al gimnasio esta tarde, por lo que no puedo ir. </p><p>- Es que igualmente no ibas a ir, cuando salgas a casa directa, que tenemos que hablar muy en serio tu y yo.</p><p>- No sí encima tendré la puta culpa yo...</p><p>- Pues sí y has terminado con mi paciencia. Cómo cuando llegue no estés en casa, con el uniforme puesto esperando, no vas a ir al gimnasio en un semana de cómo te voy a dejar el culo ¿Estamos?</p><p>Y colgué el teléfono, si estaba jugando a probarme, acababa de conseguir una prueba gratis. </p><p>Cuando salí de trabajar me fui directo a casa, con la intención de poner los puntos sobre las ies. Ella sabía que rara vez la mandaba a esperarme con el uniforme, pero cuando lo hacía iba muy en serio y generalmente iba asociado a un comportamiento infantil e impertinente. Mi sorpresa fue llegar y encontrarla vestida de calle en el sofá. </p><p>- ¿ Que te he dicho?</p><p>- Hola ¿no?</p><p>Me fui para ella la levanté a lo brusco, la rodeé por la espalda con mi brazo izquierdo por la espalda, la puse contra mi pierna y así empecé a azotarle el culo.</p><p>- Cuando te digo algo no es para que te lo pases por ahí, ya veo que me estás buscando, pues enhorabuena me has encontrado y bien.</p><p>Le di una ráfaga de azotes rápidos y fuertes durante un minuto sobre los vaqueros que llevaba. Cuando paré la cogí del brazo con fuerza con una mano y con la.otra de barbilla obligándola a mirarme a los ojos.</p><p>- Ve a ponerte el uniforme ya. Te quiero aquí en dos minutos. </p><p>Le di la vuelta sin soltarla y un buen manotazo en el culo y senté a esperar. </p><p>- Te quedan 30 segundos...</p><p>En ese momento apareció, el uniforme no era tal, simplemente una blusa blanca y una faldita plisada negra que se ajustaba a la cintura con dos pequeñas correas. Ya entró con otra actitud más mansa.</p><p>- ¿Se puede saber qué te pasa?</p><p>- Es que joder....</p><p>Me levanté y la cogí de la oreja tirando de ella camino del baño, entre quejas.</p><p>-¿ Y todavía sigues?</p><p>La llevé hasta el lavabo, sin soltarla abrí el grifo y cogí la pastilla de jabón. </p><p>- Abre la boca y saca la lengua...</p><p>Ahí empezaron las súplicas y las promesas, le apreté el brazo con más fuerza.</p><p>- Te avisé anteayer, ayer y esta mañana te he dicho que no más y sigues, pues bien atente a las consecuencias.</p><p>Abrió la boca y sacó la lengua tímidamente, lo justo para pasarle la pastilla de jabón un par de veces, algo más simbólico que real. Entonces la solté.</p><p>- Enjuagate y prepárate...te espero en el salón. </p><p>La dejé en el baño y me senté en el sofá a esperar. Tardó unos cinco minutos y apareció quedándose de pie, mirando el suelo. </p><p>- La verdad es que no sé si intentabas tomarme el pelo, ponerme a prueba o te pasa algo, pero ahora ya me da igual, ya me lo contarás con el culo caliente y relajada.</p><p>- Pffff es que entre todo el trajín de estas semanas, los madrugones, el trabajo, todo lo que hago después...</p><p>- No me sirve de excusa ahora, aunque lo puedo entender, pero eso se habla antes, al menos es lo que hacen los adultos, no enfadarse con el mundo ¿Por qué estás vestida así?</p><p>Se puso roja de golpe.</p><p>- Contesta </p><p>- Porque me vas a castigar...</p><p>- En parte si, pero estás vestida así para que tu imagen vaya en consonancia con tu actitud. Te portas cómo una colegiala malcriada y caprichosa, pues así será tu imagen.</p><p>Su cara aún estaba más roja.</p><p>- Coge una silla y ponla en el centro del salón, luego en silencio y sin tan siquiera un amago de te vas al rincón, hasta que te llame</p><p>A regañadientes me hizo caso, eso sí con toda una gama de soplidos, con los que solo ganó estar unos 20 minutos parada cara a la pared con las manos sobre la cabeza. Hasta me tomé una cervecita mientras. Finalmente me levanté, me senté en la silla y la llamé. </p><p>Vino suspirando y se paró frente a mí. </p><p>- Levántate la falda. </p><p>Otra vez soplido, interrumpido por un cachete en el muslo, que hizo que levantará la falda de inmediato. </p><p>Debajo habían unas braguitas de algodón,que nada tenían que ver con su estilo de ropa interior, braguitas que enseguida bajé hasta encima de las rodillas y así sujetando la falda levantada y con las braguitas a medio bajar, le dije.</p><p>- A partir de ahora se ha terminado el desafío, vas a limitarte a seguir instrucciones y aguantar ¿ Está claro? </p><p>La respuesta un suspiro. </p><p>- Colócate en mi regazo y tu misma te levantas la falda, quiero ver ese culo travieso bien presentado cuento hasta diez.</p><p>No había llegado ni a cinco y ya la tenía en mis rodillas, con la falda levantada exponiendo su culo travieso desnudo. </p><p>Se lo froté un poco y empecé a ocuparme de el, sujetándola de la cintura, alternando nalga y nalga, con mi mano en modo venenoso. No tardé mucho en darle colorcito y entre eso y el sonido de las palmadas piel con piel fui subiendo el ritmo y la intensidad, sin pausas hasta conseguir ese color rojo uniforme que asegura calor y hormigueo un buen rato. </p><p>Al parar le enrollé la falda sobre su propia cintura para asegurarme que al levantarse no cayera y tapara su culo enrojecido. </p><p>- Levanta. </p><p>Se levantó, en ese momento sus braguitas habían caído ya a sus tobillos. </p><p>- Mírame y escúchame con atención. Yo no tengo reglas de oro, las mías son de madera y sirven para castigar el culo travieso que se las salta. Tráeme la mediana y un rotulador permanente y no hagas que te tenga que llevar de la oreja, te aviso. </p><p>Se dio media vuelta y caminando con dificultad con las braguitas en los tobillos y la falda enrollada mostrando el culo rojo y caliente desapareció, al poco volvió a entrar en la regla de 18 pulgadas en la mano. Se la pedí y me la dio, la puse al revés en mis rodillas y le dije. </p><p>- Escribe tu nombre y a continuación "para cuando sea malhablada"</p><p>Se inclinó y empezó a escribir. Entonces se la di. </p><p>- Vete a la habitación, túmbate boca abajo con las almohadas levantando bien el culo y la regla a un lado, espera allí a que vaya. </p><p>Dejé pasar un cuarto de hora, me levantéz puse la silla en su sitio y me fui para la habitación, entré sin decir nada, allí estaba en posición esperando, cogí la regla y sin decir nada empecé a castigarla fueron 30 azotes, suficientes para subir un par de tonos el rojo. Al terminar, usé la regla para terminar de quitarle las braguitas, a continuación le di unos golpecitos en la cara interna de los muslos para que abriera las piernas y entonces empecé a jugar con la regla usando el canto para recorrer la grieta de su coño y también entre sus nalgas, ella empezó a respirar profundamente, volví a ponerla plana y le di unos golpecitos en el sexo, muy suaves...</p><p>- Estás empapada...</p><p>- Por tu culpa...</p><p>- ¿Te quieres correr traviesa?</p><p>- ¿Tu qué crees?</p><p>- Que si...pero estás castigada. Aunque creo que podemos llegar a un trato. </p><p>Dejé la regla, fui hasta el cajón de la mesita de noche, lo abrí y cogí el plug de acero, lo lubriqué, me senté en la cama separé sus nalgas calientes y sensibles y le puse el plug. </p><p>La hice levantarse, la cogí del brazo y la llevé otra vez al salón, allí la hice arrodillarse cara a la pared y le dije.</p><p>- Cuando te corras, te levantaré el castigo. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-15379265107753386112024-02-17T11:50:00.001+01:002024-02-17T11:50:30.994+01:00El partido.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiFV3603k7bXQ5HHdAuZPMkReAd7fXJdoyUg2OvaM1eiEkPOq5gzZAJe9CGMIhDYmGF8u7KvqccyQBhN3bfzguzddE7A1UxrW3FFSzxHusU-VC1UU2SbxyBXe0O9h1G_q8cmEs_DXHqUqC0ZvOsgouPCGWgJ71P5QFmx-lWdAdPMFGR34T9KXtn5zu5Qg=s1236" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1236" data-original-width="791" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiFV3603k7bXQ5HHdAuZPMkReAd7fXJdoyUg2OvaM1eiEkPOq5gzZAJe9CGMIhDYmGF8u7KvqccyQBhN3bfzguzddE7A1UxrW3FFSzxHusU-VC1UU2SbxyBXe0O9h1G_q8cmEs_DXHqUqC0ZvOsgouPCGWgJ71P5QFmx-lWdAdPMFGR34T9KXtn5zu5Qg=s320" width="205" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p>No soy muy deportista de sofá, hubo un tiempo que si seguía bastante el fútbol, pero le cogí manía y me aburre en sobremanera, así que no soy de los paran su mundo para sentarse frente a la tele 90 minutos. Pero hay una excepción, el baloncesto, competí muchos años y algunos partidos determinados si me gusta verlos. </p><p>-¿Nena que te parece si el domingo se vienen 3 compañeros de trabajo a ver la final de Copa a casa?</p><p>- Que vengan...</p><p>- ¿Si?</p><p>- Claro ¿Por qué no?</p><p>- No sé yo pregunto. Son buena gente y no son escandalosos.</p><p>- Que no me des explicaciones, que vengan.</p><p>- Genial!!!</p><p>Tenía tres compañeros de trabajo que compartían afición y me pareció buena idea, pero claro mejor consensuar siempre. </p><p>El plan era muy típico, mucha testosterona, cervezas, unas pizzas para cenar...</p><p>Llegó el día, cuando empezaron a llegar ya había preparado todo dispuesto en la mesita, cervezas, algo de picar, y ya en el descanso pediríamos las pizzas. Empezaron a llegar un rato antes de empezar el partido, para calentar. Ella estuvo amable y sociable y aunque yo sabía que no tenía el mínimo interés. Empezó el partido y nos concentramos en la pantalla, comentando cada jugada, de vez en cuando la miraba jugando con el móvil en su mundo, se levantó un momento y me salió sin pensar decirle.</p><p>- Nena ya que te has levantado tráete unas cervezas.</p><p>- Voy para la habitación y veo seis piernas muy sanas, la nevera al final del pasillo todo recto, no tiene pérdida.</p><p>Me cortó aquella respuesta, no me la esperaba. Así que me levanté y fui a buscarlas yo. Pensé que sería ir y volver, pero su tardanza me empezó a impacientar. Llegó el descanso del partido y fui a ver qué pasaba. Al abrir la puertaz estaba estirada sobre la cama viendo la tele.</p><p>- ¿ Que pizza te apetece?</p><p>- No tengo hambre...</p><p>- ¿Que te pasa?</p><p>- Nada ¿Tendría que pasarme algo?</p><p>- Pues no sé, pero no me parece de muy buena educación teniendo invitados esconderte en la habitación.</p><p>- Ya ni a mí que me traten cómo a la chacha. Además no me necesitáis para nada.</p><p>- Vale, lo siento, no pensé cómo te levantabas pensaba que ibas a la cocina.</p><p>- Ya...</p><p>- Venga va...vamos.</p><p>- Paso</p><p>- ¿Te vas a estar aquí encerrada?</p><p>- Pues si, les dices que me duele la cabeza y punto.</p><p>- Nena...</p><p>- Ni nena, ni hostias con lo a gusto que estaría en mi casa en pijama y tengo que estar vestida y encima de chacha, sólo me falta el disfraz.</p><p>- Afloja, que sólo te lo he pedido y una vez y te acabo de pedir perdón, así que deja de portarte cómo una cría con un berrinche.</p><p>- Déjame en paz y ve con tus amigos, que te vas a perder el partido. </p><p>De fondo los escuchaba hablar con tono de voz alto y ni me lo pensé, me fui a por ella, la levanté de la cama de un tirón y le solté un par de azotes con todas mis ganas, ante su sorpresa. </p><p>- Escúchame con atención, yo me he tragado días enteros de cosas que no me interesaban lo más mínimo, por acompañarte y creo que en ningún momento, he tenido ni delante de tus compañeras o amigas una actitud así. </p><p>Un par de azotes más y me senté en la cama, la cogí por la cintura de los vaqueros, se los desabroché, no podía quejarse o resistirse sin delatarse, desde la habitación se podían escuchar las voces de mis compañeros. De un tirón le bajé los vaqueros y el tanga a medio muslo y la puse en mis rodillas, no se resistió creo que paralizada por el miedo a que pudieran sospechar algo. Alargué el brazo abrí el cajón de la mesita de noche, dónde guarda la ropa interior y cogí el plug de acero ondulado y el lubricante.</p><p>Le puse un poco al plug, y sin mucho ritual le separé las nalgas y se lo puse. Al terminar le di un cachete en la nalga y le dije.</p><p>- Levanta. Te doy dos minutos para que te adecentes y aparezcas en el salón con la mejor de tus sonrisas, hasta que se vayan y cuando se vayan, ya hablaremos de tu actitud ¿Está claro? .</p><p>Ya no dije más, me levanté y me fui cerrando la puerta. </p><p>Cuando iba a empezar la segunda parte, apareció, nadie preguntó ni dijo nada, aunque yo seguí con mi mirada todos sus movimientos y gestos. Ya no se movió más en el resto del partido, incluso conversó con nosotros, cenó pizza con nosotros e incluso se ofreció a traer más cervezas.</p><p>Al poco de terminar el partido, mis compañeros se fueron y nos quedamos a solas. Fui un momento al baño y al salir estaba recogiendo.</p><p>- Deja eso, ya recogeré yo y ven aquí.</p><p>- Si es un momento...</p><p>- He dicho que vengas aquí</p><p>Me había sentado en el sofá en posición amenazante, se acercó tímidamente, mientras yo la miraba con cara "tienes un problema".</p><p>Cuando la tuve al alcance sin decir nada agarré de nuevo la cintura de los vaqueros y empecé a desabrochárselos. </p><p>- Pffffff..</p><p>- Soplidos ¿ahora? Ya te he dicho antes que cuando estuviéramos a solas tendríamos una conversación sobre tu actitud egoísta de niña malcriada.</p><p>- Ha sido un calentón del momento, me ha sentado mal que me ordenarlas, cómo si fuera una criada.</p><p>- Ya te pedí perdón y seguiste a saber que impresión se han llevado.</p><p>En ese momento hacía descender los vaqueros hasta medio muslo y mis dedos flirteaban con la cintura del tanga, hasta hacerlo bajar también, entonces la miré y negando con la cabeza, le dije.</p><p>- Han sido sólo un poco más de dos horas y ni eso has aguantado. </p><p>Entonces llevé mis dedos a su sexo, suspiró y cerró los ojos.</p><p>- Vaya, tu chivato me dice que aburrirte no te has aburrido mucho.</p><p>Su rostro se enrojeció y volvió a suspirar cuando dos de mis dedos entraron en su coño. Tal y cómo entraron los saqué, la cogí de la mano y la puse en mis rodillas. Comprobé que el plug estaba en su lugar.</p><p>- Así, que la señorita se moja cuando está con el culo ocupado frente a unos invitados, tomo nota.</p><p>Y la palma de mi mano empezó a caer alternando nalga y nalga a buen ritmo, mientras con un dedo de la mano izquierda sujetaba el plug en su sitio. </p><p>- La próxima vez igual de forma preventiva antes que lleguen los invitados te pongo el culo bien rojo y el plug, así te comportarás cómo una adulta y nos evitamos pataletas. </p><p>Poco a poco fui subiendo la intensidad y con ello el color de la piel de su culo, ya en silencio. Durante unos minutos hasta que empezó a tener un bonito tono rojizo y uniforme. Paré y cambié las palmadas duras por las suaves caricias en su piel caliente.</p><p>- Ve a buscar el cepillo cuadrado.</p><p>- Pfffffff</p><p>El soplido hizo que se ganara una docena más de palmadas, suficiente estímulo para concluir que más protestas no eran buena idea.</p><p>Se levantó, lo fue a buscar y me lo entregó, ella misma se volvió a poner en mis rodillas. Y bien sujeta por la cintura empezó a sonar el ruido sordo de la madera contra su piel, cómo tenía puesto el plug, los azotes fueron a caer todos en la parte baja del culo, y fue una azotaina larga, con sus pausas, pero lo suficientemente larga cómo par asegurarme de dejarle un recuerdo de un par de días a su actitud. </p><p>Al terminar, con unas marcas bien visibles en su piel, empecé a jugar con el mango del cepillo entre sus piernas, pasandoselo entre los labios rojos e hinchados, varias veces comprobé como su humedad se quedaba impregnada en el mango del cepillo, hasta que acabó dentro de su coño y empecé a hacerlo entrar y salir, mientras con la mano izquierda le acariciaba las nalgas rojas y calientes, cuando me quise dar cuenta ya era tarde y entre gemidos se corrió con el mismo cepillo con el que le acababa de marcar el culo. </p><p>Aún estuvo un rato sobre mis rodillas, mientras yo seguía acariciandola. Hasta que le hice levantar, la llevé hasta la habitación y allí de rodillas cara a la pared mientras yo terminaba de recoger. Ya de vuelta la hice tumbarse boca abajo en la cama, le puse un poco de crema en el culo y terminé follándomela, así boca abajo y desde atrás aún con el plug puesto. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-76512297955350766552024-02-14T19:02:00.002+01:002024-02-14T19:02:40.173+01:00Relax (Por A.)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBeEAEFgZStU5pSYdGFya-xMull14faUbVkdcRQjDBBR2KAM2L8bRSah6VM1Trgc2Dp2FYwkLkdWM2BPow3z-oRwmhop4HCnKQ2lbP1VukaTtFhYDRCSxfZzDM9RiljeEG3_0brmAdfsNEo_n1KTd_8F3nNEorW_fElwJdoKY8IAcHeSsjK9guvPAIQ0oz/s1453/IMG_20240212_215502.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1453" data-original-width="846" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBeEAEFgZStU5pSYdGFya-xMull14faUbVkdcRQjDBBR2KAM2L8bRSah6VM1Trgc2Dp2FYwkLkdWM2BPow3z-oRwmhop4HCnKQ2lbP1VukaTtFhYDRCSxfZzDM9RiljeEG3_0brmAdfsNEo_n1KTd_8F3nNEorW_fElwJdoKY8IAcHeSsjK9guvPAIQ0oz/s320/IMG_20240212_215502.jpg" width="186" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Los problemas de impuntualidad me han llevado loca toda la vida, conscientemente no era por mal, pero irremediablemente incluso proponiéndomelo era como que la vida hacia que yo llegara tarde a todos sitios…. Incluso cuando no era mi intención e intencionadamente preparaba para no hacerlo pasaba algo siempre….o me estaría saboteando a mi misma?</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Habíamos quedado para ir al cine y luego ir a cenar algo ligero, la verdad es que la idea me apetecía mucho, estaba aprendiendo que tomarse ese tipo de capricho entresemana nos venia bien para no llegar al finde todos frustrados por la rueda de hámster entresemana.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Ya habíamos hablado que impuntualidad no era correcta y que seria conveniente mejorar en ese sentido, y sobre todo porque a veces no solo me afecta a mi…..</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Esa mañana me levante para ir a trabajar , con la intención de llegar temprano, pero que tienen las mañanas, ese despertar lento, un café, otro café, ahora voy,,, mientras convenzo a mi cuerpo y a mi mente que nos tenemos que vestir e ir de guerreras,,,, entre mis ensoñaciones cuando mire el reloj ya iba justita,,,,,, pero pensé bueno si voy deprisa llego….</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>El trafico era mas denso que lo habitual ,,, y al final llegue a las 9.20 al trabajo, 9.21 cuando fiche ,,, buff, pensé bueno me quedo hasta las seis y media o algo mas ( que no se me caiga el lápiz) y arreglado…</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>El dia no fue de los mas intensos pero no pare en todo el dia, la verdad que agradezco el rato de quedarme un poco cuando la gente no esta, puedo pensar mejor como organizar aquel caos,,, pero había quedado con el, y claro,,,,, iba a ir justita justita.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Sali de trabajar las siete menos veinte, en mi mente yo me teletransporto a donde voy, pero como la realidad es muy cabezona estaba entrando por la puerta de casa a las siete,,, y la sesión de cine era a las siete,,,,, porque soy yo misma si no para matarme..</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-Hola! Como estas? He tenido un dia horrible.- intente decir con voz de mujer superocupada…</p><p><br /></p><p>-Hola Nena! Que ha pasado?.- me dijo dándome un pico de bienvenida.</p><p><br /></p><p>-buff mucho jaleo ya sabes, pero bueno ahora me adecento un poco y vámonos que me hace ilusión ir al cine.</p><p><br /></p><p>- bugg mucho jaleo? Ya sabes¿? Reme, ha pasado algo en concreto? Algún marrón de ultima hora?</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Me quede mirándolo, no sabia que decir,,,, siempre pasan cosas en mi dia a dia en esa oficina, pero no había sido un dia especialmente complicado,,,,,notaba el calor en mis mejillas según le desviaba la mirada y me prendia un cigarrillo mientras decía..</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-bueno,,, siempre pasan cosas..</p><p><br /></p><p>- que cosas? Nena tienes algo que decirme? A mi también me hacia ilusión ir al cine contigo y sabes que soy flexible pero me gustaría saber si ha sido algo importante por lo que no has llegado a tiempo o tienes algo que decirme?</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Yo no sabia ya que hacer, quería que el suelo se abriera y ser tragada por el abismo, mientras me movia nerviosa intentanto evadirme recogiendo el bolso, colocando los zapatos,,,,, El me seguía con calma, y volvió a preguntar:</p><p><br /></p><p>-Reme, tienes algo que decirme?</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>No pude mas, no podía escaparme y no podía mentirle, se me da fatal y aparte no se lo merece:</p><p><br /></p><p>-Jolin Santi! Que he llegado esta mañana tarde y al menos tengo que cubrir unos minimos!</p><p><br /></p><p>Me miro sereno y dijo:</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-has llegado tarde……….</p><p><br /></p><p>-si! A veces es impepinable, había trafico! Y esta mañana estaba muy cansada, y no he podido llegar antes..</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-es impepinable,,,,,, ya veo,, y es impepinable que tenga que quedarme sin cine porque la señorita no sepa llegar a su hora?</p><p><br /></p><p>- no te quedas sin cine, hay otra sesión, hay que ser flexible, no pasa nada..</p><p><br /></p><p>-no pasa nada…..- repetia- no pasa nada que tenga que interrogarte para que confieses que has llegado tarde?</p><p><br /></p><p>-Santi!. – le dije poniendo morritos</p><p><br /></p><p>-Lo siento Nena, pero no vamos al cine, no me apetece llegar a mil a casa, mañana tenemos que trabajar igual, y yo al menos llego a mi hora por lo que no puedo dormir tarde.</p><p><br /></p><p>-Pero Santi! No seas asi…</p><p><br /></p><p>-ASi? Me quedo sin cine por tu irresponsabilidad y como soy? Dijo calmado pero serio….</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Sentía morirme,,,, tenia razón, me sentía mal, pero que podía hacer?</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-Nena, por favor, ponte el pijama, y cuando estés lista ven hablar conmigo al salón.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Y se giro, sin opción a replica. Me sentó a cuerno quemado, y mas aun porque yo ya sabia que ese “ tenemos que hablar” no iba a ser agradable para mi,,,,, y quería que me pusiera el pijama, que me hace sentir mas vulnerable, será cabrito! Pensé…. Vestida de guerrera me defiendo mejor,,, pero el revuelto de tripa de la culpabilidad giraba en mi tripa,,,,, y ya “habíamos hablado de mi impuntualidad”</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Con un poco de rabia y fustrada me quite la ropa, me desmaquille y me puse el pijama, mientras lo hacia no sabia como dominar mis fuertes contradicciones de saber que era lo que tenia que hacer y por el otro de pensar en lo surrealista de la situación…</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Después de estar lista tarde unos minutos antes de coger aire e ir al salón en su búsqueda, la verdad es que según me acercaba se me iban bajando poco a poco los humos, porque aunque mi mente iba a mil no encontraba ningún buen argumento para defenderme….</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Llegue donde estaba sentado con su café y me senté a su lado. Me miro serio pero con dulzura y me dijo:</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-Tenemos un acuerdo de que no puedes llegar mas de 30 minutos tarde a trabajar, de primeras hoy no has cumplido.</p><p><br /></p><p>Salte como un resorte:</p><p><br /></p><p>-Santi a veces no puedo,,</p><p><br /></p><p>me corto y me dijo:</p><p><br /></p><p>-por favor quiero oir todas las excusas que puedes decirme, ya he oído unas cuantas antes cuando has llegado.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Baje la mirada, no pude mas que moderme la lengua, me jodia pero tenia razón…</p><p><br /></p><p>-Por favor quiero oir tus motivos para llegar tarde.- Dijo serenamente.</p><p><br /></p><p>-No hay.- dije con la mirada baja, -no hay excusa….</p><p><br /></p><p>Me miro y continuo:</p><p><br /></p><p>-por otro lado, has tardado bastante en decirme a que hora has llegado, tenemos un acuerdo, y si tu no eres sincera o tengo que sonsacarte ese acuerdo no esta siendo debidamente cumplido.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Me iba hundiendo mas en mi,,,,</p><p><br /></p><p>-Nena, estas castigada! Sabes lo que significa no?</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Asentí con la cabeza,</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-pues para empezar muestra un poco del respeto que no muestras a los demás con tu irresponsabilidad y mientras hablamos ponte de pie, ya te dire cuando puedes sentarte y cuando dejas de estar castigada.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Sentía vergüenza, y ese puntito de odio hacia quien me hace ver mis errores, pero no tenia otra alternativa, aun costándome me levante y me quede a su lado con la cabeza baja. No era capaz de levantarla.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Continuó </p><p><br /></p><p>-No solo, que pierdes de tener mas tiempo para ti por las tardes con tu impuntualidad al trabajo, a parte de que es una falta de respeto a tus compañeros y ese hilo de soberbia de que la señorita se puede permitir lo que ella considere, aunque luego lo pague con creces, sino que yo también tengo que sufrir las consecuencias de tu irresponsabiliad….porque a mi también me apetecía ir al cine y a despejarnos hoy…</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Sentía morirme, quería hablar pero no podía, o mas bien no debía,,,,se me escapó bajito..- ya, tienes razón.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Que has dicho?</p><p>Bajito de nuevo… Si tienes razón.</p><p>No te oigo,,,,</p><p>Tienes razón .-dije mas alto.</p><p>Bueno reconocerlo es un inicio, y que pasa cuando una mujer como tu es irresponsable en esta casa?</p><p>Que soy castigada…… -la vergüenza me invadía, no podía ni pensar claramente..</p><p>Si, estas en tiempo de castigo hasta que yo determine , es lo que acordamos</p><p> </p><p><br /></p><p>Asenti con la cabeza.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-Ponte sobre mis rodillas, y el culo bien alto.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Buff, era demasiado, no podía moverme, me cogió de la muñeca y me guio.. cuando ya estaba en sus rodillas me sentía algo estúpida, pero la verdad que me lo merecía con creces. Me dio dos palmaditas en el culo para recordarme sacarle bien y empezó sin dilatación ha azotarme con la mano las nalgas, hizo sentir desde el primer azote. Cuando llevaba una veintena o asi, paro.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-bien esto empieza a coger color, levántate y bájate el pantalón del pijama y las braguitas.</p><p><br /></p><p>-jolin! Se me escapo</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Me dio un azote muy fuerte que me hizo levantarme como un resorte, me baje el pantalón del pijama y las braguitas y me quede esperando.</p><p><br /></p><p>-a que esperas vuelve a la posición, a ver si te quitamos un poquito de esa soberbia poniéndote el culo como un tomate, seguro que cuando mañana entres en la oficina recuerdas bien que no necesitas demostrar lo que puedes o no puedes hacer.</p><p><br /></p><p>Me coloque de nuevo, y ahí si empezó la azotaina, dolía, y seguía, intentaba no moverme pero no podía por momentos, de vez en cuando paraba para que me quedara clara la lección:</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-sabes porque te azoto el culo? Primero porque a las testarudas como tu no hay otra manera, segundo porque es un método muy efectivo y tercero porque me gusta vértelo asi y algo tengo que sacar yo que me he quedado sin cine por tu culpa. Algo que decir? Y seguía cayendo los azotes..</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>De vez en cuando paraba, me acariciaba, palpaba mis nalga para seguir azotando mi culo. Me hacia sacarlo bien, y me iba recordando:</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-aquí estamos, porque la señorita con sus 45 años aun no ha aprendido a llegar a su hora, pero no te preocupes que yo paciencia tengo.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Cuando paro al rato, que me parecio interminable, dándome una ultima palmada, me dijo, levanta!</p><p><br /></p><p>Me levante y empecé a frotarme,</p><p><br /></p><p>-no te toques, que sientas las consecuencias.</p><p><br /></p><p>Se puso de pie, me abrazo, y me dio un beso.</p><p><br /></p><p>-sabes que te aprecio mucho, pero ahora vete a por la zapatilla de castigo déjala a mi lado y ponte cara a la pared, y piensa bien en tu comportamiento y que vas hacer para mejorarlo.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Como un patito feo, con el pantalón del pijama y las bragas por el muslo me dirigí a la pared.</p><p><br /></p><p>-Te quiero bien recta. Nariz tocando la pared, manos en la cabeza y culo bien sacado.</p><p><br /></p><p>Buff, como le odiaba…..</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Después de un rato que me pareció interminable, se acerco a mi, acariciándome una nalga y me dijo, ven que ahora tu amiga la zapatilla te va a explicar un par de cosas,,,, buff,</p><p><br /></p><p>-jolin santi!</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Un tirón de orejas fue su respuesta, y le segui.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>-vamos en posición! En mis rodillas y culito bien ofrecido</p><p><br /></p><p>.</p><p><br /></p><p>Cuando ya estaba en esa humillante posición dijo:</p><p><br /></p><p>-vas a tener una buena ración de zapatilla, para que la próxima vez no tenga que sonsacarte tus faltas, me has pedido ayuda en mejorar en la puntualidad y a mi no tienes que mentirme. Vas a dormir bien calentita hoy.</p><p><br /></p><p>Y empezó a azotar con esas maldita zapatilla que como picaba de verdad,,, sentía cada azote como agujas en mi trasero, y la verdad ahí si me sentía castigada de verdad, si tenia mas razón que un santo….</p><p><br /></p><p>-mejorare de verdad, perdona, se me escapaba…</p><p><br /></p><p>Cuando paro, me acaricio mis maltrechas nalgas y me hizo levantarme.</p><p><br /></p><p>Me dio un abrazo, y me sento encima de el,, nos abrazamos,</p><p><br /></p><p>-lo siento Santi, seré mas puntual, y no hare que tu cargues con las consecuencias,,, dije rendida.</p><p><br /></p><p>Me dio un beso, y dijo:</p><p><br /></p><p>-se que haras lo posible, ya estas pagando por ello, y realmente yo también lo paso bien asi. Pero recuerda que sigues castigada,- me dijo mientras tocaba mi entrepierna super húmeda e hinchada. Y mientras estés castigada quiero que tengas ese culito y tu sexo disponible para mi, o bien para refrescarte la lección o bien para disfrutar de ello. Ve ponte el pijama que tenemos para tal propósito mientras yo saco algo para cenar ligero.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Me fui a la habitación, teníamos un pantalón de pijama que dejaba el culo al aire, cuando lo tenia que usar no podía usar braguitas y el culo quedaba al aire, pero siempre caliente, cuando lo llevaba, ya se encargaba el,,,,</p><p><br /></p><p>Me sentía pequeña pero muy bien, la verdad es que entraba en un estado muy cariñoso, mi sexo húmedo, mi ego en su sitio , me daba mucha calma.</p><p><br /></p><p>Cenamos, la verdad con cierta incomodidad mientras lo hacia sentada, y recogimos entre los dos, y me dijo:</p><p><br /></p><p>-Va! Las niñas castigadas van a la cama temprano, vamos a dormir que mañana vamos a ver los efectos de tu lección, además, te quiero así en la cama, con ese culito y sexo disponible.</p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p><p>Nos fuimos a la cama, yo sentía aun el culo en llamas, el sexo super húmedo, mientras me lo acariciaba, despacio, sin prisa, cuando se clavo en mi, despacio, profundo, con movimientos profundos y lentos mientras chocaba contra mi, y cogia mis pechos, hasta que estallamos en un sacudida produnda y así rendimos al sueño.</p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-75940331818097258542024-02-09T21:24:00.000+01:002024-02-09T21:24:03.727+01:00La persiana <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfSSPqWBlhcStdV48O3bQnnaW8t8z9M1q1883XNr8U2nir4mAVWBN-dQInAUhR8SvNNNCouCCpHPw0vVc4bRz2U3KwBBGbBhSy_9koXRMg2eJ-E5e4ozkIcokobswObG0VJZ6R-a5lp492CxS5kIm-R6tY0eZ5-OKs9nUFw9AZaz9iI8azMJIjIOEq6Q/s1256/IMG_20221030_160025.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1256" data-original-width="766" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfSSPqWBlhcStdV48O3bQnnaW8t8z9M1q1883XNr8U2nir4mAVWBN-dQInAUhR8SvNNNCouCCpHPw0vVc4bRz2U3KwBBGbBhSy_9koXRMg2eJ-E5e4ozkIcokobswObG0VJZ6R-a5lp492CxS5kIm-R6tY0eZ5-OKs9nUFw9AZaz9iI8azMJIjIOEq6Q/s320/IMG_20221030_160025.jpg" width="195" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Habíamos hecho una limpieza a fondo de la casa el fin de semana anterior, aprovechando el cambio de armarios con la llegada del frío, pero tuvimos el percance que una de las persianas de la cristalera del salón se descolgó. Tenía fácil solución, ya que solo era ir a comprar los enganches y volverla a colgar, pero entre semana con los horarios de trabajo y demás, pues no daba tiempo. Eso hizo que tuviera que aguantar toda la semana sus dardos irónicos a propósito de la persiana descolgada. </p><p>El viernes conseguí salir pronto y me fui para casa, allí estaba así que le dije. </p><p>- ¿Que te parece si me cambio de ropa y vamos un momento a la ferretería del centro comercial, compro lo que necesito y cuelgo la puñetera persiana?</p><p>- Genial, voy a vestirme yo también.</p><p>- Muy bien, pero ir y venir, que no quiero tener que estar mañana con la persiana, la monto hoy y fuera.</p><p>- Que siii...</p><p>Total que nos vestimos y nos fuimos para el centro comercial, mi idea era ir a lo rápido, vamos directo a la ferretería comprar lo que necesitaba, volver y montar la persiana, pero nada más llegar ya me persuadió para pasar por una tiende de cosméticos a comprar lápiz de labios y no sé qué más. Al salir le dije que ya y que a la ferretería. Pero al pasar por una tienda de ropa, se quedó mirando el escaparate.</p><p>- Va nena, que se hace tarde.</p><p>- Un momento joder!!! No te viene ahora de cinco minutos. Me encanta ese vestido.</p><p>Señaló un vestido del escaparate y era prácticamente igual al que llevaba.</p><p>- Pero casi igual al que llevas...va tira.</p><p>- No tiene nada que ver, ese es de manga inglesa, entro un momento...</p><p>Me dijo poniendo morritos.</p><p>- Ni hablar, quiero montar la persiana hoy y no a las 9 de la noche.</p><p>- No te vendrá de un cuarto de hora. Además ahora con prisas y lleva toda la semana descolgada.!!!</p><p>- No levantes la voz </p><p>- Levanto, lo que me da la gana. </p><p>La miré o más bien la atravesé con la mirada. Me metí la llave en el bolsillo, cogí las llaves del coche, se las di y le dije:</p><p>- Vete al coche y espérame allí, voy a la ferretería.</p><p>Cogió las llaves con cara de desconcierto. Me di la vuelta y me fui sin mirar atrás. Fui a la ferretería compré las bridas para la persiana y alguna cosa más que necesitaba y me fui en busca del coche en el parking. Al llegar abrí el maletero dejé la bolsa y me monté en el coche, allí estaba mirando la ventanilla y enfurruñada. Metí la llave en el contacto y le dije.</p><p>- Los niños no pueden ir delante, así que súbete detrás. </p><p>Hizo un gesto y un sonido de desaprobación y ni caso.</p><p>- Si te tengo que bajar yo vas llegar a casa con el culo caliente...</p><p>- Pffff...</p><p>Se bajó, cerró de un portazo, abrió la puerta de atrás y cerró haciendo lo mismo, la miré por el espejo y sin decir nada, pero con la mano ya picándome arranqué. Antes de salir del parking, le dije con tranquilidad.</p><p>- Ponte el cinturón </p><p>Estuve mirando por el espejo hasta que vi que se lo ponía y arranqué. Todo el camino de vuelta fue en silencio. Al llegar y aparcar igual y subiendo a casa también en silencio, hasta que cerré la puerta. Ella caminaba por el pasillo sin hacerme caso.</p><p>- ¿Dónde vas? </p><p>- A quitarme esta ropa.</p><p>Me fui para ella la cogí del brazo, del bíceps en concreto y la llevé a la fuerza hasta el salón, sin decir nada. Hasta que la puse contra la pared.</p><p>- Ya tendrás tiempo de cambiarte de ropa, ahora y mientras cuelgo la persiana te quiero aquí quieta, callada y sin separar la nariz de la pared y luego ya hablaremos de tu comportamiento. </p><p>Resopló y se cruzó de brazos. Con toda la calma del mundo fui a buscar la escalera y las herramientas, colgué la persiana, lo que me llevó una media hora, la subí y bajé varias veces para asegurarme que iba bien recogí y entonces, la fui a buscar, la cogí otra vez del brazo y la llevé hasta el sofá, me senté, ella se quedó de pie frente a mí. </p><p>- ¿A ti te parece normal la tontería y la pataleta de niña que llevas? </p><p>- Es que ya me dirás que te costaba...</p><p>- Te dije que quería montar la persiana hoy y que sería ir y venir, ya me has liado con el pintalabios y hoy no era el día de mirar modelitos, era tan fácil cómo ir mañana y te hubiera acompañado encantado, creo que es fácil de entender o ¿No? El vestido va a estar ahí mañana, la semana que viene y el mes que viene, lo único que has conseguido es que ahora no haya vestido porque estás castigada sin compras un tiempo y para terminar de arreglarlo, en vez de calmarte en el coche, el orgullo subido y me cierras las puertas dando golpes...pues nada, ya sabes que opino del orgullo cuando se sale de madre.</p><p>La miré y estaba enrojecida, pero no le di tiempo nada, la cogí del antebrazo y a mi regazo. Sin más parafernalia vestido levantado, brazo bien agarrado la cintura y empecé a acariciarle el culo por encima de la medias, con ese sonido cómo crujiente. </p><p>- Conozco un método muy efectivo para devolver el orgullo a su sitio.</p><p>Y empecé a "trabajar" ese orgullo de la manera más efectiva que conozco. </p><p>- Ya verás cómo en un ratito se te ha pasado la pataleta y estás suave con una gatita.</p><p>Seguí durante unos minutos aplicándole una azotaina a conciencia, la protección de las medias no es que sea muy efectiva y enseguida a pesar de llevarlas puestas y ser negras se veía un resplandor rojizo a través de ellas. Y a mi empezaba a quemarme la mano así que paré. Un pequeño instante de reposo. </p><p>- Levanta. </p><p>Se levantó y yo también. </p><p>- Ponte mirando al sofá. Que todavía no hemos acabado con tu orgullo.</p><p>Cuando lo hizo, le dije. </p><p>- Bájate las medias.</p><p>Soplido, al que respondí desabrochándome el cinturón. Entonces vi sus manos meterse por debajo del vestido y las medias descender hasta las botas.</p><p>- El tanga también </p><p>Otro pequeño instante de espera y el tanga terminó también en sus rodillas.</p><p>- Muy bien y ahora inclinate apoya las manos en el asiento del sofá y levántate el vestido. </p><p>Sabía que tener que hacer todo eso bajo mi atenta mirada picaba más en su orgullo que los azotes. Esperé a verla en "posición", las manos apoyadas en el asiento del sofá, el vestido levantado, las medias y la ropa interior por las rodillas, con el culo ya coloreado, bien presentado y expuesto, entonces estiré del extremo de la hebilla del cinturón sacándolo de mi pantalón, lo doblé, lo dejé un momento sobre su espalda, la cogí de las caderas, para obligarla a "sacar" aún un poco más el culo. Cogí el cinturón di un paso a mi izquierda apunté bien y le di media docena de azotes rápidos y seguidos con el cinturón. En su piel desnuda se dibujaron unas franjas rojas, media docena más de azotes convirtieron las franjas en un dibujo rojo que cubría toda la piel. Entonces me desplacé hasta el otro lado para igualar el cuadro y le di una docena más, en dos tandas de media. Dejé el cinturón sobre la mesa sin volver a ponérmelo y empecé a acarciarle el culo caliente.</p><p>- ¿A que ya se te está pasando, la tontería?</p><p>No me contestó, pero mi mano derecha empezó a frotar su sexo , con toda la mano y el cuerpo no miente, esa humedad que mojaba la palma de mi mano, era por algo, apoyada en el sofá y bien expuesta le di unas palmaditas en el sexo, mientras la decía.</p><p>- A veces creo que me buscas para terminar con el culo rojo...</p><p>Entonces empecé a jugar con mis dedos en su sexo, pero yo también estaba empezando a excitarme o mejor dicho llevaba ya un rato, así que mis pantalones también cayeron hasta los tobillos y el bóxer, entonces mi polla buscó el calor húmedo de su sexo y en la misma posición que la había castigado, mi sexo entró en el suyo, nada más excitante que tener sexo cuando tiene el culo rojo.</p><p>Al terminar, nos fuimos a cambiar de ropa, pero por si quedaba algún resquicio de orgullo, mientras preparaba la cena, la hice ponerse de cara a la cristalera con la persiana levantada, y yo mismo le bajé el pantalón del pijama hasta los tobillos, no la podía ver nadie, pero a veces es más fuerte la sensación que la realidad. </p><p>Cenó con el pijama en los tobillos y el culo rojo al aire y después de cenar volvió a mis rodillas, un pequeño recuerdo con la mano de lo que les pasa a las niñas "grandes" y después un largo y juguetón masaje en el culo. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-70396900403249976092024-02-05T18:33:00.001+01:002024-02-05T18:33:07.348+01:00Ponte el pijama<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtxnqYn4tkuPVkTULJz80BGk6AxiqZlSSbt4t7gM1mxbPUHwcCljY9yKXrtBOTMCCdoHqwZOPzF4mf3BYsGC3B4wbgALwmglyN9Dki_4KiAJTM1dGUVE02oew1n9FkUIyIStIxEPbgXL6QTUjGeH0Hw4HrBmGaaHa2xlR6NT4EpbgekDTczclHpDpx0w_j/s1221/IMG_20230920_080542.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1221" data-original-width="763" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtxnqYn4tkuPVkTULJz80BGk6AxiqZlSSbt4t7gM1mxbPUHwcCljY9yKXrtBOTMCCdoHqwZOPzF4mf3BYsGC3B4wbgALwmglyN9Dki_4KiAJTM1dGUVE02oew1n9FkUIyIStIxEPbgXL6QTUjGeH0Hw4HrBmGaaHa2xlR6NT4EpbgekDTczclHpDpx0w_j/s320/IMG_20230920_080542.jpg" width="200" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p>Al llegar de trabajar, me la encontré en el sofá estirada, se había quitado las botas pero aún llevaba el vestido con el que había ido a trabajar. Fui a darle un beso y me hizo la cobra, en plan estoy enfadada. Y me dió por reír.</p><p>- Vaya parece que estamos de morros. Muy bien , ya sé te pasará.</p><p>- Es que es injusto!!!</p><p>- Si, la vida es así, muy injusta a veces.</p><p>- Pues a mí no me parece justo que me castigues sin gimnasio.</p><p>- Yo no te he castigado sin gimnasio. </p><p>- Y cómo voy, si me has castigado sin salir.</p><p>- Tampoco, te has castigado tu solita. Otro día no tendré que repetirte mil veces algo. Y ya te digo , que ni pucheros, ni morritos, te van a servir de nada. </p><p>- Ya, pero que culpa tiene ....</p><p>- Nena!!! Vale ya. No tengo ningunas ganas de debatir, así que voy a darme un ducha. Ahhhh y ponte el pijama. </p><p>Ahí se quedó refunfuñando. Yo fui a por ropa cómoda y metí en la ducha. Estuve un buen rato, porque también me arreglé un poco la barba. Al terminar, llevé la ropa sucia al cesto y me fui para el salón, allí seguía igual que la había dejado, jugando con el teléfono. </p><p>- ¿Aún estás así? </p><p>- Pffff estoy bien!!! Y es muy pronto para ponerme el pijama!!!!</p><p>- Dame el teléfono.</p><p>Extendí la mano, esperando recibir el teléfono, pero sólo recibí indiferencia. Se lo quité.</p><p>- Ya está bien, no te lo digo más, ponte el pijama. </p><p>- Dame mi teléfono!!!! Y no quiero ponerme el pijama aún!!!!</p><p>El teléfono se fue a mi bolsillo y a ella la levanté del brazo. </p><p>- Ya me he cansado de esta actitud infantil e inmadura ¿Querías que te calentase el culo? Pues enhorabuena, objetivo cumplido. </p><p>Empecé a intentar llevarla a la habitación, pero se resistía un poco, así que se llevó algún que otro cachete en el culo, mientas la sacaba del salón. </p><p>- Vale,vale, que ya me lo pongo!!!!</p><p>- Tarde para entrar en razón, me gusta no tener que ir repitiendo las cosas 40 veces. </p><p>Entré en la habitación y cerré la puerta. La solté en lateral de la cama y corrí las cortinas. De vuelta me senté en la cama. Y sin mediar palabra la puse en mi regazo, le levanté el vestido y empecé a darle palmadas rápidas sobre las medias, seguida y constantes un par de minutos. </p><p>- Levanta.</p><p>Suspiro y en pie.</p><p>- Levántate el vestido...</p><p>- Pffff vale, ya me pongo el pijama. </p><p>Palmada en el muslo.</p><p>- El vestido...</p><p>Terminó levantándoselo, ruborizada. </p><p>- Ya sabes que va a pasar ahora ¿Verdad? </p><p>- Si...</p><p>- ¿Que va a pasar?</p><p>- Pffffff....</p><p>- Dime</p><p>- Que me vas a bajar las medias y las braguitas.</p><p>- Correcto ¿Para qué?</p><p>Aún se puso más roja.</p><p>- Para castigarme.</p><p>En ese momento las medias descendían despacio. Luego metí los dedos por dentro de la cintura de las braguitas. </p><p>- Debería darte vergüenza, que a tu edad tenga que zurrarte el culo desnudo. </p><p>Las braguitas también descendieron despacio. Entonces la cogí y la puse otra vez en mi regazo, le levanté el vestido y empecé a azotarla con la mano, cómo ya había calentado algo antes, desde el principio, bien de ritmo e intensidad. Mi mano rebotaba contra sus glúteos alternando cachete y cachete. Estuve un buen rato en ello. Cuando paré, la hice levantarse. </p><p>- No te muevas. </p><p>Alargué el brazo y cogí el pijama, abrí el cajón y busqué unas braguitas, unas blancas con mariposas negras. </p><p>Entonces muy lentamente empecé a quitarle la ropa, primero las medias y las braguitas, después le levanté el vestido, la camiseta y finalmente el sujetador. Dejándola totalmente desnuda y con el culo rojo. La miró.</p><p>- A veces, te vuelves cómo una niña insolente, caprichosa y malcriada, pero conmigo cada vez que pase eso, vas a terminar con el culo y la cara rojas</p><p>Le hice levantar un pie , después el otro y le subí las braguitas blancas de mariposas negras. Después le puse el jersey del pijama y finalmente el pantalón. Al terminar la cogí del brazo y la llevé a la esquina. Manos sobre la cabeza y nariz pegada a la pared. Así le bajé de nuevo el pantalón y las braguitas justo por debajo del culo. Contemplé mi obra un instante, luego la acaricié suavemente. </p><p>Salí dejando la puerta abierta. Unos diez minutos. Pasados los cuales fui a verla. Con la intención de levantarle el castigo, pero la pillé frotándose el culo, con la mano.</p><p>- ¿Se puede saber que haces? </p><p>Al instante volvió a poner las manos sobre la cabeza.</p><p>- Te he visto!. Ve a buscar el cepillo de baño inmediatamente.</p><p>- Pffffff el cepillo de baño no, por favor, pica mucho....</p><p>- Sabes perfectamente que está totalmente prohibido aliviarse cuando estás castigada cara a la pared. Ve a por el cepillo, ahora!</p><p>Resopló y salió de la habitación. Mientras yo puse las almohadas en el centro de la cama. Al volver me dió el cepillo y le señalé las almohadas. Resignada se colocó sobre ellas, que elevaban lo justo su culito. Dejé el cepillo sobre sus piernas, me subí las mangas del jersey y al terminar le subí un poco la camiseta y le bajé un poco mas pantalón y braguitas.</p><p>Cogí el cepillo de baño, redondo. Le di unos toquecitos en las nalgas, apuntando bien.</p><p>- Van a ser 12 en cada cachete, que vas a contar, contando 1 cada dos alternos ¿Está claro?</p><p>Suspiró y al terminar de suspirar, se escucharon dos golpes sordos y pesados.</p><p>Soplido...</p><p>- Uno</p><p>- Dos</p><p>- Tres..</p><p>Tras cada azote doble, jugaba un poco con el cepillo en su piel. Dos círculos muy rojos, se marcaron el su piel, en el momento en que dijo "12". </p><p>Dejé el cepillo en la cama, y revisé cómo tenía el culo, la acaricié un poco, rozando sólo la yema de los dedos, por la piel castigada. </p><p>- Ahora señorita fácilmente irritable, vas a coger el cepillo, te vas a ir al salón y te vas a plantar cara a la pared, sujetando el cepillo por la espalda, que tengo que hacer un par de llamadas y quiero tenerte a la vista</p><p>Esperé a que saliera de la habitación, yo fui detrás. Cuando estuvo colocada, me acerqué y terminé de bajarle pantalón y braguitas hasta los tobillos.</p><p>- Sabes lo que pasa después de una azotaina. Tu culo rojo se exhibe cara a la pared.</p><p>Me senté y cogí el teléfono para hacer esas llamadas, mientras hablaba no le quitaba ojo de encima y además yo sabía que escucharme hablar con total naturalidad la hacía sentir más pequeña y desnuda, como si pudieran verla. </p><p>Cuando terminé las llamadas, fui a por la crema, la llamé y la hice ponerse de nuevo en mis rodillas, un buen rato refrescándole el culo, en esa posición también podia ver que estaba mojadita y con los labios hinchados de excitación. Hasta que despacio le subí las braguitas y el pantalón, antes de cubrirle del todo la piel, le di un beso en cada nalga y le dije</p><p>- Que lástima que estés castigada...y mañana cuando llegue pobre de ti, que no tengas puesto el pijama. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-27474127687374552092024-01-27T18:34:00.002+01:002024-01-27T18:34:08.536+01:00No hay excusa para llegar tarde<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR-XIn6mTt0bF9lw9lR6PRlFQzuuwCiVc3tkmCDTD2B7g-53jbzPs7iBK7zm9psfnRMOv7xZfZvguqWuzBO_kJ3xyjedF1-cwS2mAsVQa23jcDtgXCiyZ247LXBuYQlGCUKF0EMoKvE_Kq7nSsvcYUYpzplvSsXLm_tHIVBummc5QAnL1mDR1BwwkT57EI/s1053/IMG_20231127_185750.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1053" data-original-width="677" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR-XIn6mTt0bF9lw9lR6PRlFQzuuwCiVc3tkmCDTD2B7g-53jbzPs7iBK7zm9psfnRMOv7xZfZvguqWuzBO_kJ3xyjedF1-cwS2mAsVQa23jcDtgXCiyZ247LXBuYQlGCUKF0EMoKvE_Kq7nSsvcYUYpzplvSsXLm_tHIVBummc5QAnL1mDR1BwwkT57EI/s320/IMG_20231127_185750.jpg" width="206" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Se me había complicado el día, así que la llamé para avisarla que llegaría tarde.</p><p>- Hola nena!!!! ¿Que tal?</p><p>- Pfffff ya te contaré en casa...</p><p>- Por eso te llamo, se me ha complicado el dia y volveré tarde.</p><p>- Tranquilo, igual llegas antes que yo</p><p>- ¿Tú también día complicado?</p><p>- No te lo imaginas y encima me cae la bronca esta mañana.</p><p>- ¿Y eso?</p><p>- Por llegar tarde....</p><p>- Será que no te he avisado veces, esta mañana, que era tarde...</p><p>- Yaaaa, pero estoy agotada y todo lo que sea descansar unos minutos más...</p><p>- ¿A qué hora viniste a la cama ayer? Porque yo ni me enteré</p><p>- Sobre las 12 y media...</p><p>- ¿Y que estabas haciendo a esa hora?</p><p>- Nada ver un rato la serie y leer un poco.</p><p>- Vamos, ocio</p><p>- Joder Santi, también necesito desconectar un rato, no va a ser todo trabajo.</p><p>- Desde que acabamos de cenar, tuviste tiempo de sobra, lo que no puede ser es que te acuestes tarde, se te peguen las sábanas y me vengas con excusas. Entiendo que estés cansada, que necesites descansar, pero si te vas a dormir tarde y por gusto ya sabes lo que toca.</p><p>- No necesito más regaños hoy...ya he tenido bastantes. Nos vemos en casa.</p><p>Me colgó el teléfono y de inmediato le puse un mensaje.</p><p>- En cuanto llegue a casa ya hablaremos. </p><p>Sabía perfectamente cómo entendería esa frase y es que esa frase, equivale a decir: tu culo está en problemas. </p><p>Al final salí mucho más tarde de lo habitual, cansado y harto del día. Pero fue montarme en el coche y olvidarlo todo, tenía una "misión" más importante al llegar a casa. </p><p>De camino pensé que igual ella aún no había llegado, pero al entrar había luz así que estaba allí. Me fui para el comedor y allí estaba, en el sofá y aún con ropa de calle.</p><p>- Hola...</p><p>Me dijo, ya poniendo cara de niña buena. </p><p>- Hola ¿Acabas de llegar verdad?</p><p>- Hace 10 minutos ¿Y tú muy largo el día?</p><p>- Imagina...</p><p>Me quité la chaqueta, la dejé sobre el respaldo de una de las sillas y la miré, me sonrió...</p><p>- Va....no te enfades, los dos hemos tenido un mal día.</p><p>- No estoy enfadado, eso sí, ni se te ocurra colgarme el teléfono más ¿Me has entendido?</p><p>- Valeee...lo siento.</p><p>- Y para continuar, a partir de hoy y los días laborables a las 11 en la cama ¿Está claro?</p><p>- Pero ¿Por qué?!!!!!</p><p>- ¿Lo preguntas en serio?</p><p>- Santi, necesito desconectar un rato, no puedo irme a la cama tan pronto, así es imposible relajarme y descansar.</p><p>- Pues te aseguro, que cómo algún día pases el límite, te vas a ir muy relajada.</p><p>- Estás siendo muy injusto y no me escuchas</p><p>- No hay nada que escuchar y o negociar. Y no tengo las más mínimas ganas de oír más excusas de adolescente. Si quieres acostarte tarde me parece muy bien, eso si, siempre y cuando luego te levantes cuando toca ¿No te da vergüenza que a tu edad te tengan que regañar por llegar tarde?</p><p>- Bahhh...es inútil razonar contigo.</p><p>- Segunda y ultima salida de tono de hoy.</p><p>Me fui a por ella, la levanté a la fuerza del sofá, cogí una silla, la puse en el centro del sofá, me senté en ella y la puse sobre una de mis piernas, con la otra sujeté las suyas. </p><p>- ¿Sabes? Hay días que sé que no vas a parar hasta acabar con el culo cómo un tomate, hoy es uno de esos días, así que cuanto antes mejor. </p><p>Llevaba unos vaqueros y siento una especial atracción por empezar a azotarla con los vaqueros puestos, cuando los lleva. </p><p>Mientras mi mano caía sin compasión sobre su culo, le iba recordando, que mientras no fuera los suficientemente responsable para llegar a su hora al trabajo, tendría una hora determinada por mi, para acostarse, como una niña. En un determinado momento, puse mi mano izquierda en la parte baja de su espalda levantandole un poco el jersey, y vi algo raro, paré en seco.</p><p>- Levántate.</p><p>Resopló y se levantó.</p><p>Nada más hacerlo, le desabroché los vaqueros sin darle tiempo a reaccionar, cuando quiso ya los tenía por encima de las rodillas.</p><p>- ¿Y esto? - le dije señalando unas gruesas medias de lana, que llevaba bajo los vaqueros -</p><p>- Unas medias...</p><p>- Eso ya lo sé ¿desde cunado llevas medias de lana bajo los vaqueros? </p><p>- Hace frío...</p><p>- ¿Tú debes pensar que soy tonto?</p><p>- Que no!!!! Hace frío!!!!</p><p>- Desde que nos conocemos es la primera vez que llevas medias bajo los vaqueros, que curioso y más cuando te avisé que íbamos a hablar muy en serio está noche. Te voy a quitar la tontería rápido hoy.</p><p>De un tirón, le bajé las medias y las braguitas, todo a la vez, con firmeza </p><p>- Tráeme la zapatilla, que vas a dormir muy relajada hoy...</p><p>- Pfffff sólo era una pequeña broma y se me ocurren mejores cosas para relajarnos....</p><p>Me levanté, la cogí del brazo la encaré hacia la puerta, le di media docena de azotes bien fuertes con la mano.</p><p>- Tienes 10 segundos, para traerme la zapatilla, y volver a ponerte presentando bien el culo... uno...</p><p>Al decir diez, ya estaba allí otra vez con la zapatilla en la mano, se la cogí y la miré, dos segundos después estaba sobre mis rodillas otra vez, esta vez sin protección alguna y con la amenazante y vigorosa zapatilla en mi mano. </p><p>- Por hoy se han terminado los juegos, las malas contestaciones, el malhumor, las quejas y las excusas de niña caprichosa.</p><p>El único sonido que siguió fue el de la suela de la zapatilla castigando metódicamente su culo, eso y sus suspiros intentando soportar estoicamente el escozor de la azotaina, que fue larga, lo suficiente para retornar a la absoluta calma y seguro que el picor del castigo, la habia hecho desconectar. </p><p>Cuando decidí que era suficiente, le dije </p><p>- Ahora te vas a levantar vas a guardar la zapatilla, vas a coger el portátil, te vas a sentar y vas a escribir un mail, disculpándote por llegar tarde, cuando estés me lo lees y si me gusta lo envías y si no lo repites hasta que me guste ¿Está claro?</p><p>Un rato después, desde la mesa sentada en la silla con la piel castigada directamente en el asiento, me leyó el mail, me pareció correcto y se lo hice enviar. Al terminar le hice recoger y la envié a ponerse el pijama. </p><p>Cuando volvió ya con el pijama, le había preparado un vaso de leche y unas galletas, la hice venir frente a mí, le hice poner las manos sobre la cabeza, le bajé de nuevo pantalón de pijama y braguitas y le dije </p><p>- Tómate la leche y cuando termines, te preparas, te vas a la cama y me esperas.</p><p>Esperé a que hiciera todo, al terminar, yo también cené algo rápido y me fui para la habitación con la crema hidratante. Me esperaba tumbada boca abajo, con el pantalón y las braguitas en los tobillos. Lo primero que hice fue quitárselos del todo. Después le hice un largo masaje con mucha crema y sin prisa, para calmar un poco el ardor de su culo. </p><p>Al terminar, me desnudé, me subí a la cama por detrás separando sus piernas, no hubo necesidad de muchos preeliminares, en cuanto empecé a pasar mi polla entre sus labios, noté un calor mojado en su sexo y así boca abajo con el culo en llamas, me la follé, hasta corrernos los dos y a las 11 relajados los dos estábamos ya durmiendo.</p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-20657874750286972392024-01-22T17:54:00.002+01:002024-01-22T17:54:20.637+01:00Esa extraña palabra<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg79Y53y1zL70sLV1urG77uvgC7OCK6Akrd9CdfNg4o2NgKkzXEArtNTcgtE4MLIeOy5NdNeflBsorVZiAnfCOIDlfxcnjoyoG0Hy4kkKq70oc2X0qyeMoR-ZlKOlD2aJpf3ZrRoHblz6nJTWMNjsqypUKa-J_uRYp-U3ZojO5Tc2hKAwsPEQVQbBLWHZm7/s1460/IMG_20231221_124950.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1460" data-original-width="850" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg79Y53y1zL70sLV1urG77uvgC7OCK6Akrd9CdfNg4o2NgKkzXEArtNTcgtE4MLIeOy5NdNeflBsorVZiAnfCOIDlfxcnjoyoG0Hy4kkKq70oc2X0qyeMoR-ZlKOlD2aJpf3ZrRoHblz6nJTWMNjsqypUKa-J_uRYp-U3ZojO5Tc2hKAwsPEQVQbBLWHZm7/s320/IMG_20231221_124950.jpg" width="186" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>No sé cuándo se puso de moda la palabra en cuestión, sé que proviene de un término usado en psiquiatría y psicología. Ahora la usa todo el mundo, anteriormente se usaban otras, cómo postergar o posponer, pereza, aunque en realidad no son del todo sinónimos. La palabra en cuestión tiene para mí un significado más amplio, es algo en los que todo caemos alguna vez, pero lo cierto es que hay quien la convierte en un arte: el arte de ponerse excusas a uno mismo. Algo que sí bien puede resultar placentero y tranquilizador a la larga siempre acaba en todo lo contrario, malestar y estrés.</p><p>Nada más conocerla supe que ella era una artista de procrastinar, más que nada es que fue ella misma quien me lo dijo y es que otra peculiaridad del artista procrastinador, es que tiene conciencia de ello y sus perjudicios. Así que debido a la naturaleza de nuestra relación, ideamos un plan básico para evitarlo, con una serie de normas y unas consecuencias claras y conocidas a su incumplimiento. Obviamente de tanto en tanto ocurría un incumplimiento y era corregido. El problema es cuándo a esta rutina, se le unía un nuevo reto.</p><p>Aproximadamente un mes antes de Navidad, me dijo que para la semana después de fiestas, debía presentar un proyecto en el trabajo y me pidió ayuda. Ese pedir ayuda en realidad significa, te cedo el control, hazme un plan de trabajo. Y eso es lo que hice. Cómo había tiempo de sobra, le propuse dedicar una hora al día al proyecto, eso sí siempre en mi presencia, bajo mi supervisión, aceptó agradecida y empezamos.</p><p>Todas las tardes me esperaba al llegar de trabajar y mientras yo hacía cualquier cosa ella se sentaba en la mesa con el portátil y los apuntes. Esos inicios fueron cómo la seda, incluso por momentos trabajando en equipo. </p><p>Pero llegó la Navidad y con ella unos días de vacaciones, entonces ella pidió un receso, esos días, la argumentación que me dió, me pareció sensata: si trabajo estando de vacaciones, tengo la sensación que no hago vacaciones. Y acepté que descansara esos días, eso sí,con una condición a la vuelta, había que doblar el tiempo diario dedicado al trabajo, para compensar el perdido. Estuvo de acuerdo y asunto zanjado.</p><p>Terminaron las fiestas, volvieron las rutinas y con ellas retomar el trabajo, dedicando el doble de tiempo. Ya el primer día, justo cuando faltaba una semana para la entrega vi que el fantasma de la procrastinación empezaba a planear por si cabeza, aunque estuvo las dos horas sentada, me regaló un concierto de soplidos, reniegos y quejas, llegando a tener que llamarle la atención, un par de veces. La tarde siguiente explotó todo.</p><p>Par empezar, llegó más tarde de lo habitual, como una hora.</p><p>- Perdona me he entretenido, voy a darme una ducha rápida , me pongo el pijama y voy al lío.</p><p>Miré el reloj. Las 7. </p><p>- Nena son las 7 si te das una ducha ahora y demás nos vamos a las 8 casi y no quiero cenar tarde.</p><p>- Bueno pues me pongo después de cenar.</p><p>- No, ponte ahora, después de cenar,quiero estar tranquilo.</p><p>Dio un largo soplido, pero enseguida apareció con el portátil y demás, y se sentó a hacer los deberes cómo una niña aplicada. Yo estaba leyendo el libro que me habían regalado los Reyes o intentando, porque desde el minuto uno, volvieron las quejas y los soplidos y a los 10 minutos de sentarse, se levantó.</p><p>- ¿Dónde vas?</p><p>- Voy a prepararme un café, lo necesito estoy espesa.</p><p>- No empecemos, déjate de excusas, siéntate y trabaja, cuanto antes acabes mejor. </p><p>- Joder Santi, son dos minutos hacerme un café.</p><p>- Vale ya!!!! </p><p>Bajó la mirada se sentó y volvió a lo suyo, pero no por mucho rato, enseguida volvió a levantarse otra vez.</p><p>- ¿Y ahora que pasa? ¿Te estás haciendo pis?</p><p>- No....necesito despejar un poco, voy a bajar la basura y que me el aire, lo necesito no me concentro.</p><p>No dije nada, cogió el abrigo la bolsa de basura y salió. Hacía un frío de puro invierno aquel día, así que un cuarto de hora después ya subía. Se fue directa a la habitación, al salir se había puesto el pijama, fue para la mesa y sin sentarse cerró el portátil y empezó a recoger.</p><p>- ¿Que haces?</p><p>- Lo siento Santi, pero hoy no doy más, lo dejo.</p><p>- ¿Cómo que lo dejas?</p><p>- Si joder!!!! No me concentro</p><p>- Ven aquí un momento.</p><p>Se acercó cabizbaja y empezó a soltar una retahíla de excusas, que si día duro, que si dolor de cabeza, que si ...</p><p>- Vamos a ver Nena, tú y yo tenemos un trato, de hecho me lo pediste tú, es más creo que he sido bastante flexible, cómo cuando me pediste suspender el programa durante las vacaciones ¿Y cuál es el resultado? Dos días de excusas y comportarte cómo una cría, y pon las manos detrás de la espalda o sobre la cabeza, cuando hablo en serio!!!</p><p>Lo hizo de inmediato.</p><p>- ¿Y ahora dime, que piensas hacer? </p><p>- Ya te lo he dicho, hoy no tengo el día.</p><p>- Muy bien, pues ya conoces las consecuencias, de incumplir las normas, lo has elegido tú.</p><p>- Date la vuelta.</p><p>- ¿Me vas a pegar?</p><p>- ¿Pegarte? Pegar implica una falta de respeto hacia el otro, sólo pegan los débiles. Así que te confundas, te voy a castigar que no es lo mismo, un castigo se aplica desde las perspectiva de buscar el bien para quien lo recibe, que sirva de motivación a la mejora, es más no te voy a castigar yo, yo solo voy a ser el brazo ejecutor, realmente te estás castigando a ti misma, date la vuelta por favor.</p><p>Lo hizo, con las mejillas rojas y nada más hacerlo, estiré del pantalón del pijama y las braguitas, hasta que cayeron a sus tobillos. </p><p>- Pon las manos sobre la cabeza y ahí quieta, mientras termino de leerme el episodio que tengo a medias, cuando termine me ocuparé de ti. </p><p>Allí la dejé plantada en medio del salón, con el culo al aire, mientras tranquilamente, terminé de leer el episodio, al acabar cerré el libro, lo dejé en el brazo del sofá, me levanté, cogí una silla, la puse en el centro del sofá y me senté.</p><p>- Ven aquí.</p><p>- Pfffff...en la silla? </p><p>- Si, en la silla, si te portas cómo una niña, es el mejor sitio.</p><p>Segundos después la tenía en mi regazo, en una posición bastante vergonzosa para una adulta. </p><p>-El castigo ya puede comenzar. </p><p>Muy rápidamente, empecé a calentarle el culo bajo repetidas bofetadas. Al estar desde el principio desprotegido y caer las palmadas directas sobre la piel desnuda, no tardaron en colorearse. Sólo hice una pequeña pausa y retomé la azotaina con el mismo vigor para golpear rítmicamente sus expuestas s y vulnerables nalgas. Durante la corrección, no dije nada. Me limité a asegurarme que lo ponía el culo bien rojo. Sólo con ese objetivo cumplido le di una orden clara y concisa. </p><p>- Levántate y tráeme la zapatilla de los castigos.</p><p>Yo sabía perfectamente, que en su mente la palabra zapatilla, la hacía sentir especialmente pequeña e infantil, además de asegurarle un buen rato de picor ardiente en el culo. </p><p>Resignada se levantó, caminó torpemente con el pijama y las braguitas en los tobillos, regresó y me dio la zapatilla. Se la cogí y le indiqué de nuevo que su pudiera en mi regazo y antes de empezar le dije.</p><p>- A partir de mañana, serán dos horas y media, no quiero tener que tenerte el último día a las 3 de la mañana pegada al portátil porque aún no has terminado y te aseguro que si tengo que ponerte el culo morado a zapatillazos para que te pongas lo haré ¿Está claro? </p><p> Ya no hubo más sermón, salvo el que le soltó la zapatilla en el culo. Un sermón ardiente e intenso. Cuando terminé, le hice colocar la zapatilla junto a los libros, apuntes y el portátil, que estuviera bien visible, para que supiera que le esperaba si volvía a tener tentaciones de procrastinar los días siguientes. </p><p>Al terminar, la envié el rincón castigada mientras yo preparé la cena. Y otro día cenando con el pijama y las braguitas en los tobillos, algo que ocurría cada x tiempo.</p><p>Mientras recogía la mesa, la volví a enviar de nuevo al rincón a esperarme.</p><p>Y sólo después , ya en el sofá y en mis rodillas de nuevo, le refresqué el culo, con mucha crema, al terminar le subí las braguitas y el pantalón y me pidió ver una serie, antes de dormir. Le dije que no, que cogiera un cojín y se sentará en el suelo y le puse una película de dibujos animados, acorde con su comportamiento. Mientras yo seguía con el libro. </p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-23846928418550967582024-01-16T12:51:00.002+01:002024-01-16T12:51:53.449+01:00A escondidas (por E. )<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiw0jMYAz3VHNqETWN_36ugOLdQ9o3zqvV5h9uiy4X5nybmpmJiStnh_wbr8t801x5g_1T54YNvEmMUYyFP_ekLOyVFeYlA_s01Q54w1ZsQMkIuekQk2Kes5V3fLkOh86Mv7OCvIqY53Tp5dqI4fZiQMF349EU_Emq2zsPmZOFB2Y1oE_a0ckmeOBgpAM4X/s1157/IMG_20230121_133006.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1157" data-original-width="709" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiw0jMYAz3VHNqETWN_36ugOLdQ9o3zqvV5h9uiy4X5nybmpmJiStnh_wbr8t801x5g_1T54YNvEmMUYyFP_ekLOyVFeYlA_s01Q54w1ZsQMkIuekQk2Kes5V3fLkOh86Mv7OCvIqY53Tp5dqI4fZiQMF349EU_Emq2zsPmZOFB2Y1oE_a0ckmeOBgpAM4X/s320/IMG_20230121_133006.jpg" width="196" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p>Estaba aburrida en casa y no sabía qué hacer. Aún faltaban horas para el que llegara y durante el trabajo rara vez podía hablar con él. Tampoco quería molestarle por tonterías, así que se puso a leer su blog.</p><p><br /></p><p>Se sabía casi todos los relatos, pero de vez en cuando le gustaba releerlos. Algunos seguían provocándole ciertos calores, casi como la primera vez.</p><p><br /></p><p>Una cosa llevó a la otra y se empezó a entonar demasiado. Ésto no habría sido un problema en el pasado, pero una de las normas del 2024 era preguntar siempre antes de jugar.</p><p>Sabía que si le escribía tardaría en contestarle, si es que lo veía, y quería jugar ya, así que decidió obviar la pregunta .</p><p><br /></p><p>Estaba en el sofá tumbada, con los ojos cerrados dejando volar su imaginación. Con su mano derecha se acariciaba la zona más íntima, despacio, no tenía prisa...</p><p>Sus piernas entreabiertas dejaban acceso fácil y el ritmo fue poco a poco en aumento.</p><p><br /></p><p>Estaba tan metida en su historia que no escuchó la puerta. Volvía antes porque se había caído uno de los clientes y les había dejado toda la tarde libre.</p><p><br /></p><p>Cuando entró por la puerta no se lo podía creer. </p><p>Estaba vestida con las mallas del gimnasio, con el top deportivo y con unos movimientos más que evidentes. </p><p><br /></p><p>Al principio la dejó seguir, pero cuando la cosa estaba a punto de caramelo decidió intervenir.</p><p><br /></p><p>- Se puede saber qué estás haciendo??</p><p><br /></p><p>Abrió los ojos de golpe asustada </p><p><br /></p><p>- Joder Santi!! Qué susto!</p><p><br /></p><p>- Te he hecho una pregunta.</p><p><br /></p><p>Tardó un poco en calmarse, y entonces se fue consciente de la pillada.</p><p><br /></p><p>- No vuelvas a entrar así! - intentó desviar el tema </p><p><br /></p><p>- He entrado como cualquier día, lo que pasa es que cierta señorita estaba con los ojos cerrados y la imaginación no sé dónde, no?</p><p><br /></p><p>Ahí bajó la mirada por primera vez algo avergonzada.</p><p><br /></p><p>- Estoy esperando aún a que me respondas.</p><p><br /></p><p>- Estaba aburrida Santi...- su voz empezó a sonar más infantil.</p><p><br /></p><p>- Y eso es excusa??</p><p><br /></p><p>Le miró pero no dijo nada </p><p><br /></p><p>- Qué norma pusimos hace tan solo una semana?</p><p><br /></p><p>- Que debía pedirte permiso para jugar ...</p><p><br /></p><p>- Y entonces?</p><p><br /></p><p>- No estabas ...</p><p><br /></p><p>- Y el móvil? Me llamas o me escribes como haces para otras cosas.</p><p><br /></p><p>- No me ibas a contestar...</p><p><br /></p><p>- Nena, tienes que preguntar primero y lo sabes. Y tienes que esperar la respuesta. No me valen las excusas ni que pongas ojitos. Sabes la norma!</p><p><br /></p><p>- No te enfades ...</p><p><br /></p><p>- No me enfado, pero mi papel es asegurarme de que tienes disciplina, y créeme que eso no va a faltar en casa. Ve a ducharte, te pones el pijama y ahora hablamos.</p><p><br /></p><p>Obedeció enseguida. En realidad agradeció poder salir de esa situación tan embarazosa, al menos por un rato.</p><p><br /></p><p>Se duchó, se puso el pijama gris clarito y debajo solo unas braguitas de algodón blancas con un lazo pequeño delante. Se recogió el pelo , se desmaquilló y fue al salón a buscarlo.</p><p>Al entrar le vió ya cambiado, con ropa cómoda tomando un café.</p><p><br /></p><p>Se quedó en el marco de la puerta. Él levantó la vista y la vió. </p><p><br /></p><p>- No te quedes ahí, ven aquí.</p><p><br /></p><p>Se acercó despacio y se quedó delante de él.</p><p><br /></p><p>- Así que tenías ganas de jugar?</p><p><br /></p><p>Se puso roja de repente.</p><p><br /></p><p>- Bájate las braguitas, quiero que me enseñes algo...</p><p><br /></p><p>- Santi por favor...</p><p><br /></p><p>- Vamos.</p><p><br /></p><p>Se bajó primero el pantalón, que cayó hasta las tobillos y luego las braguitas, pero éstas quiso que las dejara a media pierna.</p><p><br /></p><p>La tenía de pieza delante de él, expuesta y avergonzada, pero sabía que también estaría mojada a pesar de la ducha.</p><p><br /></p><p>- Me vas a contar por qué te tocabas ?</p><p><br /></p><p>- Te estaba leyendo y me excité...- su voz sonaba bajita, con mucha vergüenza </p><p><br /></p><p>- Bien, eso está muy bien, pero qué debes hacer cuando eso pase?</p><p><br /></p><p>- Pedirte permiso para jugar ...</p><p><br /></p><p>- Y si digo que no qué deberás hacer?</p><p><br /></p><p>- Obedecerte y ser buena...</p><p><br /></p><p>- Y por qué si te sabes la teoría no has preguntado?</p><p><br /></p><p>- Porque estaba muy excitada y no quería esperar...</p><p><br /></p><p>- Así que además de desobediente mi niña es una impaciente?</p><p><br /></p><p>Se notaba la cara ardiendo y se notaba la humedad en su sexo. No lo podía disimular.</p><p><br /></p><p>- Dime, qué crees que pasará si llevo un dedo a tu rajita? </p><p><br /></p><p>Suspiró profundamente. Esa palabra la excitaba muchísimo y él lo sabía. Hacerle hablar en esas situaciones le suponía un esfuerzo que en el fondo le gustaba.</p><p><br /></p><p>- Que saldrá húmedo...- costaba oírla.</p><p><br /></p><p>- Así estabas antes de que llegara? - y con su dedo índice recorrió desde atrás hasta el clítoris la parte interna de sus labios.</p><p><br /></p><p>- Sí... estás muy mojadita - de nuevo otra palabra, así en diminutivo, que la volvía loca. La estaba poniendo a mil.</p><p><br /></p><p>- Pero hoy vas a aprender a tener autocontrol y a seguir las normas, verdad? - mientras le hablaba seguía frotando su sexo con sus dedos.</p><p><br /></p><p>- Sí...- sonó más a un jadeo.</p><p><br /></p><p>- Repite. No jugaré sin pedir permiso antes. - ya la frotaba con la palma de su mano. </p><p><br /></p><p>- No jugaré sin pedir permiso antes ... Santi por favor...- la tenía tan excitada que no sabía si aguantaría.</p><p><br /></p><p>- Abre las piernas </p><p><br /></p><p>Separó sus piernas lo que le permitió las braguitas.</p><p><br /></p><p>Sin aviso previo le dió media docena de azotes no muy fuertes en su sexo </p><p><br /></p><p>- Y si lo hago asumiré las consecuencias.</p><p><br /></p><p>- Y si lo hago asumiré las consecuencias...</p><p><br /></p><p>La cogió de la mano y de un tirón la puso en sus rodillas. Los azotes empezaron a caer sobre sus nalgas blanquitas. No tardaron mucho en empezar a sonrrosarse.</p><p><br /></p><p>- Cuando acabe vas a desear haber obedecido.</p><p><br /></p><p>Siguió con la azotaina a buen ritmo. No era suave, pero la excitación que tenía actuaba de anestésico. La había llevado al límite y estaba en una especie de trance.</p><p><br /></p><p>Estuvo al menos cinco minutos sin parar, hasta que le empezó a doler la mano. Ahí se detuvo y la observó jadeante.</p><p><br /></p><p>- Levántate.</p><p><br /></p><p>Se incorporó y le vio levantarse e ir a la habitación. Al volver se volvió a sentar y la tumbó de nuevo en sus rodillas. </p><p>Le quitó las braguitas y le abrió las piernas. </p><p>Sacó un vibrador de su bolsillo y se lo acercó.</p><p><br /></p><p>- Me vas a avisar cuando estés a punto de correrte, entendido?</p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>Jugó con el vibrador por fuera, acercándose lo a sus labios, recorriendo el interior mientras observaba sus reacciones . La vió ir a más hasta estar muy excitada.</p><p><br /></p><p>- Ya Santi </p><p><br /></p><p>Ahí lo retiró y la dejó unos minutos para recuperarse.</p><p><br /></p><p>De nuevo cogió el vibrador y repitió la jugada. Llevarla casi al clímax y dejarla con las ganas.</p><p><br /></p><p>- Crees que has aprendido la lección o tengo que seguir insistiendo?</p><p><br /></p><p>- No Santi ... He aprendido, de verdad...</p><p><br /></p><p>- Qué harás la próxima vez antes de tocarte?</p><p><br /></p><p>- Pedir permiso...</p><p><br /></p><p>- Quieres ensayar?</p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>- No te corras sin permiso.</p><p><br /></p><p>Él llevó de nuevo el vibrador a su coñito y empezó a jugar con ella hasta verla casi a punto.</p><p><br /></p><p>- Santi...puedo correrme? </p><p><br /></p><p>No contestaba. Seguía con la tortura casi a punto ya de explotar.</p><p><br /></p><p>- Santi, por favor ...</p><p><br /></p><p>- Sí nena, córrete.</p><p><br /></p><p>Y no esperó más. Un orgasmo intenso la inundó. Fue tan fuerte que tardó en recuperarse un buen rato. Él mientras esperó paciente acariciándola en su regazo. </p><p><br /></p><p>Cuándo por fin se recompuso se levantó, se abrazó a él y le besó... Le había dado una tarde mágica.</p><p><br /></p><p><br /></p><div><br /></div>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-84550910648820546552024-01-11T18:26:00.001+01:002024-01-11T18:26:42.921+01:00El buen hábito de la lectura.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiHNvBDmy9HXbpasEPP6Sq81etpxdheTAUrmpin3FIEzLLdnvvXkdUgQV7xKP8Bi4vfp7aUMnVUwIdiXJnh_MebPHbZK59LmT7JRA064RtSDnFS4s7X1f7rBE-JyKSPCdxDTfZD-8fsvRRU1hj0qHNuSpUhHfsfpJj9fwoNnB57tlfM38Ifo7z1ayTKXw=s1274" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1274" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiHNvBDmy9HXbpasEPP6Sq81etpxdheTAUrmpin3FIEzLLdnvvXkdUgQV7xKP8Bi4vfp7aUMnVUwIdiXJnh_MebPHbZK59LmT7JRA064RtSDnFS4s7X1f7rBE-JyKSPCdxDTfZD-8fsvRRU1hj0qHNuSpUhHfsfpJj9fwoNnB57tlfM38Ifo7z1ayTKXw=s320" width="201" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p>Habíamos salido a picar algo fuera aquel domingo, con lo que de vuelta a casa no teníamos hambre y ya era tarde, así que nos pusimos cómodos y no estiramos en el sofá, ella se puso la tele y yo fui a la librería y cogí un libro, en aquel rato de paz, me sumergí en la lectura y me evadí de todo. </p><p>No sé cuánto rato estuve así, recuerdo que levanté la vista del libro un rato después y estaba mirándome fijamente, con esos ojos de fuego clavados en mi. </p><p>- ¿Que pasa?</p><p>- Nada, me he quedado embobada mirándote, que envidia.</p><p>- ¿Envidia?</p><p>- Me gustaría tener ese capacidad, de coger un libro y concentrarme. </p><p>- La tienes, es cuestión de ponerse </p><p>- Ya...</p><p>- Entonces envidia ninguna, si no lo haces es porque no quieres.</p><p>- Pfff si tuviera algún estímulo...</p><p>- El libro es suficiente estímulo créeme.</p><p>- Ya, pero si no me engancha mucho, me aburro y lo dejó, tal vez podrías ayudarme.</p><p>- ¿Cómo?</p><p>- Pues eso, no es fácil pedírtelo, pero me gustaría.</p><p>- ¿Me estás pidiendo que te obligue a leer?</p><p>- Bueno tampoco es eso, pero sí que me recomendaras algo, tú estás más metido en eso y me conoces sabes que me puede gustar.</p><p>Cerré el libro y lo dejé en la mesita.</p><p>- Vamos que quieres un plan de lectura </p><p>- Si más o menos, me parece que podría ser muy divertido estar leyendo los dos y luego comentar...</p><p>- Pues sí, podria hacerte una lista de libros que te gustarían, pero cómo te conozco, sé que sólo con eso no va a bastar.</p><p>- Pues propón y te digo.</p><p>- No, o quieres o no quieres y si quieres el estímulo va de mi parte.</p><p>Se quedó pensativa un momento, hasta que me dijo.</p><p>- Se que lo más seguro que me arrepienta pero acepto. </p><p>- De acuerdo déjame pensar y ya te diré. </p><p>- Genial.</p><p>Pasó la tarde y pasamos a otras cosas pero a ratos mi cabeza iba pensando, en su petición y mentalmente iba analizando los mejores libros para empezar y a la vez ser estímulo cómo me había pedido. Cenando me vino la inspiración y cuando terminé de recoger la cena, me fui directo a la librería y cogí uno de mis libros. </p><p>- Toma, este es ideal para ti.</p><p>Lo cogió y leyó el título.</p><p>- La rendición. Tony Bentley.</p><p>- Exacto </p><p>- Bueno para empezar no es muy gordo, de que va?</p><p>- Te gustará, es autobiográfico de la autora y estoy convencido que salvando las distancias te verás en muchas cosas, además se lee fácil, es muy directo, pero tiene un transfondo muy interesante. </p><p>Empezó a hojearlo.</p><p>- ¿Y cómo lo hacemos?</p><p>- Eso te toca a ti, yo sólo te digo que tienes un mes desde hoy, dentro de un mes un día con tiempo, lo comentamos.</p><p>Poner un plazo en una dinámica cómo la nuestra significa mucho. Un plazo equivale a un límite.</p><p>- Vale, ya veré cómo saco tiempo, pero me gusta la idea. </p><p>- ¿Trato hecho entonces?</p><p>- Si claro.</p><p>- Pues ya sabes, y creeme te gustará.</p><p>Desde aquel momento, puse en marcha la cuenta atrás. </p><p>La primera semana, fue habitual encontrarla leyendo al llegar a casa o incluso más de un día en la cama. La segunda semana bajó la intensidad y aunque cogía el libro, le tiraba más el teléfono. La tercera sólo vi el libro tirado en la mesita de noche. Cuando empezó la cuarta una noche cenando...</p><p>- ¿Cómo llevas el libro? </p><p>- Bien...</p><p>- ¿Te gusta?</p><p>- Me encanta.</p><p>- Mejor. He pensado que aunque ya comentaremos, un día que salga pronto, te haré una especie de examen sobre el libro.</p><p>Su cara cambió de golpe.</p><p>- Bueno quería pedirte un poco más de plazo, llevo dos semanas liada y lo tengo un poco abandonado.</p><p>- Vale.</p><p>- Gracias ¿Cuanto me das?</p><p>- Lo que me has pedido. Un poco más.</p><p>- Ya pero cuánto?</p><p>- Teniendo en cuenta que te alargo el plazo, ya te avisaré. </p><p>- Joder, pero por saberlo...</p><p>- Si lo sabes, me temo que cuándo cumpla el plazo, me vas a pedir otra prórroga, así que si no lo sabes, no hay ese riesgo, yo cumplo mi palabra y te aumento el plazo. </p><p>Se quedó muda, sin saber que decir y no dijo nada. </p><p>Un jueves de la siguiente semana, le puse un WhatsApp.</p><p>- Llegaré sobre las ¿ Estarás en casa?</p><p>- Si, ya hará rato ¿por?</p><p>- Para hacer el examen sobre el libro está tarde. </p><p>- ¿Ya?!!!!</p><p>- Si, creo que 8 días más de plazo, es suficiente, por cierto vístete para la ocasión. Te dejo que quiero salir pronto.</p><p>Habían muchas incertidumbres, podía estar jugando perfectamente a hacerse la tonta, pero si no era así y realmente había abandonado el libro, su estómago debía estar lleno de mariposas en ese momento. </p><p>Llegué a casa y no estaba en el salón como de costumbre, tampoco salió a recibirme y al entrar en la habitación, allí estaba con el libro. </p><p>Entré y se lo cerré.</p><p>- Ahora ya no es momento, vístete y te espero en el salón. </p><p>Dejé mi chaqueta y me fui al salón a esperar. Tensa espera de varios minutos, hasta que apareció, vestida con la falda plisada negra, que se ajustaba con dos pequeñas correas y la blusa blanca, que le daban un aspecto muy inocente, que chocaba con los taconazos en los zapatos, llevaba el libro pegado al pecho, que la hacía parecer más inocente aún y su rostro estaba un poco encendido. Le pedí el libro y le hice la primera pregunta.</p><p>- Lo has leído ¿Verdad?</p><p>- Bueno, a partir de la mitad a lo rápido.</p><p>- Pero lo has leído ¿No?</p><p>- Si...</p><p>- Bien, pues vamos allá.</p><p>Empecé a preguntarle sobre cosas del libro y me sorprendió la corrección de las respuesta, hasta que llegué a mitad de libro y empezaron a caer, además en muchas parecía más bien que había leído una sinopsis y ya tuve bastante.</p><p>- Te lo voy a volver a repetir ¿Has leído completamente el libro?.</p><p>Su cara se encendió y evitaba mirarme. La conozco y todo estaba muy claro.</p><p>- Contesta!!!</p><p>- Ya te he dicho que a lo rápido, sin tiempo.</p><p>- Has tenido un mes y ocho días extra, no me vale como excusa.</p><p>- Pfffffff </p><p>- Pffffff qué significa?</p><p>- Que no me ha dado tiempo a terminar.</p><p>- Tu debes pensar que me chupo el dedo, si has llegado a la mitad, mucho has llegado ¿O no?</p><p>- Es que no he tenido tiempo </p><p>- Sales de trabajar antes de las tres de la tarde, hasta las 10 o 10 y media que te vas a dormir...</p><p>- Y el gimnasio y cuando no es una cosa es otra.</p><p>- No me interrumpas cuando hablo. Me lo pediste tú y el comportamiento que yo espero de una adulta, no es callar e intentar que vuele, es que si por el motivo que sea, no te gusta, no te engancha o incluso no te apetece que lo digas y no pasa nada, ahora si sigues con el juego hasta las últimas consecuencias y en vez de hablar como una adulta y asumir, intentas colarmela, te equivocas de cabo a rabo. Ahora sí que te vas a leer el libro y rápido, te lo aseguro. De hecho vas a estar castigada todo el fin de semana, cómo una quinceañera que ha intentado hacer trampas en el examen, así que ya sabes, si tenías algún plan, cuando termine contigo, ya puedes deshacerlo ¿Estamos?</p><p>La efectividad de los regaños es asombrosa a veces y en aquel momento, su cabeza ya estaba en otra parte.</p><p>- Ponte de pie, entre la tele y el sofá mirando la tele, las manos tras la espalda cogiéndote los antebrazos. </p><p>Lo hizo obediente y entregada. Cuando estuvo en la posición, cogí el libro y lo puse sobre su cabeza, advirtiéndola:</p><p>- Si se te cae el libro, es que te has movido y eso significará, que deberé recordarte que en posición de castigo no te puedes mover.</p><p>La dejé inmóvil sin respirar apenas, me senté un rato a mirarla, quería que se sintiera observada. El sonrojo de sus mejillas, seguro que eran también húmedas cosquillas en su entrepierna. Un par deinitos después me levanté y fui a la cocina y al baño. </p><p>De vuelta me senté, en mi regazo había puesto el temido cepillo ovalado de madera oscura y en la mesa había dejado algo más.</p><p>Le dije que cogiera el libro y viniera. Lo hizo. Frente a mí de pie le pedí el libro. </p><p>- Este fin de semana vas a dedicar dos horas por la mañana y dos por la tarde a leer, y seguirás entre semana con dos horas más, hasta que termines, cuando termines quiero un resumen por escrito, bien presentado y cuidando la ortografía ¿Está claro?</p><p>- Pffffff </p><p>- ¿Está claro?</p><p>- Si..</p><p>- Levántate la falda...</p><p>Se sonrojó al instante, pero lo hizo. Levantó la falda mostrándome aquellas braguitas de algodón, que nada tenían que ver con su estilo interior. Metí los dedos por la cintura y empezaron a descender hasta medio muslo, allí, pasé mis dedos por la parte de tela pegada a su sexo, dónde había una visible mancha de humedad.</p><p>- Estás en problemas muy serios para tu culo y así reacciona tu cuerpo? </p><p>Al terminar de decirlo, la cogí de la mano y la guié a mi regazo, nada más caer le levanté la falda. Empecé a subirme las mangas.</p><p>- Ahora te voy a poner el culo, cómo a las niñas grandes tramposas, sin calentamientos, ni concesiones, así que espero que al menos aquí te comportes cómo una adulta y aguantes estoicamente el castigo, así que si tengo que avisarte, que levantes el culo o que no te muevas, vas a pasar unos días complicados hasta para hacer pis ¿Entendido?</p><p>No contestó en ese momento cogí el cepillo y empecé a frotarle con el las nalgas desnudas y blancas, primero con la cara lisa de madera y después con las cerdas ásperas. </p><p>Hasta que la sujeté de la cintura con el brazo izquierdo haciendo algo de fuerza hacia arriba y el cepillo empezó a aterrizar contra su piel, no hace falta dar fuerte para que sea muy efectivo, un par de minutos más tarde, ya no tenía un centímetro de piel del culo, sin colorear y cuando empecé a apuntar bien a la zona dulce, ahí donde nacen las nalgas, no tardó mucho en empezar a suspirar y moverse un poco. Cinco minutos después de haber empezado ya tenía esos dos grandes ojos de buey rojo oscuro, allí donde más había trabajado el cepillo y me detuve. Volviendo a pasarle la parte de las cerdas rozando su culo en llamas.</p><p>Dejándola descansar un poco y coger aire. Así estuvimos más o menos el mismo tiempo que había estado trabajando su culo con el cepillo. Entonces le enrollé la falda sobre su propia cintura para evitar que cayera al levantarse, las braguitas estaban ya en los tobillos.</p><p>- Levanta pequeña tramposa. </p><p>Se levantó y yo detrás. </p><p>- Ahora me vas a quitar el cinturón, me lo vas a dar doblado y te vas a poner sobre el brazo del sofá. </p><p>Nerviosa empezó a desabrocharme el cinturón, me lo quitó, lo dobló y me lo dio. </p><p>Esperé que se colocase tumbada boca abajo sobre el brazo del sofá. Cuando lo hizo, dejé un momento el cinturón en su culo rojo y expuesto. </p><p>- ¿Cuantos días tiene un mes?</p><p>- Treinta</p><p>- ¿ Y cuántos te alargué el plazo?</p><p>- Ocho.</p><p>- Treinta más ocho, treintayocho, ese es el número de azotes que vas a recibir con el cinturón y qué vas a contar en descendente. </p><p>Cogí el cinturón de cuero marrón, lo ajusté bien, levanté el brazo y sonó el inconfundible sonido del cuero punzante cruzar su piel...tras el un profundo suspiro y una voz entrecortada.</p><p>- Treintaysiete...</p><p>Un momento de silencio, que rompió de nuevo el impacto del cinturón.</p><p>- Treintayseis...</p><p>Fui avanzando el castigo en tandas de una docena, así que al terminar la última, me faltaban dos. Pero al pasar mis dedos por su piel vi que estaba perfectamente cocinada y que entre la contundencia de la madera y el cuero punzante iba a tener un recuerdo al sentarse para todo el fin de semana mínimo, así que se los perdoné, volviéndome a poner el cinturón. Entonces fui hasta la mesa, había un bulto envuelto en papel de aluminio, deshice el envoltorio y cogí lo que había envuelto, un tallo de jengibre pelado del grosor de mi pulgar y la largada del corazón. </p><p>- Espero colaboración y por si acaso he dejado mi cinturón sin abrochar.</p><p>Eso significaba que debía ser ella quien separase sus propias nalgas, para facilitarme la operación. Esperé un instante hasta que vi sus manos agarrando las nalgas sensibles y doloridas, para exponerme toda su intimidad sin secretos. En cuanto lo hizo primero unas pasadas por fuera y después el dedo de jengibre entró dentro de su agujero más oculto, asegurándome que el calor por fuera también tendría su réplica por dentro. </p><p>Una vez dentro yo mismo le cogí las manos, la ayudé a levantarse, cogí un cojín, la llevé hasta la pared, dejé el cojín en el suelo y la hice arrodillarse sobre el, con los brazos en cruz, cuando estuvo fui a la librería cogí dos libros del mismo peso y puse uno en cada mano. </p><p>- Espero que se caiga ningún libro, ni se te caiga el jengibre, al no ser que quieras repetir con el cepillo. </p><p>Me senté a esperar, imaginaba la incomodidad de la posición, mezclada con el quemor de los azotes palpitantes y el ardor del jengibre, así que no alargué mucho la agonía. </p><p>A los cinco minutos la llamé, la hice ponerse de nuevo en mis rodillas, con una mano le acariciaba el culo caliente, con la otra busqué una escena del libro muy morbosa y excitante, cuando la encontré, le di la página y le dije.</p><p>- Empieza a leer en voz alta.</p><p>En cuanto empezó a leer, mis dedos fueron directos a su sexo, caliente, hinchado y jugoso, para empezar a masturbarla, y las palabras de la lectura empezaron a intercalar se con una gama de jadeos, gemidos y suspiros hasta que dejó de leer y de su boca sólo salieron gemidos y gritos primero y una respiración necesitada de aire después. </p><p>El fin de semana se lo pasó castigada leyendo. Antes de sentarse a leer, conmigo presente, le bajaba el pantalón del pijama hasta los tobillos y recibía un recordatorio en forma de azotaina a mano, para después sentarse a leer en la fría y dura silla durante dos horas. Así hasta que terminó el libro. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-19227736727059032472024-01-06T07:17:00.000+01:002024-01-06T07:17:00.137+01:00Control a distancia.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAmuwytugooI3iOUdVVcfvxr0vqh4bwx1qNa8scvxVkW5V0omW3mmbHqkp0GB0SoIulztmrdWgsamLLUoRzuMU9do_EFQqAuVwqGRpA7EuGVU0i2rhgBVF1NFvow_pTJHICjaJRnFgQCeFctSIYsPlsj2Tx4S5DYYa00LSQCCwYG6P1-zCysAJ1pKFZ27E/s1229/IMG_20231221_150200.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1229" data-original-width="743" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAmuwytugooI3iOUdVVcfvxr0vqh4bwx1qNa8scvxVkW5V0omW3mmbHqkp0GB0SoIulztmrdWgsamLLUoRzuMU9do_EFQqAuVwqGRpA7EuGVU0i2rhgBVF1NFvow_pTJHICjaJRnFgQCeFctSIYsPlsj2Tx4S5DYYa00LSQCCwYG6P1-zCysAJ1pKFZ27E/s320/IMG_20231221_150200.jpg" width="193" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Durante los días que van desde Año Nuevo a Reyes, me había surgido un imprevisto laboral, que me obligaba a tener que ausentarme unos días, incluía viaje y para acabar de rematar coincidía que ella estaba unos días de vacaciones. Pero no había más remedio. </p><p>Y ya que no hay mal que por bien no venga, le propuse que el día 5 por la mañana cogiera un tren y viniera dónde estaba yo, un cambio de aires y celebrar Reyes los dos solos bien podría compensar. Aceptó y yo busqué una casita para alquilar, que tuviera chimenea (petición suya) encontré una a bastante bien precio eso sí eran dos plantas , pero con una bonita escalera de madera.</p><p>En un juego de disciplina doméstica hay dos tipos de normas, las que quieres que se cumplan, porque suponen un bien para ella y las que yo llamo de "prueba de cesión del control" estás, en realidad no suponen ningún beneficio, sólo sirven para demostrar cómo se acepta el control y suelen tener un punto de tentación a la transgresión importante, son aquellas normas diseñadas para incumplirse. Aprovechando una salida de tono, que tuvo antes de irme, además de las normas habituales , le incluí una de esas normas-tentación durante mi ausencia y esa norma era que quedaba prohibido el placer. </p><p>Si lo pensamos bien es una norma fácil de incumplir y sobre todo de probar, pero cuando sabes que el reencuentro vas a tener que leer una agenda en voz alta, delante de quién ejerce la autoridad, no es tan fácil.</p><p>Su tren llegaba a Mediodía del día 5, fui a buscarla a la estación. Allí estaba, sonriente con la maleta , nos dimos un beso, nos dijimos que nos habíamos echado de menos y nos fuimos para la casita que había alquilado.</p><p>Le encantó, era una casita pequeña, con un poco de jardín delante, típica construcción de los años 70 en zona de costa y a dos minutos andando de la playa. </p><p>- Me parece que ha valido la pena la espera.</p><p>Me dijo contenta.</p><p>- La habitación está arriba, puedes dejar la maleta allí, voy a encender la chimenea.</p><p>Encendí el fuego, que le daba una sensación de calidez y hogar mayor. Y le dije.</p><p>- Nena, habria que ir a comprar, esta tarde estarán muchas calles cerradas por la Cabalgata y mañana estará todo cerrado.</p><p>Entonces asomó por la escalera y me dijo.</p><p>- ¿Por qué no vas tú? Me apetece darme un baño caliente en esa enorme bañera y ponerme cómoda. </p><p>- Vale cómo quieras ¿Necesitas algo en especial?</p><p>- No, lo que te apetezca a ti...</p><p>- Pues voy a ello.</p><p>Cogí el coche y me fui a un supermercado cercano, hice la compra con alguna cosita especial para celebrar, como una botella de buen vino y volví para casa. Cuando llegué aun seguía en la bañera, imaginé que necesitaba ese baño relajante y me puse a colocar la compra, un rato después bajó, con ese olor a limpio, mezcla de diferentes colores (geles, champús, cremas mezclados con su propio olor) decidí hacer algo suave para comer y ya haríamos después una cena de fiesta. </p><p>Al terminar de comer nos apalancamos en el sofá y la tele no estaba conectada a la red , así que nos conformamos viendo un pelicula navideña en versión analógica. </p><p>Debían ser las 5 o así, cuando le dije.</p><p>- ¿Te apetece vestirnos y ver la cabalgata?</p><p>- Pfffff con lo bien que se está aquí, en pijama, con el fuego...ya he visto muchas cabalgatas...</p><p>- Pues no te voy a llevar la contraria, me parece perfecto tu plan y ya que nos vamos a quedar, podríamos adelantar tiempo y quitarnos alguna cosa de encima ¿No crees?</p><p>- ¿Que tenemos que quitarnos de encima?</p><p>- Pues tú lista en mi ausencia por ejemplo...</p><p>- Tenemos toda la noche para eso ¿No?</p><p>- Hecho y hecho está además seguro que has sido muy buena...</p><p>- ¿Entonces para que leerla?</p><p>- Para estar seguro, venga va ve a buscarla que te espero.</p><p>Se levantó refunfuñando un poco, pensé que lo hacía para jugar, pero a media escalera, se paró y me dijo.</p><p>- Pffff Santi, me la he dejado, lo acabo de visualizar ahora...la había dejado en la mesita de noche, a la vuelta la leemos.</p><p>Ahí ya algo me extrañó.</p><p>- Bueno el trato era que tenías que hacer una lista de tu comportamiento estos 3 días y traerla contigo.</p><p>- Bueno total, ahí está apuntado, si me he portado mal, no me voy a escapar. </p><p>- De eso puedes estar segura, pero bueno, son pocos días, así que seguro que te acuerdas ven, aquí y me lo cuentas de memoria</p><p>- Pffffff tengo mala memoria</p><p>- ¿Ahhh si? Pues yo sé formas de refrescartelas, así que ven aquí y me cuentas.</p><p>Resopló y bajó las escaleras, se plantó frente a mí.</p><p>- ¿Y bien? Tú dirás</p><p>- Es que no me acuerdo....</p><p>- Eso no pasaría de haber cogido la listo.</p><p>- Yo no soy un puto cuadrículado obsesivo con el orden!!!!</p><p>La miré, serio y sorprendido.</p><p>- Señorita!!!! ¿Que son esas formas de hablar? ¿Que te dije que pasaría si volvía a escucharte con ese vocabulario? </p><p>- Joder Santi, al final me vas a dar los Reyes!!!! Que más da , lo lees en casa y ya está!!!!</p><p>Me levanté la cogí del brazo y le di un par de azotes de pie. </p><p>- Te he avisado que tenía formas de refrescarte la memoria y no me dejas más remedio que usarlas!!!!</p><p>Si soltarla del brazo subimos la escalera hasta el único rellano. Al llegar le di un par de sonoros azotes más de pie. </p><p>- Ponte de rodillas, las manos sobre la cabeza y los codos apoyados en la pared.</p><p>Ahí imagino que entendió que estaba en problemas y empezó a hacerse pequeña. Lo hizo y nada más hacerlo, le dije.</p><p>- Estoy convencido que un rato de reflexión con el culo al aire, te ayudará a recordar. </p><p>Sin decir nada más, le bajé de un tirón el pantalón del pijama yaa braguitas a rayas blancas y rosas. </p><p>- No te muevas de aquí, y haz memoria, mientras voy a empezar a adelantar alguna cosa de la cena.</p><p>Me fui para la cocina y estuve unos 20 minutos, al volver seguía allí castigada como una niña . Me senté en el sofá y la llamé.</p><p>Se levantó bajo con cuidado los escalones y con el rostro rojo se plantó frente a mí.</p><p>- ¿Y bien has hecho memoria?</p><p>- Si....</p><p>- Lo ves, hay métodos muy eficaces.</p><p>- Lo que pasa es que tengo una duda...</p><p>- ¿Tú dirás?</p><p>- Lo de la lista acababa ayer ¿Verdad?</p><p>- Hoy nos íbamos a ver....</p><p>- No, acababa en el momento de leerla ¿Por qué?</p><p>- Pfffff Santi, me da vergüenza....</p><p>- Igual te dará más vergüenza contármelo con el culo rojo cómo un tomate, porque me lo vas a contar igual...</p><p>Entonces suspiró con fuerza y empezó a hablar suave y sin ser muy explícita.</p><p>- Verás.... está mañana , no sé qué me ha pasado...</p><p>- ¿Que quieres decir?</p><p>- Pues que al vestirme, me me mirado al espejo y me he puesto...ya sabes, he pensado que sería divertido, hacer el viaje...sin braguitas...</p><p>-Sigue...</p><p>Aún se ruborizó más y bajó la mirada. </p><p>- Pués...que entre una cosa y la otra, me he puesto un poco mala...</p><p>- Vamos que has ido todo el viaje mojadita¿No?</p><p>- Siiiii</p><p>- ¿Y que parece propio de una jovencita bien educada subirse al tren sin braguitas?</p><p>- Sólo quería jugar un poco....</p><p>- Por eso la urgencia en darte un baño...</p><p>- Por eso y por...</p><p>- ¿Por qué?</p><p>- Santi....me da mucha vergüenza.</p><p>- Claro, así me ha dado tiempo de hacer la compra y al volver aún estabas en la bañera.</p><p>Aún se puso más roja....</p><p>- Jovencita ¿Te has tocado en la bañera?</p><p>No respondió pero si gesto fue lo suficientemente incriminador.</p><p>- Acércate.</p><p>Lo hizo y nada más hacerlo pasé un dedo por la rajita de su sexo...</p><p>- Pues parece que sigues jugosita -le dije a la vez que le mostraba el dedo-</p><p>- Y no, señorita aún estabas privada de placer, cómo acordamos antes de irme precisamente además por malhablada, cosa que has repetido ahora. Así que voy a tener que castigarte.</p><p>Ya no dije nada más, la tumbé sobre mis rodillas y mano empezó a caer sobre su culo ya desnudo. </p><p>- Ya veo que no puedo dejarte sola y necesitas que esté pendiente de ti y tu comportamiento, está noche vas a abrir los regalos con el culo rojo.</p><p>Durante un largo rato estuve calentándole bien el culo a mano, hasta ponérselo bien rojo. Entonces le dije.</p><p>-Ahora te vas a levantar y te vas a colocar al lado de la chimenea, que se me ha ocurrido algo para matar dos pájaros de un tiro...¿El cepillo que te regalaron los Reyes el año pasado está en la maleta?</p><p>- Pfffff....eso sí.</p><p>- Bien voy a buscarlo y a preparar algo más.</p><p>Subí a la habitación, cogí el precioso cepillo del pelo de ébano. Lo dejé sobre la mesita y me fui a la cocina...allí estuve unos 10 minutos y volví con un platito, tapado con papel de aluminio que también dejé, sobre la mesita.</p><p>- Ven aquí</p><p>Se dio la vuelta y se acercó sigilosa hacia mi. </p><p>La miré y le dije que me diera el pantalón del pijama y las braguitas. Cuando lo hizo, le dije.</p><p>- Ya sabes que cuando, te tocas sin permiso, te castigo de una forma especialmente vergonzosa para ti. Así que túmbate boca arriba en el sofá y levanta las piernas.</p><p>Protestó, pero un par de azotes la convencieron . </p><p>Se tumbó boca arriba en el sofá, levantó la piernas y nada más hacerlo, mi mano izquierda agarró sus tobillos y la derecha cogió el cepillo.</p><p>En ese posición está totalmente expuesta, nalgas, sexo y ano, podía ver el brillo de la humedad entre sus labios rojos e hinchados, la piel de las nalgas roja también, y más roja que se puso cuando el cepillo, empezó a darle rítmicas lamidas, apuntando bien en la parte baja de las nalgas, que fueron tomando un color más rojo, casi rozando el morado.</p><p>Entonces, paré dejé el cepillo sobre la mesa de nuevo, sin soltarle los tobillos sujetos con la otra mano. Volví a pasar los dedos por su sexo y sonreí seguía igual de mojado.</p><p>- Vas a aprender que las normas se cumplen y que debes empezar a cambiar ese vocabulario.</p><p>Sin decir nada más, quité el papel de aluminio que tapaba el plato que había traído de la cocina. De el cogí un trozo de jengibre pelado con forma de bala o supositorio aunque algo más grueso...entonces empecé a pasárselo alrededor de su rosa oculta, ella respiró profundamente a la vez que su sexo se inundaba e irremisiblemente el tallo de jengibre entró en su culito, que en unos segundos estaría caliente por fuera y por dentro. </p><p>- Ahora te vas a levantar y procura que el jengibre no se salga...</p><p>Lo hizo y la cogí del brazo, cogiendo también otro trozo que había en el plato. La guíe hasta la escalera, justo en el rellano, la hice arrodillarse de nuevo, con las manos sobre la cabeza y entonces le dije.</p><p>-Abre la boca</p><p>Lo hizo y le puse el jengibre también en la boca.</p><p>- Y esto por malhablada. Aquí vas a estar un rato pensando en todo lo que ha pasado.</p><p>Y así fue allí la tuve de rodillas con el culo rojo, y un trozo de jengibre en su culo y otro en la boca unos diez minutos.</p><p>Nada más ir a buscarla, le quité el de la boca, se la limpié con cuidado, nos levantamos y me acompañó de nuevo al sofá.</p><p>En el sofá la hice ponerse de nuevo en mis rodillas, le quité el jengibre del culo. Estuve un rato acariciándole las nalgas despacio, hasta que el efecto del jengibre se diluyó. Entonces llevé mi mano limpia, a su sexo, literalmente chorreaba, pero jugué en el apenas nada, cogí las braguitas y se las puse y después el pantalón. </p><p>- Ahora señorita , vamos a preparar la cena y luego si te portas bien, igual te calmo ese fuego ¿Está claro? </p><p>Se levantó nos dimos un beso y nos fuimos a preparar la cena.</p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-30031180117746937322023-12-31T16:53:00.000+01:002023-12-31T16:53:40.214+01:00Repetir y aprender<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihLeSLsuY6p8HLMfmno2JcMDLpI2_Z_qiJJxaQDYsaR2REGlkHW6su3ZC0Wmniz5n2b_CwzW8PqzNNUK2HdSYr_wWcrGYZJBck3bQLtjcFlT0iXjw4cRQfHHCIEXKywRpPoslZJpTDHg_zTDTJ2deUxhJKrDhLFMQBct8AKkTS5zH042Yyr6J83D_BNBjs/s1502/IMG_20231123_181106.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1502" data-original-width="873" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihLeSLsuY6p8HLMfmno2JcMDLpI2_Z_qiJJxaQDYsaR2REGlkHW6su3ZC0Wmniz5n2b_CwzW8PqzNNUK2HdSYr_wWcrGYZJBck3bQLtjcFlT0iXjw4cRQfHHCIEXKywRpPoslZJpTDHg_zTDTJ2deUxhJKrDhLFMQBct8AKkTS5zH042Yyr6J83D_BNBjs/s320/IMG_20231123_181106.jpg" width="186" /></a></div><br /><p></p><p>Feliz año nuevo!!!</p><p>Me sorprendió, el mensaje que recibí en el trabajo, decía algo así:</p><p>" Tengo que contarte, algo pero me da mucha vergüenza..."</p><p>Obviamente pensé en alguna travesura juguetona, pero nunca imaginé la respuesta, cuando le dije que me contara.</p><p>" Te acuerdas hace un tiempo, que un día me llevé algo del súper sin pagar, ayer cuándo fui hice lo mismo, es una tontería vale 2 euros, no sé porqué lo hice, pero tenía que contártelo, no te enfades, por favor, me siento muy mal y muy avergonzada..."</p><p>Recordaba perfectamente del incidente que me hablaba, fue un lápiz de labios, una tontería, pero creía que había quedado claro que eso no podía repetirse, le contesté de forma escueta y firme.</p><p>" Ya hablaremos en casa, ahora no puedo, así que cuando llegues te pones el pijama y me esperas"</p><p>Me envió un par de mensajes más, pidiendo perdón, mostrando arrepentimiento y asegurándome que no iba a repetirse, me limité a contestarle, con un "en casa lo hablamos", sabía que eso ya era de por sí un castigo y que estaría el resto del día pensando por momentos, a lo que se enfrentaba al llegar a casa.</p><p>Al salir de trabajar me fui directo para casa, tenía algo que resolver. Al llegar allí estaba, con el pijama puesto, se levantó y me saludó con cara de niña buena. </p><p>- ¿Que tal? ¿Muy cansado?</p><p>- No, voy a ponerme cómodo y mientras ve pensando en las explicaciones que me debes. Mirando a la pared.</p><p>- Joooo, Santi no te enfades , ya te he dicho que estoy muy avergonzada y arrepentida.</p><p>La miré muy serio y le señalé el rincón. Suspiró y se fue resignada, esperé a que estuviera.</p><p>- Señorita el primer derecho que vas a perder hoy, es el de la intimidad, así que quiero ver el pantalón del pijama y las braguitas en los tobillos. </p><p>Esperé hasta ver cómo se bajaba el pantalón del pijama y las braguitas. Cuándo lo hizo fui a la habitación a cambiarme, me puse ropa d estar por casa y volví a sentarme en el sofá, aún la tuve allí en el rincón con el culo al aire un rato, antes de llamarla.</p><p>- Ven aquí</p><p>Se dió la vuelta y caminó hacía mi, con cierta dificultad hasta plantarse delante de mi de pie. </p><p>- Bien...estoy esperando una explicación,si es que la hay...</p><p>- Pffff ya te he dicho, que fue una tontería, la verdad es que no sé ni cómo pasó, estaba a final del carro y lo vi, pero no lo pasé...lo siento de verdad, se que está mal y no me siento nada orgullosa.</p><p>- Pon las manos detrás de la espalda, vamos a ver, creo que no aprendiste nada. No es cuestión del valor, eso es lo menos importante, es el hecho y la conciencia, lo sabías y lo hiciste, imagina que te hubieran pillado, conociéndote sé que podías haber puesto la excusa de un descuido, pero te hubieras puesto roja como un tomate y eso te hubiera delatado, además de la verguenza que hubieras pasado y es verdad que la confesión te honra y más sabiendo que esto va a tener consecuencias, pero cómo entenderás, no puedo pasarlo por alto y es más tienes el agravante de la reincidencia, así que pienso asegurarme que ni se te ocurra, ni tengas la mas minima tentación de repetir. </p><p>La miré y estaba roja y mirando al suelo. </p><p>- Mírame.</p><p>Me miró</p><p>- Y ahora mírate, estás aquí de pie delante de mi, con el pantalón y las braguitas en los tobillos, esperando un castigo y todo eso por comportarte cómo una adolescente irresponsable y no, no estoy enfadado, pero ya sabes que conmigo, se pagan estás actitudes y sabes perfectamente cómo¿Verdad?</p><p>- Si...-dijo con voz aniñada y bajando otra vez la mirada</p><p>- ¿Cómo?</p><p>- Me castigas</p><p>- ¿Y cómo te castigo?</p><p>- Con unos azotes...</p><p>- Van a ser más que "unos" te lo aseguro.</p><p>En ese momento la cogí del brazo y la puse en mis rodillas. </p><p>- Así te tienes que ver, por tus impulsos, en mis rodillas con el culo al aire, para que te lo ponga al rojo vivo.</p><p>Los azotes empezaron a caer, desde el principio bastante rápidos, a buen ritmo y bien repartidos, no dijo nada, ni una queja, ni tampoco se movió. Y eso que estuve un rato largo sin pausa y zurrándole el culo con ganas, hasta que le puse un bonito color rojo.</p><p>Paré un momento y empecé a pasarle la mano por la piel, que ya estaba bien caliente. </p><p>- Cómo te comportas cómo una niña, ahora te vas a levantar y me vas traer la zapatilla, que creo que es lo más adecuado para ti actitud...</p><p>Resopló, y me dijo algo que no esperaba</p><p>- ¿No podría ser el cepillo? La zapatilla me da mucha vergüenza me hace sentir muy pequeña...</p><p>- Pues por eso te voy a zurrar bien el culo con la zapatilla, así que tienes 30 segundos para ir a buscarla.</p><p>Al final se levantó y en menos de medio minuto se presentó con la zapatilla de los castigos en la mano. La envié de nuevo al rincón con la zapatilla, mientras yo, cogí una de las sillas, la puse en el centro del salón y un par de cojines que puse en mi regazo. Entonces la llamé. Se acercó y le pedí la zapatilla y le dije que se colocara de nuevo en mis rodillas, los cojines no sólo le levantaban bien el culo, además hacían que los pies le quedaran colgando y eso aun le daba más aspecto de castigo infantil. </p><p>La sujeté bien de la cintura y empecé a "trabajarle " el culo con la zapatilla, además procurando apuntar bien en la zona de "asiento" para que se acordara del castigo, cada vez que se sentase, durante unos días. Además esa zapatilla, bien usada pica. Tras un rato de zurra empezó a mover las piernas y quejarse y paré.</p><p>- ¿Crees que has tenido suficiente?</p><p>- Si...de verdad, te prometo que no pasará más...</p><p>- También me lo prometiste la última vez y mira cómo estamos.</p><p>Al terminar de decirlo, le di una última ráfaga, rápida y fuerte a pesar de sus pataleos. Dejé la zapatilla en el suelo y empecé a pasarle la yema de los dedos por el culo, bien rojo y marcado en la parte de sentarse...la acaricié hasta que se relajó.</p><p>- Ahora señorita, te vas a la habitación, coges una hoja en blanco y escribes una carta de disculpas, explicando tu travesura para el supermercado, cuando estés me llamas. </p><p>Se levantó y sus mejillas estaban casi tan rojas como su culo. Sin decir nada se fue para la habitación. Esperé pacientemente a que me llamara, cuando lo hizo, me fui para la habitación. Entré, me senté en la cama, ella tenía la hoja de papel en las manos. Y de pie frente a mí se la hice leer, cuando estuvo, le dije, que al día siguiente la pondríamos en un sobre en blanco y la acompañaría a dejarle en el buzón de sugerencias del supermercado, le pedí la hoja, me la dio y la dejé en la mesita de noche.</p><p>Entonces de pie aún, la miré a la vez que llevé un par de dedos entre sus piernas...</p><p>- Vaya ¿así reacciona tu cuerpo a los castigos? Estás empapada</p><p>- Pffffff no lo puedo controlar...</p><p>- Al final pensaré que te portas mal queriendo...</p><p>- Santi...para por favor...</p><p>- Está bien. Quítate el pantalón y las braguitas, y lo dejas bien puesto en la silla.</p><p>Lo hizo...</p><p>- Ponte a cuatro sobre la cama</p><p>Cuando estuvo, me desnudé, me subí a la cama, me puse detrás y le dije.</p><p>- Considera esto una forma de darme las gracias, por el trabajo que me das.</p><p>Sin mucho más preeliminar, llevé mi polla a su sexo y empecé a embestirla desde atrás, chocando rítmicamente contra su culo recién castigado...hasta correrme. Entonces paré. Y le dije. </p><p>En 10 minutos te espero en el salón.</p><p>10 minutos más tarde apareció, otra vez de pie frente a mí.</p><p>- Escucha con atención, estás castigada hasta nueva orden, cómo te portas cómo una niña, así te voy a tratar, nada de salir y quedar con las amigas, antes de las 12 a la cama y para cualquier cosa que implique placer o ocio, vas a pedir permiso educadamente y ya veré si te doy o no, según te portes ¿Está claro?</p><p>- Si, Santi, está claro.</p><p>- Muy bien...</p><p>- Santi.,..</p><p>- Dime...</p><p>- Tengo que pedirte algo</p><p>- Tú dirás...</p><p>- Pfffff me da vergüenza</p><p>- Pues si no me lo dices, no puedo darte permiso...</p><p>- Puedo tocarme...-dijo con voz muy suave y roja-</p><p>- ¿Crees que tú comportamiento se merece un premio adulto?</p><p>- No....pero...</p><p>- Entonces sólo se me ocurre una cosa, algo intermedio</p><p>- ¿Cómo?</p><p>- Te puedes tocar, pero castigada cara a la pared...</p><p>Suspiró profundamente ¿Lo haría? </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-26125095246701767062023-12-24T18:46:00.000+01:002023-12-25T00:05:12.628+01:00Noche de Paz<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsYxo1ksRG8fP4XppJU9MCdy82PLnFEV-Ww6bWllz0ThcJl81XAMhyphenhyphen0Zd48MqaUOy-UPMwpAWdFvPhCt8Nh9NKvngZk0dYeeaZiWez1iTeeyJASHz03mcRoIC4Gw0jhiXOgKYEa_K-2NPxijI1I8qHMjLIAn72b8g0v5VuvvSIBJl0oLhETiECpRdNqd93/s1236/IMG_20231224_183652.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1236" data-original-width="769" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsYxo1ksRG8fP4XppJU9MCdy82PLnFEV-Ww6bWllz0ThcJl81XAMhyphenhyphen0Zd48MqaUOy-UPMwpAWdFvPhCt8Nh9NKvngZk0dYeeaZiWez1iTeeyJASHz03mcRoIC4Gw0jhiXOgKYEa_K-2NPxijI1I8qHMjLIAn72b8g0v5VuvvSIBJl0oLhETiECpRdNqd93/s320/IMG_20231224_183652.jpg" width="199" /></a></div><br /><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>Feliz Navidad!!!<br /><p></p><p><br /></p><p>Este año se habían compenetrado frío y Navidad, ya en los días previos habían bajado mucho las temperaturas y lo que apetecía era quedarse en casa. Pero son fechas de compromisos a pesar de que no había muchas ganas.</p><p>Y en eso estábamos el primer día grande de fiestas, el 24 por la tarde apalancados en pijama esperando para vestirnos e ir a la cena de Nochebuena. </p><p>Ella se fue a dar una ducha y volvió al poco rato.</p><p>- ¿Te has vuelto a poner el pijama?</p><p>- Pffff si, si está genial y aún falta mucho rato, la verdad es que hoy me quedaría en casa, los dos a gusto, preparamos algo de cenar , así si tener que vestirnos...</p><p>- Calla, no me lo digas dos veces, que a mí también me parece el mejor plan.</p><p>- ¿Verdad?...Pero...es lo que hay</p><p>- Pues si, yo voy a hacer lo mismo que tú, me voy a dar una ducha y me vuelvo a poner el pijama un rato.</p><p>- Venga...</p><p>Me fui para la ducha, aún teníamos más de 3 horas por delante antes de tener que empezar a vestirnos. Y una sorpresa que no esperaba.</p><p>Poco rato después salía de la ducha y me la encontré en el pasillo.</p><p>- Voy a hacer café ¿Quieres?</p><p>- Venga...</p><p>- Yo me voy a cambiar de pijama.</p><p>Fui a la habitación y me vestí, de vuelta al salón apagué las luces, dejando solo la iluminación del árbol, enseguida escuché sus pasos cargada con la bandeja y cómo con el codo encendía la luz. Dejó la bandeja en la mesita y allí se dio cuenta.</p><p>- Jajajajajaa pues si te ha dado fuerte la Navidad, Papá Noel...</p><p>- Bueno no es exactamente Papá Noel</p><p>- Pues Santa Claus o cómo se llame.</p><p>- Tampoco, pero ven y siéntate en mi regazo, que te lo cuento, mientras tomamos el café.</p><p>No tuve que repetirlo, al instante estaba sentada en mi regazo, cómo una niña que espera un regalo. Y yo empecé a hablar.</p><p>- No ibas equivocada del todo, el disfraz que llevo es también una tradición francesa, digamos que es el opuesto a Papá Noel, un poco como aquí el carbonero es el opuesto a los Reyes Magos. Aquí si un niño ha sido bueno, recibe sus regalos, de los tres Reyes, pero si se ha portado mal, recibe sólo carbón. En Francia, es parecido sólo que en vez de carbonero, el opuesto a Papá Noel es el Pere Fouettard...y su función es castigar a los niños que se han portado mal, pero al igual que aquí, les da un margen de mejora, aquí el carbón es dulce y allí después de castigarlos les da dulces y golosinas, para que tengan motivación de cara a mejorar el año nuevo...</p><p>- Interesante....-me dijo mientras me miraba y sonreía con picardía -</p><p>- Mucho, es una tradición muy interesante y que creo que vamos a hacer nuestra ¿Te has terminado el café?</p><p>- Si....</p><p>- Pues levántate, que el Pere Fouettard tiene que hacerte unas preguntas.</p><p>Se levantó de mi regazo, sonriendo, en plan juguetón</p><p>- ¿Y que quiere saber?</p><p>- Si, te has portado bien...</p><p>- Yo creo....</p><p>- Un momento...no respondas aún. Además vamos a hacer el ritual bien y eso empieza por qué te bajes el pantalón del pijama y las braguitas, cómo será siempre a partir de ahora cuando hablemos de tu comportamiento. </p><p>La miré y su rostro estaba tan rojo, como mi disfraz de Papá Noel. </p><p>- No conviene hacer esperar al Pere Fouettard...</p><p>Cogió aire y metió los dedos por la cintura del pantalón del pijama, que descendió despacio hasta sus tobillos, la miré cómo diciendo "falta algo" lo entiendió a la primera y las braguitas siguieron el camino del pantalón. </p><p>- ¿Algo más Pere Fouettard?</p><p>- Si, que antes de contestar reflexiones un poco, así que vete junto al árbol, las manos en la espalda y piensa bien en tu actitud de todo el año y si crees que debes rendir cuentas ante mi.</p><p>Se dió media vuelta y caminó hasta el árbol, allí se plantó de pie junto a el, con el pantalón del pijama y las braguitas por los tobillos. </p><p>Un cuarto de hora más tarde, la llamé. Pidiéndole que al venir, cogiera dos bolsas de tela que había a los pies del árbol.</p><p>Se acercó y me las dió, las cogí y las dejé a mis pies. </p><p>- Y bien señorita, que has reflexionado, cuál es la conclusión a la que has llegado de tu comportamiento general este año...</p><p>- Bueno...yo diría que no ha sido malo del todo...</p><p>- Un segundo, ponte en posición correcta para hablar frente a mí en estos casos, vamos manos en la espalda y piernas separadas. </p><p>Conseguí que se pusiera roja otra vez.</p><p>- Continúa, por favor.</p><p>- Pues cómo iba diciendo, en general creo que me he portado bastante bien, con alguna cosilla a mejorar, cómo mayor disciplina de sueño, procrastinar menos o controlar más la lengua y las contestaciones..</p><p>- Bien, está bien que admitas que puedes mejorar cosas, nadie es perfecto, pero déjame puntualizar alguna más. Por ejemplo, aprender a decir que no o al menos a valorar pros y contras de determinadas decisiones y si a pesar de eso, sigues adelante apechugar con las consecuencias y evitar salpicar a quien tienes cerca...</p><p>- Pfffff pero es que si no te lo cuento a ti, a quien se lo cuento!!!</p><p>- Si yo estoy encantado en que me lo cuentes y si puedo en ayudarte, ahora bien una cosa es contar y otra tener que aguantar, malhumor, malas contestaciones, impertinencias, actitudes infantiles o caprichosas...</p><p>A medida que iba enumerando actitudes, se volvía a ruborizar, a la vez que su sexo empezaba a estar hinchadito, en ese extraño binomio: pudor y excitación. </p><p>- En resumen ¿Crees que el Pere Fouettard puede dejar pasar todo esto o tal vez deba recordarte que les pasa a las niñas malas?</p><p>- Pues yo creo que el Pere Fouettard, tiene tomada ya una decisión ¿Me equivoco?</p><p>- Tienes razón, ya ha tomado una decisión, pero aún así, te da la oportunidad de que seas tú quien reconozca sus pecados...</p><p>Aspiró aire con fuerza y al soltarlo dijo entrelabios...</p><p>- Un recordatorio...</p><p>- ¿Cómo?</p><p>- Que un recordatorio sería justo, teniendo en cuenta mi comportamiento de este año.</p><p>- Yo cómo Pere Fouettard plenipotenciario de esta casa, estoy totalmente de acuerdo, así que no hace falta que te diga, cuál es el siguiente paso ¿Verdad?</p><p>Volvió a coger aire y despacio y serena se tumbó cruzada en mi regazo, ofreciéndome su culo desnudo y blanco, como un regalo de Navidad. </p><p>Mi mano empezó a acariciárselo suavemente, muy suavemente, la piel se le erizó y le dije.</p><p>- Aunque esto es un ritual que tiene la intención de ser divertido, ya sabes que en esta casa, los azotes se dan con sentido y para que eso ocurra, deben picar.</p><p>Ya no dije nada más, mi mano empezó a caer rítmicamente sobre sus nalgas desnudas, sin prisa, cubriendo bien cada centímetro cuadrado de piel. De vez en cuando hacía una pausa y la volvía a acariciar, a cada nueva pausa tenía la piel mas caliente y más roja, pero a diferencia de otras veces, estaba mucho más relajada y receptiva a la sensación de los azotes. Eso hizo que alargara bastante la azotaina a mano y que cuando decidiera parar, tuviera el culo rojo como mi disfraz de Papá Noel. </p><p>- Ahora puedes quedarte un rato aquí en mi regazo si quieres, pero cuando estés lista, te levantarás y te volverás a colocar junto al árbol un rato, y ya sabes que nada de frotarse o aliviarse.</p><p>Se estuvo unos cinco minutos en silencio eni regazo, mientras yo le acarciaba los muslos, pero no el culo. Entonces se levantó y caminó hasta el árbol de Navidad y allí estuvo otro 5 minutos, quieta en silencio y sin frotarse hasta que la llamé. Se acercó y yo tenía algo en mi mano.</p><p>- ¿Sabes que es?</p><p>Negó con la cabeza.</p><p>- Es el instrumento que usa el Pere Fouettard para castigar a los niños que se han portado mal durante el año. Es un martinet. Cómo ves tiene un mango de madera y de el salen una docena de tiras de cuero finas, escuece pero nada más, mañana tendrás el culo lleno de puntitos rojos, eso sí y tiene una sensación especial, aunque no es peor que el cepillo.</p><p>Me levanté, puse un par de cojines sobre el brazo del sofá y le dije, que se colocara sobre el, los cojones aún aumentaban más la elevación del culo, le di otro cojín para que lo abrazara. </p><p>- Doce meses, serán doce azotes,habremos terminado y podremos pasar a la parte dulce, pero quiero que los cuentes en voz alta, des las gracias y prometas mejorar el año que viene ¿Está claro?</p><p>No contestó, las tiras de cuero silbaron en el aire y se estrellaron en su piel, un instante después seguro que sentía como un montón f pequeñas picaduras en su piel.</p><p>- Uno, gracias Pere Fouettard, primero esforzarme en mejorar mi comportamiento el próximo año.</p><p>Despacio y sin prisa le cayeron los 12 azotes, que tal y cómo imaginé, grabaron el fondo rojo de su piel, toda una constelación de puntos más rojos. Pasé un instante mis dedos sobre su piel y le dije. </p><p>- Ahora mientras yo recojo, te vas a la habitación y me esperas, desnuda y boca abajo en la cama.</p><p>Cogí la bandeja y me fui para la cocina, de vuelta ya no estaba, así que cogí la otra bolsa y me fui para la habitación. Al entrar allí estaba tumbada boca abajo, totalmente desnuda y evidentemente llamaba la atención el color de sus nalgas en comparación con el resto de la piel.</p><p>Me senté en la cama a su lado, saqué las dos almohadas, le hice levantar las caderas y las puse entre su vientre y su pubis, después le separé bien las piernas.</p><p>Lo primero que hice fue coger de la bolsa, un bote de loción hidratante y refrescante y aliviarle el escozor del castigo, un largo rato masajeándole las nalgas, con abundante crema, ella no decía nada, sólo suspiros y algún gemido. Seguí el masaje por los muslos, hasta las rodillas, subiendo y bajando, luego cogí otro bote de un liquido menos denso pero más deslizante, le eché un generoso chorro, entre las nalgas, y empecé a masajearle la parte interna de las nalgas y alrededor del ano, en ese momento paré, cogí de nuevo el bote de lubricante y ahí si apunté al lugar exacto y con la yema del dedo índice empecé a recorrer toda esa piel rugosa y sensible que se contrajo al instante.</p><p>- Relaja...señorita</p><p>Empecé a hacer un poco de presión con el dedo y poco a poco fue cediendo y entrando a la cueva, jugué un rato con el dedo, entrando y saliendo, hasta que lo saqué, fui de nuevo a la bolsa y cogí un juguete, era un plug normal de acero, sólo que en vez de ser liso, tenía unas rugosidades, cómo anillas unidas en un mismo cuerpo, lo lubriqué bien y con mucho mimo, terminó colocado en su sitio. Le di un beso en cada nalga y le susurré que iba a lavarme las manos antes de pasar a otras cosas.</p><p>De vuelta mi mano fue directamente a su sexo, hinchado, rojo y tan mojado que no tuve que usar lubricante alguno, empecé a jugar con los labios mayores, en una especie de masaje a dos dedos, y ahí empezaron los gemidos y los movimientos rítmicos de pelvis, aumentados, cuando mis dedos pasaron a jugar con los labios internos y el clítoris duro, y tal vez incluso demasiado sensible, sólo rozarlo la hacia retorcerse y suplicar que parase... así que mis dedos entraron en su sexo, dos de ellos, podia notar el pequeño bulto del plug en su culo, entonces meti mi mano derecha entre las almohadas y su pubis, haciendo una ligera presión hacia dentro a la vez que mis dedos entraban y salían de su sexo, haciendo presión hacia fuera...Un par de minutos más tarde las contracciones del orgasmo aplastaban mis dedos y en la cama se hizo un charco. </p><p>Allí me quedé dándole besos en las nalgas mientras recuperaba el aliento...</p><p>Cuando volvió en si, me dijo:</p><p>- Pffff antes tenía pocas ganas de ir , pero ahora...</p><p>- No te preocupes, antes llamé y le dije que no me encontraba bien, que me dolia mucho la cabeza y que ya iríamos a la comida mañana...</p><p>Se giró y me sonrió...y yo empecé de nuevo a darle besos por todas las nalgas. Y aquella NocheBuena, nos cenamos a nosotros mismos. </p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-57316351489653273332023-12-19T13:48:00.001+01:002023-12-19T13:48:07.881+01:00Fin de semana de matanza (E.).<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgss43jAtovRFPIJGvnJXGstqxBsrFFI2_zJypdSpzZPaZmPkAzSWQ-AYiLZ1JIEmTeAS7Yqu9sai7mB85z12j4qebML0zlhGyQ2MDeAzPWrlQQ_htHdQImRKDZjk-HunkdJsm-gmb3cCbf3QJa-36g8k5Klzwr9mkccfoiSDCm6LTElg8s_k5Ukmad2KdH/s1247/IMG_20231016_193109.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1247" data-original-width="753" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgss43jAtovRFPIJGvnJXGstqxBsrFFI2_zJypdSpzZPaZmPkAzSWQ-AYiLZ1JIEmTeAS7Yqu9sai7mB85z12j4qebML0zlhGyQ2MDeAzPWrlQQ_htHdQImRKDZjk-HunkdJsm-gmb3cCbf3QJa-36g8k5Klzwr9mkccfoiSDCm6LTElg8s_k5Ukmad2KdH/s320/IMG_20231016_193109.jpg" width="193" /></a></div><br /><p><br /></p><p><br /></p><p>Habían decidido ir de fin de semana a su pueblo, era la fiesta de la matanza e iría mucha gente conocida. Le hacía ilusión y a ella no le importaba.</p><p>Las clases ya las tenía medio terminadas y se la notaba ya más relajada.</p><p><br /></p><p>Salieron el sábado por la mañana. El pueblo estaba en medio de un monte y había caminos para hacer rutas. Ella cogió las botas de montaña con intención de salir un poco, pero los planes de él eran otros.</p><p><br /></p><p>Llegaron al mediodía, ya estaba todo el mundo en la plaza. Habían empezado con las cañas y estaban preparando la parrilla. </p><p><br /></p><p>Él empezó a saludar a la gente, a ponerse a día. Ella le seguía, pero no se enteraba de mucho. </p><p><br /></p><p>Pasaron así varias horas, pero a eso de las cinco ella necesitaba parar un poco.</p><p><br /></p><p>- Santi anda, vamos a dar un paseo y luego seguimos </p><p><br /></p><p>- Ahora Nena? Vamos a ir al bar que están todos. Hace mil que no los veo! Espera y vamos mañana por la mañana.</p><p><br /></p><p>- Bueno, ve tú y yo me doy una vuelta, es que yo no bebo y no conozco esto de nada. No os sigo...</p><p><br /></p><p>- Anda, vente y estamos juntos. Mañana te acompaño y nos vamos a coger níscalos, que no ha helado y todavía hay bastantes.</p><p><br /></p><p>- Que no Santi, vete tú y yo me doy una vuelta. Luego te busco!</p><p><br /></p><p>- Vale, pero no te alejes que se hace de noche. Llega hasta el río y vuelves que no conoces la zona.</p><p><br /></p><p>- Déjame! Ya soy mayorcita Santi!</p><p><br /></p><p>- Escúchame y hazme caso. Esta zona es traicionera, no te alejes más allá del río. Mañana juntos ya vamos más lejos, me has oído?</p><p><br /></p><p>No contestó. Le rehuyó la mirada y no dijo más.</p><p><br /></p><p>Se fue a casa, se abrigó y se fue al campo. Todavía había luz así que se confío y no hizo caso de sus indicaciones. Iba con música, relajada y se le fue la hora. Cuando quiso darse cuenta estaba bastante lejos y era ya de noche. Se empezó a asustar. </p><p>Continuó un poco pero le entró miedo y no le quedó más remedio que tirar de móvil. </p><p><br /></p><p>- Hola nena, ya estás en casa? Vente al bar que esto está muy animado!</p><p><br /></p><p>- Santi ... Necesito que vengas a por mí...</p><p><br /></p><p>- Qué? Hay mucho ruido y te oigo mal. - había mala cobertura.</p><p><br /></p><p>- Que necesito que vengas a buscarme.</p><p><br /></p><p>Salió del bar para escucharla mejor.</p><p><br /></p><p>- Dónde estás?</p><p><br /></p><p>- No lo sé muy bien, pero está muy oscuro y no me atrevo a seguir.</p><p><br /></p><p>- No me lo puedo creer! Qué te dije?? Que te quedaras cerca que estaba anocheciendo! Eres una cabezona!</p><p><br /></p><p>- Santi, por favor...Ven a buscarme. </p><p><br /></p><p>Sonaba asustada. El problema era encontrarla. Con mala cobertura y de noche no iba a ser tan fácil.</p><p>Además, había bebido ya varias cervezas. Tuvo que pedir un favor a un compañero guardia civil que estaba de guardia ese día.</p><p><br /></p><p>Tardaron un rato, pero al fin la encontraron. Se había alejado bastante. Cuándo dieron con ella estaba sentada en una piedra acurrucada esperando. </p><p><br /></p><p>En cuanto le vió bajó la cabeza. Sabía que no iba a estar muy contento. </p><p>Se contuvo porque iba acompañado.</p><p><br /></p><p>- Estás bien?</p><p><br /></p><p>- Sí, ha sido más el susto. Perdonad que os haya hecho salir con el coche.</p><p><br /></p><p>El compañero le quitó importancia, pero la cara de él lo decía todo. </p><p><br /></p><p>Al llegar al pueblo se despidieron y se fueron a casa </p><p><br /></p><p>- Santi, lo siento mucho. No calculé bien...</p><p><br /></p><p>La miró serio desde la puerta del salón.</p><p><br /></p><p>- No tenías nada que calcular. Te dije que no fueras más allá del río. Cuál es exactamente la parte que no entendiste??</p><p><br /></p><p>Se quedó callada. No tenía excusa. </p><p><br /></p><p>- Pero, como siempre, la señorita hace y deshace a su antojo y acabo yo pagando el pato. No es así?</p><p><br /></p><p>- Lo siento Santi ...</p><p><br /></p><p>- Suficiente. Cena, lávate los dientes y a la cama. </p><p><br /></p><p>- No vamos a salir? - lo dijo con voz bajita </p><p><br /></p><p>- Tú no. Te voy a dejar acostada y me voy a ir, pero para ti se ha acabado la fiesta por hoy.</p><p><br /></p><p>No se atrevió a protestar.</p><p><br /></p><p>La supervisó muy serio. Le puso la cena en el plato, esperó a que acabara. La llevó al baño a lavarse los dientes y de la mano la llevó a la cama. </p><p>Antes de acostarla le dió un par de azotes en el culo </p><p><br /></p><p>- Y prepárate que mañana vamos a ajustar cuentas. No me gustan las niñas desobedientes. </p><p><br /></p><p>La tapó, le dió un beso en la frente y se fue de vuelta al bar. </p><p><br /></p><p>Ella se quedó un poco frustrada, quería ir a la cena, pero sabía que no era momento de discutir. Esos azotes ya le anunciaban lo que vendría, así que mejor mantener el perfil bajo. Aún así, se notaba con hormigueos en su interior. Verle así de firme y protector la excitaba enormemente.</p><p><br /></p><p>Llegó sobre las tres de la mañana. Ahí estaba. Dormida. Parecía que no había roto un plato. </p><p>Se acostó a su lado y se quedó dormido.</p><p><br /></p><p>A la mañana siguiente ella se despertó antes que él. Preparó café y fue a la panadería a por bollos recién hechos. </p><p>Se tomó el café pero quiso esperarle para desayunar.</p><p><br /></p><p>No tardó mucho en levantarse. El olor a café y bollería inundaba la casa. Fue a la cocina y la vió con el pijama de espaldas ordenando un armario </p><p><br /></p><p>- Buenos días.</p><p><br /></p><p>- Buenos días Santi ... Qué tal has dormido? - sonaba dulce. Quería tantearle a ver cómo estaba </p><p><br /></p><p>- Bien, y tú?</p><p><br /></p><p>- Yo también. He dormido mucho hoy.</p><p><br /></p><p>Se le acercó y le dió un beso en el cuello. Se sentaron a desayunar en silencio. </p><p>Ella decidió romper el hielo </p><p><br /></p><p>- Santi... No pensé que ayer se fuese a complicar tanto. </p><p><br /></p><p>- Te pregunto lo mismo que anoche. Qué parte no entendiste de que no fueses más allá del río?</p><p><br /></p><p>- Santi! Yo hago rutas, voy a la montaña! Qué querías? Que me diera un paseo por el pueblo y ya?</p><p><br /></p><p>- Sí! Eso quería. Ni más ni menos. No conoces la zona, hay áreas complicadas y no era momento. Sigo?</p><p><br /></p><p>- Te estoy diciendo que lo siento! Qué más quieres?? - su discurso y su tono de voz no iban en consonancia.</p><p><br /></p><p>- Vuelve a gritar. - se lo dijo muy serio. Tanto que se frenó en seco.</p><p><br /></p><p>- Por tu cabezonería tuve que avisar a Rubén, sacar en cuatro por cuatro y pasar una hora buscándote, con la preocupación añadida, así que vuelve a elevar el tono y no te sientas en una semana. </p><p><br /></p><p>Bajó la mirada y se puso roja. </p><p><br /></p><p>- Anoche te dije que te prepararas y ya sabes lo que pasa en casa cuando desobedeces. </p><p><br /></p><p>Cada vez se notaba más inquieta. Estaba nerviosa, pero también se notaba húmeda. </p><p><br /></p><p>- Vete a la habitación y me esperas en el rincón. Ve pensando en tu comportamiento.</p><p><br /></p><p>Obedeció sin rechistar. </p><p>Él se quedó recogiendo la cocina. Quería darle tiempo para que los nervios afloraran más. </p><p>La tuvo esperando al quince minutos. </p><p><br /></p><p>Le oyó dirigirse a la habitación. Ella estaba en la esquina mirando la pared. Estaba aun en pijama. </p><p><br /></p><p>- Ven aquí.</p><p><br /></p><p>Al darse la vuelta le vió sentado en la cama. </p><p><br /></p><p>- Anoche me asustaste. Te podía haber pasado algo y solo por no hacer caso. </p><p>La seguridad es lo primero, y esa norma es sagrada en casa. </p><p><br /></p><p>Estaba roja. Se notaba la cara ardiendo. No podía mirarle a la cara.</p><p><br /></p><p>- Te gustas desobedecer?</p><p><br /></p><p>Seguía callada.</p><p><br /></p><p>- Te he hecho una pregunta.</p><p><br /></p><p>- No ...</p><p><br /></p><p>- A mi me parece que sí. Que siempre estás explorando los límites a ver si me pones a pruebas, no?</p><p><br /></p><p>- No Santi...- sonaba pequeñita, casi imperceptible.</p><p><br /></p><p>- Pero no te preocupes que el límite lo has encontrado. Hoy te voy a poner el culo como un tomate, a ver si te quedan ganas de seguir buscando. </p><p><br /></p><p>Sin más la tumbó sobre sus rodillas. Llevaba el pantalón de invierno, pero de momento se lo dejó.</p><p>Empezó con los azotes, que caían amortiguados por la tela, pero eran fuertes y el efecto lo empezó a notar enseguida. No tardó mucho en empezar a emitir algún quejido y a mover un poco las piernas. </p><p><br /></p><p>- No te muevas. Acabamos de empezar.</p><p><br /></p><p>Continuó un par de minutos más y luego paró.</p><p><br /></p><p>- Vamos a ver cómo está esto. - le bajó el pantalón del pijama dejando sus nalgas cubiertas por unas braguitas gris clarito. Dejaba parte de sus nalgas a la vista, que estaban ya bastante enrojecidas. </p><p><br /></p><p>Reanudó la azotaina con la mano. Está vez más escandalosa. Cada azote inundaba la habitación. </p><p>Estaban solos en la casa del pueblo, no tenían vecinos, así que no había que disimular. </p><p><br /></p><p>Con los movimientos de sus piernas las braguitas iban poco a poco metiéndose entre sus nalgas dejando más cantidad de piel a la vista. </p><p>En un momento cogió las braguitas con su mano izquierda terminando de metérselas modo tanga. Sabía que eso le daba mucha vergüenza y se recreó en ello </p><p><br /></p><p>- Mírate! Con el culo rojo por desobediente. No te da vergüenza? - se lo dijo mientras tiraba hacia arriba de sus braguitas.</p><p><br /></p><p>Emitió un pequeño gemido por respuesta. Estaba entre excitada y avergonzada. Agradecía no tener que mirarle a la cara.</p><p><br /></p><p>Tenía ya el culo bastante rojo y él la mano cansada, así que decidió que era un buen momento para hacer una pausa.</p><p><br /></p><p>- Te quiero en el rincón con las manos en la espalda ya mismo! Y no se te ocurra tocarte. </p><p><br /></p><p>Al levantarse fue a colocarse bien las braguitas, pero no la dejó.</p><p><br /></p><p>- Las braguitas como están! Que se vea bien ese culo castigado!</p><p><br /></p><p>La mantuvo en el rincón otros quince minutos, con el culo ardiendo y las braguitas metidas. Estaba segura de que si se las bajaba estarían mojadas y eso la perturbaba aun más.</p><p><br /></p><p>Le escuchó salir al salón y volver poco después. </p><p><br /></p><p>La llamó de nuevo. Al girarse le vió con el sacudidor de alfombras de su abuela encima de la cama.</p><p><br /></p><p>Vió cómo le cambiaba la cara al verlo.</p><p><br /></p><p>- No pongas esa carita. A las niñas tozudas y desobedientes hay que sacudirles bien en el trasero. Ven aquí. - se señaló entre sus rodillas.</p><p><br /></p><p>Se acercó temerosa. Lo había probado solo una vez y el recuerdo no era muy grato. </p><p><br /></p><p>- La próxima vez que te diga algo vas a obedecer. No quiero debates, propuestas ni quejas. Yo ordeno y tú obedeces, así de simple. Está claro?</p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>- Vamos a hacer la prueba. Bájate las braguitas. </p><p><br /></p><p>Le costó pero obedeció. Tímidamente se bajó las braguitas hasta que le ordenó parar. </p><p><br /></p><p>- Y ahora enséñame cómo está el fondillo.</p><p><br /></p><p>- Santi ...</p><p><br /></p><p>- Yo ordeno y tú obedeces. Vamos. </p><p><br /></p><p>Tiró de la parte delantera de las braguitas y le enseñó la parte interna, la que estaba en contacto directo con su sexo. Como ya imaginaba estaba mojada. Se notaba una zona de un gris más oscuro por la humedad.</p><p><br /></p><p>- Qué es eso?</p><p><br /></p><p>La notaba cada vez más colorada. Necesitó suspirar un par de veces para recomponerse. </p><p><br /></p><p>- Contesta. </p><p><br /></p><p>- He mojado las braguitas.</p><p><br /></p><p>- Te castigo por desobediente y pones así las braguitas? Dime, las niñas buenas hacen eso?</p><p><br /></p><p>- No...</p><p><br /></p><p>- Voy a comprobar con un dedo cómo estás. Si sale mojado te vas a llevar unos azotes extra, me has oído?</p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>Llevó su dedo índice entre sus labios. Estaba empapada. Más que nunca. </p><p>Se recreó un poco para aumentar su vergüenza. La estaba poniendo a mil y estaban aún a la mitad. </p><p><br /></p><p>Sacó su dedo y se lo mostró. Cerró los ojos. </p><p><br /></p><p>- No cierres los ojos. Mira cómo estás. Te voy a calentar bien el culo. Hoy vas a dormir boca abajo.</p><p><br /></p><p>Se levantó y colocó dos almohadones sobre la cama. La hizo tumbarse encima y cogió el sacudidor. </p><p><br /></p><p>- Serán tres docenas, las dos primeras por desobediente y la última por mojar las braguitas. No te quites ni te tapes con las manos o empezaré de nuevo. Me has entendido?</p><p><br /></p><p>- Sí.</p><p><br /></p><p>Empezó con la primera. Con cada azote golpeaba ambas nalgas, así que el picor iba cada vez a más. Aún así aguantó y se quedó quieta. </p><p><br /></p><p>Al finalizar la primera docena paró y le dió un descanso.</p><p><br /></p><p>- Por qué te estoy castigando?</p><p><br /></p><p>- Por desobedecerte...</p><p><br /></p><p>- Se va a volver a repetir?</p><p><br /></p><p>- No...</p><p><br /></p><p>- Eso espero </p><p><br /></p><p>Cogió de nuevo el sacudidor y completó la segunda. Al acabar tenía ya el culo muy rojo.</p><p><br /></p><p>- Has aprendido la lección?</p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>- Qué lección has aprendido?</p><p><br /></p><p>- Que debo obedecer.</p><p><br /></p><p>- Yo ordeno y tú?</p><p><br /></p><p>- Obedezco...- sonaba como una cría.</p><p><br /></p><p>Con el sacudidor le frotó un poco el culo. Quedaba la última, pero estaba ya un poco a límite.</p><p><br /></p><p>- Vamos a hacer una cosa. Te doy a elegir. O una docena más o te pongo en mis rodillas y te doy un repaso con la mano. </p><p><br /></p><p>- En tus rodillas...</p><p><br /></p><p>- Levántate.</p><p><br /></p><p>Se sentó y la colocó sobre su pierna izquierda con una pierna suya a casa lado. De ese modo la dejaba expuesta. </p><p>Le acarició las nalgas con la mano. Estaba. Muy calientes. </p><p>Sin pensarlo más empezó con la azotaina de nuevo. Una ráfaga rápida y fuerte que la dejaron exhausta. </p><p><br /></p><p>Al acabar la dejó recuperarse tranquila, sin decir nada. </p><p>Poco a poco la fue viendo relajarse, aminorar la respiración y empezar a mover sus caderas en círculos sobre su pierna. </p><p>La dejó hacer. </p><p>Ella al ver que no la paraba siguió. Estaba muy excitada. </p><p>Él la acarició la espalda con su mano izquierda mientras la observaba moverse.</p><p>Cada vez los gemidos iban a más, así como los círculos de su pelvis contra su pierna. </p><p>Llevó su mano derecha a su sexo y le metió dos dedos hasta adentro que casi resbalaron. Empezó a moverlos cada vez más rápido al ritmo que ella marcaba hasta que unos segundos después la vió llegar al orgasmo sobre sus rodillas. </p><p>Fue un orgasmo intenso, de los que te inundan por dentro. </p><p>La había tenido excitada casi desde la noche anterior, tanto que casi dolía. </p><p><br /></p><p>Tardó un rato en reaccionar. Al rato se levantó, se sentó sobre él y le cabalgó hasta hacerle correrse con ella.</p><div><br /></div>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-20000031504793219222023-12-15T13:44:00.001+01:002023-12-15T13:44:04.645+01:00Se acabó Netflix <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUMJrO5VAd6emyTzjQ9dphgLzIHHrnJxlNvn11qmqr15WW0CgCRZNRrtuzz5pcbP2-pMkqqIefyiz_EYts1qUFYsxKrDBPJrcDhHYkgpgNMTbJEOYt1m6t9dX09Q0QS-GvSWGpy2Z_0rGRM3fKOu7PsnzJPqZnCLrU2jmraSuSbmWYq9MOQQ9SdV-fqZ3j/s1294/IMG_20231023_182931.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1294" data-original-width="810" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUMJrO5VAd6emyTzjQ9dphgLzIHHrnJxlNvn11qmqr15WW0CgCRZNRrtuzz5pcbP2-pMkqqIefyiz_EYts1qUFYsxKrDBPJrcDhHYkgpgNMTbJEOYt1m6t9dX09Q0QS-GvSWGpy2Z_0rGRM3fKOu7PsnzJPqZnCLrU2jmraSuSbmWYq9MOQQ9SdV-fqZ3j/s320/IMG_20231023_182931.jpg" width="200" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Subía cargado con las bolsas de la compra y por no dejarlas en el suelo y buscar la llave toqué el timbre, acto seguido escuché sus pasos acercarse y su voz refunfuñar mientras abría la puerta.</p><p>- No tienes llaves o que!!!!</p><p>- Si, pero era por no buscarlas así cargado</p><p><br /></p><p>Le contesté, imaginando que debía andar trabajando con el ordenador, nada más abrirme se fue por donde había venido sin saludar apenas y sin coger no una bolsa, entré y las dejé sobre la encimera de la cocina y fui al salón a quitarme la chaqueta, mi sorpresa fue encontrármela, apalancada en el sofá, con manta y todo viendo la tele.</p><p>- Pensaba que estabas trabajando.</p><p>- Calla...que está muy interesante!!!!</p><p>Cogí aire profundamente y me fui a colocar la compra, y mientras colocaba vi que los cubos de basura estaban llenos, es más uno olía bastante mal, encima uno de los yogures de un paquete estaba roto y me puse perdido, así que fui un momento al baño a quitarme el jersey y lavarme las manos y me encontré el baño sin recoger, con la ropa por el suelo, aquello ya colmó mi paciencia y me fui para el comedor, sin decir nada directo a la tele y la apagué.</p><p>- ¿Se puedes saber que haces?!!!!!</p><p>- Levanta el culo del sofá ahora mismo, recoge el baño y cuando termines te pones el abrigo y bajas la basura, mientras termino de colocar. </p><p>- Ahora lo hago quedan 10 minutos de episodio, así que por favor , pon la tele.</p><p>- Se acabó - dije mientras desconectaba los cables del aparato- Cuando termines, te pones a trabajar, que luego estás todo el día quejándote que no das abasto y por una temporada olvídate de Netflix y series. </p><p>- Es mi rato, ya sabes que trabajo mejor más tarde, no soy una niña!!!</p><p>- ¿No? Pues los adultos no van dejando la ropa sucia y las toallas usadas por el suelo del baño y que menos que bajar la basura, ya que he hecho la compra.</p><p>- Nadie te ha pedido que la hicieras!!!!</p><p>- Ya está bien por hoy.</p><p>Me fui para ella y la levanté del sofá , nada más levantarla le di un par de azotes fuertes en el culo.</p><p>- Mírame señorita!!!!!</p><p>La cogí de la barbilla, ahora mismo vas a recoger el cuarto de baño, cuando termines vas a bajar la basura y después vamos a hablar muy seriamente tu y yo ¿Está claro?</p><p>No la dejé responder, se llevó un par de azotes más, con ganas.</p><p>- Y espabila.</p><p>Se fue sin decir nada, la escuché murmurar enfadada y recogiendo de malos modos en plan pataleta, tanto fue que cuando entró a por las bolsas de basura al estirar de una se rompió, yo en aquel momento estaba ya en el salón con las piernas estiradas tomándome una cervecita y claro escuché todo lo que salió de su boca. Me levanté y me fui para la cocina y al ver el percal, le dije.</p><p>- Eso te pasa por hacer las cosas a mala gana, así que ya sabes que te toca ahora e igual te sirve de algo...</p><p>- Vete a la m...</p><p>- ¿Que has dicho?</p><p>- Es que encima te ríes de mí!!!!!</p><p>La cogí del brazo y le di una docena de azotes rápidos de pie, que intentaba esquivar en vano, que le debieron picar porque se los di con todas mis ganas.</p><p>- Recoge, baja a tirar la basura y vete preparando que te espera una buena cuando subas. </p><p>No dije nada más, me fui otra vez al salón. </p><p>Desde allí la escuché recoger, en silencio y salir. Un rato después entró de nuevo y ya más tranquila, imagino que preveyendo la que le venía encima, entró muy suave y en plan niña buena al salón. </p><p>- ¿Qué, estás más tranquila?</p><p>Se puso roja y bajó la mirada...</p><p>- Siempre haces las cosas en orden inverso, si en vez de comportarte cómo una adolescente caprichosa, de buen principio hubieras tenido la actitud de ahora, estaríamos la mar de tranquilos, tu viendo la serie y yo sentado a tu lado relajado, pero no, la señorita hace las cosas al revés, se comporta como una niñata malcriada y ahora lo quiere arreglar con morritos, pues no. </p><p>Le señalé con el dedo el rincón.</p><p>- Vete a pensar un rato en todo y así mientras yo también me relajo, porque si no, no te vas a sentar en una semana.</p><p>Cabizbaja se fue hasta el rincón, las manos detrás de la espalda y la nariz tocando la pared. No tenía ninguna prisa, así que allí la tuve un buen rato, que pensara bien en la que le esperaba, cuando la llamase.</p><p>Media más tarde, pronuncié su nombre seguido de un "ven aquí". Suspiró se dio media vuelta y avanzó hasta mi, que seguía sentado en el sofá, sólo que ahora incorporado y en medio. Cuando estuvo frente a mí, le dije.</p><p>- Ve a la cocina a tráeme la cuchara para cocinar culos traviesos. </p><p>Suspiró y se dirigió a la cocina, de vuelta llevaba en la mano aquella cuchara de madera de olivo, que habíamos comprado en una excursión. Me la ofreció se la cogí y la dejé en el brazo del sofá. La miré y le dije muy serio:</p><p>- La próxima vez, que me contestes con una salida de tono, cómo la de antes, además de ponerte el culo al rojo vivo, te prometo que te lavaré la boca con jabón ¿Está claro? </p><p>Contestó con un "si" muy flojito.</p><p>- A parte de eso, se acabó ver Netflix si no tienes permiso y menos cuando estés sola, hasta nueva orden y por supuesto, harás lo que se te pida a la primera, sin rechistar y mucho menos de malos modos en plan pataleta infantil ¿Alguna pregunta? </p><p>- No....</p><p>- Muy bien, pues quiero ver el pantalón del pijama y las braguitas en tus tobillos ahora.</p><p>(Sabía que tener que hacerlo ella, frente a mí, le daba mucha vergüenza)</p><p>- Cómo tenga que hacerlo yo, te arrepentirás....</p><p>Cogió aire y el pantalón del pijama descendió hasta caer a sus pies, la miré y rápido hizo lo mismo con las braguitas. </p><p>- Esto es lo que les pasa a las niñas grandes, que se portan como niñas pequeñas caprichosas, que pierden sus derechos adultos. Ahora colócate para tu castigo y ya sabes, nada de moverse, nada de poner las manos o esconder el culo. </p><p>Nada más tumbarse en mis rodillas cogí la cuchara y empecé a pasarla por si piel. </p><p>- Joooo ¿Ya? ¿A palo seco?</p><p>Mi respuesta fue una ráfaga de azotes con la cuchara apuntado bien el pliegue de las nalgas.</p><p>- ¿A caso crees que tu actitud se merece algún tipo de concesión? </p><p>No hubo respuesta, en cambio la cuchara si habló y durante bastante tiempo, repartiendo bien su conversación por toda la piel de su culo, pero especialmente en esa zona más sensible de la parte baja de las nalgas. De vez en cuando hacía alguna pausa y aprovechaba para recordarle, porque estaba en esa situación. Me encargué a conciencia que aquella noche no quedará un centímetro cuadrado de piel, sin picar, incluyendo la parte interior de la hendidura de las nalgas. Cuando decidí que era suficiente, dejé la cuchara de nuevo en el brazo del sofá. </p><p>Por un instante pasé mis dedos suavemente por toda la piel castigada, hasta que le envié de vuelta cara a la pared. Esta vez con la ropa en los tobillos y el culo ardiendo. </p><p>- Ahora te vas a estar ahí quietecita un rato, y después mientras preparo la cena, te pondrás a trabajar ¿Está claro? </p><p>Esperé a que levantarse y se fuese hasta el rincón, que ya tenía casi su forma. La estuve observando un rato, entonces me levanté para ponerme ropa cómoda y al entrar en el salón de nuevo.</p><p>- ¿Se puede saber que estás haciendo?</p><p>La acababa de pillar frotándose el culo, algo que está totalmente prohibido después de un castigo </p><p>- Pfffff es que pica mucho</p><p>Dijo llevando de inmediato las manos sobre la cabeza.</p><p>- Así que pica...muy bien baja las manos y pon una mano en cada nalga.</p><p>Resopló, pero cuando hice sonar la cuchara contra mi mano lo hizo al momento.</p><p>- Sin dejar de tocar con la nariz la pared, da un paso hacia atrás. </p><p>Lo hizo y al hacerlo le quedaba el culo más expuesto. </p><p>- Ahora ábrete las nalgas y sostenlas así hasta que te diga. </p><p>Sin duda era una postura muy vergonzosa, pero las niñas traviesas y desobedientes no tienen derecho a la intimidad. </p><p>Así la hice estar un buen rato, expuesta, avergonzada, con el culo rojo y dolorido pero cachonda y húmeda, cómo más tarde comprobé. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-24000833757231982142023-12-11T10:56:00.001+01:002023-12-11T10:56:32.547+01:00In fraganti<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvKJn16uqspH1kfNe8e6VNFSXIRy4pAjj8_8U1MzGZMMPBcQ7U0aIYux2sBoL3U4qNeZ2G8QZmunb0ULyvGoeaXtXSaSkEA8K4aunR9TYQ1tVyolzNk8ri8XMPwERKivG4r1XJMzG7_Sc7_r4RNUhIPfiCK2x1ZVK0zxGqrG9fOTPyNWyyWfyhenPjnA/s1633/IMG_20220831_190602.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1633" data-original-width="984" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvKJn16uqspH1kfNe8e6VNFSXIRy4pAjj8_8U1MzGZMMPBcQ7U0aIYux2sBoL3U4qNeZ2G8QZmunb0ULyvGoeaXtXSaSkEA8K4aunR9TYQ1tVyolzNk8ri8XMPwERKivG4r1XJMzG7_Sc7_r4RNUhIPfiCK2x1ZVK0zxGqrG9fOTPyNWyyWfyhenPjnA/s320/IMG_20220831_190602.jpg" width="193" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p>Soy un gran aficionado al baloncesto y uno de los proveedores de mi empresa, patrocinaba al equipo de la ciudad, un día el comercial me regaló un par de entradas, para un partido muy interesante además y me fui para casa contento, cómo un niño con zapatos nuevos. </p><p>Al llegar no estaba ella, estaba en aquel curso y no llegaría hasta tarde. Me di una ducha, preparé la cena para cuando llegara que estaría cansada y cuándo llegó ya estaba a punto. Se cambió de ropa y nos pusimos a cenar, entre quejas de estrés y falta de tiempo. Pero yo no pude más y le dije todo ilusionado.</p><p>- Peque, el sábado tenemos entradas para el baloncesto, me las han regalado los de Edisa, además a pie de pista!!!!</p><p>- Genial, pásalo muy bien.</p><p>- Son dos entradas así que te vienes conmigo.</p><p>- ¿Yo? Te recuerdo que estoy castigada además el sábado es el cumpleaños de Sara...</p><p>- Bueno pues te levantó el castigo.</p><p>- Genial!!!! Voy a llamar a Sara y decirle que voy.</p><p>- Te levanto el castigo para que me acompañes...</p><p>- A no, eso de levantar castigos a tu conveniencia no me parece muy lógico, si me lo levantas, que sea total, no parcial para hacerte de florero. </p><p>- Vale no voy a discutir, tu misma, ya iré con algún compañero.</p><p>- Pues hala que lo paséis bien.</p><p>No quise seguir por esa dirección, que estaba seguro que no nos iba a llevar por buen camino y menos con ese punto de sarcasmo y chulería. Pensé para mí "no quieres venir pues tú misma" lo que no le conté es que mi idea era después del partido dejarla ir al cumpleaños.</p><p>No me costó conseguir un voluntario, que me acompañase gustoso. </p><p>Así que llegó el día, y a la hora me preparé, antes de irme pasé a despedirme, ella estaba en el sofá en pijama y bostezó al verme. </p><p>- ¿Sabes lo que más me jode? Que estés ahí aburrida por orgullo.</p><p>- Uyyy aburrida dice...pues no voy a estar bien aquí tranquila, con toda la casa bien, anda pásatelo bien y no tengas prisa en volver.</p><p>La miré serio, me sonrió con ironía, fui darle un beso de despedida pero me puso la mejilla.</p><p>- Anda que vas a llegar tarde.</p><p>Reconozco que salí con cierto sabor amargo, igual estaba pecando de estricto y había sigo egoísta en levantarle el castigo sólo porque me apetecía que me acompañará. Total que ya no disfruté del partido, lo que me hubiera gustado, es más al terminar había quedado con mi compañero para irnos a tomar unas cervezas, le puse una la excusa que no me encontraba muy bien y me fui para pasa, me sabía mal dejarla sóla tanto tiempo.</p><p>Al abrir la puerta, me extrañó que todo estuviera oscuro, pensé que igual se había ido a dormir, pero no, no estaba es más tampoco estaba el bolso y enseguida até cabos, me la había dado pero bien, vamos que seguro que estaba en el cumpleaños y de repente toda mi compasión y culpabilidad se transformó en enfado. No sólo se había saltado el castigo, sino que además había ideado un plan premeditado, en el que encima me había hecho sentir culpable. Estuve tentado a llamarla, pero no lo hice, me quité la ropa, y me metí en la cama con un libro y cerré la puerta.</p><p>Un rato después escuché el sonido del cerrojo que abría la puerta, cómo se cerraba, sus sonoros pasos, primero al salón y después al baño, al salir del baño escuché cómo se acercaban a la habitación, cerré el libro, vi como se movía la maneta de la puerta, abrió y sorpresa luz encendida...y un grito.</p><p>- ¿Que haces aquí? !!!!</p><p>- Llevo un rato ya -le respondí seco y mirándola fijamente- </p><p>Se puso roja de inmediato, sin saber que hacer o decir.</p><p>- Me sentía culpable de haberte dejado sóla y me volví nada más terminar el partido.</p><p>Aún se puso más roja.</p><p>- ¿Cómo ha ido la fiesta de Sara? </p><p>- Bien, yo también me he vuelto pronto.</p><p>- Si, claro para que no te pillara. Bueno estoy cansado y voy a dormir, buenas noches.</p><p>Ya no le dije nada más, salió de la habitación y estuvo un rato por la casa, hasta que entró sin encender la luz y se metió en la cama. </p><p>Al día siguiente, yo amanecí antes y fui a preparar desayuno. Cuando apareció ella por la cocina un rato más tarde, sólo le dije un frío buenos días, desayunamos en silencio, había una tensión más que palpable. Cuando terminó me dijo.</p><p>- Voy a darme un ducha.</p><p>- Muy bien, cuando termines, te espero en el sofá, tenemos que hablar. </p><p>No me contestó, bajó la mirada y se metió en el baño. Yo me fui al comedor y me senté en el sofá a tomarme otro café. La escuché tontear cómo queriendo retrasar el momento de enfrentarse a mi. </p><p>- Nena!!! ¿Estás?</p><p>- Si, si, ya voy...</p><p>Entró en el salón, llevaba unos leggins de estar por casa y una sudadera. Caminó despacio hasta mi, se quedó de pie, la miré.</p><p>- Bien empieza a explicar, por si hay alguna explicación que pueda convencerme para que no te ponga el culo morado. </p><p>Suspiró...y volvió a coger aire, yo tenía mis ojos clavados en los suyos.</p><p>- Bueno cómo ya veo que estás muda, mejor explico yo mi parte. Sinceramente ya me fui sin muchas ganas, me sentía culpable y egoísta, y si tienes razón no era justo levantarte el castigo sólo para que me acompañaras al partido, pero también es cierto que de haberlo hecho, te hubiera dejado ir al cumpleaños, aún así me sentía mal y decidí no ir a tomar unas cervezas con mi compañero, tal y cómo le había prometido, para así volver a casa pronto y hacerte compañía, ver una peli o una serie y perdonarte la semana de castigo que aún te queda. Así que imagina la cara de gilipollas que se me quedó al llegar y no encontrarme a nadie, es más al entender que todo esto estaba más que planeado, espero que al menos lo pasaras bien. Tu travesura la verdad, es que tiene hasta cierta gracia, me las metiste pero bien, ahora asumiste un riesgo y ahora vas a pagar por ello, por eso espero que te compensara. Pon las manos sobre la cabeza, ahora!!!</p><p>Volvió a coger aire profundamente y lo hizo, muy consciente que estaba en un lío y quel más sensato era no empeorar más las cosas. </p><p>Nada más hacerlo, metí los dedos por la cintura de los leggins y con firmeza a tirones secos los hice descender, luego siguió el mismo camino la ropa interior. Entonces me levanté y abrí la cortina para que entrara el tímido sol de este tiempo. </p><p>- Voy a recoger la cocina y demás. Cuando terminé ya me encargaré de ti. Pero te quiero aquí plantada y quieta tarde lo que tarde. </p><p>Me levanté y la dejé ahí, plantada en mitad del salón con las manos en la cabeza, y la parte de abajo de la ropa bajada. Recogí la cocina e hice alguna cosa más, así que allí estuvo más de media hora, formando parte de la decoración. Hasta que volví, y conmigo venían el cepillo de ducha redondo de mango corto, el aceite de masajes y una toalla. </p><p>Puse el aceite y el cepillo en el brazo del sofá, me senté y puse la toalla sobre mis piernas. La miré y le dije.</p><p>- Te crees muy lista ¿Verdad? </p><p>Entonces llevé mis dedos a su sexo, pasé un dedo entre sus labios y se lo enseñé.</p><p>-¿ Así reacciona tu cuerpo, minetras esperas que te ponga el culo morado? Baja las manos </p><p>Nada más hacerlo la cogí de una muñeca y a mis rodillas, bien sujeta por la cintura y sin calentamiento mi mano empezó a caer rápida y severa alternando nalga y nalga.</p><p>- Te aseguró que no va a haber próxima vez, esta vez no, que vas a cumplir tu castigo hasta el último minuto y que si en algún momento te lo levanto, por algo, cómo para que me acompañes, lo vas a hacer con la mejor de tus sonrisas o con el culo rojo. </p><p>Cuando terminé de decirlo, automáticamente aumenté velocidad e intensidad y ya no hubo pausas hasta que tuve que parar porque mi mano llegaba a su límite. Momento en que su culo estaba rojo como la luz de un semáforo. Entonces cogí el bote de aceite, me eché en las manos y lo extendí por sus nalgas calientes, pero rápido y no con el objetivo de refrescar o calmar. El objetivo era dejar una capa de aceite en su piel y entonces tomar el cepillo de ducha redondo, aunque de mango corto. Le di unos golpecitos suaves a modo aviso, pero enseguida empezó a caer pesado y preciso. Una primera tanda cubriendo toda la piel, hasta secarla. Luego otro baño de aceite y una segunda tanda en la mitad inferior de la nalgas, quería que se acordara de su travesura al sentarse unos días. Así que me apliqué bien para conseguirlo. Otra pausa más aceite y la tercera tanga de azotes con el temible cepillo de ducha se ocupó del resto de zonas, la frontera de nalgas y muslos estirando la piel e incluso algunos azotes en la cara interna de las nalgas. Cuando decidí terminar sabía que las marcas le iban a durar unos cuantos días. </p><p>Ahí si tuve un momento de compasión y estuve un rato sobándole las nalgas con la ayuda del aceite de masajes, hasta que la hice levantarse.</p><p>En cuanto se levantó, me levanté yo también la cogí le brazo y la llevé hasta la habitación, la puse frente al espejo.</p><p>- Mira el resultado de tu travesura. </p><p>Se dio la vuelta y vio la imagen impactante de su culo, en especial de la parte inferior que eran un par de círculos con un color que se aproximaba más al morado que al rojo y que significa un par de días mínimo sin poder sentarse cómodamente. </p><p>- Y por supuesto sigues castigada, es más ahora te vistes y vas a ir a comprar jengibre. </p><p>No dijo nada, la dejé allí frente al espejo. Un rato después salió de casa sin decir nada y al regresar me dió un bolsa con un trozo de jengibre. </p><p>- Tu misma prepara un buen trozo y me lo traes.</p><p>La esperé sentado en el sofá, con la toalla otra vez en mis piernas. Unos minutos después apareció con el dedo de jengibre pelado. Lo cogí y lo dejé en el brazo del sofá.</p><p>- Bájate los leggins el tanga y a mis rodillas.</p><p>Lo hizo, roja otra vez. </p><p>Al colocarse cogí el aceite de nuevo y estuve un rato sobándole el culo, incluso las caricias suaves la hacían suspirar. Entonces cogí el dedo de jengibre, le separé las nalgas y despacio se lo metí en el culo, en 20 segundos empezaría a hacer efecto, esperé a escuchar los tímidos soplidos y empecé a acariciarle el culo, minetras le decía.</p><p>- Aún te queda una semana de castigo, pero va a haber unos cambios. El primero es que cada día cuando llegue a casa, haremos revisión de marcas, cómo vamos a tener que dejar descansar el culo unos días seguro, después de la revisión, preparas el jengibre y repetiremos, hasta que apenas queden marcas y entonces tendrás una azotaina de recuerdo en vez del jengibre, hasta que cumplas el castigo y por supuesto nada de placer adulto, hasta que cumplas el castigo.</p><p>Para recalcar más esto último, llevé mis dedos a su sexo, que como imaginaba estaba goteando...</p><p>Después de unos 20 minutos, le quité el jengibre y le di un largo masaje de nalgas, pero son final feliz. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-24014157286604183152023-11-30T17:16:00.002+01:002023-11-30T17:16:50.043+01:00El Rimmel (por E.)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMa3k5rVlR5UbSP8rAxGJQcm5An-GTGfB6pE72Xelni6J6z5gkX9IX4VpW7Yl_ZBWnZYgZoMlLAwIqollaLttkAz5pUqLNe0YYFVS66ZQ8lEijZ1Yro8zX5oKtHmqnRb8KrXEp-OjTwJKOEuOBqckgyNW_YQmV-BZCKMLNaAOre7gGAecO2Dx2KxpNHI0j/s1405/IMG_20231122_143626.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1405" data-original-width="880" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMa3k5rVlR5UbSP8rAxGJQcm5An-GTGfB6pE72Xelni6J6z5gkX9IX4VpW7Yl_ZBWnZYgZoMlLAwIqollaLttkAz5pUqLNe0YYFVS66ZQ8lEijZ1Yro8zX5oKtHmqnRb8KrXEp-OjTwJKOEuOBqckgyNW_YQmV-BZCKMLNaAOre7gGAecO2Dx2KxpNHI0j/s320/IMG_20231122_143626.jpg" width="200" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p><br /></p><p>Tenía la fea costumbre de acostarse sin desmaquillarse los ojos. No se quitaba el rímel y la funda de la almohada acababa siempre con manchas negras que eran muy difícil de quitar. </p><p>Habían discutido por eso varias veces, incluso se había llevado alguna vez algún cachete, pero seguía sin hacer caso.</p><p><br /></p><p>Ese día era él el encargado de tender la lavadora. Cuando sacó la funda de la almohada de ella lo vió. Otra vez las manchas negras a medio quitar. Era desesperante lo cabezona que era a veces.</p><p><br /></p><p>- Nena ven aquí un momento por favor.</p><p><br /></p><p>Ella estaba en el salón entretenida con el móvil.</p><p><br /></p><p>- Qué quieres? - le dijo sin moverse del sofá.</p><p><br /></p><p>- Te he dicho que vengas un momento por favor - sonaba serio.</p><p><br /></p><p>Se levantó sin muchas ganas y se fue a la cocina. </p><p>Al entrar le vió apoyado en la lavadora con la funda blanca de la almohada estirada y dos manchas negras en medio.</p><p><br /></p><p>- Me explicas qué es esto?</p><p><br /></p><p>- Ay Santi, no empieces...no seas pesado!</p><p><br /></p><p>- Que no sea pesado?? Cuántas veces hemos discutido esto? Tanto te cuesta quitarte el maquillaje antes de meterte a la cama? </p><p><br /></p><p>- Santi, me pilla muy cansada ya a esas horas y me da pereza! Déjalo ahí que luego lo lavo yo.</p><p><br /></p><p>- No! No se trata de eso. No hay por qué lavar dos veces, gastar doble de agua y de jabón por algo que se puede evitar. </p><p><br /></p><p>- Ya ves tú! Qué cuesta eso? - se lo estaba tomando a risa.</p><p><br /></p><p>- Ya veo que no lo quieres entender. Dime, qué te dije la última vez que pasaría si esto se volvía a repetir? </p><p><br /></p><p>Ahí ya cambió su cara. </p><p><br /></p><p>- No Santi ...</p><p><br /></p><p>- Qué te dije?</p><p><br /></p><p>- Que estaría una semana sin poder maquillarme ... </p><p><br /></p><p>- Pues ya sabes. Esta semana con la cara lavada y así aprendemos algo.</p><p><br /></p><p>- Pero Santi...no puedo estar una semana sin maquillaje!! Madrugo mucho y necesito ponerme "buena cara"... Por favor - le estaba casi rogando.</p><p><br /></p><p>- Te lo dije bien clarito la última vez y ya sabes que no amenazó en balde. Si no lo haces por las buenas lo harás por las malas. Se acabó.</p><p><br /></p><p>Salió de la cocina enfadada. Ese castigo le picaba de verdad. Rara vez salía de casa sin maquillar, al menos los ojos, y tener que ir así una semana le iba a costar. </p><p><br /></p><p>Estuvo toda la tarde de morros. Él no le hizo mucho caso, ya se le pasaría, pero se mantuvo firme en su decisión. </p><p><br /></p><p>Al día siguiente está domingo. Fue un día tranquilo, no salieron de casa, así que el tema del maquillaje no fue a más, pero la mañana del lunes las cosas cambiaron. </p><p><br /></p><p>Salió de la ducha con la toalla en el pelo. Él estaba en la cocina poniéndose un café. Se le acercó cariñosa.</p><p><br /></p><p>- Santi... - se le abrazó por detrás.</p><p><br /></p><p>- Buenos días nena. Qué bien hueles!</p><p><br /></p><p>- Te quiero pedir una cosita ...</p><p><br /></p><p>Él ya se olía lo que venía.</p><p><br /></p><p>- Por favor Santi, deja que me ponga el rímel anda... solo eso, de verdad. </p><p><br /></p><p>- Jajaja! Ya sabía yo! Esos mismos a primera hora de la mañana.... </p><p><br /></p><p>- Puedo?</p><p><br /></p><p>Se dió la vuelta para tenerla de frente. </p><p><br /></p><p>- No. No puedes. Nada de maquillaje esta semana, ya lo sabes </p><p><br /></p><p>- Si solo es la máscara de pestañas Santi! Qué más te da? - empezaba a levantar la voz.</p><p><br /></p><p>- No grites. No estamos negociando nada. No hay maquillaje. Punto. Te dejo que llego tarde. </p><p><br /></p><p>Le dió un beso rápido y se fue. No quería discutía esas horas y dejarla así la encendía más, así que huyó rápido.</p><p><br /></p><p>Se quedó en la cocina, con la palabra en la boca y enrabietada, y ahí ideó su plan. </p><p>Tenía muestras de maquillaje de tamaño pequeño de los viajes. Cogió un neceser y metió varias cosas. También añadió desmaquillarte y algodones. </p><p>Se maquillaría al salir de casa y se lo quitaría antes de llegar. Él no sé enteraría. Plan perfecto.</p><p><br /></p><p>Los dos primeros días transcurrieron con normalidad. Tanta que él ya sospechaba. </p><p>El miércoles tenía guardia y él se ofreció a recogerla. A las nueve de la noche salió del hospital con cara de cansada pero sin gota de maquillaje. </p><p>Llegaron pronto a casa y cuando estaban subiendo la escalera del garaje ella tropezó y se le cayó el bolso. Lo llevaba abierto y el pequeño neceser acabó en el suelo con las muestras de maquillaje esparcidas. </p><p><br /></p><p>Intentó recogerlas rápido pero él se percató de todo a la perfección. </p><p><br /></p><p>- Deja eso ahí. </p><p><br /></p><p>- Qué?</p><p><br /></p><p>- Ya me has oído. Ya lo recojo yo.</p><p><br /></p><p>Se agachó y cogió un rímel y un colorete del suelo. </p><p><br /></p><p>- Y esto?</p><p><br /></p><p>- Santi...- no sabía qué decir. </p><p><br /></p><p>- Vamos a casa. </p><p><br /></p><p>Terminaron de recoger las cosas del suelo y se metieron al ascensor. Ella iba roja como un tomate y mirando continuamente el suelo. Él estaba a su lado bastante serio. </p><p><br /></p><p>Al entrar a casa se fueron a la habitación.</p><p><br /></p><p>- Vacía el bolso en la cama. </p><p><br /></p><p>- Santi, por favor ...</p><p><br /></p><p>- Vamos. No me hagas esperar.</p><p><br /></p><p>Sacó todas sus cosas y, entre ellas el neceser. </p><p><br /></p><p>- Vacía el neceser también.</p><p><br /></p><p>Obedeció y fue dejando todas las muestra en la cama. Él no entendía mucho de eso, pero aparentemente tenía lo básico para hacerse un maquillaje de diario y luego quitárselo.</p><p><br /></p><p>- Ahora actúas así? </p><p><br /></p><p>Se notaba la cara ardiendo. No le podía mirar </p><p><br /></p><p>- Mírame. </p><p><br /></p><p>- Dime la verdad, te has estado maquillando desde el lunes en el hospital, verdad? </p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>- Estando castigada?... Muy bien. </p><p><br /></p><p>- Santi...es que tenía muy mala cara...</p><p><br /></p><p>- Y eso es excusa para engañar? Desde cuándo??</p><p><br /></p><p>- Quítate todo salvo las braguitas y ponte solo la camiseta del pijama. </p><p><br /></p><p>Se empezó a desnudar poco a poco. Le daba vergüenza. La veía desnuda casi a diario, pero eso era diferente. </p><p>Él la miraba atentamente.</p><p>Una vez que acabó se quedó de pie esperando instrucciones. </p><p><br /></p><p>- Ven aquí.</p><p><br /></p><p>Se acercó a él, que seguía de pie. La cogió por un brazo, la giró y así, de pie, empezó a darle los primeros azotes. </p><p><br /></p><p>- Vas a acabar con el culo igual de rojo que ese pintalabios!</p><p><br /></p><p>Así la llevó hasta el rincón. La colocó mirando la pared y le bajó las braguitas.</p><p><br /></p><p>- Ahí quieta hasta que venga.</p><p><br /></p><p>Le oyó salir y entrar varias veces. La tuvo esperando unos diez minutos. Por fin la llamó. </p><p><br /></p><p>Al darse la vuelta vió una silla del comedor a los pies de la cama. Él sentado en ella y la cuchara de madera cerca. </p><p><br /></p><p>Se acercó y tirando de su mano la colocó en sus rodillas. Al ser la silla quedaba la cabeza por debajo de su culo. Era más incómodo y con más sensación de "castigo". </p><p><br /></p><p>- Que sea la última vez que te saltas un castigo. Ahora no quiero llantos. </p><p><br /></p><p>Empezó con los azotes. De momento usaba su mano, pero con una intensidad alta desde el principio. Enseguida empezó a cambiarle el color de la piel. </p><p>Se movía poco, intentando mantener el equilibrio.</p><p><br /></p><p>- Qué creías? Que no me iba a enterar? </p><p><br /></p><p>Seguían cayendo uno detrás del otro sin tregua. Le empezaba a arder. </p><p><br /></p><p>- Santi... </p><p><br /></p><p>- Te voy a calentar el culo pero bien!</p><p><br /></p><p>Continuó hasta que su mano le pidió un descanso. </p><p>Tenía toda la zona media baja de las nalgas de un rojo intenso. </p><p>Se oía su respiración fuerte intentando calmarse. </p><p><br /></p><p>No esperó mucho. Apenas un minuto y cogió la cuchara. </p><p>Al notarla sobre su piel se tensó. Él le acarició con la cuchara unos segundos.</p><p><br /></p><p>- Santi lo siento... por favor - intentaba convencerle.</p><p><br /></p><p>- No voy a consentir niñas mentirosas en casa, está claro?</p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>- Pues prepárate.</p><p><br /></p><p>Y sin más la cuchara empezó a caer una y otra vez sobre su culo. Alternaba rachas rápidas con otras más lentas, pero el efecto era el mismo. Le picaba y le ardía. </p><p>Tras unos minutos empezó a moverse, a patalear. Él la sujetó fuerte de la cintura y no paró. </p><p>La oía llorar.</p><p><br /></p><p>- Llora lo que quieras. Hoy vas a aprender a obedecer!</p><p><br /></p><p>Se mantuvo así un rato más. Cuando ya vió alguna marca blanca paró. Esta vez sí la dejó más descanso.</p><p>Lloraba ya más calmada, y decidió aliviarla un poco. Le acarició el culo con su mano derecha </p><p><br /></p><p>- Esto quema...</p><p><br /></p><p>Continuó un rato más hasta que la escuchó tranquila. </p><p><br /></p><p>- Levanta y ve al rincón. No se te ocurra frotarte. Piensa bien porque luego me vas a decir tú reflexión y te daré los últimos azotes. </p><p><br /></p><p>Al oír eso le miró con cara de pena, pero sin ceder la ayudó a levantarse y fue con ella para colocarla. Tenía las braguitas en los tobillos. </p><p>Nariz en la pared y manos en la espalda. La hizo inclinarse un poco para sacar el culo. Queria que se sintiera expuesta.</p><p><br /></p><p>- Cuando estés lista me avisas.</p><p><br /></p><p>Tenía el culo en llamas. Se notaba la cara caliente. Pero su sexo la delataba. Verle así de firme y sin ceder a sus peticiones la excitaba muchísimo. Se notaba húmeda y una actividad eléctrica especial le recorría el cuerpo.</p><p><br /></p><p>Unos diez minutos después la escuchó bajito.</p><p><br /></p><p>- Santi ya...</p><p><br /></p><p>- Ya has pensado? </p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>- Pues ven aquí.</p><p><br /></p><p>Se acercó hacia él y se quedó de pie. </p><p><br /></p><p>- Te escucho. </p><p><br /></p><p>- Siento haberte engañado. Te prometo que no va a volver a pasar Santi. </p><p><br /></p><p>- Bien. Y qué queda ahora?</p><p><br /></p><p>Ella se echó un poco hacia atrás.</p><p><br /></p><p>- No...</p><p><br /></p><p>Tiró de su mano hacia él para volver a colocarla delante de él. La cogió suavemente de sus muñecas </p><p><br /></p><p>- Dime. Qué va a pasar ahora?</p><p><br /></p><p>- Que me vas a dar unos azotes. </p><p><br /></p><p>- Es lo que te mereces por desobediente, verdad? </p><p><br /></p><p>Esa vergüenza no hacía más que aumentar su excitación.</p><p><br /></p><p>- Sí...</p><p><br /></p><p>- Pues vamos Túmbate boca arriba en la cama.</p><p><br /></p><p>Odiaba esa posición. Dejaba todo a la vista. Pero aún así obedeció. </p><p>El le levantó las piernas, se sentó a su lado y le colocó sus piernas por detrás de su espalda. Podía verle perfectamente sexo. Estaba hinchado y muy jugoso. La humedad bajaba algo por el inicio de la cara interna de sus muslos. </p><p><br /></p><p>Cogió la cuchara de nuevo y sin pensárselo más empezó con los azotes. </p><p>Le dió cuatro docenas. Los últimos costaron, pero llegó hasta el final. </p><p><br /></p><p>Sin cambiarla de posición la dejó recuperarse. No la veía la cara pero se lo imaginaba. </p><p><br /></p><p>- Vas a volver a intentar engañarme?</p><p><br /></p><p>- No... </p><p><br /></p><p>Llevó su índice entre sus labios.</p><p><br /></p><p>- Seguro? </p><p><br /></p><p>La escuchó suspirar hondo.</p><p><br /></p><p>- Seguro Santi...</p><p><br /></p><p>- Porque, qué pasará si lo vuelves a hacer? </p><p><br /></p><p>Esta vez ya con dos dedos recorría el interior de sus labios desde el clítoris hasta la entrada de su vagina.</p><p><br /></p><p>- Que me castigaras...- cada vez jadeaba más.</p><p><br /></p><p>- Acabarás con el culo rojo y tan mojada o más que ahora.</p><p><br /></p><p>Empezó a jugar con el orificio de su culo. Primero por fuera, pero luego, y aprovechando la lubricación natural de su coñito mojó su dedo y lo empezó a introducir poco a poco. </p><p>Estaba tan excitada que no costó. Cuando la tenía ya acostumbrada sacó su dedo se levantó y la ordenó tumbarse boca abajo. </p><p>Él se quitó la ropa y se tumbó sobre ella. Enseguida notó el calor que emanaba sus nalgas. Estaba muy excitado y lento, pero sin parar la penetró por detrás hasta dejarla llena. La folló así. Cuando estaba a punto de correrse llevó una mano a su sexo y la masturbó para hacerlo juntos. </p><p>Fue un orgasmo intenso. </p><p>No le había salido tan mal el plan inicial ...</p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5047270769809074985.post-23066632911955913122023-11-24T14:21:00.001+01:002023-11-24T14:21:08.929+01:00Lucha libre<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4NBlDWctx0Yf0IaED6fCCUek9Qus1D_ExV1zxPMz1Z19quZc0_KQ76eXakGg3xlVIZOUxcJzbBOEp53z8xo1X9rDVE3Czd32-08hX3GDGKbWUr6dy9lRus43s5NljwUClVGbyJQuWvIlwt0LsjlB3uvu7qlHnWn0b1tmjNAG491n-584z3qAW6cf5YA/s1302/IMG_20221105_183439.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1302" data-original-width="796" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4NBlDWctx0Yf0IaED6fCCUek9Qus1D_ExV1zxPMz1Z19quZc0_KQ76eXakGg3xlVIZOUxcJzbBOEp53z8xo1X9rDVE3Czd32-08hX3GDGKbWUr6dy9lRus43s5NljwUClVGbyJQuWvIlwt0LsjlB3uvu7qlHnWn0b1tmjNAG491n-584z3qAW6cf5YA/s320/IMG_20221105_183439.jpg" width="196" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p><br /></p><p>Cómo de costumbre y por desgracia la edad había hecho que ha determinada hora temprana, me quemara la cama. Así que me había levantado, incluso había estado un rato en el sofá mirando si el mundo seguía en su sitio por teléfono. Después me fui a la cocina y puse una cafetera, me tomé el café tranquilamente, apenas asomaba el sol. </p><p>Estaba removiendo la taza con el segundo café cuando apareció ella, llevaba aquel pijama de cuadros gordo, no sabía cómo podía dormir con aquello, de pie en medio de la cocina se estiró como una gata desperazándose y bostezando.</p><p>- ¿Llevas mucho rato despierto?</p><p>- Un ratito si..</p><p>- Pfffff con lo bien que se está en la cama.</p><p>Se giró dándome la espalda, abrió la nevera y sacó el brick de leche, cogió un taza. Entonces me fijé en su culito, cubierto por el pijama, que le daba una bonita forma y no pude resistirlo, le di un palmada sonoraz que hizo que derramase la leche.</p><p>- Pffffff no empieces!!! No soporto que me des en el culo así!!!!!</p><p>- Jajajaaja es para que espabiles, que se hace tarde.</p><p>- No empieces a meterme prisa, que me vuelvo a la cama y me quedo tan ancha y mira la que he liado por tu culpa!!!!</p><p>- ¿Por mi culpa? Me pones el culo a tiro es inevitable.</p><p>- Idiota...</p><p>Metió la taza en el microondas y se dio la vuelta. </p><p>- ¿Aburrido?</p><p>- Un poco </p><p>- Ya, es lo que tiene hacerse viejo, que no duermes y das por saco...</p><p>Sonreí, ese sarcasmo era buena señal, estaba de buen humor y yo tenía ganas de jugar. Sonó la alarma del microondas y saco la taza, sin sentarse se echó azúcar y empezó a removerla, se dio un momento la vuelta y otra vez fue inevitable.</p><p>- Santi vale ya!!!! Me has dado dos, vale..</p><p>Me dijo en tono medio amenazante, sonreí y se sentó a desayunar. Empezamos a charlar sobre que hacer aquel sábado perezoso, teníamos lo típico, cosas de casa, la compra, pero no había más planes no prisas. Media hora después más o menos se volvió a levantar, se estiró de nuevo y volvió a bostezar y cuando se giró...le di la tercera palmada del día, entonces se giró y vi su mirada asesina y en un gesto rápido me lanzó el contenido que había sobrado de la taza al pecho. Me la quedé mirando sorprendido.</p><p>- Vale ya!!!! </p><p>Entonces vio el café con leche en mi camiseta y se puso a reír.</p><p>- ¿Que acabas de hacer?</p><p>- Jajajajajaj te lo mereces.</p><p>Me levanté y le quité la taza, la cogí del brazo estirando para fiera de la cocina pero se resistía.</p><p>- No, ni hablar, te lo has ganado....</p><p>Yo no decía nada, intentaba sacarla de la cocina a la fuerza, el forcejeo duró un instante pero la risa le hizo perder fuerza y la saqué de la cocina. Nada más salir le di un par de azotes fuertes sin soltarla y se acabó la risa, se calló al instante. Sujeta por el brazo caminé firme y directo hasta la habitación. Entre quejas y reproches en balde. Directa al rincón y allí la solté.</p><p>- ¿Has empezado tú?!!!!! No es justo.</p><p>Un par de azotes fue la respuesta y mi dedo señalando el rincón. </p><p>- Pffffff </p><p>Puso las manos sobre la cabeza y se puso a mirar el rincón. </p><p>- Voy a quitarme está ropa y darme una ducha rápida. No te muevas ni un milímetro y que sepas que te has ganado una buena. </p><p>Me di media vuelta pero a los dos pasos volví y me fui directo al pantalón del pijama de un tirón se lo bajé.</p><p>- Así mucho mejor.</p><p>Y allí la dejé en el rincón con el culo al aire a la espera. Me quité la ropa y la puse para lavar, me metí en la ducha para quitarme el olor a café. Una ducha rápida y fui a la habitación a vestirme, allí estaba. Me puse unos vaqueros y una camiseta y la fui a buscar, la cogí del brazo y pasando por los pies de la cama, la llevé hasta el lateral que daba al armario, allí me senté en la cama y la miré.</p><p>- Has empezado tú, no es justo!!!</p><p>- Aquí impartir justicia corre de mi parte y otra vez piénsate bien cómo devuelves las cosas. </p><p>Ya no dije nada más, le di un tirón y cayó sobre mi pierna izquierda, de una forma un poco rara, ya que sus piernas quedan a caballo de la mía. Brazo rodeando con fuerza la cintura y sin mucho miramiento en calentar, mi mano derecha empezó a caer firme sobre su culo desprotegido. </p><p>- No sé si te das cuenta, pero la mayoría de veces que acabas con el culo rojo es por no medir respuestas, ya sean verbales o no. </p><p>El sonido de la palma de mi mano rebotando en sus nalgas alternamente y alguna tímida queja invadió la habitación. Cómo dirían los americanos el sonido de un buen ajuste de actitud. La piel blanca y fría enseguida se volvió rosada y a coger calor. Además fue una azotaina impulsiva, sin pausas, rápida e intensa desde el principio, que tuviera efecto cuanto antes. Me detuve cuando empezó a picarme la mano, momento en que su piel ya estaba de un bonito rojo intenso. Y tras un momento de coger aire, empecé a acariciarle el culo muy suavemente, hasta que empecé a notar unos movimientos de vaivén sobre mi pierna y a sentir un calor húmedo que me traspasaba la tela de los vaqueros.</p><p>- ¿Se puede saber que estás haciendo?</p><p>- ¿Yo nada? Es que me voy a resbalar...</p><p>- ¿Te estás frotando con mi pierna descarada?</p><p>- Esto también es por tu culpa...</p><p>- Ahhh vale que aún te quedan ganas de tontear. Muy bien.</p><p>Alargué el brazo y abrí el cajón de la mesilla, cogiendo el cepillo ovalado, que estaba allí, nada más cogerlo empecé a pasárselo por la piel y se quedó quieta al instante. </p><p>- Pffffff sólo jugaba un poco...</p><p>- No estás aquí para jugar al menos de momento.</p><p>Sonó un golpe sordo y otro y otro, el sonido de la madera "trabajando " su culo descarado.</p><p>- Si cuando termine con la lección aún te quedan ganas de jugar, igual jugamos.</p><p>Metí el brazo entre mi pierna y su cuerpo elevándolo un poco, para evitar juegos y el cepillo aumento la cadencia de sus "caricias" de fuego. Aquí si hice varias pausas y en todas ellas jugando con el cepillo en su piel, usando el cepillo tanto para acariciar por la parte lisa, cómo para cepillar por la parte de las cerdas, así alternando ráfagas de azotes con caricias hasta conseguir el objetivo de un culo bien rojo y con esas marcas de cepillo. Lo dejé al lado de mi pierna derecha y empecé a masajaerle el culo con las dos manos desde mitad de los muslos hasta el nacimiento de la espalda, así durante unos minutos y entonces volví a sentir el vaivén de sus caderas contra mi pierna y sonreí.</p><p>- Aún tienes ganas?</p><p>- Pffff es inevitable, pica pero cuando te pones así de serio y el calorcito que se extiende...</p><p>Sonreí y mis dedos fueron entre sus piernas y empezaron a jugar en su sexo, por fuera y por dentro, ella empezó a suspirar y moverse, entonces cogí el cepillo y sustituí mis dedos por el mango del cepillo, que empezó a entrar y salir de su sexo, tenía ya el pantalón calado de sus jugos, el sonido de los azotes dio paso al de sus gemidos y a ese sonido de chapoteo que hacía el mango del cepillo entrando y saliendo cada vez más rápido. Hasta que estalló allí a horcajadas en mi pierna con el culo marcado. </p><p>Mientras recuperaba el aliento, la volví a acariciar un rato con ambas manos. </p><p>- Voy a cambiarme de pantalones y a por el aceite...</p><p>- De los pantalones no tengo culpa...</p><p>Sonreí y le di un azote, se levantó y se estiró boca abajo en la cama con las piernas fuera. Me quité el pantalón y cogí el aceite, me sigue entre sus piernas dejé caer un buen chorro en cada nalga y empecé a extenderlo, ella respiraba profunda y relajadamente mientras extendía con mucha calma el aceite.</p><p>Volví a coger el bote y le eche un buen chorro en el centro de la espalda que fue resbalando entre sus nalgas. Entonces busqué con mis dedos ese lugar escondido entre las nalgas, localizado y con sólo un dedo jugué a hacer circulitos alrededor, un rato, hasta que el dedo entró despacio, por aquel agujero más estrecho y empezó a entrar y salir.</p><p>- Ahora me toca a mí ¿no crees?</p><p>Durante un rato estuve preparando bien con mis dedos, cuándo creí que estaba al punto, me desnudé, me eché un poco de aceite en la polla lo extenso y apunté allí entre sus nalgas, sin prisa, despacio, pero haciendo presión fui terminando de prepararlo y al final mi polla entró despacio pero hasta el fondo en su culo. Me quedé un momento pegado a su piel, a la piel de sus nalgas calientes y algo húmedas del aceite, hasta que empecé a moverme entrando y saliendo, despacio al principio y cada vez más rápido, ya no había marcha atrás, mientras seguía y seguía ella también empezó a tocarse y terminamos a media mañana dándonos una ducha. </p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Mariposas de Chocolatehttp://www.blogger.com/profile/07911285224981707274noreply@blogger.com0