lunes, 1 de octubre de 2018

Un largo paseo.





Había llegado aquel fin de semana medio convaleciente aún de una incómoda lumbalgia , aunque la verdad es que le había echado bastante cuento sobre todo el Viernes, para sacame un masajito y alguna cosa más. El Sábado llevaba la misma intención, que queréis que os diga pero dejarse cuidar puede ser muy placentero, pero cuando creía que lo iba a conseguir ya por la tarde, me sorprendió con una afirmación que me dejó sin capacidad de reacción.

-Mientras dormías la siesta he estado leyendo y dicen que es bueno moverse, que la inactividad retrasa la recuperación así que porque no nos vestimos y nos vamos a dar un paseo.

No era el plan que yo tenía en mente, pero ante lo irrefutable de las pruebas, que no me daban salida y también es cierto que demasiado tiempo encerrado acepté la propuesta, aunque debían ser ya la 6 de la tarde o más aún quedaban horas de sol y salir un rato pues porque no. Nos vestimos con ropa deportiva y salimos a caminar un poco, ya sin ese calor de semanas antes se estaba agradable y la tranquilidad de la zona ayudaba también . Tras un buen rato caminando por caminos me apetecía retornar a la civilización y comenté.

-Y si vamos para el pueblo ya, me empieza a molestar un poco y me apetece sentarme en un terracita y tomarme un cerveza.
-Te molesta o te apetece esa cervecita.
-Las dos cosas
-Yo paso de ir ahora al pueblo, además a esta hora estará todo lleno, media hora más y nos la tomamos tranquilos en casa.

Yo me había apoyado en el único árbol de aquel camino más que nada porque así daba más credibilidad a mi presunto agotamiento, que en realidad se estaba imaginando una copa de liquido dorado con dos dedos de blanca espuma.

-Venga tira cuentista.

Y empezó a caminar pasando de mi.

-Nena!!!!!!! donde vas?
-A terminar la ruta
-Habíamos quedado en un paseo, no en una ruta
-Pero ya que estamo, que pena hacerse mayor la verdad
-A ver que estoy lesionado, si no con esos años de más aun te doy un repaso que flipas
-Bla, bla, bla bocazas....
-Pero quieres parar un momento
-No, yo voy a seguir tu haz lo que te salga de ahí.
-Uffff ya te estás pasando ven aquí
-Jajajajajaj lo llevas claro píllame si puedes.
-Te pillo tres veces si quiero
-Ya lo veo ya, pues hala campeón píllame

Entonces empezó a acelerar el ritmo y alejarse, por un momento pensé en ir tras de ella y me puse a caminar y entonces empezó a trotar, me paré y la vi a su ritmo alejarse cada vez más, imposible me dije, me paré un momento a pensar si podía alcanzarla por algún atajo, pero nada ella conocía mucho mejor el terreno, suficiente tenía con volver sobre mis pasos, entonces no se como noté peso en los bolsillos de mi pantalón, y sonreí eran el teléfono y las llaves de casa, con una sonrisa perversa y con calma emprendí el camino de vuelta, a la vez que maquinaba un plan.

Media hora después estaba sentado en un banco del parque que hay debajo de su casa, el sol había perdido ya toda la fuerza y en breve se escondería tras el horizonte, el parque estaba vacio solo yo sentado frente al estanque, entonces sonó mi teléfono, era ella que me llamaba.

-¿Estás en casa?
-No
-¿Donde estás pues?
-Intentando cazarte
-Jajajajajaja aun te vas a perder por los caminos, no te muevas y te voy a buscar abuelo jajajajja mándame una ubicación anda.

Le mandé la ubicación y con una sonrisa esperé respuesta, que no tardó en forma de mensaje.

-Joder idiota si estás en el parque tira para casa que estoy llegando ya.
-No hasta que no te "caze"
-Eso no va a pasar nunca reconocelo.
-¿Estás segura de eso?
-Totalmente
-Ok, pues cuando hayas entrado a casa me avisas.

La respuesta no fue tan instántanea, tardó un poco en llegar.

-Cabrón....tienes tu las llaves
-Chica lista, ya sabes donde estoy, te espero. Un besito.

Ahora las tornas habían cambiado en vez de ir yo detrás de ella, solo tenía que esperar a que ella viniera a mi y a más tiempo, más mi cabeza funcionando pensando en una "venganza" a su soberbía y aún me dio un cuarto de hora más para maquinarla bien, cuando la enfilar el camino de bajada al parque, yo sin inmutarme sentado y con los brazos desplegados en el banco viendo o más bien intuyendo la próxima puesta de sol. Se acercó sudorosa y jadeante del esfuerzo, la miré con esa media sonrisa y le dije.

-Mi abuela siempre decía que los  hombres al final siempre sucumbimos al hambre, que para que correr detrás de un hombre si cuando tenga hambre volverá a ti te pasa un poco igual, pero no con el hambre con la soberbia y esa bocaza que tienes, lo ves al final no he tenido que ir detrás de ti has venido tú solita....
-Jajajajajaja eres un cabrón con suerte
-No suerte no, a veces me lo pones muy fácil, eres demasiado impulsiva, solo hay que tirarte de la lengua un poco y tu misma caes en la trampa

Sonrió con esa sonrisa nerviosa que quiere decir.: "¿y ahora que?. Yo seguía mirando al horizonte con esa medía sonrisa y con toda la parsimonia del mundo solté mi discurso.

-Hace un rato estabas totalmente convencida que no te atraparía y sin embargo, estás aquí, no  ha sido necesario ni esforzarme para atraparte has venido tu solita, no se igual te convendría algo que te hiciera recapacitar para que no vuelvas a sobrevalorar tus opciones antes de arriesgarte ¿no crees?.
-Eso no vale, osea en realidad no me has atrapado, solo que tu tienes las llaves de casa
-Precisamente por eso te he atrapado, porque tengo las llaves y en tu desafio no calculaste esa variable y precisamente por eso creo que tu soberbia merece una penitencia.

Y entonces si la miré clavando mis ojos en los suyos, con la sonrisa de medio lado, le dije este banco parece cómodo.

A la vez que me desplazaba un poco para un lado y juntaba las piernas.

-Nos pueden ver...
-Eso le da más valor a tu penitencia ¿o tengo que cazarte otra vez?
-Vamos a vasa va,y allí...
-Allí también habrá, pero vamos a empezar aquí, en el sitio donde te he dado caza y no hagas que tenga que volver a cazarte.

Se lo pensó como unos diez segundos, al final ruborizada hizo lo que sabía que yo quería que hiciera que no era otra cosa que tumbarse encima de mis rodillas en aquel banco, nada más ponerse le acarcié los hombros húmedos de sudor.

-Intentaré hacer el menor ruido posible  pero no te prometo nada, ya sabes como va esto.

De inmediato empecé a azotarla con la mano sobre el culotte de hacer deporte, al quedar el parque por debajo del nivel de la calle no hacía demasiado ruido y la tela elástica amortiguaba bastante el sonido de los azotes. Tampoco quería empezar muy intenso, quería resaltar más la sensación de estar sobre mis rodillas de día en un banco de un parque recibiendo una azotaina, pero ya por inercia fui aumentando el ritmo de los azotes de forma inconsciente, que se rindiera tan rápido me decía que en el fondo la situación también tenía mucho morbo para ella. Eso si cuando busqué la cintura del pantaloncito elástico para intentar bajárselo si se revolvió y empezó a decir que allí no que nos iban a ver y demás, así que no tuve más remedio que usar la técnica de inmovilización otk, osea pierna derecha mia envolviendo sus piernas y mano izquierda sujetando ambas manos contra la espalda, aun así apenas la bajé el pantaloncito lo justo para descubrir solo las nalgas, pero entonces una vez descubiertas si empecé a azotarla con ganas sobre la piel desnuda, entonces si el sol se había escondido tras el horizonte, anochecía ya pero aun había luz y ahora ya sin la amortigüación de la tela la azotaina era mucho más sonora, aunque tampoco me apetecía que nos viera nadie, más que nada por evitar confusiones, si quería que ella sintiera esa sensación de pudor de estar recibiendo una zurra culo al aire en el banco de un parque a la luz del día, tal vez me pudo la prudencia y en vez de alargar la azotaina, le di una rápida pero intensa de un par o tres de minutos de lluvia constante de palmadas suficientes para ponerle el indefenso culo bien rojo. Ahí paré, le subí yo mismo el pantalón y nos levantamos, la cogí de la mano y empezamos a caminar para casa, en silencio, solo de vez en cuando la mano libre se le iba a la nalga para frotarse.

Del parque a casa hay a lo sumo dos minutos caminando, la solté solo para abrir las puertas tras las cuales la volvía a coger de la mano, hasta que abrí la del piso y allí la solté para cerrar.

-Vete al rincón ya sabes como yo mientras voy a tomarme esa cerveza.
-Ufff debería darme un ducha.
-¿Te tengo que llevar yo?

No la tuve que llevar, yo entré en la cocina y ella enfiló el pasillo rumbo al comedor, al rincón. Cuando llegué con la cervecita fresca en las manos estaba allí con las manos encima de la cabeza y la mariz rozando la esquina de la pared, pero faltaba, algo que arreglé de inmediato, dejé la cerveza en la mesilla y me acerqué a ella sin decir nada de un tirón firme le bajé el pantalocito elástico de hacer deporte hasta las rodillas.

-Esto ya lo deberías haber hecho tu, así que suma y sigue.

Me senté puse los pies encima de la mesa y abrí la cerveza para dar un trago mientras la miraba, lo tenía rojito pero se notaba que había sido prudente en el parque, tampoco era un rojo exagerado, me encendí un piti para acompañar la cerveza, más o menos 5 minutos de rincón al terminar me levanté puse un cojín sobre el reposabrazos del extremo del sofa y la llamé.

Se dio la vuelta y vino hacía mi.

-Ve a la habitación y trae lo que quieras de lo que hay colgado detrás de la puerta.

Suspiró como de desaprovación. Pero fue decirle.

-Si voy yo traeré las dos cosas tu misma.

Para que se pusiera en marcha, no había mucho que elegir detrás de la puerta del armario colgaban dos cosas una paleta de madera ancha y pesada y un tawse de dos lenguas de cuero, sabía perfectamente que vendría con el tawse de cuero, su aversión a la madera la conocía de sobra. Así fue cuando apareció llevaba el tawse en la mano que le reclamé que me entregase, una vez lo hizo, le indiqué que se tumbara sobre el reposabrazos del sofá, me encanta esa posición, es ideal, hace que el culo quede muy bien expuesto, es cómoda para ella, así que puede centrarse en la picadura de los azotes. Una vez colocada puse el tawse sobre su culo desnudo, le terminé de quitar el pantalón de hacer deporte, para así poder separarle un poco las piernas, entonces volví a coger el tawse, la técnica es muy sencilla lo levantas con el antebrazo, para que caiga detrás del hombre y entonces movimiento rápido y seco a favor de gravedad. El primer azote ya hizo que se retorciera, así que le di tiempo antes del segundo, sin prisa fueron cayendo los golpes secos del cuero pesado en su culo expuesto y desprotegido, tras un primera docena de golpes, el rojo de su piel ya era intenso, dos docenas más y la piel de sus nalgas era como lava ardiente, repleta de puntitos de un rojo más oscuro casi morado, que aseguraban unos días de piel marcada. Dejé el tawse ahora sobre la espalda y pase suavemente los dedos por toda la piel resiguiendo con la yema de mis dedos el dibujo del castigo, hasta que los dedos fueron a parar al coño, que chorreaba en un mezcla de sudor y lubricación y que me recordó aquella frase de Woody Allen: "el sexo si no es sucio no merece la pena", pero mis planes iban más allá, demasiado tiempo para maquinar, la incursión de mis dedos en su sexo fue breve, terminó con una palmada en el culo que la hizo saltar casi.

-Vete al rincón un rato mientras me doy una ducha y piensa para la próxima vez que decidas retarme. Mientras me doy una ducha y luego irás tu.

Espere a fuera al rincón y se colocara bien, para irme a dar esa ducha, no tardé mucho al salir, lo primero que hice fue ir a ver si estaba donde debía estar, todo en orden, pero al acercarme el color de su cara esa sospechoso...

-No habrás aprovechado para tocarte ¿verdad?

Le pregunté haciendo que se diera la vuelta y bajará las manos.

-No....de verdad

Le cogí la mano derecha, y llevé el índice a mi boca, tenía un sospechoso sabor ligeramente salado.

-Venga tira a la ducha, que vamos a cenar fuera.

Se fue para la ducha, mientras ella se duchaba yo le preparé la ropa en la habitación, elegí un vestido de tela vaquera ceñido y corto, que tenia una larga cremallera por delante, zapatos de tacón, después fui a la caja de los juguetes y elegí un pequeño plug de acero, terminado en una imitación de piedra en tonos rosados. Allí estaba en la cama sentado cuando apareció aun secándose el pelo, me miró y preguntó

-Eso has elegido?
-Si
-Es lo mismo que pensaba yo
-Coincidimos.

Entonces abrió el cajón de la ropa interior, se lo cerré.

-Ya he elegido y, esta va a ser tu ropa interior.

Le mostré el plug.

-Ya te lo pongo yo.

Le indiqué de nuevo mis rodillas, se colocó sobre ellas, lo primero que hice fue recrearme en las marcas, bueno más bien en lo que se intuia iban a ser marcas, todo su culo seguía siendo dos grandes globos carnosos rojo incandescente. Le eché un buen chorro de lubricante al plug y le dije.

-Vas a ayudar ¿no?.

Ella sabía perfectamente lo que quería decir y yo sabia también perfectamente lo que la perturbaba  tener que hacerlo, pero con los humos bajados hacía un rato ya, aunque tímidamente al principio lo hizo, llevo sus manos a las nalgas y las separó yo llevé la punta del frio plug al ano que se contrajo al notar el frio, cogiédolo de la piedra lo hice rodar, haciendo que lubricara bien y entonces empecé a apretar con el pulgar, fue rápido entró enseguida y solo la piedra quedaba fuera. Entonces la dejé vestirse y terminar de arreglarse mientras yo me vestia.

Y salimos decidimos ir a un sitio en el mismo pueblo, la cena era lo de menos, nos sentamos en la terraza fuera, corria un ligera brisa y ella se cubrió los hombros con una chaqueta, apenas hablamos durante la cena, solo un juego de miradas, de caricias fugaces por debajo de la mesa, ella se movía inquieta de vez en cuando en la silla y yo imaginaba sus sensaciones el escozor de los azotes aun vivo, en especial en aquellas zonas donde había impactado con mas dureza el tawse de cuero, como intentaba moverse para evitarlas, pero en cada movimiento también se movía el plug dentro de su cuerpo, y como toda esa molestía se transformaba en excitación entre sus piernas, me la imaginaba apretando los muslos para intentar evitar la gota de su esencia que se deslizaba por ellos, esa tortura no se puede alargar demasiado, es demasiado perturbadora y demasiado potente, cenamos rápido y nos fuimos rápido habíamos ido andando y volvimos andando también, cogidos de la mano, jugando a ponernos cachondos de camino. Al llegar a la puerta tiré de ella.

-Donde vamos?
-A terminar donde empezamos.

Sonrió porque se lo imaginó, fuimos directo al parque ahora oscuro, las farolas solo iluminaban la calle que pasaba por encima, alli todo fue muy rápido, la cogí de la cintura nos besamos, pero enseguida le di la vuelta hice que apoyara las manos contra el respaldo del banco, le subi un poco la cremallera del vestido lo justo, para levantarlo por encima de las nalgas, mientras me sacaba la  polla por la cremallera del pantalón, le frotaba el coño chorreando con la mano entera con fuerza, en cuento tuve la polla fuera se le metí de un golpe toda entera y cogiéndola de la cintura, empecé a follármela como si no hubiera mañana contra el banco de parque, quite la mano izquierda para sujetar el plug bien metido con el pulgar, con la derecha la agarraba con fuerza de la cadera y ella me acompañaba el movimiento, creo que en aquel momento se hubiera bajado alguien nos hubiera dado igual, hubieramos seguido como si nada, mi pubis chocaba contra su culo magullado de la azotaina, en un sonido que recordaba ligeramente al de los azotes con la mano, ella tuvo un orgasmo silencioso, después el segundo ya sin tanto control, pero yo no había manera y tras un rato decidimos que lo mejor era volver a casa.

Desnudos en la cama, creí que era el momento de quitar el plug y mimar un poco su culo, con cremas y un largo masaje, que terminó otra vez con mis dedos en el coño haciendo que se corriera varias veces, entonces ya algo cansado me tumbé boca arriba, ella estuvo un rato aún boca abajo como recuperando, entonces se incorporó de rodillas encima de la cama. Empezó a jugar son su mano con mi polla, rozándome solo con los dedos el pliegue del glande, despues la cogió toda e hizo lo mismo con la lengua, mientras con la otra mano me masajeaba los testículos y el perineo, siguió a la vez que se la metía entera en la boca y se movía bajando y subiendo, yo por momentos me estremecía y no quería que nunca acabara, pero solo fue un deseo, en un determinado momento dejo de hacerlo con la boca y siguió con la mano un poco más rápido y ahí terminó todo, en un intenso orgasmo, cuando abrí los ojos allí seguía me miraba y sonreía mientras seguía mucho más despacio con el masaje...y mientras yo con la mano le daba unos azotitos en el coño muy sensible también y le decía.

-Cuando quieras me vuelves a retar

Continuará....






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