domingo, 26 de agosto de 2018
Expresiones de sufrimiento y la mística del dolor.
Creo que yo lo he contado alguna vez. Una de las cosas que más me cuesta y más tiempo me lleva es elegir las fotos, que la dan un toque visual a los rollazos que os suelto, lo más observadores ya os habréis dado cuenta que he repetido algunas y es que me he dado algo por vencido ya. No encuentro fotos o me es muy difícil que consigan a la vez guardar algo de relación con el texto y no ser excesivamente explícitas que tengan un mínimo de calidad artística.
Uno de los problemas principales que me encuentro con las fotos, es que muchas que me sirvirían las descarto siempre por lo mismo, ella pone una expresión de sufrimiento como si le estuvieran reduciendo una lubxación de cadera a palo seco y creo que distorsionan y mucho lo que yo al menos he vivido en el juego. Nunca, nunca he visto esas caras de sufrimiento cuando he jugado y no es que mis juegos hayan sido especialmente lights o suaves. Es cierto que por una cuestión de logística yo solo veo esas caras, después de, evidentemente durante no ves la cara, aunque alguna vez he usado un espejo por curiosidad y morbo y tampoco vi esas caras de sufrimiento, si recuerdo haber visto algun labio morido, algunos ojos cerrados, la tensión dibujada y cierta podríamos decir queja en el momento del impacto, pero nunca sufrimiento. En mi experiencia no he visto a nadie sufrir, he visto sentir y sentir el dolor punzante de una vara, el machacón de un cepillo de madera o el abrasivo del cuero, he visto incluso el miedo o la incertidumbre en unos ojos, pero también las ganas, pero nunca, nunca he visto sufrimiento, ni gritos a viva voz, ni suplicas reales de detener el juego nunca, gemidos, suspiros y juego si.
Por eso descarto esas fotos, creo que adulteran totalmente lo que es el juego y la diferencia entre sentir y vivir un estimulo como el dolor y sufrir de dolor, que son dos cosas muy distintas. Dicen que la linea que separa el éxtasis del sufrimiento es muy pequeña y tal vez nosotros nos movemos por los límites de esa linea, pero las caras que tengo grabadas son caras de placer, incluso con una sonrisa dibujada tras un juego, largo, intenso y duro, caras como de trance, incluso porque no decirlo de colocón placentero. Como me dijo una vez alguien: "Doler claro que duele, ahora mismo me quema, pero mira que sonrisa tengo de oreja a oreja".
Por eso me cuesta tanto encontrar fotos que realmente expresen lo que yo he vivido y si algo no he vivido nunca es sufrimiento y por eso para intentar transmitir las expresiones que yo he visto me tengo que ir a la mística del éxtasis de Santa Teresa se parece mucho más a la realidad que a esa caras de torturadas que tanto abundan en la red.
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