lunes, 17 de diciembre de 2018

Relajante y reparador.



Hace una semana aproximadamente, en el transcurso de una charla con la persona que tal vez tengo más confianza para hablar de estos temas con neutralidad, le hacía una suposición con pregunta. Le exponía un escenario.

-Imagina que hace unas horas tan solo has vivido una situación tensa, difícil, desagradable y con una fuerte carga emocional asociada, tras la cual te sientes mal. ¿Te apetecería solo unas horas después tener un juego?

Su respuesta fue como ella clara y concisa.

-Lo más probable es que si tuviera la oportunidad, con alguien de confianza: si. Jugar es de las pocas cosas que me hace olvidar todo por un momento.

Tan solo matizó que lo más probable es que fuera un juego sin sexo, aunque tampoco lo descartaba del todo.

Eso me hizo pensar, he vivido muchos juegos desencadenados, por situaciones parecidas, osea por tensión, Un mal día de trabajo, un fracaso, una mala noticia....en innumerables ocasiones tras una situación así, no he sentido la búsqueda de consuelo sino de juego, además generalmente intenso. Obviamente ha habido siempre la seguridad de un posterior consuelo, pero todo parece indicar o al menos eso me dice la experiencia, que el juego es muy efectivo para olvidar y destensionar. Y me acordé de una frase que he repetido mucho "con el culo rojo lo verás más claro", que la decía en un sentido para provocar y que parecer ser que en sentido literal también tiene su lógica.

También esa confesión me hizo pensar mucho en las teorías del Doctor Victor Vidal. El Doctor Vidal es médico especialista en medicina laboral e inspector de la Seguridad Social. El Doctor Vidal sostiene una serie de teorías además no son suposiciones suyas si no que apoyadas en numerosos estudios académicos, que básicamente vienen a decir que las sociedades occidentales, estamos llegando a unos niveles de estrés que de no poner remedio van a acortar drásticamente la esperanza de vida en los próximos años. Afirma que la prevención de riesgos para la salud es equivocada en su base. Por ejemplo ya de adolescentes, en época formativa nos enseñan a como sentarnos correctamente en la silla para evitar consecuencias de un hábito incorrecto postural pero sin embargo, no se enseña a gestionar la tensión o el estrés que generan los exámenes, para el mucho más perjudicial a largo plazo que una mala posición en la silla y que además desde muy tierna edad, se nos acostumbra a que la vida es estrés.

La realidad es que la simple observación de nuestro entorno o nosotros mismos es suficiente para darnos cuenta, que si vivimos bajo presión constante y que no escapa a ella ningún aspecto de la vida. Presión en los estudios, presión en el trabajo, presión por alcanzar un status social, presión por el aspecto físico, vamos corriendo a todas partes, siempre calculando el tiempo, hemos asumido la presión y el estrés como algo normal, cuando no lo es.

El Doctor Vidal hace una distinción entre dos tipos de estrés. El primero lo denomina euestrés, y lo considera necesario, es el estrés protector de la vida, que tiene un objetivo, el principal claro está el de la supervivencia, es aquel estrés que en caso de peligro real nos puede salvar la vida como primer objetivo, el que ha conseguido que la humanidad avance, ya que genera entre otras cosas curiosidad y es necesario para una correcta homoestasis (equilibrio mental y físico). Luego hay otro tipo de estrés que denomina "diestrés", y este carece de sentido, ya que en realidad se presenta ante situaciones que ni suponen un riesgo vital, ni tampoco consiguen ningún efecto beneficioso. No pasa nada por suspender un examen, por tener un fracaso o por no poder llegar a un determinado status, además ese "diestrés" muchas veces es anterior al hecho consumado.

El estrés produce la segregación de una serie de hormonas y neuroquímicos en el cuerpo, como la adrenalina o noradrealina, pero sobre todo uno en cuestión: el cortisol. El cortisol que es necesario en determinados momentos, se puede convertir en un veneno cuando su presencia en nuestro organismo es excesiva y prolongada. El Doctor Vidal lo considera el veneno del propio cuerpo y apoyado en estudios afirma que aproximadamente el 70% de las enfermedades de "moda" en occidente guardan algún tipo de relación con el exceso de cortisol. Hablamos de enfermedades que apenas tienen incidencia en el tercer mundo, como el síndrome de Crohn, el síndrome del colón irratable, la fibromialgía....También que hasta 60 tipos de oncogenes se activan en mayor frecuencia en exceso del cortisol y que incluso enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer también tienen relación directa con el exceso de cortisol.

Para no alargarme mucho con el tema técnico, el cortisol provoca el síndrome del conejo. El conejo es un animal que en libertad tiene toda clase de predadores, por tierra y aire, por lo cual su estado es de alerta constante, siempre asustado. Pues un poco así es como estamos en estas sociedades de la presión, como conejos en permanente alerta. Es realmente curioso ver cualquier reportaje del tercer mundo donde no tienen nada y observar como pese a carecer de los más básico a nuestros ojos, casi siempre los ves con una sonrisa. Otro ejemplo que muchos entenderéis, los que somos de ascendencia humilde todo habremos escuchado en boca de nuestro abuelos por ejemplo refiriéndose a su infancia

-Éramos muy pobres, pero felices y unidos

Ciertamente padecieron muchas privaciones, pero también es cierto que carecían de presión y que las preocupaciones, que las tenían eran reales, no si he pasado de una 36 a una 38 (por poner un ejemplo).

Ahora tenemos de todo, pero el precio igual es demasiado alto vivimos estresados y presionados en todo momento. Incluso en aquellas actividades que supuestamente nos deberían desestresar no pocas veces acabamos marcándonos objetivos, como hacer deporte por ejemplo, en vez de tomarlo como algo para no pensar un rato, conseguir provocarnos "euestrés" (estrés del bueno) y la posterior relajación, acabamos por ponerle un objetivo, ganar, reducir tiempos, perder x kilos con lo que terminan por provocar todo lo contrario "diestrés" y frustación. Eso explica entre otras cosa la búsqueda de formas de huida dañinas, como la adicciones, ya sean a químicos, o ya sean de otro tipo como la ludopatía, o las compras compulsivas. Buscamos escapar del estrés y terminamos por estresarnos más.

Los que me seguís hace tiempo recordaréis que escribí una serie de artículos que hablaba como actuan los neuroquímicos durante los juegos y que tienen un orden concreto, que es parte de la satisfacción de un juego. Se empieza por crear estrés (adrenalina, dopamina y cortisol) luego pasamos al colocón (endorfinas) a la que sigue la resaca (prolactina) pero que si se hace bien esa resaca, no es como la del alcohol sinó que termina en una sensación de bienestar y relajación en parte provocada por ese último neuroquímico del coctel: la oxitocina. Precisamente el doctor Vidal habla de la oxitocina como el antidoto contra el veneno del exceso del cortisol.

Es curioso como en los juegos se busca y se provoca estrés, pero en este caso seria estrés del bueno y además es momentáneo y con sentido, va a suceder algo, que tal vez se tema, pero más se desea y es precisamente ese estrés bueno, lo que empieza a hacer olvidar el malo, lo que hace que la mente se quede en blanco. Vivimos muy plácidamente y eso hace que temamos cosas que no deberiamos temer, que le demos muchas vueltas a cosas que o bien no tienen solución o son absolutamente secundarias y superficiales. Los juegos tienen mucho de simulación de privaciones y sacrificios, por ambas partes, sufrir puede ser liberador, si el motivo de es sufrimiento es identificable y sobre todo cuando sabes que al final siempre hay premio, sea de la forma que sea, sexual o afectiva y que a demás es vivida con mucha más intensidad, porque la mochila se queda fuera del juego. Por eso creo que a quienes nos gusta esto, en parte es porque hemos encontrado en ello una vía de escape perfecta a todo este mundo de presión y estrés al que estamos sometidos.

¿A ver quien se atreve a responder a las siguientes preguntas?

1. ¿Si habéis tenido la posibilidad, tras un mal día, tras un fracaso, tras una mala noticia habéis buscado con más ahínco un juego? ¿Y si no habéis tenido la posibilidad en la misma situación hubieráis desearlo tenerlo?

2. ¿Jugando sois capaces de dejar la mente en blanco y no pensar en nada?

3. ¿En momentos de mucha presión o estrés, os apetece un juego más intenso fisica y emocionalmente que en una circunstancia normal?

4. ¿En momentos de máxima presión, habéis o os hubiera gustado llorar durante un juego?

5. ¿En esas circunstancias la parte sexual o erótica del juego queda en segundo plano, al menos la más visual y evidente?

6. ¿Después de un juego en esas circunstancias, os habeis sentido especialmente liberados y todo lo que haya podido venir después, ha sido vivido de forma más intensa y libre?.

7. ¿El estrés previo a un juego, lo vivís como algo agradable y excitante?

 8. ¿Se ven las cosas diferentes despues de un juego?

 Como molaría tener muchas respuestas. Os dejo esta obra maestra de Queen y David Bowie que hace unas décadas ya nos anticipaban como iba a ser este mundo.


6 comentarios:

  1. Por favor semejante alud de respuesta no, que no doy abasto😂😂

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  2. A mi me habría gustado tener experiencia de algún juego algo intrnso en un día estresante que me hubiera hecho olvidar momentáneamente las preocupaciones. Y lo sexual lo podría dejar perfectamente fuera de ello. Y también llorar porque de alguna manera me quitaría peso de lo que a mi misma me digo de no llorar para no mostrar debilidad

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  3. Alguna vez he utilizado el juego para desahogar una situación estresante, soy spankee y normalmente en una sesión no lloro, a excepción de una vez que había pasado por una separación (cuestión de trabajo) con mi spanker, al volver a vernos llore como una magdalena, en una sesión que ni siquiera había sido tan dura, dimos por entendido que no llore de dolor sino como desahogo de como me sentía.
    En conclusión,yo si creo que una actividad tan íntima como el spanking puede ayudar a desconectar un poco de los problemas, porque además, en mi caso, se que estoy con quién me conoce mejor que nadie en el mundo.
    Malena Jiménez.

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  4. 1. Me hubiera encantado tener a alguien en esas situaciones y que me provocara el juego.

    2. Soy capaz y lo necesito.

    3. ¿En momentos de mucha presión o estrés, os apetece un juego más intenso fisica y emocionalmente que en una circunstancia normal? Sí. Que el spanker de más caña.

    4. ¿En momentos de máxima presión, habéis o os hubiera gustado llorar durante un juego? Imagino que sí o que me provocará hasta llegar.

    5. ¿En esas circunstancias la parte sexual o erótica del juego queda en segundo plano, al menos la más visual y evidente? No sabría decir. Alomejor en mi caso la sexual no.

    6. ¿Después de un juego en esas circunstancias, os habeis sentido especialmente liberados y todo lo que haya podido venir después, ha sido vivido de forma más intensa y libre?. Más relajada tal vez

    7. ¿El estrés previo a un juego, lo vivís como algo agradable y excitante? Siiiiiiii

     8. ¿Se ven las cosas diferentes despues de un juego? Mucho

    Mrd

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